1960-02-18 |
|
|
Basilea |
La Plata |
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Núñez Búa. 1960 en 18/02/1960
Basilea 18 de febrero de 1960
Sr. D.
José Núñez Búa
La Plata
Querido amigo:
Recibí las cartas que me enviaste y tu breve noticia. Estamos encantados de Basilea. De Basilea y Zurich, nos parece todo espléndido, hasta estos suizos protestantes tan fríos y meticulosos, en combate permanente con las partículas de polvo que pueden acumular los muebles y que hacen lo posible por hacer aburridos los sábados y los domingos en su combate silencioso contra los católicos desordenados y disolutos que se reúnen ese día en el café de la estación, pues Dios, según estos, hizo el domingo para descansar y divertirse si se puede. Aunque estos católicos suizos se hubiesen contagiado de aquellos en su enemistad al polvo. Una partícula de polvo parece ser una partícula del diablo al menos para las amas de casa suizas. Gozamos de todo, de los museos y de las calles hasta de su poco polvo, aprendiendo tanto en éstas como en aquellos que son extraordinarios, y, creo, que esperaremos aquí hasta el carnaval de Basilea, “Fasnacht”, que se celebra una semana después que el Carnaval oficial en otras partes, tratando de resolver mis asuntos, que hasta ahora van muy bien. Entre las cualidades notables que encuentro está la de alguna compañía de seguros, “National” se llama, en la que estuve, que posee una de las mejores colecciones, si no la mejor, de pintura suiza contemporánea, dando así al país una muestra de su afán de contribuir a su desarrollo cultural. Parece que las otras compañías de seguros, como muchas industrias suizas de carácter distinto, tienen colecciones similares y presumen de ellas. Te participo esta noticia por si ella puede ser comprendida y compartida en el porvenir, con respecto a la pintura argentina, por los directores de la tuya. Donan obras a los museos y coleccionan para sí, colgando cuadros en sus oficinas y pasillos de sus edificios. Aquí me encontré con un joven veterinario, de Allariz, Barreiros, pariente de Pepe Suárez, que estudia Farmacología y no piensa regresar a España sino quedarse en Suiza, y un médico becado, de Ávila, también para estudiar Farmacología y que piensa marchar después a Centroamérica. No son franquistas y piensan resolver sus vidas fuera de España. Por Le Monde de París me enteré de que el pueblo catalán hizo destituir al Director de La Vanguardia de Barcelona después de declararle un boicot al diario que duró más de un mes, y también que fue detenido por sus actividades antifranquista el joven novelista, muy bueno, de quien yo leí Las afueras, Luis Goytisolo Gay. De Argentina sé del calor y de la risa que produce en Europa el asunto del submarino entre las gentes y en los comentarios de los diarios. En un momento en que en toda Europa está alarmada por las armas atómicas y de hidrógeno y se manifiesta la gente en Berna estos días y en Estocolmo, por ejemplo, contra la bomba atómica francesa, producen esas noticias el efecto absurdo de un regimiento de artillería del siglo XIX, tratando de sitiar a un lansquenete medioeval. ¿Cuándo los militares y marinos argentinos dejarán de poner en ridículo a su país?
De Díaz Pardo no sé nada. No nos vimos en Lisboa y hoy pienso escribirle nuevamente. En la carta que me enviaste de él me manifestaba el propósito de ir a Lisboa pero allí no fue o no nos encontramos.
Un fuerte abrazo para todos los tuyos y los amigos comunes de Maruja y mío y otro muy fuerte para ti de:
[Seoane]
N/dirección hasta el 5 o 6 de marzo es la siguiente:
Sra. Dr. Greta Hottinger. (Para L. Seoane)
Unterer Rheingweg 86
Basel. Suiza.
|
1960-04-26 |
|
|
Bos Aires |
|
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Scheimberg a Seoane. 1960 en 26/04/1960
Buenos Aires, Amberes 980, 26 de abril de 1960
Querido Seoane:
Recibí su carta del 14, despachada de Venecia, y recién ayer –aprovechando el comienzo de la temporada de Exposiciones– me encontré con Falcini y la hice conocer su carta y él a mí la que él recibió. Esos días transcurridos sin comunicarme con Falcini le darán una idea de lo atareado que ando. En efecto, le dedico a mi bufete –a partir del “affaire Todres”– más tiempo que el que le he dedicado en todos los años que llevo de profesión (y son más de 40). Estoy cansado y a la espera del momento feliz en que pueda enrollar el título y no acordarme más que soy abogado. Gracias por las cosas de que me informa en su carta y por las noticias de sus andanzas. Participo así, con gusto, de su aventura viajera –de la suya y Maruja–. Lamento no haber conocido en las dos veces que estuve en Venecia el restorán (sic) Da Aldo; pero quiero recordarle, en homenaje nuestros hoteleros, que aquí en Buenos Aires existió un restorán, el Scafidi, que colgaba de sus paredes –tanto en Buenos Aires como en la sucursal que tenía en Mar del Plata– cuadros de los mejores artistas del país. Lamentablemente, Scafidi liquidó y su ejemplo no ha sido seguido sin en escasa escala por algunos cantineros, como Barrachina, La Casa de la Troya, etc., que decoraron sus paredes con murales. También esto desapareció junto con esas cantinas. Esperemos, sin embargo, que con el tiempo volvamos a la buena tradición –casi diría casera (quiero decir, nuestra –como Vd. ve por los antecedentes que le doy). Ayer, 25, inauguró Cóppola una interesante muestra de fotografías en colores. Allí encontré a Lorenzo Varela y conversamos largamente de Vd. y de Maruja y de su hermoso viaje. Unos días antes, inauguró Rosemarí una muestra de pintores argentinos (impresionistas y postimpresionistas) para la que presté 3 piezas de mi colección; y presté otras 9 (entre ellas su Figura 1958) para una gran muestra que va a inaugurar el 9 de mayo el Museo de Morón. Como Vd. ve, colaboro con mi colección –hecha como “me dio la gana”?– en la medida que puedo para prestigiar el arte argentino –que, como lo vengo sosteniendo desde hace mucho (y Vd. lo sabe), no es tan despreciable como algunos pretenden. Y basta por hoy. Me alegro de coincidir con Vd. y Le Monde, en mi opinión sobre el momento argentino. Y ahora: buena suerte en España. Muchos saludos a los amigos de allí y para Vd. y Maruja un gran abrazo de Aída y mío.
Chau, hasta pronto.
Scheimberg
|
1963-03-27 |
|
|
Basilea |
Bos Aires |
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1963 en 27/03/1963
Basilea, 27 de marzo de 1963
Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Hemos estado en estos días en cuatro ciudades suizas: Ginebra, Zurich, Winterthur y Basilea. Estamos ahora en esta última ciudad, la más agradable de las cuatro, la que mejor se hace querer y dentro de dos o tres días regresaremos a Ginebra, la más antipática para mi gusto y en la cual uno va distinguiendo el calvinismo en el rostro de sus habitantes, en general, unos rostros desabridos. Sin embargo, esta vez nos quedaremos más tiempo en esa ciudad. Se dice que en el siglo XVI Calvino estimuló a los orfebres para que en lugar de imágenes de santos y cálices hiciesen relojes. También cuentan que cuando quemaba a Miguel Servet, éste, entre llamas, le gritó algo así como: “Calvino, eres un miserable, un tacaño, quisiste ahorrarte leña en esta ocasión”. Es posible que el reformista fuese un genio de la economía, tal como la entienden algunos, que ahorrando leña a los condenados al fuego e impulsando la fabricación de relojes en lugar de obras de fantasía, imprimiese fisonomía y carácter práctico a las gentes. Una nariz es sólo para respirar y una boca para comer. Desconcierta que en Ginebra hubiese nacido Rousseau y hubiese vivido Voltaire. A Miguel Servet, quemado con leña, pudieron esculpirlo con tiempo la liga de librepensadores franceses con el gesto español furioso que tiene su estatua en París. Afortunadamente, en Ginebra, hay rostros de todas partes del mundo que hacen olvidar los ginebrinos, y por ellos, y por mis asuntos, nos quedamos de momento en esta ciudad para hacer desde ella viajes frecuentes a Zurich y a Basilea y tal vez a Milán. Hemos visto tres grandes exposiciones igualmente magníficas: de Jawlensky, en Ginebra; Jacques Villón, en Zurich, y de Paul Klee, en Basilea. La menor en cantidad, la de Paul Klee, reúne sesenta y dos obras. Me impresionó enormemente la de Jawlensky, del que ya conocía muchas obras, pero sus cabezas de la última época, de pequeño formato, repetidas como tema, pero creándose nuevos problemas de pintura, me pareció una lección espléndida para un pintor. Le vienen a uno al recuerdo, contemplándola, el carácter obsesivo de los íconos rusos e igual misticismo. Jawlensky en su último período es algo así como un San Juan de la Cruz en pintura. Pienso –otros lo pensaron antes– que sólo Rusia y España produjeron hasta ahora en Europa, temperamentos así de obsesionados, y de fanáticos por igual de claridad y tinieblas. Ni España ni Rusia ahorraron jamás la leña de los condenados, ni cambiaron, cuando la tuvieron, la fantasía por los relojes. Y, sin embargo, en mi caso estaré en Ginebra, no en otra parte, por si los relojes pueden ser útiles a los fines que me propongo. Los Museos de Basilea y Zurich han aumentado en estos últimos tres años con valiosas obras de arte contemporáneo. La última donación, la de un señor multimillonario, La Roche, dueño de una de las firmas más importantes de productos químicos, se está exponiendo actualmente en una de las grandes salas del museo y consta de 1 Picasso (ya había donado cuatro), 1 Juan Gris (anteriormente había donado 11), 11 Braque, 6 Le Courbusier, 20 Ozenfat, 7 Leger y 4 esculturas de Lipschitz, entre otros. El Museo de Basilea es una maravilla y se lo merece esta ciudad por su amor al arte. Estos días en la vidriera de una zapatería se exponen obras primitivas de arte popular australiano que colecciona su dueño y nosotros estamos parando en un hotel que tiene, solamente en su comedor, un Matisse, dos Roualt y una serie de litografías de Manessier, con un Buffet y otros autores. Todas obras originales y, en otras dependencias, Paul Klee, Bonnard y otros pintores, y obras de franceses, alemanes y suizos en los dormitorios. Tiene además una espléndida colección de piezas etruscas, dos grandes vitrinas en el comedor y una en el vestíbulo. El dueño del hotel va él mismo a excavar a Italia y las piezas que encuentra, algunas de valor incalculable por su originalidad, fueron descubiertas por él. Basilea es un centro de arte y fantasía. Lo fue con los alquimistas de la Edad Media, con Holbein que dejó aquí donde vivió gran parte de su obra y con los químicos actuales. Es una de las ciudades que prefirieron siempre los alemanes mejores cuando no podían respirar en su patria, Nietzche, Stefan George, y ahora, desde Hitler, Jaspers.
