Proxecto Epístola

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Enrique Goldstein

Arquitecto, amigo de Seoane que, xunto a outros xudeos residentes en Bos Aires, mantiña unha especial relación comezada nos anos corenta a través das sucesivas exposicións na Sociedad Hebraica Argentina.
Epístolas
23 Destinatario/a [14]
Remitente [9]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1973-10-08 Remitente
de Enrique Goldstein, a Luís Seoane
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Enrique Goldstein, a Luís Seoane en 08/10/1973


Buenos Aires, 8/X/73

Queridos Maruja y Luis:

Hace apenas unos minutos, hablamos con Bernardo Sofovich, al preguntarle por Vds. nos contó del accidente que sufrieron.
Quedé muy preocupado y parecería que esto forzó a romper la inercia de mi incomunicación “vía aérea”. Es que éste ha sido un año muy intenso y difícil y realmente no encontraba la tranquilidad espiritual para escribirles. Las cosas no han sido nada fáciles y el ambiente siempre tenso creaba un clima de inestabilidad creciente. A pesar de todo, sobrevivimos y tratamos de comprender lo que sucede alrededor, aunque mis prejuicios políticos se cumplan y vengan tiempos duros. Lo malo de todo es que el tiempo va pasando y este año –por lo menos en lo que a mí atañe– fue bastante improductivo y muy anodino. En este momento, estoy luchando para vencer las limitaciones de mi enfermedad y al respecto me he vuelto optimista. Necesito movilizarme urgentemente por mí, y los míos, y en eso estoy. De cualquier modo, presenté unos trabajos a un concurso de diseño en cerámica para Japón y desarrollo actualmente un módulo habitable con diversas aplicaciones con una tecnología y diseño muy originales. Es una “cosa” en plástico, espero poder mostrarles el prototipo a vuestro regreso. Sinceramente, les deseo una rápida y efectiva mejoría. Hasta muy pronto, los abraza

Enrique

1971-09-02 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein, a Anita de Goldstein
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein, a Anita de Goldstein en 02/09/1971


La Coruña, 2 de Setiembre de 1971

Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Queridos Anita y Enrique:

Apenas tenemos nada nuevo que contar. Todo continúa lo mismo para nosotros que hace dos meses o menos que cuando estuvo aquí su padre. Trabajo en cuestiones muy diversas y días pasados inauguramos una nueva sala del Museo y una Galería de exposiciones con una primera muestra de grabados de Picasso y Miró. Al mismo tiempo, continúan pasándose y comentándose películas de arte. Ayer se pasó una antología del escocés-canadiense Norman McLaren, experimentos de color, sonido y movimiento, etc. Esto ocurre en una aldea de muy pocos habitantes donde está una de las fábricas de porcelana, la del Castro. El Museo es, además de museo, un centro cultural vivo de nuestro tiempo. De Buenos Aires tenemos las noticias políticas que aquí se publican profusamente por los diarios con comentarios de sus corresponsales. Parecen muy confusas y no puede percibirse, por lo menos desde aquí y por esos comentarios, cual puede ser la salida de la tremenda crisis argentina. Perón en sus declaraciones y en su actitud madrileña continúa siendo el farsante de su época presidencial. No irá nunca a la Argentina y esta es la impresión general de los españoles que se sonríen además y hacen humor de los viajes de Paladino y Rucci, subiendo y bajando de aviones y haciendo declaraciones ingénuas, aparentemente maquiavélicas dejando sospechar que ellos poseen el secreto de la felicidad argentina. No tenemos apenas otras noticias. Las que nos envió Sofovich hace algún tiempo, artísticas, literarias y cinematográficas que nos produjeron cierta envidia, algunas que leemos en algún número de La Nación aérea que cae en nuestras manos. Desde nuestras ventanas vemos todos los días el mar común a argentinos y gallegos, pero que en este caso por el clima gallego resulta de un gris precioso de niebla que unas veces encierra verdes profundos y otras azules acerados.
Reciban Anita y usted y los chicos el gran abrazo de Maruja y mío. Envíen siempre noticias:

[Seoane]

1971-07-29 Remitente
de Enrique Goldstein, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Enrique Goldstein, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 29/07/1971


Buenos Aires, 29 de julio de 1971

Queridos Maruja y Luis:

Hace tiempo pendía la deuda de escribirles y la llegada de Tapia avivó la sensación de culpabilidad. Pero (palabra salvadora..) entre el trabajo y sus problemas –más de estos que otra cosa– y las tensiones del medio hicieron que los buenos deseos se fueran diluyendo. Supe por él que están ustedes bien, que el departamento es precioso y, como era lógico suponer, le contagiaron el “virus” gallego. Constantemente hace referencias a Galicia y sus maravillas, cosa que acentúa mi envidia, ya que el viaje proyectado no lo haré: hemos invitado al médico para que dicte un curso en Buenos Aires el mes próximo, de manera que el tratamiento lo haré aquí. El mismo día que llegó Papá las brujas celtas hicieron un milagro: mientras él me mostraba el folleto de Sargadelos con las fotos del juego de café, entregaban en casa el envío de Díaz Pardo! Increíble coincidencia! Fue una sorpresa muy linda, ya que realmente no recordaba el diseño con exactitud, pero haciendo “autocrítica”, reconozco que el asa del pocillo no quedó bien resuelta: es incómoda, poco funcional (quizás pudo haberse ahondado más en el interior). De cualquier manera, fue una interesante experiencia. Estoy intentando algunos diseños (incluso objetos inútiles y modulares), pero aún no logré nada convincente, claro que esto lo hago como descanso y a ratos perdidos.
Bueno Luis, sigue ofreciendo de todo a manos llenas: muy buen cine (ahora, con la “nueva libertad”, se da de todo), conciertos estupendos, muchas exposiciones y “experiencias” del momento y por supuesto la última moda de café concerto (con “canciones de protesta”). Además y con la llamada apertura política se lee y se ven por televisión entrevistas y polémicas con gente de todos los partidos. Se habla mucho, se dice poco, y lo triste es ver cómo se agiganta la figura de Perón. Peor aún es la seudo filosofía política que se va tejiendo alrededor de “lo que hizo”, olvidando e ignorando todo lo que este sinvergüenza hizo en realidad. Eso resulta aún más increíble en gente que inclusive fue perseguida, encarcelada. En fin, no entiendo nada y lo peor es la sensación de inestabilidad y falta de futuro.

Anita y los chicos (cada vez más grandes) los recuerdan con mucho cariño. Reciban un gran abrazo

Enrique

1971-06-04 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Anita de Goldstein, a Enrique Goldstein
A Coruña
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Anita de Goldstein, a Enrique Goldstein en 04/06/1971


La Coruña, 4 de Junio de 1971

Arquitecto Enrique Goldstein y señora
Buenos Aires

Queridos Anita y Enrique:

Después de unos veinte días dedicados a Roma, Barcelona y Madrid, un itinerario de español renacentista, estamos en La Coruña gozando de nieblas y lluvias y de un mar extraordinario color de acero cuyo horizonte se pierde en la niebla. Volvimos a ver muchas cosas de Roma, entre ellas nuevamente el Museo de Arte Moderno con algunas piezas realmente extraordinarias y del que creo hablamos alguna vez, pues está reformado desde hace alrededor de tres años o quizá cuatro. Algunas piezas impresionantes del futurista Boccioni, sobre todo su escultura y las últimas novedades muy envejecidas, a muy pocos años de haber sido ejecutadas. Díaz Pardo acaba de construir un robot que me parece más interesante que gran parte de esas piezas, es figurativo, canta canciones comprometidas y toca el violín. Estos días les envió a ustedes el juego que Enrique había diseñado hace algunos años para hacerlo en Magdalena y que se hizo aquí. Quedó muy bien y es además muy original. Creo que debiera diseñar algún otro, es una experiencia importante. Por mi parte, empiezo a trabajar. Hasta ahora no tuve demasiadas ganas, es necesario al cambiar de país, de clima, de luz, etc., volver a adaptarse. Lo mismo me ocurre en Buenos Aires, cuando regreso, tardo quince o veinte días en volver a la trabajo normal, incluso las primeras obras que hago no me satisfacen. Esta vez pienso grabar mucho, todo lo que pueda, pues tengo, es casi seguro, una gran exposición en Madrid el próximo invierno.
Hoy escribo poco con la esperanza de que ustedes me contesten enviándome noticias de esa, las opiniones de ustedes y de los amigos sobre lo que está sucediendo políticamente en esa, sobre exposiciones, creo que es muy importante la de Calder* y sobre la vida cultural de Buenos Aires que afectan a la ciudad y al país entero.
Por favor, contesten las cartas. Vamos a pasar bastantes meses aquí y necesitamos saber de todos los amigos de esa, de todos ustedes.

