PROXECTO EPÍSTOLA

----

TEMÁTICA: El hombre iluminado

Epístolas
1
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1972-12-28
Carta de Muñoz Manzano a Luís e Maruxa Seoane. 1972
A Coruña
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Muñoz Manzano a Luís e Maruxa Seoane. 1972 en 28/12/1972


La Coruña, 28 de diciembre de 1972

Queridos Luis y Maruja:

La feliz noticia que me ha dado Mimina de que salís el día 2 de Buenos Aires me ha ocasionado un sobresalto y me han hecho subir el rubor a las mejillas.
¿Cómo dar alas a esta carta para que lleguen antes de vuestra salida? Me temo que no sean bastante rápidas las del avión y, así, la encomiendo a San Cristobal, patrón de los viajes, y a Santa Rita, abogada de imposibles.
No quisiera que os pusierais en camino hacia España con la más leve duda sobre nuestro largo silencio, cuando habéis estado tan presentes en nuestro recuerdo, en nuestras conversaciones, en nuestras esperanzas.
Supimos por Mimina de los malos ratos de Maruja –colgada–, y de que ha superado, como era de esperar, la dura prueba. (De Maruja se esperaba naturalmente que lo supere todo). Supimos de la exposición y de los repetidos y merecidos éxitos de Luis; y hemos recibido esas gentiles muestras de amistad: los dibujos de Rafael y Eladio en La Voz de Galicia, con sus elogiosos artículos, el envío de las Crónicas Marcianas –que he vuelto a leer con interés, aunque las había pedido para Fermín– y El hombre iluminado, y del mismo autor, que no conocía.
Hace pocos días, nos ha llegado A maior abondamento, conmovedor y apasionado libro, precioso en todos sentidos. Y hoy el hermosísimo Intentando golpear ideas, que nos ha entregado la pareja Marijke y Ramón Temes, a los que hemos estado a ver al H. Atlántico.
Ha sido un año muy complicado. Mucha parte en nuestro silencio ha tenido La saga de los Díaz Pardo, tremendísima, desconcertante, desesperante, tiernísima. No era posible contarla ni había modo de resumirla. La sufríamos. Ahora las cosas están muy encaminadas. “Después de la tempestad viene la calma”, se dice. Y parece que estamos ya en la calma o cerca de ella.
Nos entristecieron mucho las desgracias familiares: la muerte de Eladio Dieste –el hermano mayor después de Enrique– y de mi hermano Nazario, también magnífica persona.
Rafael refundió el nuevo libro que iba a entregar a Seminarios y Estudios –lo han terminado hace unos días– que es, al parecer, el último del ciclo filosófico-matemático, y que termina muy felizmente sus investigaciones.
Yo he tenido más trabajo del que puedo desempeñar: en la Inspección, en casa, y quizá no tantas fuerzas como antes. Con todo, me siento animosa.
Como podréis suponer, toda la conversación con los Temes ha girado en torno a vosotros. Os tienen a los dos gran admiración.
Así que nos hemos entendido muy bien. –Por ellos sabemos que Maruja manejará en breve su 124, por favor, no desde Madrid en este tiempo. Que empiece por estas rutas, más familiares y de temperatura más benigna. ¡Bravo por Maruja!
Y el caso es que no tengo más tiempo de escribiros porque quiero que salga ésta.
Queden presentes estas verdades:
Nuestro silencio ha estado lleno, a partes iguales, de vuestro recuerdo y de amistosos remordimientos.
Hemos agradecido profundamente vuestros signos de amistad. Estamos contentísimos de que vengáis.
Dad un abrazo en nuestro nombre, al despediros, a los buenos amigos: Marika y Varela, Baudi, los Scheimberg, etc. Un etcétera que vosotros sabéis llena.
Saludos de Mireya, que estos días está en cama con gripe, complicada de sinusitis. Ya va mejor.

Muy feliz Año Nuevo, y feliz viaje. Con un abrazo de

Carmen