Refiriéndome a otras cuestiones, la prensa francesa Le Monde y L´Express se refieren con extensión a la polémica sobre literatura y arte en Rusia. L´Express trae en sus últimos números del 610 al 614, correspondientes a este mes de marzo, importantes revelaciones del poeta Evtovchenko sobre la actitud de escritores y artistas, y Le Monde por su parte la crónica de la polémica levantada en Francia en el P. con motivo de negarse los estudiantes afiliados a cualquier clase de autocrítica por considerarla hipócrita y negativa. Con respecto a Buenos Aires tuvimos noticias bastante buenas por este diario y negativa. Con respecto a Buenos Aires, tuvimos noticias bastante buenas por este diario de la actitud de la M. Creo que convendría leer el libro de Evtovchenko que acaba de salir en París, L´autobiographie précoce, además del de poemas Trois minutes de vérité.
Esto es, en general, un resumen de lo que vamos viendo. En cuanto a Buenos Aires, estaremos emocionados por las atenciones de todos los amigos.
Un gran abrazo para Aída, usted y los suyos y otro para los amigos comunes, a algunos de los cuales escribo también hoy, de
Seoane
[Manuscrito:] Nota: Esta carta fue escrita en Basilea hace unos días. La echamos al correo ahora en Ginebra. Las manchas de arriba del papel vienen desde la fábrica. No son salpicaduras de nuestra cena.
|
1963-04-03 |
|
|
Nova YorkXenebra |
Bos Aires |
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Goldstein. 1963 en 03/04/1963
Ginebra, 3 de Abril de 1963
Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Estamos instalados por dos meses o algo más en Ginebra y hemos andado hasta ahora por Zurich, Basilea y Winterthur, deteniéndonos sobre todo en las dos primeras ciudades. Hemos visto muchas novedades surgidas desde hace tres años, sobre todo en los museos enriquecidos notablemente con espléndidas donaciones de particulares. Suiza, en general, nos gusta. Hemos visto poca arquitectura nueva, aparte de la que habíamos visto en nuestro viaje anterior. Los edificios nuevos en Basilea y Zurich son sólidos, parecen muy bien construidos y responden al funcionalismo que resulta ya clásico. Lo más sorprendente es el destierro casi definitivo, para las nuevas decoraciones, de todo lo que no sea “nuevo diseño”. En los ambientes que se hacen se admite en general un detalle de “art Nouveau”, una mecedora, un sillón, o cualquier otro mueble que mezcla esas formas casi vegetales con la severidad de las líneas actuales. El “art Nouveau” vuelve por sus fueros. Hace dos o tres años se hizo en Zurich una gran exposición dedicada a él y otra de Van de Velde, con su obra de alrededor de 1900, muebles, tapicerías, pinturas, que derivaban en general a ese estilo. Como es natural, no pude ver esta exposición, pero pude ver fotografías, y un catálogo, y me encontré con sorpresas como algún grabado en madera fechado en 1893, creo que para ilustrar algún libro, de carácter abstracto. Hay que pensar que entre sus amigos franceses de entonces se contaban a Maurice Denis y a Maillol. André Gide habla de él en su diario sólo para pedir que no le gustaba comer fruta que la consideraba solamente como adorno, como objeto de contemplación. Si André Gide hubiese puesto más atención a la obra de Van de Velde hubiese, seguramente, advertido que la fruta era para este gran artista, por aquella época, alrededor de 1900, no solamente objeto decorativo, sino como los vegetales en general, fuente de ideas par muchos de sus dibujos. A André Gide que debió causarle asombro este hombre que no comía fruta, no pensó, quizá, entonces, en qué fuentes humildes nacen muchas veces los estilos de arte.
Hemos visto tres exposiciones muy importantes, de Jawlensky, aquí en Ginebra; de Paul Klee, en Basilea y de Jacques Villón en Zurich. Tres grandes pintores muy distintos y para quienes la pintura fue un lenguaje, lo es en el caso de Villón, destinado a reflejar un mundo. Jawlensky, un artista ruso que salió de su país por 1900, abandonando su carretera militar y que pasó su vida de pintor entre Alemania y Suíza, es un pintor místico en la última etapa de su vida y, con solo el tema del rostro, hizo cuadros maravillosos que tienen el sabor de antiguos íconos sin que se les parezca en nada. Paul Klee es un extraordinario pintor lírico que no abandona al pintor ni su humor ni su gusto por la música y Villón, tan grande como ellos, es un racionalista, un heredero de Descartes, un pintor que no puede abandonar la lógica ni la razón. Admiro a los tres, pero prefiero a los dos primeros. El Museo de Berna que parecía en 1960 ser un museo de poco interés comparándolo con los de Zurich y Basilea, se engrandeció también notablemente. Antes era casi únicamente Paul Klee su atracción principal hoy son Paul Klee y Juan Gris. De este último tiene algún cuadro más que el de Basilea y además cuenta con excelentes Picasso, Braque, Chagall, Leger, etc.
Éstas son las noticias que puedo hasta ahora contar. No muchas. Estos días empecé a pintar y tengo en proyecto una exposición de grabados en Zurich además de la posible de Basilea, suspendida una vez y sin fecha hasta ahora. Me gustaría que me contasen algo de Buenos Aires. No tenemos más noticias que las de Le Monde de París que más bien son alarmantes.
Muchos cariños de Maruja y míos para Anita y Ud. reciba el abrazo fuerte de:
[Seoane]
N/d:
4-6 Rue du Lac. Ap. 59
Ginebra
|
1963-04-03 |
|
|
Xenebra |
Bos Aires |
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Goldstein. 1963 en 03/04/1963
Ginebra, 3 de Abril de 1963
Sr. Lázaro Goldstein
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Llevamos en Suíza alrededor de tres semanas. Hemos vuelto a ver los espléndidos museos de Basilea y Zurich y los menores, pero también muy interesantes, de Berna y Wintenthur. No hemos visto aún el de Ginebra a pesar de estar viviendo en esta ciudad, pues esperamos visitarlo con calma y algún domingo próximo para evitar pagar la entrada. En tres años, desde 1960, los museos han aumentado en obras de arte moderno. Pintores como Juan Gris creo que solo es posible verlo en su total dimensión solamente en Suíza, entre los museos de Berna y Basilea, pues entre los dos completan las distintas facetas de su trabajo y con obras fundamentales. De Paul Klee solamente el museo de Berna tiene en la actualidad alrededor de ochenta horas y unas treinta o más están en el de Basilea. En las galerías particulares se realizan, en general, exposiciones de grandes pintores actuales o muertos en los últimos años. Aún nos tocó ver en Ginebra una gran exposición de Jawlensky, en Zurich una extraordinaria de Jacques Villón (ésta en el museo), y en Basilea, una muy completa de Paul Klee.
En cuanto a mis asuntos, estoy hasta ahora contento, gustan mucho mis grabados y es posible que exponga en Zurich próximamente. Tengo también aún en proyecto la exposición de Basilea. Llaman mucho la atención las fotografías de los murales y preguntan sobre la técnica con que fueron ejecutados y el emplazamiento. Algunos que he visto hechos últimamente en grandes casas de departamentos son bastante flojos. Sólo en Basilea me llamó la atención un vitral espléndidamente ejecutado para una puerta. Está hecho de metal y vidrio. En otro edificio, el de una empresa de seguros, vi otro, también notable, de metal, no sé qué metal, desde luego inoxidable, sobre piedra. El segundo, abstracto, pero como el primero, de gran efecto decorativo. Ayer he visto uno horrible, pintado, en el vestíbulo de una casa de esta ciudad.
Anteayer alquilamos un pequeño departamento de un ambiente con el tamaño necesario para poder trabajar y no tropezarnos y hoy comencé a pintar. Quiero pasar en Suíza dos o tres meses y no es posible hacer vida de hotel, por los precios y porque no podemos aguantar hoteles y restaurantes.
Suíza parece estar muy próspera y los suizos consideran que Ginebra es en la actualidad la Chicago europea. Aquí se están estableciendo grandes firmas norteamericanas y sospecho, no tengo mayores pruebas para afirmarlo pues me dejo llevar por la intuición, que los norteamericanos pretenden hacer de esta ciudad económica de la Europa que no está incluida en el Mercado Común. Hacer de Ginebra la rival de Bruselas, que también parece crecer industrialmente, pero, en este caso, como centro de la Europa unida en su economía. Tres ciudades se anuncian, según algunos que entienden de estas cuestiones, como tres grandes emporios económicos de este continente: Milán, Ginebra y Bruselas. Cualquiera sea el porvenir, lo cierto es que, aún transitando de turista por Suíza, uno no puede menos de verla como una inmensa fabrica donde el trabajo es el denominador común de todos sus habitantes.
Me interesaría mucho que si usted la tiene, o le es posible conseguirla, me enviase la dirección de Antonio Bonet en España, pues a última hora me olvidé de pedirla en Buenos Aires. De ahí no sabemos más noticias que las que publica Le Monde de París, periódico muy bien informado y con comentarios muy actuales respecto a la Argentina y Sudamérica. Hasta ahora parece que no existe claridad alguna en la política de Buenos Aires y en Le Monde, refiriéndose concretamente a la deuda exterior y al estado de las finanzas, en un comentario último llama a la reflexión a la marina argentina.
Les tendremos al tanto de cuanto vayamos viendo y haciendo por aquí. Por hoy reciban Polita y usted el abrazo cordial de Maruja y mío con el afecto de:
[Seoane]
|
1963-04-08 |
|
|
Xenebra |
Bos Aires |
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1963 en 08/04/1963
Ginebra, 8 de abril de 1963
Sr. Lorenzo Varela
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Apenas tengo otras noticias nuestras que darte de la que continuamos en Ginebra, haciendo pequeñas salidas a otras ciudades de este país, y de que estuve dos o tres veces con Herrera Petere que siempre te recuerda con cariño. Muy envejecido, preocupado por el destino de lo que escribe y luchando para que le estrenen una obra de teatro en Lausanna y Ginebra. Trabaja mucho en su oficina de la Organización Internacional del Trabajo, y hace, en general, la vida metódica y aislada de los suizos. Nuestras noticias de Buenos Aires son, hasta ahora, muy limitadas. Creo que Le Monde fue quien mejor informó sobre los últimos sucesos. Pero, he aquí algunas noticias últimas por si pueden seros útiles para la audición:
En París, se acaba de estrenar por el Teatro Nacional Popular Luces de Bohemia de Valle Inclán en el Teatro Odeón. Con Divinas Palabras, son dos de las obras de este autor español en las carteleras de teatro de esa ciudad. Las obras de Valle Inclán muestran en Francia la España de su época, como, por los mismos días en otros estrenos, muestran la Alemania e Irlanda, la suya, obras de Brecht y de O´Casey. Algún crítico al escribir sobre Valle Inclán reconoce la pincelada goyesca y negra del escritor, pero consideran Luces de Bohemia como un excelente croquis al lado del admirable mural de Divinas palabras. Poirot Delpech escribe de este estreno: “Una evocación afectuosa, una espléndida lección de independencia de espíritu”.
