Proxecto epístola

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Día, El

Fondo: Luís Seoane depositado na Fundación Luís Seoane.

Xornal fundado na cidade de La Plata o 2 de marzo de 1884 por Manuel Laínez, Arturo Ugalde, Martín Biedma e Julio Botet.
Epístolas
4 mencións
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1963-04-04
Carta de Seoane a Núñez Búa. 1963
Xenebra
La Plata
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Núñez Búa. 1963 en 04/04/1963


Ginebra, 4 de abril de 1963

Sr. D. José Núñez Búa
La Plata

Querido amigo:

Te escribo desde Ginebra donde me quedaré dos meses o algo más. Me gusta Suiza y en esta ciudad viven algunos amigos españoles y argentinos a quienes puedo ver cuando siento nostalgia de hablar de Argentina y España, y castellano, pues gallego se siente ahora a menudo por las calles de Ginebra y de las otras ciudades del norte de este país.
A Laxeiro y a Díaz Pardo les escribí sobre esto. En 1960 apenas había emigración española aquí. En menos de tres años se calcula que entraron alrededor de 16.000 inmigrantes, una gran parte gallegos. Suiza progresa notablemente. A Ginebra la consideran por su progreso industrial y por la cantidad de fábricas europeas y norteamericanas que se establecieron aquí en los últimos años, como una especie de Chicago. Pienso que esto no es un honor para la patria de Rousseau y la adoptiva de Voltaire, aunque se une perfectamente con su tradición calvinista ya que, según parece, fueron los consejos de Calvino los que la convirtieron en emporio relojero e industrial. De cualquier modo se nota que las gentes viven cómodamente y necesitan de mano de obra extranjera para poder desenvolver su comercio e industria. Sin embargo los suizos sueñan con América, temen a la posible guerra, a las andanzas de De Gaull[e] y de Adenauer y piensan en el continente americano como un lugar de libertad, con selvas y grandes pampas, remoto para cualquier contienda, naturalmente, que europea. No se imaginan guerras que no sean europeas. En este sentido no han mejorado desde 1960. Los técnicos en general marchan en cantidad a otros países, a África, Norteamérica sobre todo, y las simpatías de los que se dirigen a América del Sur las tiene San Pablo, en Brasil. De una verdad están seguros y la temen y es que, en caso de guerra, Suiza no podría quedar neutral, tiene demasiados compromisos con uno de los dos bandos que hasta ahora aparecen como beligerantes. Claro que puede cambiar, pues la política suele depararnos grandes sorpresas.
Hasta ahora hemos andado por otras ciudades de Suiza: Berna, Zurich, Basilea, Winterthur. Dejamos las más cercanas a Ginebra para más adelante. De momento quiero pintar, trato de preparar alguna exposición que es posible pueda hacer de grabados y pintura. También recoger notas para enviar a El Día y tratar de normalizar mis colaboraciones a Galicia emigrante. Ya envié una referida a los inmigrantes gallegos en Suiza, con algunos datos que logré conseguir hablando con algunos de ellos. Los días aún viendo museos y galerías de arte y momentos, se nos hacen largos y tengo las mañanas dispuestas para el trabajo. Las noches resultan más largas que los días pues Suiza es una inmensa fábrica donde todo el mundo madruga y se acuesta tempranísimo. En esto les queda, como en otras cuestiones, un fuerte resabio de país campesino.

Bueno, nada más por hoy. Saludos de Maruja y míos para Otilia y para ti y tú recibe un fuerte abrazo de:

[Seoane]

1967-03-04
Carta de Núñez Búa a Seoane. 1967
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Núñez Búa a Seoane. 1967 en 04/03/1967


4/3/67

Querido Luis:

Con ise articuliño daraste conta da razón pol-a que non contestei axiña á tua carta. Onte regresei de Bs As., do sanatorio Antártida, onde estiven 11 días. Parez que a hernia vai a quedar acochada. Agora, con Laxeiro, Cuadrado, Abraira, etc., etc., vamos a facer a Sociedad de los excollombaos galaicos. Se cadra gañamos os eleiciós do C[entro] G[allego]. Xa sei que víchedes á miña xente. Eu teño mentes de ir a Europa en maio. Veremos como ando de folgos e de cartos. Ises brutotes do derradeiro Correo contra o teu sucesor debe ser cousa de Prada. Voulle a decir que reproduza ise artigo de Guieiros. É o que ti me deras pra El Día e que alí lle paresceu moi político, pol-o visto, según me dixo Canabal. As eleiciós do C. G., ausente e “calado” Villa, gañaronas Andrade e Vidrierita, que visitaron un por un ós amigos e clientes de Pepe cunha carta amañada por iles. O segredo estaba na enemiga de Pepe pra Prado e os Pérez, donos con Reboreda de “Galicia”. A ausenza forzosa e o silencio, supoño que querido, de Pepe, deixoulle o camiño ceibe a Andrade e Vidriera, e Mourente gañou por 130 votos. As maniobras dos mandatarios de Villa deulle uns 2.000. Pepe voltou; dise nemigo de Mourente, eu non dubido; pro está calado, non pode e non quer desautorizar ós seus “mandatarios”. En fin, eu nin falar quero de todas istas porcalladas. Mandeille un artigo pra ti a Míguez. Pra Maruja e pra ti apertas tensas.