Un gran abrazo para los amigos comunes y para Anita y usted de Maruja y mío:

[Seoane]

1970-03-16 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein, a Anita de Goldstein
A Coruña
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein, a Anita de Goldstein en 16/03/1970


La Coruña, 16 de Marzo de 1970

Sres. Anita y Enrique Goldstein
Buenos Aires

Mis queridos amigos:

Debí haber escrito antes, pero, por razones de trabajo para la fábrica de Sargadelos, por cumplir el encargo de ilustrar el Martín Fierro que me hizo una editorial madrileña, encargo que acabo de terminar, son cincuenta y tres dibujos a la aguada y tratando de pintar para la exposición de abril en Madrid, se me fue pasando el tiempo, tres meses. Únicamente, estuvimos en Londres unos diez días, escapamos cuando nos dijeron que del 24 de diciembre al 2 de enero todo o casi todo se cerraba y nos fuímos a Barcelona. Teníamos la experiencia de un viernes santo en Zurich, donde apenas si conseguimos desayunar muy tarde y en cuya ciudad pasamos el día más aburrido de nuestra vida. Volvimos, pues, a ver los museos catalanes y entre todos el Museo Picasso que, a partir de estos días, contará con novecientas obras más que el pintor acaba de donarle, totalizando con ellas alrededor de las 1.400 obras. Un Museo extraordinario por muchos conceptos entre los que cabe destacar luego de la obra de Picasso el palacio gótico que la encierra. Después fuímos a Madrid y por último, hemos venido a Galicia. No hemos hecho otros viajes y por esta temporada no viajaremos más, solamente el de regreso a Buenos Aires que será a fines de Mayo, después de un Congreso europeo de diseño industrial que se celebrará aquí en La Coruña para ese mes, creo que a mediados. Sospechamos que mientras tanto una buena parte de los amigos habrán pasado sus vacaciones en Punta del Este huyendo del calor que se anuncia como tórrido en Diciembre. Nosotros pasamos de los 34 grados de Buenos Aires a los dos grados bajo cero de Londres, salto de temperatura que resfrió a Maruja. Pero Londres conserva siempre, con frío y lluvia, una simpatía que hace olvidar su clima, por otra parte tan parecido al de Galicia. Hemos parado en un hotel que está en pleno Soho por lo que disfrutamos de la libertad del barrio, de su falta de convencionalismos y hasta de su falta de exhibicionismo, defecto tan de extranjeros habitantes de París que a mí me fastidian y que los mismos franceses rechazan hasta hacerles antipáticos. En Londres, resulta una consecuencia del sentido inglés de la libertad y del rechazo al puritanismo minoritario. Ellos se toman la libertad de hacer lo que les da la gana en su propio país y a mí esto me parece bien y me gusta. Pero ya hablaremos de todo esto. Ahora necesito que ustedes me envíen noticias de Buenos Aires, de ustedes, de los amigos, de lo que hacen y proyectan y de la ciudad. Tenemos muchas ganas de saber de todos. Mientras los sabíamos en Punta del Este, los suponíamos haciendo todos los días igual vida, o muy parecida de un día a otro, pero después del verano no es lo mismo.

Reciban Anita, los chicos y usted un gran abrazo de Maruja y mío:

[Seoane]

1969-03-03 Remitente
de Enrique Goldstein, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Enrique Goldstein, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 03/03/1969

ENRIQUE H. GOLDSTEIN / Arquitecto.

Buenos Aires, 3 de marzo de 1969

Sres. Maruja y Luis Seoane

Mis queridos amigos:

Sin atenuantes: reconozco que soy un vago, ya que en todo este tiempo no les he escrito, pero prometo enmendarme. Primero el viaje a Europa, luego este dichoso Buenos Aires con las complicaciones pre vacaciones, el trabajo y todo lo demás me han absorbido por completo. Ante todo Luis, gracias por los “pájaros”: los grabados son extraordinarios e imagino el éxito que tendrán; el texto (aunque me costó un poco...) es hermoso y me hizo recordar tantos lindos momentos que pasamos en Ranelagh. Por lo que nos contó Raquel Edelman (a quien encontramos en París) creo que estuvimos en Roma en la misma semana: no se imaginan la rabieta por el desencuentro. El viaje comenzó en París donde nos “pegamos” a Beatriz y Sergio. Gracias a ellos pudimos conocer las cosas no turísticas de la ciudad, sobre todo mucha gente, gente vieja y joven, gente de las calles, estudiantes, vagos, en fin, una maravilla. La sorpresa radicó en que ya no me resultaron parisienses antipáticos; me parecieron más abiertos al mundo y menos a la defensiva y preocupados por sus cosas. Además la ciudad y sus monumentos con la “cara lavada” me gustaron muchísimo más. Por supuesto visitamos varios museos y galerías “de vanguardia”(?!) y de las otras (una de Beckman en el Museo de Arte Moderno con infinidad de obras pertenecientes a colecciones particulares y varios museos). También hicimos una escapada a Vézelay (era mi novia secreta desde épocas de facultad): ese pueblo románico y esa joya de Catedral me quitaron el aliento. Con razón, Romain Rolland eligió ese lugar para vivir!
Después fuimos a Londres (siempre en compañía de Bea y Sergio: una pareja maravillosa con quienes además nos hicimos íntimos amigos): a pesar del frío y de la llamada “comida” quedamos impresionados por todo. La actividad es tremenda y nos mareamos de tantos conciertos, obras de teatro, cines y exposiciones. Además es un foco de buena arquitectura y urbanismo. Tuve la suerte de ver y estudiar ejemplos magníficos como el conjunto del Royal Festival Hall y el Queen Elizabeth Hall. Y, por supuesto, Hogarth, Constable y también la Wallace Gallery (que “descubrimos” por casualidad) con sus Rembrandt y Van Dyck. Pero a pesar de todo, estoy de acuerdo con un mozo español que nos atendió en un restaurante: los ingleses son como las aceitunas verdes. Muertos de frío, humedad y neblina nos fuimos por 3 o 4 días a Roma (ah!!!) y de allí a Israel, ya que Anita no quiso dejar de visitar la tumba de su madre. Reconozco que a pesar de haber ido con una buena dosis de prejuicios, me impresionó el cambio fabuloso en los diez años que no veía eso. Se nota una actitud de desafío frente a las cosas y lo van resolviendo a toda prisa. Hasta la gente es distinta y se parecen mucho a los latinos. Además de haber visto mucha arquitectura actual muy buena, pudimos visitar algunas ciudades árabes (Jerusalén, Hebrón, Jericó): fue lo más interesante y nos sentimos transportados 2 o 3.000 años atrás... hasta burros por las callejuelas (además del olor y las moscas). Demás está decir que todo fue debidamente fotografiado más de 500). De allí volvimos a París y el 24/IX regresamos a ésta: extrañábamos a los chicos como locos. Pero, por suerte, todo resultó bien y me esperaba un trabajo descomunal que todavía me tiene sujeto. A pesar de eso pude “escapar” a Punta del Este por dos semanas: descanso absoluto aislados en medio del bosque. Anita y los chicos han pasado todo febrero allí y mañana regresarán. El verano ha sido bastante caluroso y pesado: todavía tenemos días de 33º aunque espero que sean los últimos estertores.
Buenos Aires ha vuelto a poblarse, ya que dentro de una semana comienzan las clases... qué lastima! A Bernardo lo veo a menudo y dentro de dos días se mudarán definitivamente a Conesa, ya que hasta ahora estaban en Ranelagh. Bueno, nada más por el momento. Espero contestación.

Un fuerte abrazo.