Ansermet, el excelente músico suizo bien conocido del público de Buenos Aires, acaba de estrenar en Ginebra La Atlántida, de Manuel de Falla, el compositor español fallecido en Córdoba, ciudad donde vivió largos de años de destierro, entregado a la tarea de escribir esa obra, comenzada en España e inspirada en un poema del poeta catalán Jacinto Verdaguer. El estreno constituyó un notable éxito, aún cuando la crítica señaló defectos que atribuye a Halfter, el músico español discípulo de Falla, que la ordenó, y que se hizo cargo de completar algunas de sus partes, al fallecimiento del genial músico.
Por la televisión suiza se proyectó una película consagrada al excelente afichista y decorador francés Paul Colín, uno de los renovadores de la decoración teatral contemporánea y del cartel de publicidad. Fue luego de la Primera Guerra decorador y pintor de Music-Hall y cabarets negros, entonces de moda, y pintó desnuda, en 1921, a Josephine Baker que acababa de llegar a París procedente de Estados Unidos con una compañía de girls a la cual pertenecía. Dibujó carteles e hizo decoración para el Studio des Champs-Elysées y para los espectáculos de los Pitoëff, para obras de Jules Romains, Mercel Pagnol, Georges Neveux, etc. Anciano, afirma: “De los tres mil nombres escritos en mi libreta de direcciones, hay diez de amigos, y de estos diez sólo puedo contar con tres”.
En el museo de Ville de París se está haciendo una exposición retrospectiva de Georges Mathieu. La crítica, casi en su totalidad, arremete contra el pintor y su obra. André Chastel escribe: “Uno se apercibe con sorpresa que el secreto de Mathieu es lo bonito, lo chic, el estilo Dior: sus entonaciones de malva y gris en las pequeñas telas y su administración obsesiva del rojo y del negro, son los rasgos más notorios de una vocación de sastre un poco audaz”. “Estos cuadros ofrecen un interés enfermizo que se puede apreciar sin tener en cuenta la literatura que le acompaña y que abunda, como en los envoltorios de los productos farmacéuticos”. Otro crítico, Claude Roger-Marx, dirigiéndose al director del Museo, escribe: “No, la función de nuestros conservadores no es la de estampillar productos destinados al gran fracaso”. “Los títulos mixtificados cambian, el cuadro no: siempre las mismas salpicaduras del pincel, los mismos signos que no significan nada, los mismos fuegos de artificio, los mismos colores eyaculados del pomo, el mismo dinamismo loco que, no traduciendo ningún movimiento interior, queda en decorativo”. Mathieu, que suele ejecutar en público un gouache en algunos segundos y una tela al óleo en pocos minutos y que organizó a los cuarenta y dos años de edad sesenta exposiciones en Francia y catorce países más, es un producto exclusivo de la actual especulación comercial del arte, siendo como en el caso de Dalí, él mismo su principal agente.
Son cuatro noticias de estos días. Escríbeme y dime si son útiles. Saludos a los amigos y un gran abrazo para Marika y para ti de Maruja y mío
[Seoane]
|
1963-04-22 |
|
|
Xenebra |
Bos Aires |
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Sofovich. 1963 en 22/04/1963
Ginebra, 22 de abril de 1963
Sr. Bernardo Sofovich
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Le he escrito hace unas semanas la primera carta desde ésta dándole cuenta de nuestra vida en Suiza. Un vida ahora regular, con menos viajes a otras ciudades y encerrado parte del día en el departamento, trabajando. Tengo unos óleos nuevos y quizás, dentro de unos días, me ponga a hacer algunos estarcidos. Habituados al ajetreo deshumanizado de Buenos Aires, todo es aquí demasiado tranquilo y lento y ni siquiera se parece notar en esta ciudad que en uno de sus barrios se deciden medidas que afectan al mundo entero. Visitamos galerías de arte, pero nada vemos en las exposiciones individuales, como no sean de artistas consagrados, que pueda interesarnos más que las exposiciones corrientes de Buenos Aires y nos recorremos la ciudad una y otra vez, sobre todo por su parte antigua, para sorprendernos con la vieja bodega cambiada ahora en boutique o en galería artística, con un buen gusto notable. A veces pensamos en las viejas casas de Buenos Aires susceptibles de ser transformadas en algo parecido y, sin embargo, condenadas a la demolición. Casas de San Telmo o del bajo que parecen avergonzar a muchos porteños. En esta ciudad y en la otras suizas, Zurich, Basilea, se pueden encontrar grabados de artistas muy destacados, –excluyendo, naturalmente, los grandes nombres de Picasso, Braque, Miró– y de tirajes que oscilan entre los 100 y 200 ejemplares, a un precio aproximado de 3.000 pesos argentinos. Los libros, en general, están a los precios de Buenos Aires, resultan muy caros aquí mismo donde los hacen. Para estos días se anuncia en Ginebra la inauguración de una gran muestra de Wilfredo Lam, el pintor cubano, que tengo mucho interés en ver. En Zurich, le he escrito a Sarita (Sarita, hermana de la mujer de Scheinberg), vi una exposición de 230 obras de Max Ernst, muy interesantes. Pero todos estos goces se alteran con las noticias que llegan de Buenos Aires. ¿Qué pasa ahí? Le Monde hizo algún comentario muy atinado con respecto a la situación argentina y hoy uno espléndido con motivo de la ejecución de Grimau en España, que hizo reaccionar a Europa con diversos actos de protesta. Estamos necesitados de noticias.
El día 2 del mes que viene, de mayo, vence el segundo pagaré impuesto a los réditos. Creo que Bernárdez debió haber liquidado los intereses correspondientes de la deuda de Ranelagh y, si es así, le rogaría que me hiciese el favor de hacer pagar su importe en la sucursal del Banco de Santa Fe y Azcuénaga. Son 7.998 pesos.
Bueno, esto es todo por hoy. Esperamos impacientes noticias de ustedes y de todos los amigos. Un abrazo de Maruja y mío para Elsa y usted y reciba además uno fuerte de:
[Seoane]
|
1963-04-29 |
|
|
Xenebra |
Bos Aires |
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1963 en 29/04/1963
Ginebra, 29 de abril de 1963
Sr. Lorenzo Varela
Buenos Aires
Querido Varela:
Recibí tu carta del 22 y te agradezco todas las noticias que me envías. Resulta confusa la de Paspagnoli, ¿es Director del Museo Nacional, como escribes, o del de Arte Moderno, en lugar de Squirru? Si lo es del Museo Nacional, ¿qué pasó con Romero Brest? Siento verdaderamente la muerte de Lorenzo Domínguez, era un gran artista y un excelente amigo. Para mí, además, otro español del exilio, aunque hubiese nacido en Chile, ocupado cátedras en la Argentina, etc., como escultor nació en España, donde se formó y a cuya sangre pertenecía. De aquí la noticia más importante fue la ejecución de Julián Grimau en Carabanchel. Toda Europa se conmovió. Manifestaciones en todas las ciudades europeas. En Francia, Italia y Suiza, obispos y organizaciones católicas hicieron pública su protesta. Aquí, en Ginebra, hubo dos manifestaciones. La última, el sábado 27, de todas las organizaciones sindicales. Al terminar el acto, donde sólo hizo uso de la palabra un dirigente obrero, lanzaron al lago dos coronas de claveles blancos y centenares de claveles rojos para que remontasen las aguas del Rhône y llegasen simbólicamente a la costa de España. Franco se cerró definitivamente, pienso, muchas puertas europeas, las que se había entreabierto para la liberación de su economía y su política. La prensa francesa es en casi totalidad, intransigente con él, con la ahora dudosa ayuda económica de De Gaulle y con Malraux, del que nadie puede escuchar su silencio. Pero ahí van algunas noticias, pues no creo puedas pasar la de Grimau.
En Ginebra, se ha inaugurado una gran exposición del pintor cubano Wilfredo Lam en la Galería Krugier, seguramente una de las más amplias y selectas de esta ciudad, que comprende obras desde 1938 hasta 1962. Se trata, en general, de cuadros de gran formato, de un surrealismo muy particular y realizados con una técnica muy sintética. Sus temas, muy repetidos desde hace años, se refieren a un mundo cubano tropical y de resonancias africanas y oriental. Cañaverales, grandes pájaros, pies y manos muy dibujados sugiriendo no se sabe de qué cuerpos, picos de aves, todo formando ángulos agudos dibujados con precisión. En la primera época, usaba una paleta de verdes, rojos y violetas muy tímidamente puestos al modo impresionista y en los últimos años dibuja simplemente con negro sobre un fondo gris casi blanco. Manifiesta un mundo original que tiene que ver lo mismo que con su país, con su origen chino y negro. Se trata desde luego de un excelente pintor, sabio y menor, que con los años redujo sus aspiraciones y que alcanzó, como los chinos con sus aguadas o como Goya con sus últimos óleos y grabados, a encontrar todo el color posible sólo en el negro.
En la ciudad vieja de Ginebra, se instaló una nueva galería de arte, la Galería Iolas. Se trata de una galería de Nueva York que ha abierto dos sucursales en Europa, en París y en Ginebra. Seguramente, en esta última ciudad, como muchas empresas norteamericanas con el fin escondido de burlar los impuestos de su país. Se inaugura con una muestra de Max Ernst, unas sesenta obras, casi todas ellas de la última época del pintor y los precios de los cuadros oscilan entre 150.000 francos suizos, es decir, 4.600.000 pesos aproximadamente, el de mayor tamaño que es de alrededor de un metro cuadrado, y 21.000 francos suizos, es decir, 690.000 pesos el más chico, el grandor de media tarjeta postal. La calidad, con ser buena en general, no está, pensamos, de acuerdo con los precios. Los mejores cuadros de Max Ernst se presentan, como ya comentamos, en el Museo de Zurich.