Pepe


[Anexo.]

[Artigo de Luis Seoane, “El pensamiento de Castelao”. Guieiro, sección “O pensamento galego”, p. 5. Anotación manuscrita: Nbre 1966]

El pensamiento de Castelao

por Luis Seoane

(Especial para GUIEIROS)

En París acaba de publicarse una antología del pensamiento vivo de Castelao, El pensamiento político de Castelao, realizada por el joven escritor coruñés Alberto Míguez sobre el libro publicado hace años en Buenos Aires, reeditado hace poco, “Sempre en Galiza”. Le precede un acabado estudio sobre la ilustre personalidad del escritor, artista y político gallego, del mismo antologista, en la que destaca el aspecto universal, peninsular, revolucionario, del pensamiento de Castelao generalmente interpretado como simplemente destinado a la consecución de una Galicia modificada administrativamente, autónoma en algunos aspectos de esa posible administración vigilada por un poder central y detenida en el tiempo, en su presente, en cuanto a su economía y vida social. La culpa de esta interpretación del ideario de Castelao la tienen, en general, sus mismos admiradores, más preocupados por reformas formales en cuanto a Galicia, administrativas dijimos, que por una verdadera transformación capaz de hacer olvidar la estructura medieval, anacrónica en bastantes aspectos, que fundamenten su actual realidad. En la emigración sólo parece recordarse de Galicia lo que constituye su aspecto idílico, las suaves montañas, los verdes valles, los alegres bosques y la extensa puntilla que forman la[s] rías en casi toda su costa, dejando que el mar disuelva sus espumas en las playas y entre las rocas. Pero nadie parece recordar el otro paisaje, el de los precipicios montañeses, el del mar de tormentas y naufragios, el de los bosques oscuros que guarecen al jabalí y al lobo, el de las nieves inhóspitas y de las interminables lluvias. Castelao vio también este paisaje y su correspondencia humana. Asistió, en el límite de su juventud, a los levantamientos campesinos que agitaron Galicia hace cincuenta años, con su rosario de muertos en refriegas con la Guardia Civil, en Nebra, en Sofán, en Narón... De aquellos años, (1916, 1917, 1918), son los dibujos que recoge en el álbum “Nós”, con los que incita a la rebelión. Un dibujo que representa a un campesino pensativo, con la cabeza apoyada sobre los brazos cruzados sobre un gran hacha, expresa la siguiente reflexión: “Y que su brazo solamente sirva para abatir árboles...” En una estampa tierna, como muchas de él en las que gustaba dibujar niños, dos huérfanos, o tal nos parecen, en el camino de la iglesia que se anuncia por un alto ciprés, expresan en la leyenda: “¡Un Padrenuestro por los que murieron en Sofán!”. Es este un dibujo anterior, en el orden del álbum, al de una campesina que reza rodeada de sus tres hijos para que Dios los libre de la justicia. Coinciden estos dibujos con los años de las rebeliones campesinas gallegas, surgidas esporádicamente y como reacción a abusos comarcales, independientes unos de otros, no sujetos a una organización que las abarcase a todas, y a la crisis en algunos países americanos donde habitaban numerosos emigrantes gallegos que hace que Castelao reflexione, también en dibujos, sobre el triste destino del emigrante. En el prólogo de su álbum “Nós”, el artista afirma: “Yo no quise cantar la delicia de nuestras fiestas, ni la hartura de los casamientos, sino las tremendas angustias de cada día de los labradores y marineros”, añadiendo: “Algunos espíritus sensibles que lloran por la melancolía de los tangos y de los fados, encontraron desmedido este dolor de mis estampas; otros espíritus inertes vieron poco patriotismo en el afán de ser verdadero”. Pues bien, este Castelao fuertemente emparentado en su intención con los dibujantes franceses de “L’assiette au beurre”, pero en general menos demagógico que éstos y más rebelde en la calidad de su dibujo, familiarizado aquellos años con el modernismo de Munich, va resumiendo su pensamiento con respecto a la renovación política y social de Galicia. De ellos se nutre tanto como “Sempre en Galiza”, la enorme cantidad de leyendas posteriores a sus otros dibujos publicados en la prensa gallega y los casi finales, en su obra de artista gráfico, de los álbumes de la guerra. A ellos hay que atender en primer término cuando se trata de establecer el pensamiento social del artista, tan hondo como su pensamiento político. Su galleguismo no consisitía en dotar a Galicia de un nuevo ornamento administrativo capaz de satisfacer a una minoría que, en sus preocupaciones de todo tipo, no difiere demasiado de las que poseen los que detentan poder en la sociedad gallega actual. Consistía en mucho más, y eso es lo que ven en la actualidad los jóvenes gallegos como Alberto Míguez. Castelao sabía de la existencia de esa Galicia idílica a que antes nos referimos, pero no podía gozarla por la presencia constante de esa otra a que se refiere en el prólogo de “Nós” y que, medio siglo después de publicado este álbum, no se ha modificado demasiado.