Enrique

1968-12-17 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein, a Anita de Goldstein
Xixón
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein, a Anita de Goldstein en 17/12/1968


Gijón, 17 de diciembre de 1968

Sres. Anita y Enrique Goldstein
Buenos Aires

Mis queridos amigos:

Empezamos hace apenas unos días, una semana o algo así, a escribir a los amigos. Empezamos a necesitar respuesta, cartas de todos ellos que nos digan de sí mismos y de Buenos Aires. Nosotros hicimos el viaje de la manera que pensábamos: Nueva York, algunas ciudades alemanas, Dusseldorf, Colonia y Bonn y luego Roma antes de llegar a España. Las únicas sorpresas fueron el Museo de Arte Moderno de Roma, o mejor, el viejo museo totalmente renovado, puesto al día, con numerosos autores europeos incorporados y perfectamente situados con arreglo a la trayectoria que siguieron, espléndidamente distribuidas las salas e iluminadas. Pasó a ser uno de los más notables museos de Arte Moderno de Europa. En Barcelona, hemos visto una gran exposición de Miró, alrededor de 400 obras de pintura, escultura y grabado. Le hemos escrito hace algunos días sobre ella a Sofovich. Está dedicada a homenajear los 75 años del pintor y se une a ella la creación de un Museo Miró para el cual éste donó cuarenta obras. Al mismo tiempo, el Municipio de Barcelona le encargó un gran mural para el aeropuerto de la ciudad y la decoración de un trecho del piso de las Ramblas, igual que a Picasso. En cuanto al Museo Picasso, le incorporaron toda la serie de Las Meninas, aparte de nuevos grabados, lo que aumenta el Museo en unas setenta piezas aproximadamente. Barcelona se convierte con todo esto en una de las más importantes ciudades de arte de Europa: Museo de Cataluña, de arte Románico, pintura mural y escultura; Museo Marés, de escultura románica, gótica e imaginería española, estos dos Museos únicos en el mundo. Museo de Arte Moderno, en obras; Museo del Teatro con buena cantidad de bocetos y figurines de Gordon Craig y de la ópera rusa; Museo Picasso, y, pronto, el Museo Miró y el del traje, que va a ser, según parece, un museo muy completo. Aparte de ellos, existen colecciones inusitadas de filatelia, de sombrillas del siglo XIX, de abanicos, de cajas de fósforos del mundo, de naipes, de tabaqueras, etc., que dan idea del amor catalán por el coleccionismo. Pero de todo esto ya hablaremos con calma. En Madrid, hemos visto alguna exposición de pintores nuevos, una exposición Bauhaus y luego los museos tradicionales al que se añadió ahora el Museo de América, que dirige un *ex-compañero mío de Facultad y amigo mío, destinado hasta ahora a la América pre-colonial con piezas aztecas, mayas, incas, etc., pero al que se va a añadir la parte colonial y el arte actual de América.
Bueno, esto es todo. Iré escribiendo regularmente a partir de ahora, sobre todo tan pronto esté instalado en Galicia.
¿Cómo fué al viaje a París? Estamos deseando conocer noticias. ¿Cómo están todos? ¿Y Susana y Edgardo? ¿Está Sofovich en la nueva casa?

Escríbannos y reciba mientras tanto con el saludo para todos los amigos el abrazo de Maruja y mío:

[Seoane]

1967-08-04 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein en 04/08/1967


El Castro, 4 de Agosto de 1967

Arq. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Queridos Anita y Enrique:

Creo que debemos carta nosotros desde hace tiempo. No sé. Si ustedes deben, es lo mismo, tenemos ganas de escribirles y eso basta. Estamos en El Castro, en Galicia, en casa de Díaz Pardo donde estoy tallando una serie de 18 cabezas de personajes medievales gallegos con destino a jarras de porcelana y ensayando con esto escultura. Al mismo tiempo, continúa, con gran éxito, mi exposición en Münster, en Alemania, desde donde ahora me encargaron un álbum de grabados para una colección de la Galería Das Schwarze Schaft. Es la cuarta exposición desde que salí de ésa; Bonn, Colonia, Madrid y ahora Münster. En Madrid, pinté mucho y ahora, después de casi dos meses de descanso forzoso, pues me caí en una calle de La Coruña y me astillé el húmero por el hombro, comencé a trabajar nuevamente. A finales de setiembre regresaremos a Buenos Aires, no tenemos aún fecha y suponemos que lo encontraremos bastante cambiado. Estamos deseando verles el nuevo departamento, la puerta de entrada del edificio, saber en general que hacen y que proyectos tienen. También llegar al departamento de la calle Montevideo. Saber que pasó con el toldo, si resistió los vientos o ocurrió algo que alarmase a los vecinos. Nosotros, aparte del trabajo, gozamos del paisaje maravilloso de Galicia, de sus montañas, de sus bosques, del mar y de todo cuanto hizo el hombre en el pasado, viejos castillos medievales, monasterios e iglesias románicas y barrocas. Hace unas dos semanas estuvimos viendo en una capilla gótica de la montaña unas pinturas murales del siglo XV, en parte perdidas por el clima húmedo del país y abandono, con unas figuras de damas de entonces con complicados peinados y extraños sombreros. El sitio se llama Vilar de Donas, algo así como Pequeño Pueblo de las Dueñas o de las Señoras. Y el mismo día, a unos kilómetros de distancia, un espléndido monasterio barroco, con ejemplos de ornamentación abstracta labrada en el duro granito de Galicia que, pro su grandeza y originalidad, es seguramente uno de los más bellos de Europa. Lástima que este país quede tan lejos para las dimensiones europeas de casi todas las rutas de turismo. Pero bueno, ya hablaremos de todo esto. Ahora sólo se trataba de escribirles, de que tuviesen noticias nuestras. Ahora queremos las de ustedes. Escríbannos.

Un fuerte abrazo de Maruja y mío para los dos y besos para Danielito, Roly y Laurita:

[Seoane]

1967-04-14 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein
Madrid
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein en 14/04/1967


Madrid, 14 de abril de 1967

Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Ahora soy yo el que debo carta y paso a cumplir contestando. Estamos en Madrid quizá por un mes más, luego iremos a Asturias, pero antes, por tres o cuatro días, volveremos a Colonia donde el día 25 se inaugura una exposición mía de óleos para la que desearía un éxito similar al que obtuve con la de grabados en Bonn, que llegó a prorrogarse casi un mes. Aquí, en Madrid, inauguro otra de grabados en lunes 17. Esta ciudad está, desde luego, llena de interés en todo aquello que se refiere a arte del pasado, historia y costumbres populares. Como le dije en mi otra carta, o creo haberle dicho, nada en lo que tiene atigencia con la arquitectura nueva, o muy poco. En todo caso, los grandes ejemplos se refieren a ingeniería, o a las medidas que protegen la construcción que aquí hacen de la necesidad de tener los gremios sin pararlos, en un país cuyos campesinos emigran en masa como trabajadores a las ciudades y al extranjero.
Pero Madrid tiene un gran encanto si hacemos abstracción de muchas cuestiones, y, entre ellas, uno singular es el hablar con las gentes o visitar sus lugares de reunión habituales, las tabernas las noches de los sábados y todo lo que es el Madrid viejo. De vez en cuando, se encuentra por la calle una bruja de Goya, envuelta en paños negros y agitando billetes de lotería en lugar de una escoba que a fuerza de gracia en el decir le vende a uno un décimo. Por desgracia, no toca nunca nada porque el billete resulta embrujado, la bruja goyesca ha mirado antes el número con su ojo bizco sin dejar tiempo a algún conjuro eficaz. Habrá que pasarlo, antes del sorteo, por una joroba y en España, así como hay bastantes brujas, o que lo parecen, hay pocos jorobados. Habría que tratar de encontrar uno de eficacia probada resulta muy difícil. La pena es no poder hacer abstracción de muchas de esas cuestiones y alguna de éstas, como la política, es la que hace más difícil el total contento nuestro.
De arte vimos una exposición interesante de Lucio Muñoz, después de otra bastante menos a mi juicio, de Millares, ambos conocidos en Buenos Aires por haber expuesto en Bonino y en el Museo de Arte Moderno. Lucio Muñoz hace más coloreados su especie de relieves en madera, y Millares no logra superar su gusto por los materiales putrefactos a la manera de alguna moda pasada. Ahora se trata de volver al Art Nouveau, como se admite en algunas revistas femeninas para las ilustraciones y por la moda en general. Op y Art Nouveau conjugándose. Yo de todas maneras, prefiero esto a esos materiales sucios, negros y en descomposición que quisieron elevar a categoría de expresión de nuestra época, olvidándose de que la época, una época, encierra expresiones muy distintas, muchas veces opuestas y que esa variedad constituye su riqueza. Es una lástima que la historia de las costumbres y de la moda, capítulo muy importante de la historia general de la cultura, no sea de enseñanza obligatoria en los colegios secundarios. Esto evitaría la soberbia conque se muestra en su iniciación cada nueva manera estética, abriría paso a la modestia conque se debe intentar todo lo que se crea realmente original. Esto es algo en lo que no puede estar de acuerdo nuestro dictador estético R.[omero] B.[rest], en Di Tella. O si está de acuerdo, es para fastidiarnos. Nos alegramos mucho que estén ya en la Av. de los Incas y que hubiese quedado bien la puerta del edificio. Me gustaría ver como queda de día iluminándose hacia adentro y de noche despidiendo, como corresponde y no despertar a los dormidos, su luz hacia afuera. Escríbame de esto y de sus proyectos. Ese de los murales míos, reunirlos en un libro, aunque sea modesto, estoy sinceramente deseándolo, creo que es el único modo de que algunos de ellos queden. Pero en ese libro hay que hacer el homenaje debido a quienes los hicieron posibles.