Suiza acabad de obsequiar a la Unesco con un tapiz de Le Corbusier de 6,50 x 3,50 metros que decorará la sala 5 y que evocará, según una frase del delegado suizo, “la alegría de vivir y una incesante juventud”. Esperamos que el tapiz, como los tapices de los cuentos orientales, pueda desprenderse a ratos de la pared a que fue destinado para llevar, entre nubes, alegría y juventud a los pueblos subdesarrollados y hambrientos que tantas valiosas horas de preocupación consumen a los delegados de la Unesco. La preocupación de Le Corbusier fue, antes de pronunciarse los discursos, colocar su gran tapiz en la pared de una sala exigua como parece que es la sala cinco de la Institución internacional. Se le presentó al arquitecto racionalista un problema de Chesterton que, seguramente, por nada racionalista, podría el escritor inglés resolver más fácilmente.
Uno de los más importantes críticos de arte de Europa, el francés Georges Duthuit, acaba de publicar un libro, Le feu des signes en Ediciones Skira de Suiza. Con este motivo, acaba de declarar “los estetas generalmente vienen después de los artistas, de sus obras”. En el libro se vuelve contra la estética contemporánea, la dispersión del arte de nuestra época, la concepción individualista del arte y reniega de los prefacios que hizo en los últimos tiempos para pintores del informalismo y de la abstracción lírica, como Riopelle y Sam Francis. El pintor, afirma, debe participarnos la certeza de pertenecer al mundo. La obra de arte no puede reducirse a sabios juegos formales ni a especulaciones geométricas o psicológicas. El libro de Duthuit estalló como una bomba en los medios artísticos y del comercio de arte. Antes se había rebelado contra la concepción estética del Malraux publicando su excelente libro El museo inimaginable.
Georges Mathiew, afecto por la mala crítica que obtuvo de su gran exposición en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de París, responde a uno de los más sañudos, André Chastel, de Le Monde, con un artículo en uno de los últimos números de Arts, en el que, si bien logra comadrear alrededor de la obra de Chastel, no consigue desde luego defender su pintura, que era lo que algún público esperaba. En compensación, en uno de los últimos números de París Match, aparece retratado en las poses más diversas vestido de lujosos trajes, que unas veces parecen hacen surgir su figura de una tela del Ticiano o de Velázquez y otras de Goya, y entre muebles muy curiosos y caros. Fotografías singulares que en nuestra época tienen mucho que ver, aunque parezca mentira, con el comercio artístico.
Morir en Madrid es la última película de Frédéric Rossif, el autor de otra muy buena Le temps du ghetto, hecha a base de documentales extraídas de los archivos. También de los archivos de varios países extrajo la documentación gráfica para relatar la guerra de España. Un relato apocalíptico, según juzgan algunos críticos, que mereció el que interviniese la censura francesa cortando frases del texto redactado por Madeleine Chapsal. En estos días, la película de Rossif es la más comentada de Francia y su nombre Morir en Madrid sirvió, en general, como título a los numerosos comentarios que se hicieron contra Franco alrededor de la ejecución de Grimau. Resulta un excelente recuerdo en el momento en que Francia se apresta a ayudar financieramente a España formando parte de su gobierno Malraux, el caballero, subrayamos entre comillas, de La esperanza.
Querido Varela. Éstas son las noticias por hoy. Creo que abundantes. Escríbeme. Un abrazo de Maruja y mío para los dos:
[Seoane]
|
1963-04-30 |
|
|
Xenebra |
Bos Aires |
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1963 en 30/04/1963
Ginebra, 30 de abril de 1963
Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires
Mi querido amigo:
No recibí respuesta a mi carta anterior. Quizá esté en camino. Tenemos hambre de noticias de Buenos Aires. Ayer y anteayer recibimos las de Sofovich y Falcini que nos produjeron un gran alegría. Creo que no tengo nada nuevo que contarles de nosotros, pero ahí va una estampa de un día en Zurich, el día de Viernes Santo, con todo cerrado menos alguno que otro restaurante o café.
Dios nos busca en Zurich
Doblaban las campanas desde el alba. Era Viernes Santo. Doblaron todo el día. A la salida del hotel, a las nueve de la mañana, lo sorprendente eran las calles desiertas. Sólo, en general, uno que otro zuriquense de edad las travesaba a grandes pasos, seguramente, para llegar a tiempo a alguna ceremonia religiosa. El río Limat estaba azul, el día claro, espléndido, y los cisnes, para despiojarse, ondulaban sus cuellos sobre su propio cuerpo. Quizá lloviese al atardecer o a la noche. Así sucedió. Nosotros nos entretuvimos en pasear por el muelle del río Limat. Viendo, una vez más, las vidrieras de los comercios. Deteniéndonos a descifrar los títulos de los libros alemanes, o suizos alemanes, y los viejos y nuevos grabados que se ofrecen en venta en alguno de esos establecimientos, mapas antiguos, grabados de interiores de casas campesinas del siglo XIX, grabados con vacas y escenas de labor; grabados de hoy, de Miró, de Max Ernst, de Bazaine, de Manessier..., sólo línea y colores, de técnica rigurosa, inexplicables y simples como el Viernes Santo y el mundo. Una mujer se acerca a nosotros, anciana, menuda, vestida de negro y con un sombrero ridículo en la cabeza. La mujer tenía el rostro blanco, muy blanco y los ojos azules, bondadosos, muy azules. Extrajo de la cartera un pequeño folleto en alemán y nos lo ofreció. En francés, malo explicamos que era inútil el ofrecimiento. No entendíamos alemán. “Mercí, madame”, le dijimos. Preguntó de que idioma éramos. Español, respondimos. “Un momento”, nos contestó. Revolvió en la cartera y del fondo de ella sacó otro folleto que en su ángulo izquierdo superior tenía escrita a pluma una indicación. Sp. El idioma español estaba en el fondo de la cartera. El título nos alarmó. Decía en rojo y entre admiraciones “¡Dios te busca!”. Agradecimos, y nos echamos nuevamente a andar. Por fin, alguien nos buscaba en Zurich y nada menos que Dios. Alguien superior al Director de Turismo, a las autoridades de la ciudad, del Cantón y aún a los mismos gobernantes de la Confederación Helvética. Dios, pensamos, estará en cualquier parte. Resolvimos andar. Abandonamos el muelle Limat, subimos hacia la catedral, la contemplamos, dimos vuelta a su alrededor, alzamos los ojos hacia sus cúpulas revestidas de metal. Dios no nos encontró. No estaba allí. Vimos el gigantesco Carlomagno con la espada sobre las rodillas. Seguimos por aquellas calles estrechas, medievales. Veíamos las calles, los edificios, las vidrieras. En una, pequeñas tallas en madera para el turismo, campesinos suizos tallados, animales, el oso más que cualquier otro, escudos de los Cantones y de las ciudades, objetos de cuero, de metales, todo lo que uno piensa que nadie compra. En otra, bellísimas piedras apenas pulimentadas del Brasil y de la Argentina. Piedras de todos los colores, cantos rodados de las orillas de los grandes ríos. La vidriera de una relojería. Relojes de muchos tamaños y formas. Sólo raramente se puede hablar de estilos. Chatos, abombados, de bolsillo, de pulsera, para la pared, para los muebles. Y cadenas y correas, y precios. Y otras vidrieras, con fotografías de cupletistas y bailarinas. Con apellidos españoles y franceses. Blancas y negras. Morenas y rubias, de diversos colores y formas, como los relojes, los objetos para el turismo y los emblemas de Suiza. Una vidriera entre todas, sólo con un bikini y un precio. ¿Para qué más? Dios no nos encontraba. Decidimos entrar en un café. Volvimos a pensar. Dios puede estar en todas partes. A la izquierda de nuestra mesa un mulato joven, barbudo y con el cabello descuidado y sucio. Seguramente, un artista. Un pintor. Miraba sin ver a nadie. Quizás él fuese Dios. Pero no, tampoco. Posiblemente, un santo. Mujeres beatas, beatas protestantes, impasibles, tomaban su café con leche o crema, o su cerveza, luego de las ceremonias religiosas. Eran como grandes madres estáticas, indiferentes, moviendo sólo la cabeza como las lechuzas para penetrarnos con sus ojos fríos. Dios, evidentemente, no estaba con ellas. Únicamente, las conmovía el dulce y los pasteles. Tenían la edad de la gula. Salimos. Continuamos andando. Llegamos a la estación. Entramos. Compramos Le Monde del día anterior. Escuchamos hablar en las tertulias de emigrantes italianos y españoles. Hablaban en voz alta, reían, cuando no se les notaba preocupados, pensando en dinero. Nadie piensa, ya se sabe, más en dinero que los pobres. Nosotros. Nuevamente salimos. Dios no estaba entre las boleterías y los kioskos, ni entre los trenes. Posiblemente, no había llegado. Ningún tren lo había traído hasta esa hora. Habíamos pasado el Bahnoft Brücke antes de ir a la estación y desde aquí seguimos por Bahnhof Strasse. Nuevas vidrieras. Ahora elegantes. Muebles, alfombras, perfumes, cosméticos, trajes, maniquíes en actitudes amaneradas, de rostros morenos con cabellos de nylon. Comimos algo en un restaurante cualquiera. En una mesa cercana, otra gran madre impasible girando únicamente las pupilas de sus ojos. Las manos sobre las rodillas. Observándolo todo. Estableciendo in mente las incorrecciones de los extranjeros. Abandonamos el restaurante y anduvimos por las viejas y bellas calles. Solos. Anduvimos la colina que fue castro celta. Miramos los viejos techos al estilo de los flamencos. Un capilla del siglo XV. Todo. Nos fatigamos andando. Al atardecer, regresamos hacia el hotel. Por el Quaibrücke, Bellvueplatz, seguimos por Ramí Strasse unos centenares de metros, y volvimos al Quai Limat. En el río, los cisnes se despiojan más sañudamente que a la mañana. Con los largos cuellos aún más ondulados. Y los patos alzaban a un tiempo sus cortas patas para rascarse las cabezas. Caían unas gotas de lluvia. Dios no nos encontró. Sin embargo, el folleto que nos había dado la anciana de ojos bondadosos, y que terminaba en un pequeño capítulo que aseguraba nos necesitaba, comenzaba afirmando: “¡Dios te busca!”. Dios nos buscaba. Nos necesitaba. Pero no nos encontró. Nosotros, naturalmente, tampoco lo encontramos. Seguramente, ese día nos hubiésemos entendido. Hubiésemos estado solos en las calles de Zurich. Él y nosotros. Hasta la hora de los bikinis en los cabarets y de los borrachos agrupados a las puertas de los bares.
Claro, es el hombre quien generalmente busca a Dios. El que llegue a encontrarlo es otra cuestión.
