PROXECTO EPÍSTOLA

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TEMÁTICA: Exposición de Horacio Butler. Bos Aires. 1963

[evento cultural] Trátase da exposición "Horacio Butler" que o pintor Horacio Butler realizou na galería Bonino de Bos Aires en setembro de 1963.
Epístolas
1
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1963-09-12
Carta de Scheimberg a Seoane. 1963
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Scheimberg a Seoane. 1963 en 12/09/1963


Buenos Aires, 12 de septbre, [1]963

Querido Seoane:

Estoy realmente avergonzado. Desde q’ la recibí, hace aproximadamente un mes, ando con su carta del 9 de agosto en el bolsillo para contestarla, y no lo hice porque andaba (y ando) totalmente absorbido por las cosas del Banco Israelita. Ni a exposiciones ni al cine casi voy. Hice una escapada para ver la colección de Palanza que salió al remate –que totalizó (nada más que en cuadros) casi 50 millones de pesos: Un retrato de hombre de Picasso, cuando firmaba todavía Pablo Ruíz Picasso (está reproducido en el libro de Merli) se vendió en 4.550.000 pesos y lo compró un señor totalmente desconocido y apellido rumano –aunque sospecho que por encargo. Y una visita, a todo correr, a la exposición de Butler en Bonino y que parece haber vendido a la fecha todas o casi todas las piezas expuestas. Ah! A todo correr visité la muestra de Di Tella: Lamentable. Algo así, o peor aún, la calificó Lorenzo Varela en su audición de Radio Mitre; y una media hora el 27 de agosto, en la inauguración de Lea [Lublin]. Está realmente bien y por primera vez ha merecido una crítica justa –y en algunos casos hasta entusiasta. Y esto es todo.
Las cosas del Banco desembocaron en lo peor. Su intervención y liquidación por orden del Banco Central. Andamos corriendo como locos: los abogados, en los recursos de orden legal; los directores, en mil diligencias de todo orden para ver si se puede levantar la medida. El Banco Central tomó posesión el día 30 de agosto y a la fecha casi han sido retirados todos los depósitos. Un desastre!
Salió Cartas europeas: La presentación es buena, aunque –aparte de haber tenido que cambiar 2 páginas (cortando los pliegos), ha debido agregarse un Fe de erratas. A pesar de eso, impresiona bien. No he tenido tiempo de distribuirlo entre los amigos a que está destinado; pero ha gustado a los pocos amigos a quienes he tenido oportunidad de entregarlo. Para usted y los amigos de España tengo reservado y dedicados unos 10 ejemplares. No los despaché por temor a que ello sea una imprudencia. Vd. dirá. A pesar de que no tengo la cabeza para estas cosas, tengo una verdadera impaciencia porque Vd. lo conozca y lo vea. Si no a España, les despacharé un ejemplar (o los que Vd. me indique) a Suiza –adonde calculo que irá pronto ya. Y con los dedicados, qué hago?
Cuándo piensa volver? No se imagina Vd. en qué medida los extrañamos nosotros, y los amigos. Y aquí debiera terminar. Sólo quiero agregarle –que a pesar de todos los desaguisados que está haciendo el gobierno a todo vapor (con el evidente propósito de crearle problemas difíciles a Ilía y Peretti) y la posibilidad de que esas dificultades y las insistentes declaraciones de éstos en el sentido de que están firmemente decididos a cumplir el programa electoral: anulación de los contratos del petróleo, de los compromisos con Segaba y con el Fondo Monetario, y más y más, puedan desembocar en un nuevo golpe, me resisto a creer en ello. Lo cierto es, sin embargo, que en estos días –y a medida que salen a la luz nuevos decretos encaminados a cercenarle los recursos al nuevo Gobierno– el dólar está subiendo y la gente empieza a andar inquieta. Felizmente, ya faltan nada más que días para el 12 de octubre.
Aída anda siempre con intención de escribirle a Maruja. Si no lo hace, no es por falta de deseo, sino porque con su problema del oído no tiene ánimos para hacerlo. Lo hará en cuanto le hayan desaparecido los ruidos y los mareos –que van disminuyendo– y sepa que puede usar audífonos. Esperemos que sea pronto.
Espero que Vds. estén bien. A pesar de mi silencio, del silencio de Aída, escríbannos. Siempre los leemos con gusto –y envidiados por quienes no tienen la suerte de que Vds. les escriban. Y basta de declaraciones de amor.

Aída y yo y todos los míos los abrazan a Vd. y a Maruja. Hasta pronto.

Scheimberg