PROXECTO EPÍSTOLA

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TEMÁTICA: Exposicion de Laxeiro. Galería Prisma de Madrid. 1962

[evento cultural]
Epístolas
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Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1961-11-21
Carta de Seoane a Dieste e Muñoz Manzano. 1961
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Dieste e Muñoz Manzano. 1961 en 21/11/1961


Buenos Aires, 21 de noviembre de 1961

Queridos Carmen y Rafael:

Estamos comenzando el verano, caluroso, húmedo y desigual, de Buenos Aires y en este momento la luz, si uno se asoma a la calle, resulta tan implacable, agresiva y deslumbrante que pareciera proyectada para torturarnos. ¿Por qué las autoridades municipales no promulgarán una ordenanza prohibiendo el color blanco para las paredes? Buenos Aires estaría posiblemente mejor en verano si los propietarios de los edificios o los constructores volviesen a usar los tonos de la arquitectura porteña del siglo XIX: el rosa, el azul celeste, así el blanco del cielo en verano sería menos hiriente. Anoche tuvimos una asamblea en casa para leer las dos últimas cartas que me enviásteis. Estuvieron Varela y Marika y Laxeiro y Lala. Otra asamblea fue cuando llegó la de Carmen, y Maruja, en ambos casos, guisó pulpo para festejar la ocasión y sumirnos de algún modo en el ambiente marinero de Rianjo y el estado de ánimo que las cartas que nos enviasteis reflejan de alegría y fiesta. A Mimina y Díaz Pardo no logramos sacarlos de la fábrica donde profesan, en la que Mimina es mártir y Díaz Pardo un extraño ermitaño que se disciplina consagrado a un Dios monstruoso y alemán u oriental de caolín y fuego. Núñez Búa como los ángeles buenos hace muy esporádicas apariciones vigilando muy especialmente la rara ermita industrial. Antes de llegar estas últimas cartas estuvimos pasando algunos días con ellos en Magdalena. Allí decoré cien platos para un mural inspirado en la decoración de unas casas del Sudán e hice cuatro grandes dibujos coloreados para unos mosaicos de porcelana que ejecutó luego Díaz Pardo para un establecimiento de La Plata. En la reunión de ayer tus cartas, las que me enviaste y la copia de la de Souto, produjeron la alegría y esperanza que podéis imaginaros hasta en los más reacios al regreso como pueden ser, por circunstancias particulares, Marika y Laxeiro. Con Laxeiro casi hemos decidido decorar conjuntamente en Galicia un monasterio en lo alto de una montaña, o una iglesia donde quiera que nos la ofrezcan o la encontraremos. La poblaríamos con figuras del pueblo y de animales domésticos hasta el altar y buscaríamos en el santoral gallego aquellos santos que si no fueron reconocidos por la burocracia del Vaticano están impuestos en Galicia por las leyendas y la fé populares y que solo hicieron milagros sencillos, curar un niño o una vaca, conseguir un pan o un vaso de leche, que son los más bellos y hondos milagros. Si tuviésemos que representar un castigo, figuraríamos la emigración, un castigo bíblico. Por nuestra parte, Maruja y yo, aún no sabemos como, tenemos casi decidido volver a España en agosto o setiembre del año próximo. Trataré de hacer algunas exposiciones en Madrid y Barcelona, o donde cuadre, e intentaré defenderme con la esperanza de quedarnos ahí. Estos días próximos salen por fin de la imprenta los libros de Unamuno y Lorca con grabados en madera míos para el homenaje de la Editorial Losada a ambos, creo que van a quedar dignos. Varela está escribiendo poesía. Participó en dos homenajes a Picasso con motivo de cumplir éste 80 años, en uno de ellos leyó una notable conferencia y en el otro cuatro espléndidos poemas que espero que se publiquen. Laxeiro está pintando para su exposición de Madrid que creo que es en mayo. Hace pocos días vi uno de sus nuevos cuadros, una pareja curiosa, el hombre viste algo así como un traje de rayadillo de los que volvieron de la guerra de Filipinas y la mujer resulta tosca e ingénua y como envejecida de esperar. Tambien hizo antes una especie de retablo guiñolesco muy bello de color. A mi me parecen dos obras espléndidas si no insiste demasiado en ellas y sabe dejarlas a punto. Díaz Pardo tambien ha pintado algo, muy poco, una figura recordada de su fábrica del Castro y hecho algunos dibujos. No tiene tiempo. Está en todo en la fábrica y está tratando de conseguir piezas nuevas. Por vosotros preguntan todos los amigos y en el caso de los españoles desean que vengan de vosotros buenas noticias porque alienta en ellos, aunque no lo confiesen, secretas esperanzas de retorno y pienso que en los argentinos se crea en ellos como una especie de conciencia de fracaso de su país para retener a las gentes que no buscan solamente bienes materiales. Todos, sin embargo, preguntan por igual con cariño por vosotros y se alegran de las noticias que les damos y que responden a las cartas. Nos alegramos de la decisión de Souto y celebramos la carta de ánimo que le enviaste.
A Ranelagh hemos vuelto muy poco. Llevamos un mes de huelga de ferrocarriles sin que lleve trazas de resolverse y dependemos, para ir, de algún amigo que quiera hacer un paseo hasta allí de ida y vuelta, para abrir las ventanas, ventilar la casa y estimular al señor Juan. Estos días conseguí el afiche de la exposición de arte románico de Santiago con la fotografía del rey David del pórtico de las Platerías. Me alegró mucho conseguirlo, pues copiando una y otra vez esa figura, con un compañero que murió muy joven, Mayer Méndez, creo que aprendí a dibujar. Antes de hacer apuntes de las torres de la catedral y de los campesinos de las ferias de los jueves.
Creo que no os doy demasiadas noticias de todos nosotros ni de Buenos Aires. La ciudad está igual que cuando os fuísteis. Más cara de precios y tan mal iluminada y sucia. Las gentes cada vez más desilusionadas. Esto es todo por hoy. Escribidnos.