1976-11-15
Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1976
Bos Aires
París
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1976 en 15/11/1976

Buenos Aires, 15 de Noviembre de 1976

Queridos Esther y Lipa:

Esperamos por vosotros con impaciencia desde el mes de setiembre. Las noticias que nos iban llegando de ahí eran de que volvíais siempre a mediados del mes que viene, por setiembre, a final de ese mes y pasaron setiembre y octubre. La última es de que regresábais juntamente con los Lifschitz el sábado pasado. Varias veces llamamos a vuestra casa creyendo que podíais estar aquí y en una de ellas, Maruja habló con Lucho, el sobrino de Lipa que tambien anunció que os esperaba por esos días. Ahora es posible que no nos veamos hasta el próximo año, pues Enma y Rafael no tienen noticia concreta de cuando viajáis, hablaron, creo, de mediados del mes que viene, y nosotros, si podemos, nos iremos por esas fechas a Galicia. Vivimos como siempre, saliendo poco, viendo poco cine este año, leyendo, pintando y grabando. Hice la exposición en Bonino, expuse en Tucumán, que constituyó una experiencia magnífica, y, a mediados de Diciembre, inauguro en Art Gallery una serie de oleos chicos, cabezas y pájaros, 18 x 18 cms y 12 x 10 cms y alguna otra medida similar. En total 22 oleos que expondré juntamente con treinta acuarelas. En Enero se celebrará la exposición de Mar del Plata. Estos días sale un Bestiario, que incluye poemas de Alberto Girri y grabados en madera míos, en una edición curiosa, compuesta su tipografía a mano. Ya la vereis. Se presenta el día 2 de Diciembre en la Librería Española, de Florida entre Paraguay y Charcas. Son trescientos ejemplares y llevan todos ellos 13 grabados firmados y tres más distribuídos en los primeros viente ejemplares. Creemos que tendrá éxito.
Agradecimos mucho la carta que nos enviásteis. Esa necesidad de diálogo de que habláis la sentimos nosotros en nuestro voluntario aislamiento tratando de encontrar, como vosotros expresais, en el trabajo y en los proyectos de trabajo que siempre se urden para el futuro, el remedio para las angustias de cada día. La pintura nunca fué para mí un medio para escalar popularidad y enormes riquezas, la que más estimo, la de los románicos, los miniadores de códices y las tablas y los murales, fué hecha por gentes humildes cuyos nombres se perdieron en el tiempo y que, en su mayoría, quienes la hacían, deambulaban por los caminos buscando un trabajo, el que encontraban en alguna parroquia para hacer la vida y milagros del santo a la que estaba consagrada. A aquellos pintores no los unía ningún manifiesto estético sino solamente el estilo de su época, que se modificaba por los problemas del propio trabajo y con las coincidencias del gusto que se iba desarrollando lentamente en el tiempo. No fué fácil el paso del románico al gótico, ni el de éste al estilo de los renacentistas. Todo fué siempre lento y muy hondo. Los gustos eran entonces más permanentes. Yo pinto porque no encontré nada que me satisficiese más y con la pintura, junto con Maruja, buscamos vivir lo mejor posible en el rincón que poco a poco vamos construyendo para nosotros, viviéndolo, si podemos, con nuestros amigos. Hemos vivido en bastantes sitios. Nos hubiese gustado quizás vivir en Basilea, tambien en Londres, pero nos limitamos a Buenos Aires y a La Coruña. Cuando volví de Basilea publiqué en El Día de La Plata dos o tres artículos defendiendo la necesidad de que el artista volviese a residir en pequeñas ciudades, muy cerca de la naturaleza que es, para mí, estar en contacto mayor con los hombres. En las ciudades populosas el hombre se diluye entre la multitud. Deja de ser verdaderamente hombre. Un campesino, un marinero, un artesano, un sabio, lo que sea, mantienen su naturaleza humana cuando se lo ve en lucha con su trabajo y con la naturaleza. Y es un monstruo apocalíptico, una fuerza incontrolable, incapaz para el dialogo, en masa con otros. Buscando cada uno su rincón de vida el hombre se manifiesta como tal y su ámbito general es la naturaleza. Tuvieron razón los rousseaunianos como la tienen hoy los ecólogos. De Orozco es el gran dibujo, creo recordar, de un monstruo que se yergue con un solo cuerpo compacto, cientos de pies y de cabezas amenazantes. Me hubiese gustado hacer el bestiario que publiqué con Girri con alusiones a todo esto, como en una primera parte hice hace años, pero eran otros tiempos, hoy me limité a seguir la tradición medieval y renacentista de los bestiarios componiendo cuerpos con trozos de especies de animales distintos. Lo malo que para nosotros no representan, como para los antiguos ni a los vivos ni a los diablos, se trata de un juego estético gratuito. A esto estamos destinados. Sé que estás pintando muy bien, Lipa. Me gustaría que dedicases tu tiempo cuando regreses, lo que más puedas de ese tiempo, a la pintura y a crearte problemas con ella. Tiene que ser tu trabajo habitual. Las obras que vimos tuyas en tu casa de aquí tienen gran calidad. También nos hablaron de lo bien que estaba quedando tu casa, los Lifschitz.
Vuestras cartas las agradecimos mucho y no las contestamos porque esperábamos que regresáseis de un día para otro. Por otra parte alguien dijo que os habíais mudado y no teníamos la nueva dirección. Nos gustaría veros antes de marcharnos, es casi seguro que sea el 17 o 18 de diciembre. Expondré en Madrid y Barcelona, no tengo aun fechas fijas.