Fue un día así. Dormimos perfectamente, a pesar de los grandes almohadones que nos ponen como almohadas en los hoteles y de los fastidiosos edredones.
La ejecución de Grimau conmovió a Europa entera. Hubo actos en todas las ciudades europeas de protesta. Aquí, en Ginebra, los obreros lanzaron simbólicamente coronas y claveles al lago para que el río las llevase a la costa española. Obispos y sacerdotes católicos de Francia y Suiza protestaron contra Franco. En Rabat, en plena embajada de España, en cuyo salón se celebraba un concierto, un joven se levantó, dijo una palabras de protesta y pidió un minuto de silencio por Grimau. Sólo el embajador y unos cuantos se mantuvieron sentados. Casi todo el público se levantó en su homenaje.
Otro día enviaré más noticias nuestras y de lo que vemos. Un gran abrazo a todos los amigos, a Aída y los suyos de Maruja y míos y otro para usted, fuerte, de:
[Seoane]
|
1963-05-07 |
|
|
Xenebra |
Bos Aires |
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Sofovich. 1963 en 07/05/1963
Ginebra, 7 de mayo de 1963
Sr. Bernardo Sofovich
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Recibimos su carta y, ayer, el dinero del Museo por medio de una sucursal en Ginebra de la Societé de Banque Suisse. Le agradezco mucho sus gestiones y el dinero nos viene muy oportunamente. Nosotros estamos en esta ciudad como si hubiésemos estado en ella toda la vida, nos sentimos a gusto y trabajo, pinto, más de lo que hubiese creído dada la pequeñez del departamento que habitamos. Entre los cuadros que pinté en este tiempo están dos Homenaje a Grimau que pienso llevar a Madrid donde, según nuestras noticias, el ambiente producido por esta ejecución es extraordinario. Tanto que en Le Monde de ayer se anunciaba la supresión de varios decretos y leyes de represión y la constitución de tribunales civiles para los delitos políticos, limitando los consejos de guerra a los asuntos puramente militares. Éste es un triunfo de la presión interna y la protesta de toda Europa y de todos sus sectores desde los comunistas a los católicos, excluyendo, naturalmente, las minorías fascistas. Franco hizo imposible momentáneamente con esa ejecución la entrada de España en el Mercado Común Europeo. Nosotros hemos vivido las grandes manifestaciones de Ginebra, y de su calidad, y más violentas fueron las de muchas ciudades europeas. La prensa española no hace más que achacar al comunismo internacional estas protestas y tratar de revivir supuestas represiones de las checas de Barcelona y Madrid. El embajador de España en Suiza pretendió con una carta, que los diarios reprodujeron en su letra más chica, dar lecciones de interpretación del Evangelio a los sacerdotes católicos que hicieron público su repudio por la muerte de Grimau y, de Madrid, pusieron verdes a los obispos franceses e italianos por protestar por la ejecución, acusándoles de aliados de los comunistas. Pero la oposición esta vez le ganó a Franco cuando éste pretendía aplacarla con un nuevo asesinato. Creo que de todo esto no informará la prensa de Buenos Aires. En cambio, la francesa y suiza traen un o dos columnas diariamente dedicadas a la repercusión de la ejecución de Grimau. Por la tv francesa habló la viuda el domingo pasado y los diarios se ocuparon de la impresión patética producida por su presencia y sus palabras. Así nos dijeron también quienes la vieron por tv.
De arte estos días hemos visto muy poco. Hemos andado por algunas ciudades y villas francesas de la costa del Lago Léman, Ivoire una de ellas, una villa medieval que conserva su carácter hasta que pronto el turismo se lo haga perder. Ya hay dos o tres hoteles y algunos restaurantes destinados a la explotación turística y hechos con el mal gusto general en esta clase de construcciones. Estuvimos también en el valle del Rhône, por sus montañas patéticas y nevadas, por caminos recién abiertos ahora en los últimos días de abril entre paredes de nieve de tres metros de alto, y por Chamonix, una encantadora ciudad francesa que creo es una estación destinada a deportes de nieve o algo así. Pero más impresionante que las montañas y la nieve y el paisaje en general, resulta el esfuerzo humano capaz de cosechar vides, frutas o verduras, en terrenos casi verticales, a altura inverosímiles, expuestos siempre a los aluviones que deshacen lo que ellos con tanto esfuerzo heroico han construido y sembrado. Hemos estado casi en la colina de San Bernardo. Todo esto es un paraíso para el turismo, pero es un infierno para el hombre que debe arrancarle su sustento a la tierra. Las casas de esta región del Valais son primitivas como en Galicia, de piedra y pizarra, y tienen un tipo de granero muy parecido al hórreo gallego. Ramuz y Giono han descrito las luchas del hombre con esta naturaleza, pero es un hombre metido en un paisaje grandioso entre grandes catástrofes meteorológicas y casi nunca, por lo que he leído de ellos, en lucha con el solamente pedazo de tierra que quiere hacer producir, acumulándola entre unas rocas o entre unos pinos, despojándola de piedras, cuidándola, sin ver de ese paisaje más que aquello que trabaja y comprobando la seguridad de lo que hace elevando los ojos a la cima de la montaña por si desde allí puede desprenderse la nieve o peñascos que haga inútil su labor. Miran para las nubes por si llueve o por el futuro del tiempo, pero no por su belleza. El paisaje es sólo espectáculo para los ciudadanos, no para ellos. En un café donde paramos, dos campesinos miraban colgado en la pared un cuadro que representaba un paisaje muy realista, se acercaron a él y se detuvieron a dialogar sobre la posibilidad de trabajar aquella tierra entre tanto peñasco y nieve. Señalaban con el dedo y, de pronto, también a nuestros ojos, aquella obra de arte se convirtió en un plano puesto en la pared por dos verdaderos estrategas.
Bueno, basta por esta vez. Si no me envió ese dinero de la Hebraica de que me habla, le rogaría lo hiciese lo más pronto posible, pero no me envíe más, de lo que vaya cobrando, guárdelo usted ahí por si hace falta para algo o necesito de él más adelante. Le agradezco todas estas atenciones y molestias y la pérdida de tiempo que debe significar dialogar con el doctor Bruetman.
Un abrazo de Maruja y mío para Elsa y usted. Saludos a los suyos y a los amigos y otro abrazo fuerte para usted de:
Seoane
Estoy buscando el número de Du en librerías de viejo que parece ser es donde quizás pueda encontrarse.
|
1963-05-13 |
|
|
Nova YorkXenebra |
Bos Aires |
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Burd. 1963 en 13/05/1963
Ginebra, 13 de Mayo de 1963
Sr. Lipa Burd
Buenos Aires
Queridos Lipa y Esther:
Estamos inquietos porque no sabemos si habéis recibido o no nuestra carta, enviada hace bastante tiempo, o se perdió vuestra respuesta. En aquella os pedíamos las direcciones, que os rogamos nos enviéis, de Jonquiéres y Cortázar en París, pues las dejamos olvidadas en Buenos Aires con otras y queremos escribirles. Estaremos por esta ciudad seguramente un mes más. He trabajado mucho, pintado nuevos óleos y hecho además acuarelas, procedimiento que tenía casi olvidado. Mis óleos gustan bastante a quienes los ven y estoy muy contento en este sentido. También tengo en marcha alguna exposición de Zurich, en Basilea y posiblemente aquí en Ginebra. Una galería tiene cinco cuadros míos y diez grabados.
Vivimos en un departamento de un ambiente que logramos alquilar y que resulta bastante cómodo a pesar del tamaño y en el que gozo de una luz espléndida. Sin embargo soñamos con España. Estamos deseando ir. Nosotros y seguramente los 16.000 españoles que viven y trabajan en Ginebra. Hemos estado por todas las ciudades importantes suízas a las que hemos ido una y otra vez y hecho bastantes viajes a la Saboya y Alta Saboya, en Francia, paseado por pequeñas ciudades encantadoras, Chamonix, Annecy, o Ivoire, esta es una villa poco más que una aldea medieval, hemos recorrido algunas gargantas alpinas y llegado a laderas montañosas como San Bernardo o Mont Blanc. La naturaleza es extraordinaria en estas alturas por su belleza, y en esta época del año los grises, verdes más variados y amarillos son los colores que más se perciben, aunque siempre estén presentes el ocre de las rocas y el blanco de la nieve, que sirven para entonar el paso del rojo, rojo de flores, al verde, cuya unión no parece tampoco haberla resuelto la misma naturaleza creándose siempre una especie sutil franja gris cuando está situado uno al lado de otro. Observación que ya había hecho en Ranelagh con algunos rojos de las flores de los geranios y el verde de las hojas y los tallos y resultando en alguna especie una planta mal entonada. He visto mucha pintura, la de los museos, la de las grandes exposiciones, como os decía en la primera carta, organizadas por los mismos museos o por instituciones municipales o galerías particulares. Y en Wintenthur, y ahora estos días en Ginebra, los veinticuatro afiches suízos seleccionados con los mejores del año 1962. Todos ellos notables, verdaderas obras de arte de nuestro tiempo, y en los cuales se destaca tanto como la calidad de su concepción y ejecución artística, la calidad de la impresión y del mismo papel en que fueron impresos. Creo que en publicidad los suízos ocupan un puesto importante en esos sectores que se refieren al afiche, composición de avisos para publicaciones, diarios, revistas, etc., y creación de stands, pero sobre todo en el afiche, a mi juicio, es en lo que más se destacan. Son realmente malos o muy mediocres en el aviso cinematográfico. En el afiche, pienso, tienen la ventaja de no dejarse llevar por un aspecto de él, el dibujo, como es corriente en muchos países, sino de entregarse al estudio de su totalidad, conjugando sus distintos aspectos, papel en que se imprime, tintas, impresión y cuidado de la tipografía, además del dibujo, el montaje, o la fotografía.
De esa tenemos muy pocas noticias, las de los diarios franceses, Le Monde, y de aquí que no son nada buenas. Y en cuanto a España toda Europa vibró, como no había ocurrido desde hace diez o más años, por la ejecución de Grimau. Las protestas y manifestaciones fueron de los sectores más distintos, incluyendo la iglesia, muy importante en este caso, porque se manifestaron jerarquías eclesiásticas de Francia, Italia, Suiza, Inglaterra, etc. En Ginebra, solamente, hubo tres manifestaciones y así ocurrió en cada ciudad europea. La protesta fué general.
No os escribo más ahora. Por favor, mandarnos las direcciones que os pido y decirnos si pensáis venir a Europa y cuándo y si habéis terminado con vuestro departamento y si está ya habitado todo el edificio. Un gran abrazo de Maruja y mío para los dos.
