PROXECTO EPÍSTOLA

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TEMÁTICA: Cafarnaúm

[espazo xeofísico] Antigo poboado situado en Galilea, hoxe Israel, as beiras do mar de Galilea, tamén denominado lago Tiberiades.Foi un dos lugares elexidos por Xesús de Nazareth para transmitir a súa mensaxe e realizar algúns milagres.
Epístolas
1
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1958-10-12
Carta de Scheimberg a Seoane. 1958
Roma
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Scheimberg a Seoane. 1958 en 12/10/1958


Roma (Hotel Sistina), 12 oct., [1]958

Amigo Seoane:

Esta no pretende ser una carta. En vísperas de n/ salida para Orvieto, Siena, talvez Pisa o San Gimignano, etc., no quiero dejar sin respuesta la pregunta que formula Maruja en el menú de la comida dada por los amigos a Falcini, a saber: Si recibimos el catálogo que Vd. me ha mandado de su exposición. Si lo recibimos, e incluso yo le escribí a Vd. desde Agrigento una carta que despaché a mi llegada a Siracusa –que, esta sí, me temo que Vd. no haya recibido. Lleva fecha 22 de septiembre. De la misma –como de todas las [que] escribo– guardo copia, pues tengo la costumbre de escribir con carbónico. Me temo, asimismo, que varias cartas despachadas por mí en los días que coincidieron con la huelga de correos en Buenos Aires se hayan perdido. Así, por ejemplo:
A Vd., la expresada carta.
A Kornblith, una del 8 de sept. despachada de Roma y otra, también de Roma, del 30 de sept.
A Sofovich, de Roma, el 10 sept.
A Falcini, una de Nápoles, del 17 de sept., y otra de Taormina del 27 del mismo mes; y por último,
a Kaufman, una del 1º de oct., despachada de Roma en vísperas de n/ salida para Israel.
Tampoco puedo saber si Augusto recibió una mía del 25 de agosto, despachada de Florencia, y si recibió varios paquetes con impresos (catálogos, guías, postales, etc.) despachados desde Venecia–dos– y dos desde Roma. Dejo esta pesquisa a cargo de Maruja, para el caso de que tenga tiempo para ello y no tenga cosa mejor en qué perder su tiempo. Desde luego, cualquier respuesta deberá dirigírsenos a París, donde tenemos el propósito de estar, por lo menos, desde el 21 hasta el 31 de este mes. Si este pedido es desconsiderado –y empiezo desde ya a creer que lo es– que lo pase Maruja por alto y yo no me enojaré por ello.
Hoy me proponía escribir a Kornblith mis impresiones del viaje relámpago que hicimos a Israel; pero, la verdad, aún no estoy en condiciones de hacerlo. Siete días enteros recorriendo medio Israel en automóvil y una parte en avión por sitios tan dispares como son Tel-Aviv y Jerusalem, o el puerto de Ashkelón en cuyas proximidades se encuentran los restos del supuesto Templo destruido por Samsón (sic) o Cafarnaum, donde se encuentran las ruinas de una de las más antiguas Sinagogas –que luego fue creo que Templo romano y más tarde cristiano; o Nazareth, donde los cristianos veneran los supuestos restos de la casa donde María fue visitada por el Ángel de la Anunciación y donde Jesús habría pasado los años de su adolescencia oscura... Todo un mundo, o varios mundos, que sobreviven en cierto modo con características propias. Necesito realmente tiempo y calma para reconstruir todo esto. Pero, esto sí puedo anticiparle: a pesar de todos los reparos que pueden hacerse –y que yo comparto– es lo cierto que los adjetivos: extraordinario, maravilloso, etc, los he tenido que emplear aquí con frecuencia. Lástima que una mala política –que por momentos parece en vías de rectificarse– puede poner en peligro aún la existencia misma de Israel. Pero de todo esto ya hablaré más adelante, en cuanto haya puesto un poco de orden mis ideas. Lamentablemente, no he tomado apuntes y mi memoria no es siempre mi mejor colaborador. Me alegro de haber visitado Israel y sólo lamento hoy la exigüidad del tiempo que he destinado a esta visita –tanto para valorar las cosas en pro como las en contra que pueden decirse. Pero no sigo. Esta, repito, no pretende ser una carta sino un acuse de recibo.
Muchas gracias a Vd. y a Maruja, muchas gracias a todos los amigos, porque nos recuerdan. Aquí, tan lejos de la patria, nosotros los recordamos a todas horas y los extrañamos. Para todos, un gran abrazo de Aída y mío.

Scheimberg