Recibid un gran abrazo con el cariño de Maruja y mío:

[Seoane]

1977-08-02
Carta de Núñez Búa a Luís e Maruxa Seoane. 1977
La Plata
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Núñez Búa a Luís e Maruxa Seoane. 1977 en 02/08/1977

La Plata, 2 de Agosto de 1977

Queridos Maruja y Luis:

Yo sigo siendo galleguista y republicano federal con todas las novedades que quieran poner al día a la doctrina de Pi y Margall. Pareciera que los exquisitos del galleguismo literario entran con todo lo que sea facilidad, incluso admiten senadurías de R. O. Los que padecieron el galleguismo y por él fueron asesinados legal o ilegalmente eran unos pobres románticos equivocados. ¿Qué es el nacionalismo para ellos? ¿Una argallada del pobre Risco que murió arrepentido de sus teorizaciones?... Yo que no soy admirador de la Totora, leí con satisfacción un artículo suyo en La Voz de Galicia en el que, por encima del partido refugallo del franquismo, y de sus compromisos electorales, pone su galleguidad e invoca conceptos de Castelao absolutamente galleguistas. No conozco a los parlamentarios gallegos, sus antecedentes, salvo excepciones. Creo que el único que defenderá sin sordina lo fundamentalmente gallego será Valentín. Lo que plenamente y por sí mismos consiguieron Cataluña y Vasconia, se le concederá a Galicia como una relativa autonomía.
¿Se podrán enviar todavía artículos en gallego a La Voz de Galicia? Me dijo Prada que a Pillado lo suprimieron. Aquí publico algunos artículos, alguno sobre tema gallego. Puedo mandar a La Prensa, pero no lo hago porque tardan más de seis meses en publicarlos. Publico en El Día.
De Galicia no sé nada. Mis informantes asiduos eran Ben Cho Sei y Leuter. Este falleció hace unos días y el otro, el pobre, mal vive. Yo ya soy un auténtico superviviente.
Deseo enviar ahí un artículo sobre tres médicos gallegos fallecidos en Argentina: Baltar, S. Guisande y Carro, este hermano de D. Jesús. Escrito en castellano, ¿a dónde podré mandarle?
Dicto estas líneas y van, así, a la marchanta. Tanto que dejé de decir lo principal, que era el propósito primero. Como los valores de los inmuebles han subido mucho, mandé emitir una póliza hecha hace cinco años y vencida hace unos meses. El valor de la reconstrucción de un departamento como el vuestro está ahora en unos $ m. n. 9 millones el metro cuadrado. La póliza ya está pagada. Mando la copia de la misma. El original está guardado en la Agencia del Instituto en La Plata, en la carpeta correspondiente rotulada con vuestro nombre. Recordaréis que tenéis otra emitida en 1976 por $ Ley 7.000.000 sobre el edificio y $ Ley 12.000.000 sobre mobiliario, cuadros firmados por Seoane y dos de Grosz (éstos en $ 500.000 cada uno). El 20 de Julio de 1979 vencerá esa póliza, que ya me pagásteis oportunamente.
Si un día tenéis un chisco de vagar escribirme unas letras y decir cuando volveréis.
Os ruego hagáis presentes mis lembranzas muy cordiales a los Dieste. Pra vos apertas de

Pepe

[Manuscrito:] A mecanógrafo, ó dictado, aínda en castelán, é cáseque tan ruín coma min