[Seoane]
Saludos a los amigos comunes.
|
1963-06-19 |
|
|
Madrid |
Bos Aires |
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Falcini. 1963 en 19/06/1963
Madrid, 19 de junio de 1963
Sr. Luis Falcini
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Hace bastantes días recibí su carta con las novedades de Buenos Aires y de ustedes. Estábamos en vísperas de venirnos a España a donde llegamos hace tres o cuatro días para encontrarnos con un tío nuestro que reside en Méjico, tiene 82 años y está en ese país desde cuando usted puede imaginarse. Hasta ahora hemos andado siempre con él y los otros familiares que residen aquí. No hemos visto nada de lo que nos rodea, no hemos estado con nadie que no fuese de nuestra familia y revivimos en nuestras conversaciones la Galicia de hace un cuarto de siglo. Aunque personajes anónimos, pertenecemos, parece, a la historia. Una historia vaga, confusa, de polémicas lejanas, escaramuzas callejeras, guerras y destierros. Resultamos un poco fantasmales y pueriles para los sobrinos más jóvenes.
Ellos tienen ahora, como teníamos nosotros hace muchos años, fé ciega en lo que hacen, piensan y en lo que consideran seguridad en los medios. Nosotros tenemos igual fé, pero un tanto gastada por los desengaños y el tiempo. Somos tres generaciones los que nos reunimos a charlar, separados por un lapso aproximado de un cuarto de siglo de tiempo entre las tres, y no acertamos a tener una visión común de esta vida actual. Nos une sin embargo una misma libertad en el juicio y una misma actitud negativa y anárquica que parece distinguirnos de siempre para cualquier disciplina. Una actitud que quizás llevamos transmitiéndose en la sangre desde épocas muy remotas. Que pervive por una especie de memoria ancestral de una libertad perdida, no sabemos cuando o muy lentamente a través de generaciones.
Pero no es de esto de lo que quería hablarle. Antes de salir de Ginebra vimos una exposición de óleos y esculturas de Giacometti que el año pasado llevó el premio de la Bienal de Venecia. Confieso que me interesó poco. Su pintura me pareció revuelta y sucia y muy sabida de memoria en su insistencia. Algo más su escultura si no me pareciese que ella nos trae la presencia de algo putrefacto y muerto. Entre El hombre que marcha de Rodin y El hombre que marcha de Giacometti, existe un abismo de vitalidad. En Rodin está verdaderamente la marcha del hombre y se dignifica la fuerza del hombre y de la marcha. En Giacometti es el hombre vencido quien parte y se trata de algo enfermizo o así lo aparenta. Es posible que muchos no estén de acuerdo conmigo. Lo que prefiero de él son las pequeñas esculturas.
Le agradecemos mucho las noticias de esa. Estamos sin más noticias que la de Le Monde que aquí, ahora, nos enteramos, no llega todos los días. Esta es una carta rápida.
Saludos a sus familiares y abrazos a todos los amigos de Maruja y míos. Usted reciba de los dos uno fuerte:
[Seoane]
|
1963-12-09 |
|
|
Madrid |
Bos Aires |
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1963 en 09/12/1963
Madrid, 9 de diciembre de 1963
Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Debo cartas a todo el mundo. Creo que no escribí ninguna desde que se inauguró mi exposición aquí en Madrid. Supongo que las noticias que debió haber llevado Díaz Pardo, a quien encargamos le entregase el abanico a Aída, el que encomendó a Maruja para su arreglo, y una visita a ustedes, habrá subsanado mi falta. La exposición resulta un éxito de público y de crítica, ésta, la de Madrid, un tanto desorientada en cuanto a la casilla donde poder clasificarme y hasta ahora, falta una semana para que se clausure, he vendido cinco cuadros, otra pequeña hazaña o favor de la suerte, pues se trata de una sala donde apenas se vende. Estamos, pues, muy contentos. De otras noticias, las que más importan, continúan circulando cartas y nuevas firmas de adhesión a la primera carta de los intelectuales y circula clandestinamente la entrevista hecha al abad de Monserrat por el corresponsal de Le Monde en París. Otro Abad, el de La Santa Cruz del Valle de los Caídos, contesta a aquel con el lenguaje y lugares comunes habituales, los corrientes en la prensa diaria los días de las conmemoraciones. De cualquier modo, la división, en este caso benedictina, se muestra pública. De Buenos Aires se publican notas optimistas referidas a Illía, pero algunos argentinos viajeros que vemos, entre ellos un comerciante español de La Plata, parecen recibir noticias contradictorias y sobre todo están alarmados por el alza de los precios y falta de dinero. En Madrid, esta alza es también alarmante. Creo que ya no se puede hablar de España como país de bajos precios. Hoy todo aquí vale como en otras partes de Europa, quizás en algunos artículos un poco menos que en Italia o Francia. Desde luego, se puede encontrar actualmente en Madrid todo cuanto se produce en cualquier parte del mundo, apertura a la libre importación hecha, según dicen, con miras al ingreso en el Mercado Común Europeo que puede arruinar a muchos productores españoles. El fenómeno aquí es el común en los países que se clasifican como subdesarrollados económicamente; una clase media que se empobrece y proletariza, emigra o trata de buscar trabajos que menospreciaba, y una clase nueva, la de los enriquecidos por el favor oficial o capacidad aventurera en los negocios y, como en todas partes, es peor que la vieja aristocracia al menos en sus modos y cultura. Al mismo tiempo que se enriquecen, compran títulos de nobleza. Existen casos pintorescos como el caso de unos señores que tenían negocio de pompas fúnebres en La Coruña que ahora son los marqueses o condes de no sé qué, igual que otro, juez del trabajo en mis años de abogado, que ahora resulta propietario de otro título. Esta clase de nuevos ricos ennoblecidos por dinero es mucho más pretenciosa que la vieja aristocracia. Por mi parte, estoy dispuesto a no relacionarme con gentes de esta clase que no me demuestren que sus antepasados no rompieron cabezas a mandoblazos a moros o flamencos. Los viejos castillos y antiguos palacios pasan a ser propiedad de esta nueva clase y los restauran con imitaciones de muebles antiguos y copias de cuadros. Los viejos castillos y palacios tienen ahora este destino y el de convertirse en hospederías para el turismo. San Isidoro de León va a ser, por lo que se proyecta, un hostal como el que fue Hospital Real de Santiago. A todo esto se une la discusión sobre la legitimidad de los posibles futuros reyes y existen pretendientes para muchos gustos. Los reyes de Grecia están ahora en España con pretexto del próximo nacimiento de un nieto aquí, con el propósito, según se murmura, de garantizarle a su hija y yerno el Reino de España. Se pasean por las calles madrileñas y visitan las tiendas de antigüedades y el rastro. No continúo porque estoy corriendo el riesgo, querido Scheinberg, de escribirle a usted una carta de otra época y de atrasarnos en el tiempo.
Les dejo por hoy, cuénteme nuevas de ésa. Les recordamos a todos, reciban usted y Aída el fuerte abrazo de Maruja y mío:
[Seoane]
|
1971-06-20 |
|
|
Bos Aires |
|
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Palmás a Seoane. 1971 en 20/06/1971
Buenos Aires, 20 de junio de 1971
Querido Seoane:
Me parece estupendo que haya aceptado hacer el monumento a los emigrantes. Quienes no lo entiendan tampoco entienden lo que han hecho Picasso y Miró. La ubicación del mismo me parece estupenda. Son tremendas las cifras que me da sobre emigración, lo terrible es que las consecuencias de esta sangría que debilita a Galicia desde hace décadas se pagarán a muy largo plazo. Con cada hombre que va se acota más y más el futuro desarrollo del país en todos los niveles; ahí está Irlanda pagando aún hoy las consecuencias de sus malas cosechas de patatas en el siglo pasado. Naturalmente esto le preocupa a muy pocos, nada o casi nada a nuestros popes locales, y mucho menos a las autoridades. Yo sigo todavía bajo la influencia del impacto que me produjo el contacto con la realidad gallega, la angustia de ver un país en descomposición; lentamente lo iré superando, pero la realidad nos deja unos márgenes tan mezquinos para la esperanza. No sé si algún día los publicaré, pero desde hace unas semanas estoy trabajando en unos cuentos de ciencia-ficción, creo que el género permite manejarse con una mayor libertad frente a la realidad y extrapolar sus llagas hacia el pasado o hacia el futuro, expresando la angustia del presente. Son cuatro o cinco cuentos en embrión que no sé si me gustarán cuando les dé remate.
Se acaba de publicar en Montevideo un trabajo de Apolant sobre la expedición de las familias, es muy completo y muy riguroso en cuanto a los datos que maneja; por suerte se superpone muy poco a lo que pensaba hacer. En realidad me permitirá trabajar con mayor comodidad y centrarme en la interpretación y evaluación del aporte demográfico y cultural de esas familias. El Patronato publicó un pequeño opúsculo de este señor sobre el trabajo de Cornide acerca de la colonización del Plata por familias gallegas. Es sorprendente la agudeza y precisión de las medidas que recomienda, máxime si tenemos en cuenta que Cornide nunca pasó por aquí.
Por aquí la vida cultural está llegando a su apogeo. A nivel periodístico han aparecido dos nuevos diarios: El Cronista y La Opinión. El primero lo edita la empresa del Cronista Comercial, no aporta nada nuevo en cuanto a formato (tipo sábana) y diagramación. En cuanto al otro reproduce en general a Le Monde, inclusive en las letras más o menos góticas de su título. Está dirigido por Jacobo Timerman y tiene buenos colaboradores y un excelente servicio de noticias que no incluye, por suerte, a las tradicionales agencias norteamericanas. Su ideología es muy difícil de detectar se publican cosas de izquierda y de derecha también. Las páginas de cine, teatro, libros, discos, etc. –cuatro en total– son francamente buenas. En ellas se publicó en buena medida toda la polémica sobre el caso Padilla. En el número de hoy se reproduce un documento de los “papeles de McNamara”. Les he mandado por barco a Ud. y a José recortes que aparecieron en este diario desde el número uno. José tendrá en poder de él toda la sección de cine. En cine, se estrenó esta semana Love story luego de un fabuloso bombardeo de propaganda. También Los rojos y los blancos de Jancso, el húngaro de Los Condenados, la película es una maravilla por su tratamiento formal y el enfoque que tiene sobre la violencia, el ejercicio de la violencia por parte de los dos bandos en pugna luego de la Gran Revolución. Está en cartel una excelente comedia de Broca, el director de Rey por inconveniencia, se llama El diablo por la cola con un excelente trabajo de Ives Montand. Aún no he podido ver Metello de Bolognini, sobre las huelgas obreras en la Florencia de fines del XIX, ni Tristana de Buñuel que fue muy bien recibida, ni tampoco un film italiano sobre las actividades policiales. La censura parece estar más calmada y le han levantado la prohibición a Octubre y Huelga de Eisenstein. En teatro, sigue el furor de los café-concert que surgen como hongos, como siempre hay cosas buenas, regulares y malas. No sé si fue a escuchar a Cipe Lincovsky, no es un gran cantante, pero dice cosas y las dice bien. En el Museo de Bellas Artes se clausuró el mes pasado una exposición de Calder, que reunía piezas fijas, móviles, litografías, cuadros y paneles fotográficos. En este mes se está desarrollando un ciclo musical judío en la sinagoga de Libertad, pude ir solamente a un concierto de muy buena calidad y para mí totalmente novedoso, ya que nada conocía. Como siempre la colectividad judía sigue haciendo las cosas bien –es decir de la única manera que deben ser hechas– y uno piensa en nuestra colectividad... Salió el trabajo suyo sobre Diego Rivera, me gustó mucho y creo que es muy informativo, por lo menos así me resultó a mí que sé muy poco sobre él. En esta semana le mandaré por barco los ejemplares que me pidió antes de marcharse.