Recibid el abrazo de todos los amigos y uno grande nuestro, de Maruja y mío, para los dos:

[Seoane]

1965-02-11
Carta de Laxeiro a Villafinez. 1965
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Laxeiro a Villafinez. 1965 en 11/02/1965


Buenos Aires, 11-2-65

Carta abierta al pintor Villafinez
Amigo Villafinez:

Siempre te he tenido presente en mi memoria, eres la persona a quien más respeto y quiero en Galicia, y prueba de ello es esta carta que te escribo.
Villafinez, pronto cumpliré cincuenta y siete años de gran voluntad; como pintor aún tengo que decir muchas cosas y en ello estoy trabajando más que nunca. Este año tengo proyectado un viaje a Europa en compañía de mi secretaria y marchand. Expondré en Roma, luego en Madrid, Barcelona y Bilbao; en este itinerario también estaba Galicia, en Santiago de Compostela, ya que en Compostela fue donde hice mi primera exposición en la Noche de Santiago y una interviu que le hicieron a mi mujer en el diario de Pontevedra, esto último lo pensaré.
Habrás observado que siempre, la mayor parte de las notas publicadas en los diarios de Galicia hablan de mí, eso, de mí, pero nunca del pintor Laxeiro; es que hablar de un pintor como pintor es jugarse seriamente, por lo menos hay que tener dos condiciones: primero, saber que es la pintura por la pintura, segundo, conocer a fondo el ser humano; cuando los que escriben sobre un pintor les falta conocimiento y no son psicólogos caen en lo pintoresco y anecdótico: hablan de Laxeiro con melenas, de Laxeiro barbero, de Laxeiro bohemio; ahora según el Diario de Pontevedra y La Noche de Santiago, ya soy algo más que un tipo pintoresco, soy así como el hijo pródigo de Galicia, llegan ya a meterse en las cosas más íntimas de mi persona.
Quiero decirte que estoy terminando de escribir una pequeña biografía tuya que firmaré con el pseudónimo Don Ramiro, para ello pedí tu fotografía, la que ya tengo aquí; es un monólogo, tú eres el único personaje, creo que me está saliendo muy bien; escribir es mi hobby favorito; hubo quien dijo que yo “era incapaz de escribir dos renglones que tuvieran hilación, que había un amigo malo que me dictaba”; pues claro que sí y es un campesino de Lalín que se llama José Otero Abeledo.
Te supongo enterado de mi exposición en Madrid en mil novecientos sesenta y dos; he tenido un gran éxito de crítica y varias de mis obras fueron adquiridas a precios muy respetables, las que figuran hoy en colecciones particulares en la Capital de España; además en esta ocasión, la crítica de Madrid organizó una exposición en París en la sala Charpentier titulada Cincuenta años de pintura figurativa española y yo fui uno de los treinta seleccionados al lado de Solana, Regoyos, Vázquez Díaz, Nonel, Benjamín Palencia, etc. Todas estas alegrías me las da una crítica seria y profunda de mi obra; esto es constructivo en la vida el artista que trabaja seriamente y que entrega toda su vida al arte. He aquí el fundamental motivo de encontrarme en Buenos Aires. El artista necesita vivir en un ambiente de comprensión para su obra y este siempre me acompañó en esta Capital argentina. Cada día que pasa, estoy más convencido de que mi estancia aquí fue mi salvación como pintor, y justo llegué en el momento que se iniciaba en este país el más grande movimiento pictórico de Hispanoamérica. Fui bien recibido por la crítica y lo mismo por los pintores consagrados que por los artistas jóvenes; en todo momento han demostrado admiración por mi obra y simpatía por mi persona y es tan cierto esto que la actualidad, siendo gallego, soy el vicepresidente de la Sociedad de Artistas Plásticos Argentinos, la que agrupa a más de tres mil socios. Ahora yo me pregunto: ¿Por qué en la Capital argentina y en la Capital de España lo que interesa es mi obra y no mi melena, mi bohemia y mi vida particular?
Bueno, ahora quiero saber algo de tu vida: tú eres un ejemplo de vocación como artista; nadie como tú a los setenta y dos años tiene tan merecido el gran homenaje popular de un pueblo. Dime, ¿cómo vives? Cuéntame. ¿Un pintor puede vivir ahora en Galicia desahogadamente? Cuando yo estaba ahí, era trágico vivir de la pintura; a pesar de ello el pueblo gallego será grande por sus artistas, nunca por sus cotillas.

Un fuerte abrazo de tu fiel amigo

Laxeiro