PROXECTO EPÍSTOLAS

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7 MENCIóNS A Miguel de Cervantes (1547-1616)

Soldado, novelista, poeta e dramaturgo español. É considerado unha das máximas figuras da literatura española e universalmente coñecido por ter escrito Don Quijote de la Mancha.
Epístolas
Mencionado/a [7]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1946-12-24 Mencionado/a
Carta de Juan Roura Parella a Lois Tobío Fernández, 1946.
Middletown
Montevideo
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Juan Roura Parella a Lois Tobío Fernández, 1946. en 24/12/1946

THE HONORS COLLEGE
WESLEYAN UNIVERSITY
MIDDLETOWN, CONNECTICUT

Señor Don Luis Tobío
Montevideo
24 diciembre 1946

Querido amigo:
Vuestra carta, que llegó hace tres días, nos produjo mucha alegría. El chico está hermosísimo. Teresa afirma que se parece a los dos. A mi me parece que en este momento el rostro se asemeja a la madre, excepción hecha de los ojos y que todo el gesto del cuerpo en movimiento es puro Luis Tobío. Sea como fuere el chico es preciosísimo y los felicitamos muy de veras.
No he vuelto a mi apartado desde el día que llegó su carta, ni he leido periódicos, ni he escuchado la radio: una fuerte nevada con un frío polar nos tiene recluidos en casa donde la temperatura, como en todas las casas americanas, es tropical. Digo esto porque a lo mejor Franco ha caido ya o ha hecho modificaciones en su Gobierno. Franco se va – se piensa en los medios internacionales de New-York –no tanto por el latigazo de la U. N., que quizás como español le daría ánimos todavía para seguir adelante, sino como consecuencia de la grave situación económica interior, que aquí se conoce con detalles. Caerá a pesar del apoyo de los católicos de este país con monseñor Spelman a la cabeza, nuestro peor enemigo. "The dice are cast" y no hay Dios que le salve. Esto lo ve todo el mundo claro. Lo que ya no se ve tan claro es lo que viene despues. ¿Intentarán los ingleses poner un Rey? ¿Podrá la República hacer frente a la honda crisis económica? Cuando se dice la República se piensa naturalmente en los hombres de la República. Desgraciadamente no se tiene ninguna buena opinión de nuestros hombres. Tampoco yo la tengo. Los he conocido de cerca en México. Me han dado pena y tristeza en New-York. Creo que hubiese sido un gran bien para el futuro de España que la emigración se hubiese llevado para siempre a tantos y tantos alquimistas políticos, jóvenes y viejos, que de la aptitud de gobierno apenas si tienen otra cosa que el afán de mando. La situación creada en 1936 no vino por generación espontánea sino en virtud de errores concretos cometidos por hombres que cual figuras de museo no se resisten a morir. Quizás sea todavía más triste el panorama diplomático que Ud. conoce mejor que yo. Qué Dios me perdone mi ignorancia: fuera de José Carner y Ud. apenas si veo otros hombres que hayan superado el inveterado provincialismo español, que confunde el arte de negociar y representar con los criterios jurídicos o la teoría política. Todavía ayer, diplomáticos que se dejan sustraer importantes documentos de sus cajas fuertes o pierden las llaves o en la huida se dejan los archivos sin destruirlos ... Hay, hombres cuya presencia en el Gobierno tenía que haberse pesado mucho porque con razón o sin ella estuvo en tela de juicio su gestión consular, que "ingenuamente" sacan de la caja fuerte de la embajada de España en México documentos, que, con el escándalo consiguiente, permiten poner las manos en los venerables restos de Hernán Cortés ...
Es explicable, si no justo, que la imagen de España al exterior sea tan pobre y lamentable. Para mi es muy doloroso. Es doloroso que un día en una cena de gente "culta" en New-York una dama diga que España, excepto Cervantes, no tiene literatura clásica o que me pregunten si tenemos canciones clásicas en mi país o si hay orquestas en España o si todavia matamos a las gentes en las calles como en tiempos de Lope de Vega. Todo esto provocaría mi risa o mi desprecio, o valdría la pena darle un solemne puntapié al mundo si no necesitáramos este mundo. Y lo que se puede conseguir depende de la imagen que se tiene de nosotros y de la capacidad de hablarles en su propia lengua, esto es, penetrar en su modo de pensar y sentir y decirles, cuando conviene, precisamente lo que quieren oir.
No quisiera que estas reflexiones mías entibiaran su entusiasmo. Todo eso lo conoce Ud. tan bien como yo. Pero quizás sea una sabia prudencia preguntarse antes de que llegue el momento de la partida: Cuando tendremos que regresar a América? Creo que la fe auténtica es la que supera la duda. Es cierto: no es hora de quejarse sino de trabajar y utilizar lo que se tiene a mano. Pero con esta fe que conoce la duda se pueden evitar pasado errores y construir en el presente firmes bases para el futuro.
He ido alguna vez al Vake Succen [?] donde tengo algún amigo. Es un ginebra en "mangas de camisa" pero es posible que las "mangas de camisa" consigan lo que en Ginebra no pudo conseguir el "frac". Ahí está Marin (en la Sección política) el general Durán (en la social) y la hija de Caner en el cuerpo de traductores. España cuenta con buenos amigos en Vake Succen entre los representantes extranjeros.
Estamos aquí, en esta pequeña ciudad de New-England, desde septiembre último. La Connecticut River da una singular belleza al paisaje. Está a unas 60 millas de Smith College. No he visto a López Rey quien me anunció su boda con la señorita Arroyo que no conozco. Ahora estamos bien, después de una dura temporada en Pendle Hill, donde Teresa tuvo que ser operada de urgencia de un aborto que la dejó maltrecha. Tengo poco trabajo y muchas ocupaciones sociales y académicas. Esta pequeña universidad (650 alumnos en tiempos normales) pasa por una de las tres mejores, entre las pequeñas, de este país. Todo es aquí muy diferente de allá. Los profesores son very nice y los alumnos tienen una ingenuidad sin límites. [continúa pola marxe esquerda]: Quisiera tener tiempo, antes de regresar a España, de terminar un par de trabajos que tengo muy adelantados: la traducción inglesa de mi "Spranger y las ciencias del espiritu" y de mi, "El pensamiento de Dilthey". ¿Habrá tiempo?
[Despedida na marxe esquerda da primeira páxina]: Adios amigos, o mejor hasta pronto. Con un afectuoso saludo a su esposa y nuestros mejores deseos para un feliz año proximo, muy cordialmente J. Roura [sinatura autógrafa]