Un gran abrazo de Maruja y mío para Anita, usted y los chicos, y todos los amigos comunes de:

[Seoane]

A partir del día 10 de mayo estaremos en Asturias. N/d es:
Luis Eguiburu (Para Luis Seoane)
La Calzada (Farmacia)
Gijón. España.

Y, a partir del mes de junio, de los primeros días, estaremos en La Coruña:
Luis Seoane
Parcelanas del Castro. Osedo
Sada. La Coruña
España.

1967-03-27 Remitente
de Enrique Goldstein, a Luís Seoane
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Enrique Goldstein, a Luís Seoane en 27/03/1967


Buenos Aires, 27 de marzo de 1967

Mis queridos amigos:

Carezco de excusas por mi silencio, pero... el atenuante es el hecho de habernos mudado al nuevo departamento. Qué lío: ya casi no recordamos lo que significa “intimidad”, pues no transcurre día sin que tengamos de 5 a 10 obreros adentro haciendo y rompiendo cosas (en casa de herrero...). Pero por suerte ya vamos terminando y las cosas van saliendo como queremos. Estamos muy contentos de vivir allí; respiramos aire puro y los niños no causan ni angustias de tenerlos encerrados ni problemas de falta de lugar como en el otro departamento. Esperamos ansiosamente vuestro retorno y en este caso el de Maruja como especialista en “parques, plantas y jardines”, pues desde ya tendrá que asesorarnos en la terraza, que parece se ha convertido en el centro de la casa. El mural luce magníficamente; el pobre Arranz tuvo que hacer 10 o 15 piezas para lograr el rojo de la tejuela que se había roto. Justamente hoy iré a comprar un reflector para iluminarlo bien, ya que de noche se incorpora al living. Les aseguro que no da ganas de moverse: la vista es fabulosa y la tranquilidad absoluta (el ruido de los trenes ayuda a dormir). En cuanto al vitral del hall de entrada sirve ya de referencia a todo el barrio. Nadie habla de la dirección sino “de la casa que tiene un vitral en la puerta”. Realmente ha quedado muy bien: sólo me resta iluminarla de noche, lo cual no deja de ser un problema, ya que el reflector que puse lo tuve que retirar porque encandilaba a los automóviles que circulaban por la Avenida. Supongo que ya encontré la solución. Por lo que nos cuentan, creemos que se van a empachan de ver tanto Picasso; realmente los envidiamos. Debe haber sido impresionante. En cuanto a las referencias de los Op, Pop y Cía. ya estamos hartos de verlos por todos lados: es que cuanto tipo que empieza a pintar no conoce otra cosa? Todavía no comenzaron las exposiciones, pero les aseguro que tengo avidez por algo que rompa con las “cosas” que se vieron estos últimos años (aunque creo que no es solamente un fenómeno local sino que ocurre también en Europa y USA). Lo felicito Luis por las exposiciones que tiene por delante. Este año quiero que hagamos sobre sus murales, no sé si impreso o en diapositivos, pero es hora de que se haga algo.
Bueno, espero que sigan sus éxitos y nos perdone el no haberles escrito antes. Besos a Maruja y a Vd., un fuerte abrazo.

Enrique

Nuestra nueva dirección: Avenida de los Incas 3295-14º 77

1967-02-23 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein en 23/02/1967


Madrid, 23 de febrero de 1967

Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Debí haber escrito hace tiempo ampliando las noticias precipitadas de mi primera carta, pero el cansancio del viaje y el trabajo que emprendí tan pronto llegué a Madrid, tenía verdaderos deseos de pintar, hicieron que fuese dejando de un día para otro mis buenos propósitos. Hemos hecho, ya lo sabe, un viaje exclusivamente dedicado a ver pintura y nos entusiasmamos, de paso que la veíamos, con muchos museos y ciudades. Nos hartamos del Pop y del Op de Nueva York. Volvimos a admirar a Paul Klee en Dusseldorf y a los constructivistas holandeses y rusos, Mondrian y Malevich sobre todos, en Francfort, una espléndida retrospectiva, con la de Dadá en París y las soberbias de Picasso, las tres oficiales y las otras de galerías particulares. Al mismo tiempo, todo lo que hemos podido de artesanía y arte popular en todas partes.
En Nueva York alcanzamos a ver los dos museos nuevos, el Whiney de Arte Americano y el de Arte Popular, los dos muy interesantes. El primero además importante como arquitectura, más racional, creo, para ese fin, que el Guggenheim, que a mí, perdóneme, no me interesó demasiado en cuanto a eso, a una arquitectura que debe sujetarse a las necesidades de un museo. Muy original, desde luego, la idea de la rampa en espiral, suponiendo que las obras deban verse paseando al modo turístico y que deba verse todo empezando por arriba y también original eso de que el espectador no pueda acercarse al cuadro, pero disparatado, puesto que a quien interesa la pintura tiene necesidad de acercarse a ella, casi de olerla y de tocarla, como me ocurre a mí, cuando no lo vigilan. Los museos de Nueva York son realmente notables. Pero ya hablaremos de esto a nuestros regreso.
En Madrid, gozamos de todo hasta de las huelgas, de las que supones apenas se dará noticia en Buenos Aires y nos sorprende la cantidad de edificación nueva siguiendo una política que no deje sin trabajo a los gremios de la construcción, lo que sería calamitoso para una ciudad casi exclusivamente burocrática. Existen 70.000 departamentos disponibles, eso dicen los diarios, que no puedo saber a quien van a ser alquilados o vendidos, ni creo que nadie sepa. Ahora estoy exponiendo en Bonn y dentro de unos meses, quizás cuando esté de regreso en Buenos Aires, lo haré en Colonia. Tengo también para octubre o Noviembre una exposición en México y la posibilidad de otra de grabados en Nueva York.
No sé nada de como quedó la puerta de la casa de ustedes en Av. de los Incas, ni si están ya habitando el departamento, ni la dirección. ¿Por qué no me escriben unas líneas?

Un gran abrazo para Anita y para usted de Maruja y mío, con otros para Susana y Edgardo y Beatriz y Sergio, y para Daniel, Rolly y Laurita.

[Seoane]

1963-12-10 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein en 10/12/1963


Madrid, 10 de Diciembre de 1963

Arquitecto Enrique Goldstein
Buenos Aires

Querido amigo:

Hace meses que no le escribo, o al menos así me lo parece. Estuve organizando la exposición de Madrid luego de la de grabados que presenté en La Coruña, y pinté mucho. Se exponen 91 obras en la muestra que se inauguró el día 26 del mes pasado y cierra dentro de unos días, el 15, de las cuales 35 son óleos, casi todos pintados en Ginebra, Galicia y esta ciudad. Constituye un éxito de crítica y público. Se han escrito numerosos artículos y notas críticas alrededor de ella y algunos sostienen, allá ellos, que fue la exposición más interesante del año. Nosotros estamos muy contentos. En la gran sala donde están colocados los óleos lucen, desde luego, los colores, de modo extraordinario y producen un buen efecto.
De Buenos Aires no sé apenas nada. Solo alguna que otra noticia contradictoria y más bien favorable a los nuevos gobernantes. La sensación que se tiene desde aquí es que el pueblo está más contento y optimista. Nosotros regresaremos en Enero o Febrero, queremos pasar aquí el Año Nuevo. Recordar las fiestas de fin de año en invierno. En Madrid ya empiezan a iluminarse los árboles de las calles y plazas con lámparas de colores, lo cual produce un gran efecto, aunque creo que, también como en todas partes y por influencia norteamericana, ya baja el Papá Noel desde el cielo en avioneta patrocinado por algún comerciante más hábil o de más capacidad económica que los otros. De pintura, hemos visto alguna exposición interesante. Se nota un retroceso del informalismo y los más jóvenes se adscriben al neofigurativismo o a un realismo crítico interesante, pero muy negro. Se nota un renacimiento del mueble y las artes decorativas por influencia de jóvenes arquitectos y artistas que sin perder de vista lo que hicieron dinamarqueses y finlandeses tiene un fuerte sabor nacional acentuando la vuelta al barroco que éstos también iniciaron. Son interesantes los trabajos en madera, en el mueble, los nuevos tapices y sobre todo lo que están haciendo en cesterías para lámparas y motivos decorativos en general. Lo espléndido de Europa en general, de España, en este caso, es la variedad de recursos artesanales que existen para poder aprovechar la variedad y riqueza de formas y temas heredados que pueden servir para orientar nuevas formas y asuntos. Muchas veces se le ofrecen ya estudiados y hechos al hombre que sepa verlos y utilizarlos con gracia y talento. La falta de orientación estética de las autoridades culturales o su incapacidad hacen que en uno y otro país este movimiento de recuperación y de innovación se retrase y, en el caso de España, además, la falta de industrias realmente preocupadas por estos problemas. Es ahora cuando se señala un renacimiento y él viene unido a otras aspiraciones de las que hablaremos a nuestro regreso.
Sospechamos que deben haber regresado ya a Buenos Aires los padres de Anita y que la madre estará absolutamente repuesta. Son muy agradables y nosotros pasamos dos días muy contentos a su lado en Interlaken, un sitio desde luego muy bello, pero que produce claustrofobia por sus montañas. ¿Qué es de Fiterman? ¿Qué noticias tienen de ellos? Cuéntennos alguna noticia de ésa. Nosotros les recordamos y algunas veces Maruja y yo comentamos los momentos agradables que pasamos en casa de ustedes que parecen muy lejanos a esta distancia y después de ocho o nueve meses. Terminada la exposición, volveremos unos días, en Enero, a Galicia, y entonces, posiblemente, volviendo a Suiza unos días, regresaremos a esa. Ya veremos. Escríbannos.
Reciban usted y Anita, sus padres y los chicos el afecto de Maruja y mío. A su padre le escribo también hoy o mañana. Un gran abrazo de:

[Seoane]

1963-10-16 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein en 16/10/1963


Madrid, 16 de octubre de 1963

Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estamos desde hace unos días de regreso en Madrid, donde me puse a trabajar con vistas a la exposición de grabados y óleos que se inaugurará el día 25 del mes que viene. Estoy muy contento del éxito en La Coruña (exposición que hice sólo de grabados), al que mis antiguos compañeros y amigos –los que piensan como yo– extendieron hasta convertirlo en una especie de homenaje. Hice algunos grandes cuadros y estoy trabajando en otros nuevos, pues quiero quedar lo mejor posible en un sitio en donde se hace una pintura muy distinta a la mía, más intuitiva e insistida de materia, menos despojada.
Nos produjo alegría la noticia del nacimiento de Rolando y me imagino la alegría de su padre y la de los padres de Anita cuando tuvieron la noticia, ya seguramente en Lugano y no en el encierro de montañas de Interlaken. Para nosotros fue una sorpresa y nos imaginamos la que ha vivido Daniel, despojado, así de repente, de un lugar único en la atención de los padres y abuelos y en el hogar.
Por nuestra parte, hemos hecho una vida sólo dedicada a contemplar en Galicia su mar y sus montañas y sólo muy de vez en cuando deteniéndonos en ver un monasterio, un castillo o una capilla románica. Hemos estado en Santa Tecla en el actual límite con Portugal, viendo una citania prehistórica muy bien conservada y los relieves que le pertenecieron. Contemplando sus muros que poco ha cambiado el hombre, en lo fundamental de su vida, desde aquella lejana edad. Con el matrimonio Dieste hemos andado en barcos de pesca acompañando a unos pescadores en sus faenas, durante dos tardes, en una ría maravillosa frente a la cual viven ellos. De los pescadores aprendimos lecciones de prudencia y saber, supimos como ellos escuchan a los peces y los distinguen por su sonido en las aguas y saben clasificarlos por la caligrafía que producen en el agua cuando se deslizan por ella. De la muy remota guerra que tienen entablada los pescadores y los delfines que les destruyen sus redes, pero al mismo tiempo, la simpatía que sienten hacia estos irónicos habitantes del mar los hombres que viven de la pesca. Uno piensa cuanto más referido a la naturaleza saben estos hombres que viven de la pesca. Uno piensa cuanto más referido a la naturaleza saben estos hombres que viven sumidos en ella, formando parte de ella, que todos los que tratamos de descubrirla en los libros o en viajes. En el pueblo donde vive Dieste los pescadores lo admiran por los grandes conocimientos que le suponen y porque sabe, si quiere, relatar sus vidas, pero Dieste a su vez los admira a ellos por todo lo que intuyen y conocen, por la profunda sabiduría que poseen de la que jamás hacen gala. Salvando distancias en el tiempo, deben constituir el mismo género de relación que debió existir entre Homero y su pueblo. Los pescadores se saben de memoria alguna obra de teatro que Dieste hizo hace mucho años que se refería a sus vidas y ésta para mí es la mejor literatura, la que el pueblo transmite verbalmente olvidando y añadiendo escenas hasta convertir la obra en leyenda. Esta es la maravilla de El viejo y el mar de Hemingway, obra por la que un viejo pescador me preguntaba como se podía conseguir, sin darse cuenta que él era o podía ser el protagonista de esa obra. El viejo de Hemingway es en todo caso su héroe natural, no impuesto, como puede serlo un general, un rey, o un político, extraños a su mundo.
Con esto queremos darles idea de nuestro género de preocupaciones y de nuestra vida. Cuéntenme de sucesos de Buenos Aires, de los amigos comunes, de todo. Escríbannos.

Con recuerdos para todos, reciban, con todas las felicitaciones por Rolando, el gran abrazo de:

[Seoane]

1963-09-08 Remitente
de Enrique Goldstein, a Luís Seoane
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Enrique Goldstein, a Luís Seoane en 08/09/1963

ENRIQUE H. GOLDSTEIN / Arquitecto / Córdoba 4045-Buenos Aires / Argentina.

Buenos Aires, septiembre 8 de 1963

Mis queridos amigos:

El viernes 30 de agosto tuve dos amables y gratísimas novedades: la carta de Vds. y un varoncito rubio que se llama Rolando y, por supuesto, es vuestro sobrino. Así es, mis amigos. O Anita tiene apuro por ver qué sucede con lo que lleva adentro o los niños de la edad atómica parece que tienen mucha prisa por conocer el mundo. Figúrense el susto que me llevé cuando el viernes al llegar a casa por la noche, me dice Fermina que Anita (a quien la hacía en lo del médico cumpliendo una de sus visitas periódicas) me estaba esperando en el Sanatorio, pues iba a tener familia. Bueno, lo gracioso es que así fué: al ratito de llegar al Anchorena y por suerte sin ningún problema, tuvo un pequeño de 2,400 kg. (200 gr. menos que Daniel). La verdad es que nos dio dolores de cabeza por dos o tres días, pero, por suerte, las cosas se encaminaron bien y es así como Rolando no molesta en absoluto: come bien y duerme, pero por suerte no llora y deja dormir. Daniel, como era lógico suponer, tuvo reacciones de celos, pero ya las superó, o mejor dicho, las está superando poco a poco, ya que no le queda otro remedio. En fin, que esto se está convirtiendo en un familión y Anita está muy contenta de tener tres hombres para que la mimen.
Bueno, vuestra carta nos puso muy contentos e imaginaros perfectamente lo bien que deben pasar las horas en Galicia y la verdad es que los envidiamos un poquito. En realidad, quien debe disculparse por no escribir soy yo, pero hemos pasado tantos y tan variados líos que sin quererlo uno va dejando pasar el tiempo. Las cosas aquí parecen un poco detenidas con esperanza de que el nuevo “Tata Dios” que asumirá el 12 de octubre las compondrá, pero, sin embargo, se respira con cierto alivio y si los que vienen no se ponen a fabricar teorías rebuscadas o toman medidas de corto alcance y poco vuelo, creo (o quizás sea “quiero”) que se encarrilará. Supongo que se habrán enterado del remate de las obras que tenía Palanza; es una lástima que una colección así se hay desparramado, ya que sólo muy pocos cuadros pudieron ser adquiridos por el Fondo Nacional de las Artes. (El retrato de Picasso se vendió en $4.550.000). Por suerte, la madre de Anita ya salió del Hospital y se fueron a pasar algunos días a Lugano; creo que dentro de uno o dos meses emprenderán el regreso. Reciban un fuerte abrazo de quien os extraña.