En mayo estuve en Montevideo invitado por el Patronato para hablar sobre López Abente. La charla fue interesante, creo yo al menos, porque como vivió tanto tiempo me permitió pasar revista a la vida de la sociedad gallega en los últimos cien años. Al final se realizó un coloquio con el público sobre la actualidad gallega y española en general, aprovechando mis impresiones de viaje. Allí tuve oportunidad de ver en la “Cinemateca del 3er Mundo” dos películas chilenas, de factura muy modesta pero de gran interés: Venceremos documental sobre la campaña de Unidad Popular y Compañero presidente que es el reportaje de Debray a Allende. Por supuesto me pasé toda la función pensando y “delirando” sobre un cine gallego que con modestos recursos pudiese decir algo sobre la realidad del pueblo. El viaje me vino muy bien pues me traje un cargamento de libros editados en la URSS y en China a precios realmente increíbles.
Me pregunta si terminé la carrera, eso mismo me pregunto yo, solo que con un tiempo verbal distinto. Desde mayo están suspendidas las actividades docentes en la Escuela de Sociología del Salvador, cuyos alumnos se dedican a fantasear, como buena parte de los universitarios argentinos, sobre la revolución social motorizada por el dudoso revolucionario y sonriente exiliado de Madrid. Filosofía y Letras de la UBA está cerrada hasta nuevo aviso. Francamente cada día entiendo menos como gente que tiene 20 años puede pensar que se puede hacer algo con un individuo que pudo hacerlo todo y no hizo nada, o mejor dicho, hizo todo lo que no debía hacer para realizar una revolución; salvo que se crea que su régimen pudo desembocar alguna vez en un hecho revolucionario a través de la demagogia y la corrupción.
Me alegra el haber hecho amigos durante el viaje. Los recuerdos a todos con nostalgia y espero volver a verlos. Disculpe el largo de la carta y reciba junto con Maruja un abrazo,
Ricardo Palmás
|
1971-07-05 |
|
|
Bos Aires |
|
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Shand a Seoane. 1971 en 05/07/1971
Buenos Aires, 5 de julio de 1971
Queridos amigos:
Recibimos su carta y nos alegró saber que, una vez más, están en su casa en La Coruña, tocando su querida tierra. Lo que nos escribe sobre Galicia es verdaderamente triste y, por el momento, inevitable. Como contraste, lo que está pasando en Bolivia es fascinante. Seguramente Vds. han leído acerca de la formación de la Asamblea Popular, una especie de Soviet Boliviano que se formó para vigilar el movimiento progresista y prevenir un posible golpe de los reaccionarios. Hoy leo que están pidiendo la creación de “tribunales populares”. Poco a poco el pueblo está adquiriendo una conciencia de su poder. Y esto sucede en Bolivia! El proceso en Chile es igualmente interesante y juntamente con Bolivia abre nuevas perspectivas. Aquí la situación es muy compleja con gente de ideas avanzadas que se declaran “peronistas”, confundiendo “peronismo” con la “revolución social”. La nueva actitud de Lanusse confunde todavía más a los que buscan alguna salida. Pasando a otro tema, el día 5 de julio (hoy) inaugura Margot su exposición en la Galería “del triángulo”. Ojalá tenga alguna resonancia, pues de otro modo quedará muy aplastada.
Ha fallecido Onofrio Pacenza, el poeta de San Telmo y del Riachuelo. Era un pintor que siempre siguió su propia visión, pasando por alto los nuevos movimientos. También murió Policastro, él de la paleta sucia, apagada y, sin embargo, llena de protesta. Hoy perdimos a Nalé Roxlo que ya hace años parecía un poco la sombra de sí mismo. ¿Saben que ha aparecido un nuevo diario? La Opinión, dirigido por Jacobo Timerman. Su modelo es Le Monde. Está muy bien hecho y ha despertado el interés de los intelectuales aquí. El domingo pasado empezó a sacar un suplemento literario de buena calidad. Dentro de un mes aparecerá un libro mío de poemas en inglés como Vds. saben, la Municipalidad iba a estrenar este año la obra mía que ganó el segundo premio Municipal, El sastre. Anunciaron el estreno en el Teatro Alvear. Pero este teatro es una especie de galpón donde las voces de los actores se pierden, y para mí obra que es intimista hubiera sido un desastre. Por lo tanto, estoy tratando de que la presenten en el San Martín, en el “Casacuberta” el año próximo. De antemano, sé que corro el riesgo de que el año próximo haya nuevas autoridades y todo quede en agua de borrajas.
Ayer hablé con Ginastera que está en Ginebra, como saben, con la violoncelista Aurora Natola; me dijo que el estreno de la ópera Beatrix Cenci será el 10 de setiembre. Pensamos volar a los EE.UU. Alrededor del 1º de ese mes, para el estreno y quedarnos allí unas 4 semanas. De allí volamos a Europa donde nos quedaremos un mes más, y de vuelta a casa. El proyecto es excitante y Susana ya está preparando las valijas. ¿Vds. recuerdan a Nissa Torrents, la profesora española que vive en Londres? Bien, está aquí de nuevo trabajando sobre Sábato y Marechal, y dice que ella y su esposo estarán en España a fines de agosto y querrían visitarlos en La Coruña si aún están allí. Hoy le hemos dado su dirección para que se comuniquen con Vds. cuando lleguen a España. Es encantadora y los recuerda con especial cariño.
¿Cómo están los Dieste? Díganles que siempre los tenemos muy presentes.
Un abrazo cordial,
Willie.
[Escrito por Susana Shand:] Maruja, Luis, queridos:
Cuando Uds. se van, dejan un hueco muy especial. Nos ponemos nostálgicos recordando las buenas tazas de café de nuestra incomparable Maruja y la charla fecunda y abundosa que nos agrupa, ay! con no tanta frecuencia como la deseada. De qué vale ir al cine, leer La Opinión y asistir al cumpleaños de Aída si no hay con quien chimentar a gusto, gritar, pelear y reconciliarnos. De rabia resolví operarme unos sobrehuesos antisemitas que tenía en los huesos de ambos pies y el forzado encierro de un mes a que me condenó esa “circuncisión” me atrasó mucho mis preparativos de viaje. Con el 10 de Septiembre como fecha de estreno en Washington, ya falta bien poco. Y estamos bastante enloquecidos. Qué fantástico sería verlos allá esa noche, abrazarlos!
En el “cumple” de Aída que fue una fiesta emocionante para todos los que la queremos mucho, el momento cumbre fue cuando recibió el llamado de Maruja que oyó perfectamente, y nos transmitió de inmediato, con lágrimas en los ojos, lágrimas de alegría.
Todos los amigos estaban de buen humor. Sonia e Isaac, bastante guapos, por suerte, también Bernardo, a quien le hice llegar sus saludos. Lipa y Esther, todavía viajando. A los Lifschitz los llamamos por teléfono cuando llegaron, pero aún no los hemos visto. Según Auror y Girri que estuvieron con ellos, han vuelto radiantes y remozados.
Escríbannos, queremos saber si los veremos en Bs. Aires antes de nuestra partida (alrededor del 1º de Septiembre) y si habrá que esperar hasta la vuelta para estrecharlos muy fuerte.
Besos de
Susana.
|
1971-07-21 |
|
|
|
|
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Sofovich a Seoane. 1971 en 21/07/1971
Julio 21 de 1971
Queridos amigos:
Sexagenario ya, les agradezco el telegrama cálido y cariñoso; el evento –como decimos los abogados– lo pude soportar gracias a que siempre, hasta donde llega mi memoria, le he estado agradecido a la vida, por sí misma y a que, además, 1971, parece ser el año Sofovich. Reunimos a los amigos presentes y a toda mi familia; hijos, sobrinos. Hacía muchos años, más de diez, que no ocurría. Lo pasamos muy, muy bien y, además del buen gusto que Maruja dice para como Chola organiza nuestras, desde hace largo tiempo, escasas reuniones, ella era la más elegante en la fiesta. Pocos días después, pasamos 6 días en Río de Janeiro, pero convine con ella en que el relato de ese viaje corre por su cuenta de manera que dejo esa maravilla que es Río para ella.
Trabajo mucho y contento; buen trabajo y rendidor; soy ya apoderado único del diario Clarín y apoderado-administrador de su propietaria, la Sra. de Noble. Estoy organizando un nuevo estudio en el que estaré solo, con dos abogados jóvenes y un procurador; una etapa muy importante de mis tareas quedará terminada en breve tiemp “o”1, y luego comenzaremos a organizar nuestro viaje que desde ya, comenzará con dos o tres días en N. York, luego Europa, finalizando con Uds. en Galicia.
En efecto, en pocos días, fallecieron Policastro, Pacenza, Nalé Roxlo y Payró, y sus muertes, ocurridas en un Baires conmovido por la situación político-económica grave e inestable, fueron sentidas, pero vencidas rápidamente por los acontecimientos diarios. Una suerte de escuadrón de la muerte, al estilo brasilero, evidentemente organizado por un aparato parapolicial, está actuando a la luz del día; el último episodio fue el secuestro de una joven pareja de peronistas (él o los dos sociólogos), ocurrido a pocas cuadras de nuestra casa; él apareció muerto en un zanjón a los pocos días y ella aún sigue desaparecida; existe un nuevo aparato judicial con jurisdicción exclusiva para “atentados terroristas” y, por ley, se le han encomendado al ejército aspectos de la “investigación y lucha contra el terrorismo”; ocurre entonces que el jefe de las tropas con asiento en Rosario amenaza a la gente que reciba víveres u objetos repartidos por los diversos comandos “revolucionarios” y con procesarlos como cómplices o que cuando 150 católicos entrevistan en la catedral de Córdoba al arzobispo Primatesta (con el acuerdo de éste) para organizar una protesta contra la carestía de la vida, el Gral. López Aufranc, rodea la catedral con tanques y lleva presos a todos, incluidos tres curas y dos monjas.