1948-02-29 Mencionado/a
Carta de Otero Espasandín e Ortiz Alonso a Seoane. 1948
Nova York
Waynesburg
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Otero Espasandín e Ortiz Alonso a Seoane. 1948 en 29/02/1948

Nuevas señas: 44, East Wayne Street
Waynesburg, Pa. USA
29 de febrero de 1948

Sr. D. Luis Seoane
Buenos Aires

Querido Luis:

Ayer, mientras nos hallábamos con las manos hasta el codo en la tercera mudanza –que no lleva trazas de ser la última– nos llegó tu carta fecha 23 del corriente. Con los riñones medio averiados de cargar libros y todo lo cargable ayudado por dos alumnos y por Alicia y Cuqui, me pongo a escribirte la respuesta en el nuevo mechinal; para colmo me encuentro un tanto resfriado y con la cabeza un tanto hueca, así que no te extrañes si el nivel de la correspondencia se interrumpe con un bache o precipicio mayor de la cuenta. En primer término, debo decirte que llegó el mamotreto de Hurtado y Palencia con todos los atributos de la sacrosanta cochambre nacional. Me va a prestar muy buenos servicios, pese a todos los pesares, y te agradezco como se merece un obsequio de esta monta económica. Estoy leyendo ahora un libro sobre Cervantes publicado por la Universidade de Oklahoma con ocasión del centenario; su autor es un inglés que ha residido muchos años en Portugal y España, donde fue corresponsal de un importante diario londinense; ha escrito muchos libros sobre autores ibéricos, entre ellos uno sobre Gil Vicente, otro sobre Fray Luis, otro sobre Arias Montano; es autor del libro o antología portuguesa publicada por la Universidad de Oxford y similar al de poesía española editado por Fritz–Maurice Kelly y ahora corregido por Trend. Sospecho que el autor es católico, aunque no estoy seguro, pero aun así, ¡qué amplitud de ideas y qué generosidad y documentación ante el autor del Quijote! Nuestros profesores de literatura, aun los de la talla de Hurtado y Palencia, producen una impresión lamentable por comparación con este hombre de letras, ahora residente en la Columbia Británica. Todo cuanto afirma sobre Cervantes va respaldado con multitud de citas al pie de la página tomada a veces de las obras menos leídas de nuestro Manco: el Persiles, los Entremeses, comedias apenas editada, etc. Hay alguna coladura en pequeños detalles, no tanto relativos a Cervantes como a otros aspectos de nuestra literatura, pero se los perdonas con gusto por el horizonte de conjunto y las vías de interpretación cervantina y literaria en general que despliega. Pero no pude terminarlo por culpa de la dichosa mudanza, así que si algo nuevo se me ocurre, te lo diré en la carta siguiente. Aquí, seguimos haciendo nuevas exploraciones. El pasado domingo un señor nos llevó hacia el suroeste, hacia el estado de Virginia del Oeste, a unos cincuenta kilómetros de ésta. Había una luz excelente y tuvimos ocasión de explayar la vista sobre un círculo de colinas dilatado, de espléndidos contrastes y armonías. A veces te encontrabas frente a frente de una cañada de robles y sicómoros, éstos de blanco a la manera de los bidoeiros o de los álamos blancos de Galicia. Otro curioso aspecto del paisaje por esta parte son los derricks del petróleo o del producto afín al petróleo, el gas natural. A esta circunstancia débese que el gas de cocinar sea aquí baratísimo, pues no necesitan extraerlo del carbón, sino del suelo directamente. El dueño de la casa donde ahora vivimos es un técnico de una campaña petrolera y me prometió llevarme consigo cuando vayan a perforar la corteza terrestre en busca de un depósito de este producto. –Hace cosa de una semana Alicia y yo fuimos a dar uno de nuestros frecuentes paseos; por