Enrique Goldstein

1963-08-26 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein en 26/08/1963


El Castro, 26 de agosto de 1963

Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Hace mucho tiempo, dos o tres meses o no sé cuántos, que no les escribo. Fueron pasando días y meses como horas tratando de sacarles todo el partido posible para el trabajo y la contemplación. Desde el 20 de julio estamos en Galicia, concretamente en La Coruña, de donde apenas hemos salido, viviendo en la casa de Díaz Pardo, al lado de su fábrica gallega de porcelana y si en Ginebra pude pintar y trabajar a gusto, aquí, en este mes, he grabado bastante de modo que dentro de unos días saldrán editados dos álbumes distintos de grabados, uno que se refiere a un tema de fiesta castellana y otro a una leyenda popular gallega: El toro júbilo y O meco. En Galicia, estamos encantados. Encantados es la palabra. Y vivimos a unos diez kilómetros de La Coruña, cerca de una ría y desde el estudio que me prestó Díaz Pardo, de 11 x 8 metros aproximadamente, veo el mar, montañas, bosques, los verdes más variados, castillos y monasterios medievales diminutos por la distancia, uno de los paisajes más maravillosos de Europa, que invita más que al trabajo a la contemplación y dejarse sumirse en el encanto. A esto hay que añadirle la cortesía general de las gentes, de pueblo, sus delicadezas para quienes como nosotros somos un poco ya extraños, forasteros, pues no pasa de cualquier manera un cuarto de siglo sin que algo cambie en todos, en ellos y en nosotros. Creo que si me quedase en Galicia, si pudiese, me olvidaría del mundo, tan singularmente bella es y tan amable. A pesar de que la conservábamos en el recuerdo como todos ustedes los amigos saben, el recuerdo se había acartonado, secado, convertido en clisé. Al verla nuevamente y vivirla, aunque sólo sea por días, nos hemos enriquecido y hemos añadido recuerdos nuevos, más nítidos, a los envejecidos.
No sé nada de esa o casi nada y, sin embargo, deseo tener noticias. ¿Por qué no me escriben? Ya sé que la culpa es posiblemente mía, o nuestra, pero escríbannos algunas letras. Yo les recuerdo a todos, a todos desearía tener conmigo aquí. ¿Qué noticias tienen de la madre de Anita y sus familiares? ¿Y Daniel? ¿Y Anita y usted? Escríbannos. Un gran abrazo para todos los amigos y para sus tíos, especialmente Rosita y su tío Enrique. (A su padre también le escribo hoy) y un fuerte abrazo para usted y Anita de Maruja y mío:

[Seoane]

1963-04-30 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein en 30/04/1963


Ginebra 30 de Abril de 1963

Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Queridos Anita y Enrique:

Recibimos sus cartas con la muestra de papel, espléndido, y precisamente para grabados o libros de lujo. Creo que es papel Japón nacarado y, si no, una muy buena imitación. Con ella las diapositivas que resultaron muy interesantes. Nunca me vi tan cargado de bultos. Aquí, en Ginebra, continuamos haciendo la vida que supongo haberles comentado en la anterior. Trabajo todas las mañanas, escribo cartas a los amigos y salimos a las tardes a recorrer la ciudad, ver galerías de arte y calles. El domingo pasado estuvimos en Ivoire, un pueblecito de Francia a orillas del Lago Léman y a 15 kilómetros de Ginebra, realmente encantador. Viejas casas medievales, arcos de medio punto y piedra por todas partes. Allí mismo a la puerta de una casa una maternidad ingénua, pero preciosa, labrada por un cantero del pueblo. Un sitio para quedarse a vivir si uno fuese pescador, o supiese como no teniendo dinero. Podría hacerse una casa toda de vidrio hacia al lago, con una vista de montañas, agua y pueblos al otro lado de la costa. Allí encontraré un solar con malezas, aguardando probablemente al turista suízo o francés que lo compre para hacer su casa de fin de semana. De mis posibles exposiciones, aún nada concreto. Gustan, se lo dije en las cartas anteriores, mucho mis obras, me hablan de exposiciones de grabados y de óleos por separado, pero aún no se pudo concretar nada. Es posible que en los próximos días tenga noticias firmes sobre mis asuntos. Lo malo de Suíza es que sus habitantes suspenden una conversación para hacer un viaje a París o a Amsterdam y uno queda sin respuesta hasta su regreso. Y, además, no tienen prisa, lo que es natural, están en su casa. He pintado unos diez cuadros, cinco, con diez grabados, están en la Galería Benador de aquí, una galería de la calidad de la de Bonino en Buenos Aires, pero más chica, y estoy bastante satisfecho con lo que hago.
Hemos visto nuevos objetos dinamarqueses y nuevos muebles. La línea parece cambiar. Buscan las curvas y en los objetos decorativos, representación de animales, etc., eliminan la línea recta. Es como si buscasen un regreso al Art Nouveau. Las últimas cosas no me gustan demasiado, pierden su carácter funcional y violentan la naturaleza de los materiales. En calidad resultan estar entre las ingenuas tallas de madera para el turismo y lo racional que ellos venían haciendo en los últimos años. Puede ser que sea algo pasajero. Hemos visto también una nueva exposición de Max Ernst en la sucursal de una galería de Nueva York que se acaba de inaugurar en esta ciudad. Son últimas obras del pintor y no compiten con las que en estos días están expuestas en el Museo de Zurich. El cuadro más caro de alrededor de 1 metro cuadrado vale 150.000 francos suizos. El más barato, del tamaño de media tarjeta postal cuesta 21.000 francos. Es decir, aproximadamente 4.500.000 pesos y 650.000 pesos respectivamente. La calidad no responde a los precios. Son unas sesenta obras, casi todas chicas y pertenecen al dueño de la galería, al señor Iolá, un griego de Nueva York que seguramente con esta sucursal de Ginebra busca burlar los impuestos del Estado norteamericano.
Ruty le dijo por teléfono a Maruja que la madre está bastante repuesta, cosa que nos alegra mucho. Nosotros pensamos volver a verles cualquier día de estos.
Por favor, pregúntele a su padre si recibió una carta mía, porque sé que alguna no llegó. Escríbannos. Saludos a todos los familiares de ustedes y a los amigos. Reciban Anita y usted de Maruja y mio un fuerte abrazo:

[Seoane]

1963-04-15 Remitente
de Enrique Goldstein, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Enrique Goldstein, a Luís Seoane en 15/04/1963

ENRIQUE H. GOLDSTEIN / Arquitecto / Córdoba 4045-Buenos Aires / Argentina.

Buenos Aires, abril 15 de 1963

Queridos Maruja y Luis:

Acabamos de recibir otra carta de Vds. justamente cuando nos disponíamos a contestarles la primera. Pido perdón por el atraso, pero supongo que todavía deben recordar este pobre país subdesarrollado de Sudamérica donde sus habitantes no responden a la exactitud europea y todo lo dejan para “mañana”.
Nos alegramos muchísimo por las buenas noticias que nos dan acerca de las exposiciones. Estamos positivamente seguros de que Luis triunfará. Creo que la gente allí debe tener la cabeza más despejada que en Buenos Aires para saber apreciar una obra de arte como corresponde y aunque digan que es difícil para un artista poco conocido en Europa, sus trabajos hablan por sí mismos sin necesidad de grandes preámbulos ni historias clínicas. El sábado estuvimos con los Sofovich en Ranelagh y justamente hablamos sobre este tema y, por supuesto, coincidimos.
Todos los extrañamos muchísimo y nos gustaría reunirnos y charlar con tantas veces lo hicimos, pero estamos contentos y en cierto modo resignados por la distancia al saber que tienen la suerte de hallar un clima más propicio que el que a nosotros nos toca vivir, y además que Luis encontrará allí más comprensión y empuje que en Buenos Aires.
Esto sigue estando igual o peor que cuando Vds. se fueron. Ya habrán leído algo sobre la última revuelta. Es realmente una calamidad y aunque se esperaba desde hace más o menos un mes, nadie pensó en una masacre de jóvenes muchachos como la que realmente ocurrió. En síntesis: la Marina junto con algunos elementos reaccionarios civiles y del Ejército (Gral. Menéndez, Toranzo Montero y otros) quisieron impedir el llamado a elecciones e instaurar una dictadura militar. Resultado: bombardeos por parte de la Aviación Naval y combates violentos en las zonas de la Magdalena y Punta Indio con muchos muertos y heridos. Al final, se rindieron en Puerto Belgrano y salvo 50 oficiales que se asilaron en Uruguay y Chile, los almirantes Rojas, Rial, Palma y otros fueron a parar a Martín García. Ahora leemos en los periódicos sobre juicios militares, etc., etc... y aquí no pasó nada. En fin, lo cierto es que cada día el desprestigio internacional crece e internamente se continúa con mayor tensión y menor “productividad” (según cálculos, hay aproximadamente 700.000 desocupados en los últimos meses).
Por supuesto, de construcciones y arquitectura es mejor no hablar.
En cuanto al asunto Otis, lo único que sé es por la carta que le adjunté en la anterior; supongo que la muestra debe haberse caído de manera que aquí le envío otra.
Las noticias que recibimos de los Fiterman son tan buenas que cada día tenemos más ganas de irnos para allí (espero que pronto lo podamos hacer). Alquilaron un hermoso departamento en un barrio “bian” (sic) (una especie de Palermo Chico, pero similar a Vicente López) y ya están trabajando. La dirección es: Ricardo A. Fiterman, Bart 5-Dto. 3, Ramat Aviv, Tel Aviv, Israel. Creo que no sería difícil que pudiera organizarle algo interesante y por las noticias que tengo los latinoamericanos son bastante conocidos y si no me equivoco Luis tiene más de un cuadro dando vueltas por Israel. El único problema residía en que Luis debería escribir los títulos en hebreo o quizás hacer los grabados al revés. Por suerte, el resto de la familia anda bien; todos trabajando y estudiando, para qué, lo ignoro, pero en algo hay que pasar el tiempo aunque creo que lo mejor es seguir el liceo militar (con minúscula). Es la única carrera con futuro.
Les envío dos fotos que tomé en Ezeiza cuando se fueron; dan la sensación de que llevaban “algo” de equipaje, no?

