PROXECTO EPÍSTOLA

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TEMÁTICA: Cancioneiro. Eduardo Blanco Amor

Epístolas
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Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Carta de Blanco Amor a Seoane. Sen data
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Blanco Amor a Seoane. Sen data

17-VIII-¿?

Pásale el adjunto recorte de la Feria a Núñez Bua. Creo que tus libros de poesía debieran venderse aquí, aunque fuese “de ocultis”. Se te cita mucho como poeta en ensayos y prólogos. En general, la poesía gallega vuelve –o empieza– a venderse mucho. De mi Cancioneiro –tan inactual– se vendieron en la Feria treinta y ocho.
Volví ayer noche del Castro. El domingo tuve una larga conversación con Isaac, que estuvo allí unas horas sin ver a Mimina ni a los chicos. Gritamos bastante. Ayer, cuando yo salía, llamó a Mimina por teléfono citándolos, a los tres, para el próximo sábado 19 (1). Ella no quiere ir. Le hablaré por teléfono todos los días para presionar lo que pueda.

Abrazos

Eduardo

En Sargadelos

1965-12-29
Carta de Blanco Amor a Seoane. 1965
Ourense
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Blanco Amor a Seoane. 1965 en 29/12/1965


Orense, 29 de diciembre de 1965

Querido Seoane:

Ya sé que tengo que escribirte una larga carta, pero, por lo mismo que tiene que ser larga, la voy demorando. Claro que me gustaría más hablártela. Aquí, cada trimestre, llega un rumor de que “vais a venir el mes que viene”. No sé de donde salen, pero circulan. Yo me he replegado en mi Orense natal, quizá para siempre. Madrid está incómodo, o revuelto, confuso, frívolo, insolidario. En mi oficio nada se puede hacer si[n] toparse con la limitación política. No hay el peligro inmediato de la persecución, pero existe el de la “protección”, que es mucho peor. Por lo menos aquí la vida es limitada, claro está, pero menos tensa, más normal... y algo más barata. Y además tiene esa antigua cordialidad en que uno fue criado; ese aire vecinal que ahí tanto se añora y en el que cada cual siente “su tierra como la tierra firme que se buscó a través de tanta navegación. Por otra parte, Galicia vive una confusión que se parece mucho a una final disolución. Se vive desde cada ciudad o pueblo en forma de un exclusivismo local, en el peor de los sentidos, que en nada recuerda al sentido integral que de ella hemos tenido hace años. Yo no sé qué habrá que hacer para reconstruirlo ni si será posible. Los grupos de Madrid –quizá porque están lejos– la ven en más amplia perspectiva; pero les falta coherencia, fijeza itineraria, claridad de destino y quizá voluntad conjunta para esclarecerlo primero y realizarlo después. Se nota el bache de la continuidad, el hueco de dos generaciones perdidas. En ese sentido, debiéramos estar todos aquí. Yo siento que mi vieja experiencia –y mi mayor densidad mental o moral en presencia directa de este drama sordo, pero tan vivo y lacerante– quizá podría ser útil en aquel medio. Mucha gente joven lo dice, lo quiere; y más aún después de mi actuación en el Congreso de Emigración, tan sobre “el filo de la navaja”, y de unos artículos que ando publicando. Pero con mis medios actuales, no puedo sostenerme en Madrid con cierto decoro. Y los medios claudicantes nunca justificaron los fines; por más nobles que éstos sean, quedan desvirtuados en su propia raíz. Ese es mi actual drama de conciencia, poco fácil de llevar, te lo aseguro.
Te quiero pedir un favor importante. He intentado con diversas cartas enviadas, aún viviendo ahí, a la administración de Citania que me liquidasen mis derechos con ejemplares de A Esmorga. Nunca me han contestado. Yo sé que a vuestro esfuerzo tendría que corresponder con mi desinterés. Pero los ejemplares que alguna vez he recibido han sido para regalar en casi su totalidad; para difundir no solo como cosa de realce personal mi novela, sino para difundir un modo al parecer especial –que vosotros y no yo habéis “descubierto”– de producirse la narrativa gallega de nuestro tiempo. De este modo, me quedé sin un solo ejemplar. Aquí, en Galaxia, tampoco quedan. Ahí sé que están agotados. Sin perjuicio de otra que estoy escribiendo, quiero reeditar aquí A Esmorga. Todo el mundo habla de ella, pero son poquísimos los que la tienen, y muchos los que desearía tenerla. Ahora me hacen falta tres ejemplares para la censura. ¿No los habrá por ahí? Me harías un gran favor. Quizá queden en el stand del Centro Gallego.
También a través de los años, he pedido que me liquiden los derechos de Cancioneiro igualmente con libros. No fue posible. Hay no sé cuantas intervenciones mías y no sé cuantos despachos, en la Comisión de Cultura de tres presidencias para que se les liquiden sus derechos a los respectivos autores, ofreciéndoles la opción de que sea en libros, lo cual resultaría más económico para el Centro. Yo no sé quién detiene las gestiones, pero sé que el fraude –porque es un verdadero fraude– continúa sin que nadie lo remedie. A ver si tú tienes mejor suerte y te hacen más caso. Por lo pronto, te ruego ordenes que manden media docena de ejemplares.
Antes de mi repliegue orensano, he visto algunas veces al gran Dieste en La Coruña. Publicó un bello e intenso libro de diálogos. Somos muchos los que esperamos cosas importantes de esta magnífica madurez de nuestro amigo que tanta falta hacen entre tanta purrela irresponsable –y elogiadísima y premiadísima– con que aquí se nos abruma.

Mis afectos a la excelente Maruja, saludos a los amigos y un abrazo de año nuevo para ti de tu viejo amigo

E. Blanco Amor

Fuente del Monte, 3. Orense
Dime –ya se lo escribí a Silva hace días– si interesan colaboraciones mías en Galicia.