Lo que cuenta Chola de Río es cierto como fue cierto mi bronca por como los argentinos estamos perdiendo el tiempo, o mejor dicho, como nos lo hacen perder los grupos de poder que no dejan surgir al país.
Quizá importe acotar a lo que decimos sobre el Brasil, que este Brasil que vimos nosotros es el de la costa y su oligarquí “a”2 (estas entrecomillas para las letras que me como son invento mío), pero supimos que en el interior están haciendo la gran carretera amazónica, 4.000 kilómetros de norte a sur, en medio de la selva y las montañas, construyen también un pueblo cada 100 kilómetros, trabajan permanentemente 1.000.000 de hombres salidos de allí mismo por donde pase la carretera, les pagan cincuenta centavos de dólar por día y mueren de hambre y cansancio diez mil hombres por mes.
Bueno Seoanes, bastante sociología hemos hecho ya. Ha aparecido una novela argentina; Viernes de la eternidad, de María Granat “a”3, de extraordinaria calidad literaria y novelística, creo que marca un hito en n/ literatura, como lo hicieron en su oportunidad Don Segundo Sombra o Adán Buenosayres e, indudablemente, es creación que va a tener carrera universal. Surgió también un buen dibujante periodístico, se llama Sabat, trabaja en el diario de Timmerman, La Opinión, un diario del estilo de Le Monde, muy bien hecho y que es la sensación periodística del año, agrego algunos de los dibujos de los últimos día; Sabat tiene por otra parte gran capacidad de trabajo porque hay días en que sus dibujos son numerosísimos, a veces hasta 15 o más.
Queridos Luis y Maruja, prometo otra carta más extensa y coherente alguna noche que esté más descansado, por hoy esto y un fuerte abrazo para los dos.
Bernardo
1. O autor mecanografía a palabra tiempo deixando a “o” no renglón seguinte. No texto transcrito non coincide coa carta.
2. Ver nota 1
3. Ver nota 1
|
1977-07-03 |
|
|
Xenebra |
|
|
Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Alvajar a Luís e Maruxa Seoane. 1977 en 03/07/1977
Ginebra, 3 de julio de 1977
Queridos Maruja y Luis:
Recibí con mucha alegría la carta de Luis, porque hacía mucho tiempo que no sabía ni dónde estabais.
Os haré una brevísima descripción de mi vida, para teneros un poco al tanto. Desde hace cosa de un año que no paro. Primeramente, fui a Manila, a una conferencia del Grupo de los 77 (países insuficientemente desarrollados), preparatoria del cuarto período de sesiones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Luego (claro está que en todos los intervalos he seguido trabajando en las Naciones Unidas, sin un solo día de reposo, desde el día mismo del regreso) estuve en Kenya, en Nairobi, para ese período de sesiones. Luego vuelta a trabajar en Ginebra; luego, aprovechando mis vacaciones, para no perder contacto durante tanto tiempo con la Unesco, vuelta a Nairobi (aquí trabajamos en combinación con el Satélite Sinfonía) a la Conferencia General de la Unesco; vuelta a las Naciones Unidas a Ginebra, sin un solo día de intervalo; luego que las Naciones Unidas necesitan que vaya a Viena a la Conferencia sobre la sucesión de Estados en materia de tratados, de plenipotenciarios, para lo cual hicieron un extrañísimo arreglo administrativo que les permitió “despacharme” a Viena y traerme de vuelta para que continuara mi contrato aquí, que se dio por interrumpido y no cortado. Renuncio a contaros lo que me pareció Viena y lo que me pareció Austria, por falta de tiempo. Ya hablaré de cosas gratas en otra. Aproveché (era la primera vez que iba a Viena) para saludar a viejos compañeros que son ahora jefes en el Organismo Internacional de Energía Atómica, en la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial y en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Vuelta a Ginebra a las Naciones Unidas. En vísperas de mi salida para Viena llegó a Ginebra mi sobrina Marta, que tuvo que adelantar su viaje a causa de mi salida para Viena se adelantó en un día, y tuvo la suerte de que le ofrecieran en las Naciones Unidas un pequeño contrato de tres meses, como guía trilingüe, que le convenía mucho. Arréglalo todo, déjala instalada, y sola con su primer trabajo, que es bastante difícil. Vuelvo: que le prologan el contrato y que la asistenta me deja plantada de la noche a la mañana. Desde entonces friego, lavo, plancho, cocino, etc., porque Marta viene muy cansada y tiene que seguir estudiando en casa. Al mismo tiempo, la oficina Internacional del Trabajo me pide que les traduzca un libro. No puedo decir que no, por razones largas de explicar. Ya lo he hecho, levantándome a la una de la noche para trabajar, con dos horas de sueño, y con un trabajo en las Naciones Unidas durante el día verdaderamente agotador, porque lo que se está viendo este año no se ha visto nunca. Tengo forzosamente que cortar mi contrato (cuestiones de reglamento de personal) por un mes, en septiembre, y pensaba que podría tomar vacaciones. Imposible. Primeramente, cabe la posibilidad de que la tomen a Marta más permanentemente, pero no se sabrá hasta finales de agosto, de modo que tendremos que estar pendientes de eso. Segundo, el Organismo de Energía Atómica me mandó ya hace más de un mes un contrato por dos semanas para su Conferencia de Viena, y voy a ir (última semana de septiembre y primera de octubre). Lo mandó con tanta anticipación para estar seguro de que no decía que no a último momento. Por otra parte, el BIT me ha pedido que en septiembre les traduzca uno de sus manuales de educación obrera (que ni han tenido tiempo de decirme de qué trata, que lo mismo puede ser de contabilidad que medicina de trabajo) de 400 páginas, y tampoco puedo decir que no, de modo que me pasaré los días que me quedan libres trabajando 14 o 16 horas por día. Quieren que les traduzca otro a mi vuelta de Viena, e inmediatamente, pero es algo más corto. Me traje de Viena documentación sobre el Organismo de Energía Atómica, porque hace años que no trabajo en eso y hay muchas cosas nuevas, y aún no he tenido tiempo de leer un solo papel. Llevo tres meses sin poder leer más que el periódico. Además, por recomendación del jefe de la División Lingüística de la Oficina Internacional del Trabajo, me llamaron el otro día de la sección de asistencia técnica porque quieren iniciar un nuevo procedimiento de trabajo, que aún están discutiendo, para ver si a partir de octubre o algo así me puedo ocupar de los informes de la Organización sobre los programas de asistencia técnica para América Latina, trabajo que puede consistir en poner en castellano claro los informes de los expertos o en estudiarse expedientes de más de un metro de alto porque la Organización duda de la veracidad de los informes, lo cual significa que hay que hacer el informe. Será un trabajo que estará mal pagado, por comparación con el tiempo que va a llevar, pero les he dicho que en principio sí, porque es un trabajo que me interesa. Claro está que tendré que hacerlo en casa, después de la oficina, y calculan que cada informe lleva, por lo menos, 120 horas de trabajo. Pero esto todavía no está decidido, porque andan discutiendo internamente cuestiones de dinero.
He llegado en estos últimos tiempos a un grado tal de cansancio que a veces me encierro en la cocina y me pongo a llorar, de fatiga. He empezado a tomar un medicamento contra el surmenage que parece ir bien. No es el trabajo lo que me cansa, sino la dichosa casa, porque me hace daño ese tipo de movimientos y me ponen tan enferma que no puedo ni andar por la calle, de mareos y de vértigos. Estaba mucho mejor, porque he descubierto lo que me pasa y estaba tratando de no hacer las cosas que me ponen peor, pero con esta situación de la asistenta retrocedo a pasos de gigante y vuelvo a sentirme muy mal. No se resolverá hasta finales de agosto, y me pregunto si voy a poder aguantar hasta allá. Pero se trata del porvenir de mi sobrina y hay que resistir. La situación temporaria en que está no nos permite alquilar un estudio para ella, porque es muy corto su contrato y no se lo alquilan. Ahora estoy aprovechando que la han dejado libre este fin de semana para que fuera a Normandía en un viaje relámpago, al casamiento del hermano de su novio, para escribiros y escribirle a mi hermano, que hacía seis meses que no le escribía, y como he terminado el libro del BIT para ver si (aunque os parezca mentira) me puedo bañar como Dios manda, y no en cinco segundos, y echarle una mirada al Newsweek de hace tres meses, que lo llevo atrasado. Lo más probable es que sea hoy el único día de vacaciones que tenga, si se le pueden llamar vacaciones a preparar la comida para mañana y planchar ropa, que ayer fue el primer día que hemos visto aquí el sol, aunque no se sabe cuánto va a durar.
Estando en Viena, me enteré por Le Monde del asesinato de dos amigos en Buenos Aires y por el Herald Tribune International de la muerte de Policho Córdova Iturbara. No pude escribirle a Carmen en ese momento porque no tenía allí su dirección. Le escribí al volver a Ginebra. Con quien estoy en relativo contacto es con Clement Moreau. Hace cosa de un año me enteré de que estaban aquí. Nelly hace psiquiatría infantil en Saint Gall, de donde ella es, y Yup tiene cursos en St. Gall y pasa el resto de la semana en Zurich, porque colabora en varias revistas y hace no sé qué otras cosas. Han vuelto a publicar el libro de dibujos sobre Hitler que le costó la nacionalidad, y están preparando un libro de 300 grabados de él, que llevará un largo estudio de Fritz, el escritor suizo que es muy amigo de él y que lo admira mucho. Ha venido a Ginebra (yo no estaba en ninguna de esas ocasiones) para la preparación de algunas obras de Brecht que han puesto aquí. Desde hace un año cambiamos breves cartas y a veces nos hablamos por teléfono, pero todavía no me ha sido posible ir a ver a Nelly y a Tina, su hija, porque las cosas se complican, y ya dice Yup que está bien eso del amor platónico, pero que a ver si nos vemos.
¿Qué está haciendo Luis y cómo estáis vosotros? ¿Y los amigos? Mi hermano está ahora establecido en Tabeayo. Como hace siglos que no le puedo escribir a Quiroga, hacedme el favor de darles a él y a Aida un fuerte abrazo de mi parte.
Cien para vosotros.
Amparo
|