Hasta la próxima, y reciban un fuerte abrazo de

Enrique

1963-04-08 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein en 08/04/1963


Ginebra, 8 de abril de 1963

Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Acabo de recibir su carta, hoy, domingo, entregada con especial formalidad por un empleado de correos a las nueve de la mañana. Ayer tarde habló Ruty* con Maruja por teléfono desde Interlaken, y, seguramente, este fin de semana y de vuelta de Zurich, a donde tenemos que viajar el jueves, veremos a los padres de Anita y a su hermana.
Debió llegar a poder suyo una carta que le había escrito estos días pasados con noticias nuestras y de lo que fuímos viendo de más importante en los museos y galerías de las distintas ciudades de Suíza del norte, y participándoles que en la misma casa donde vive una amiga nuestra, funcionaria de la Organización Internacional del Trabajo, alquilamos un departamento de un ambiente para el tiempo que estemos aquí. Estoy pintando, tengo cinco cuadros nuevos, dos alargados de 1,50 aproximadamente por 50 cm., y otros tres más chicos. Nuestro viaje del jueves a Zurich lo hacemos para concretar una exposición de grabados en una galería destinada a este género de arte, a cuyos dueños entusiasmaron los que yo hago. También, aparte de Basilea, estoy en conversaciones con una galería de Ginebra, pero todo aquí es muy lento y objeto de muchas reflexiones y tropiezo con la dificultad de ser un pintor desconocido procedente de un país absolutamente ignorado en estas cuestiones. Si viniese de Nueva York o París, todo se hubiese resuelto en el acto, pues mis trabajos interesan mucho. En Zurich, tendré ocasión de ver esta semana la gran exposición retrospectiva de Max Ernst que prepara el museo, y aquí, en Ginebra, alrededor del 20, la del cubano Willfredo Lam, que desde hace años reside entre Nueva York y París.
Me sorprende la carta de la Otis, pero no me enteré exactamente de qué se trata ni de qué papeles, pues, en su carta, no venía la muestra que me anuncia. De cualquier manera, cuando me escriba, me gustaría saber qué es, a lo mejor, pienso, es papel para pruebas de grabado, en este caso, me lo guarda en la oficina o lo mete en el departamento de Montevideo. De todas maneras, para escribirle y agradecerle a Otis, deseo saber bien en qué consiste el envío. Perdóneme esta molestia, pero si es una atención que tienen conmigo, quiero agradecérsela, como le agradezco a usted su preocupación por esta cuestión. Nos alegró mucho la noticia de Anita y recordaremos la fecha, octubre, en que calculan se acrecienta la familia.
Me gustaría saber de Fiterman, Jenijovich, su tía Rosita, Edgardo y Susana, a todos ellos envío mis saludos. A su padre le hemos escrito también días pasados. Les recordamos a todos.

Un gran abrazo de Maruja y mío para Anita y Ud y Daniel, y otro más para usted de:

[Seoane]

1963-04-04 Remitente
de Enrique Goldstein, a Luís Seoane, a Maruxa Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Enrique Goldstein, a Luís Seoane, a Maruxa Seoane en 04/04/1963

ENRIQUE H. GOLDSTEIN / Arquitecto.

Buenos Aires, abril 4 de 1963

Queridos Maruja y Luis:

Supongo que al recibo de estas líneas mi cuñada Ruthy habrá hablado con vosotros y os habrá pasado los últimos chismes de este lejano y enloquecido país. Sabrán así que hubo (o quizás todavía hay) una bonita y marina revolución gorilista y nacionalista dispuesta a derrocar al actual “gobierno” e instituir una larga dictadura militar. En fin, es lo único que faltaba para acrecentar el caos en que vivimos (o más bien “duramos”).
No os imagináis cómo los envidiamos; el ambiente aquí es inaguantable y por ahora sin perspectiva alguna. Las perspectivas de nuestro viaje a Israel se ven muy bloqueadas por los líos de la enfermedad de mi suegra quien justamente hoy salió para Suiza en busca de un medicamento que según las informaciones es bueno. A esto se sumó la muerte de un hermano de mi suegro, los líos económico-financieros en que estamos metidos y que lo tienen muy preocupado a mi padre (mucho más de lo necesario), tanto que ya empecé a temer por su salud.
A estas feas noticias se agrega una muy buena, pero que también traba el viaje: Anita está embarazada y si esta vez no se equivocó en las cuentas, en octubre seréis tíos. En fin, que líos no faltan y cada día uno se harta más y más de este País. No vemos la hora de partir.
Luis: le adjunto una carta que papá recibió en el Estudio días pasados. Con ella entregaron un rollo con infinidad de papeles (cuya muestra le envío). Usted dirá qué debo hacer. Por ahora lo guardo en la oficina (vino de USA).
Muchas novedades no tenemos; salimos muy poco y vemos a muy poca gente. No se imaginan lo que os extrañamos, y más cuando vemos las fotos de vuestra partida en Ezeiza (en la próxima se las enviaré).

Reciban un fuerte abrazo de

Enrique Goldstein

[Manuscrito:] Muchos saludos de Anita. ¿Cómo va el trabajo?

1963-04-03 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein
Nova York
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein en 03/04/1963


Ginebra, 3 de Abril de 1963

Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estamos instalados por dos meses o algo más en Ginebra y hemos andado hasta ahora por Zurich, Basilea y Winterthur, deteniéndonos sobre todo en las dos primeras ciudades. Hemos visto muchas novedades surgidas desde hace tres años, sobre todo en los museos enriquecidos notablemente con espléndidas donaciones de particulares. Suiza, en general, nos gusta. Hemos visto poca arquitectura nueva, aparte de la que habíamos visto en nuestro viaje anterior. Los edificios nuevos en Basilea y Zurich son sólidos, parecen muy bien construidos y responden al funcionalismo que resulta ya clásico. Lo más sorprendente es el destierro casi definitivo, para las nuevas decoraciones, de todo lo que no sea “nuevo diseño”. En los ambientes que se hacen se admite en general un detalle de “art Nouveau”, una mecedora, un sillón, o cualquier otro mueble que mezcla esas formas casi vegetales con la severidad de las líneas actuales. El “art Nouveau” vuelve por sus fueros. Hace dos o tres años se hizo en Zurich una gran exposición dedicada a él y otra de Van de Velde, con su obra de alrededor de 1900, muebles, tapicerías, pinturas, que derivaban en general a ese estilo. Como es natural, no pude ver esta exposición, pero pude ver fotografías, y un catálogo, y me encontré con sorpresas como algún grabado en madera fechado en 1893, creo que para ilustrar algún libro, de carácter abstracto. Hay que pensar que entre sus amigos franceses de entonces se contaban a Maurice Denis y a Maillol. André Gide habla de él en su diario sólo para pedir que no le gustaba comer fruta que la consideraba solamente como adorno, como objeto de contemplación. Si André Gide hubiese puesto más atención a la obra de Van de Velde hubiese, seguramente, advertido que la fruta era para este gran artista, por aquella época, alrededor de 1900, no solamente objeto decorativo, sino como los vegetales en general, fuente de ideas par muchos de sus dibujos. A André Gide que debió causarle asombro este hombre que no comía fruta, no pensó, quizá, entonces, en qué fuentes humildes nacen muchas veces los estilos de arte.
Hemos visto tres exposiciones muy importantes, de Jawlensky, aquí en Ginebra; de Paul Klee, en Basilea y de Jacques Villón en Zurich. Tres grandes pintores muy distintos y para quienes la pintura fue un lenguaje, lo es en el caso de Villón, destinado a reflejar un mundo. Jawlensky, un artista ruso que salió de su país por 1900, abandonando su carretera militar y que pasó su vida de pintor entre Alemania y Suíza, es un pintor místico en la última etapa de su vida y, con solo el tema del rostro, hizo cuadros maravillosos que tienen el sabor de antiguos íconos sin que se les parezca en nada. Paul Klee es un extraordinario pintor lírico que no abandona al pintor ni su humor ni su gusto por la música y Villón, tan grande como ellos, es un racionalista, un heredero de Descartes, un pintor que no puede abandonar la lógica ni la razón. Admiro a los tres, pero prefiero a los dos primeros. El Museo de Berna que parecía en 1960 ser un museo de poco interés comparándolo con los de Zurich y Basilea, se engrandeció también notablemente. Antes era casi únicamente Paul Klee su atracción principal hoy son Paul Klee y Juan Gris. De este último tiene algún cuadro más que el de Basilea y además cuenta con excelentes Picasso, Braque, Chagall, Leger, etc.
Éstas son las noticias que puedo hasta ahora contar. No muchas. Estos días empecé a pintar y tengo en proyecto una exposición de grabados en Zurich además de la posible de Basilea, suspendida una vez y sin fecha hasta ahora. Me gustaría que me contasen algo de Buenos Aires. No tenemos más noticias que las de Le Monde de París que más bien son alarmantes.

Muchos cariños de Maruja y míos para Anita y Ud. reciba el abrazo fuerte de:

[Seoane]

N/d:
4-6 Rue du Lac. Ap. 59
Ginebra

1958-11-30 Remitente
de Enrique Goldstein, a Luís Seoane
Washington, D.C.
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Enrique Goldstein, a Luís Seoane en 30/11/1958

Washington, 30/11/58

Estimado Seoane:

No puede imaginarse con qué alegría recibí su atenta carta. Con sorpresa, veo que ni siquiera se han molestado en notificarle que habían expuesto dos obras suyas, lamento no poder complacerlo con el catálogo, pues hemos dejado todos los papeles, libros y folletos en New York, pero no recuerdo bien si entre otros envíos que hice a Buenos Aires se halla ese catálogo. Le ruego lo llame a mi padre por si acaso lo haya recibido.
A pesar de las opiniones que ya le describí acerca de los americanos, le advierto que como Vd. y el Arq. Coire, yo también pienso que tienen mucho de bueno y estoy dispuesto a aprovechar todas las enseñanzas. Tuve la fortuna de conocer mucha gente que con un criterio absolutamente libre de prejuicios me ha mostrado trabajos y proyectos. Ahora estoy a punto de comenzar con una beca; ignoro si esto será mejor o peor que el estudio privado, puesto que el programa ya trazado es bastante rígido y para colmo de males han cambiado las bases propuestas. De todas maneras, estoy dispuesto a aprovechar todo lo posible antes de regresar. Le he escrito al Arq. Coire para felicitarlo y a la vez para ponerme a sus órdenes en lo que necesitare; sé que Buenos Aires haría falta mucho material que creo podría conseguir; como no estoy muy seguro de la dirección e ignoro si recibió mi carta, le ruego lo llame y le haga saber que deseo colaborar de alguna manera, de modo que si le interesa algo, me escriba. Es un gran profesor a quien estoy sumamente agradecido, de manera que ahora me siento en el deber de cooperar en algo, y sinceramente creo que desde aquí podré serle útil.
Hoy estuvimos de recorrida por las National Gallery: es impresionante la calidad de las obras expuestas, sobre todo los pre-renacentistas y los Grecos; no puedo opinar sobre el resto porque todavía no he visto ni la sexta parte del Museo, pero lo que sí pude apreciar es al “visitante” en cuanto entran, se alquilan una radio-guía y se “caminan” todo el Museo en media hora, ¡qué capacidad perceptiva!
Desde ya, paladeamos la empanada gallega prometida... y el buen café que tanto extrañamos.

Reciban Maruja y Vd. un gran saludo de “vuestros amigos en el exilio”.

Enrique Goldstein

1958-11-26 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Enrique Goldstein
Bos Aires
Nova York
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Enrique Goldstein en 26/11/1958


Buenos Aires, 26 de noviembre de 1958

Sr. D. Enrique Goldstein
New York

Estimado amigo:

Recibí su carta de New York que agradecí mucho así como la reproducción que me envió desde Italia. No tenía la menor noticia de la exposición de las Naciones Unidas. Quizá se trate de algún cuadro y dibujo adquiridos ahí en la muestra que hice en ésa hará dos o tres años, tampoco pude saber exactamente que obras son. El dibujo es probable que forme parte de una serie hecha alrededor de 1950. Me gustaría que si le fuese posible y no le resulta demasiado molesto me consiguiese un catálogo. De todas maneras, me alegro que les hubiesen gustado y que gusten, con las otras obras de arte argentino, al público de esa pues de aquí no se tiene apenas noticia alguna, por lo que Ud. mismo pudo ver, de lo que se viene haciendo en pintura, como en las otras artes y pienso que, en general Argentina puede ocupar un puesto discreto entre los países más destacados.
He trabajado mucho durante este año. Para su padre hice algunas obras de las que estoy contento, entre ellas un vitral que creo que será importante. Comprendo su desilusión cuando escribe sobre la cultura del profesional americano y sobre la arquitectura que hacen. Algo de eso me ocurrió a mí hace casi diez años con muchos aspectos de Francia e Inglaterra, pero pienso que cada país tiene siempre al lado de muchos fracasos y de aspectos decepcionantes otros buenos o relativamente buenos que pueden servirnos de acicate y enseñanza. En cualquier caso, la estadía y el estudio en ellos de todas las cuestiones que nos afectan sirve para establecer nuestra medida, situarnos en la realidad y darnos impulso para el trabajo futuro. Supongo por su carta que este viaje le habrá servido, como me sirvió a mí el último, para darse cuenta de que entre el desorden administrativo y político argentino, existe también una seriedad fundamental y capacidad que no tiene la propaganda exterior necesaria.
Comentando con Coire* su carta (a quien acaba de nombrarlo decano de la Facultad de Arquitectura), estabamos de acuerdo de que aún con cansancio y con todas las desilusiones, Ud. debe aprovechar al máximo lo que pueda ofrecerle Estados Unidos sin precipitarse por el regreso.
Perdóneme este comentario, pero si le parece una impertinencia de nuestra parte, redúzcalo al carácter de tal, simplemente de un comentario. Aproveche todo lo que pueda de los norteamericanos, eso es también útil para nosotros aparte de lo que pueda serlo para usted.
La empanada gallega está desde luego comprometida para su regreso con la esperanza de poder gozar de los diapositivos y para poder charlar con ustedes de su viaje.

Reciban Anita y usted los saludos de Maruja y míos y usted el gran abrazo de su amigo.

[Seoane]

1958-10-31 Remitente
de Enrique Goldstein, a Luís Seoane
Nova York
Transcrición

Transcripción da epistola de Enrique Goldstein, a Luís Seoane en 31/10/1958


New York, 31/10/58

Estimado Seoane:

Acabo de ver con gran sorpresa y alegría 2 obras suyas en un Festival Internacional de Arte de las Naciones Unidas, organizado por la Federation of Jewish Philanthropies of New York. Fui sin saber en realidad de qué se trataba y puede imaginarse la impresión que recibí cuando si bien transpuse el umbral me topé con sus cuadros acompañados con obras de Alberto Presas, Pettoruti, Pierri [Orlando] y Raquel Forner. Sin querer, me sentí henchido de orgullo al oír los comentarios del público acerca de la pintura argentina y en especial de Vd. Ahora bien, a pesar de todo tengo que hacer algunas críticas (no a Vd., no se enoje), los salones forman parte de un edificio de oficinas recientemente terminado por Mies van der Rohe pero que todavía no han tenido tiempo de concluirlos, de manera que, el techo muestra todas las cañerías y conductos, las paredes están sin revocar, etc., etc. La sensación general es caótica, acentuada aún más por la disposición de paneles, cuadros y luces que muchas veces molestan.
Han llegado a colocar un Greco al lado de una escultura abstracta y un Dalí! Pero, de todas maneras, es una muestra interesantísima. Le ruego me diga si puedo ser útil en algo o si necesita alguna cosa de Estados Unidos, que lo haré con el mayor gusto. En realidad, después de haber visitado Europa, esto no me gusta. Ver la arquitectura de New York ha sido una desilusión, actualmente se hace una especie de “academismo moderno”; todos los edificios son iguales: grandes bloques de cristal, aluminio y acero. La “técnica” se ha tragado a la arquitectura y al hombre. Tampoco me gusta cómo trabajan. Visité varios estudios y conversé con muchos arquitectos y pude apreciar lo desastroso que resulta la “súper-especialización” en la arquitectura. Y mejor no hablar de cultura en general: eso es pedir milagros. Estoy cansado de oír que Río de Janeiro “es” Buenos Aires y que el estrecho de Magallanes queda en África. Casi no lo puedo creer y menos tratándose de colegas.
No niego que sea un gran país con muchas cosas buenas, pero a pesar de todo no cambio Buenos Aires por New York. Ya estamos un poco cansados de tanto correr y ansiamos regresar. He tomado ya cerca de 900 diapositivos en colores de todo el viaje, la mayor parte de ellos son de obras de arte y ciudades, de manera que si cuando cuando regresemos nos ofrece una buena “empanada gallega” se los mostraré (única condición). Ansío estar en Buenos Aires y comenzar a hacer arquitectura de una buena vez, aunque para ello haya que matar a algunos propietarios.

Mis saludos a su señora y reciba un gran abrazo de quien desde el “exilio” los recuerda.

Enrique Goldstein