la noche había caído una respetable nevada, pero los días precedentes a la nevada habían sido realmente primaverales. Como consecuencia, habían llegado del sur grandes bandadas de una especie de pájaro de la familia del tordo que aquí llaman robin por tener el pecho colorado como el robin europeo. Los pobres estaban chasqueados, pues el tiempo les había jugado una mala pasada, y se refugiaban a la orilla de los regatos, único sitio donde podían encontrar algo de comer. Ayer una gran bandada se posó delante de nuestra casa; Cuqui fue la primera en advertirlos y dio la voz de alarma, así que inmediatamente salimos a la ventana a verlos. Es un pájaro realmente hermoso con su pecho anaranjado, su cola larga y con una mancha blanca en el arranque de la cola. Esto quiere decir que la primavera está cerca, si bien hoy han caído copos de nieve durante todo el día. Ayer por la noche hizo bastante viento, y como estamos mismo al lado del parque del colegio, durante toda la noche, al despertarme, sentía el zumbar del viento en los árboles, que a Alicia le causaba miedo y a mí una dicha extraordinaria, pues me traía a la memoria el viento otoñal de Galicia. Hace cosa de quince días, dimos otro paseo Alicia y yo hasta un bosque cercano a la ciudad. El suelo estaba seco y por ello pudimos sentarnos a nuestras anchas debajo de los árboles; sin darnos cuenta, rompimos a cantar, mientras el viento balanceaba las copas desnudas de los robles, y de pronto nos acordamos de Maruja. “Si estuviera aquí Maruja –nos dijimos– con qué gusto hubiera cantado canciones gallegas entre estos robles casi gallegos”. Naturalmente, nos dio la rabia de siempre saberos ahí entre esa podredumbre sin el consuelo de un bosque solitario donde recordar, donde soñar, donde cantar, donde pintar, dormir, escuchar el rumor del agua, el cantar de los pájaros, el ruido de una furtiva alimaña... Pero un día será, un día estaréis con nosotros, Maruja podrá cantar a sus anchas y tú pintar, correr, fantasear y maravillarte de que el mundo exista todavía tal como lo hayas podido vivir en la Arzúa o en el Ulla. Es el caso que nosotros casi os necesitamos tanto a vosotros aquí, como vosotros nos necesitáis, de momento al menos, a nosotros, y por eso no cejaremos en nuestro empeño de traeros. Estad seguros. Esos retratos que estás haciendo pueden ser la clave de la venida; acaso se te pueda traer con el pretexto de hacer determinados retratos, y una vez aquí, hacerlos de veras; dinero hay bastante por aquí: todo es que podamos convencerlos de que los retratos bien valen unos centenares o millares de dólares. Esto no es fácil simplemente porque en las pequeñas ciudades no se entiende más de pintura que en la presidencia del Centro Gallego; pero todo es cuestión de empezar: en cuanto una señora encopetada se haga un retrato, se lo hace hasta el moro Muza. Mándame, pues, algunas de esas fotografías cuanto antes, aunque tengas que hacerlas a toda prisa. Poco a poco Alicia y yo nos vamos familiarizando con esto y vamos teniendo mayor autoridad moral y hasta intelectual, lo cual puede el día menos pensado resultar en una solución como la de la sección de arte, la decoración de una sala del colegio o del gimnasio. Éste es el edificio del colegio de grandísimas proporciones con piscina, comedores, pista de basketball y muchas cosas más. ¿Quieres saber que aún no tuve ocasión de ir a Pittsburgh? La cosa parece fácil y lo es, pues muchos de mis alumnos vienen y van todas las semanas en su coche particular, y además hay servicio continuo de ómnibus. Pero hay una cantidad de zarandajas por el medio que mete miedo. Mañana pienso ir, pero saldremos de aquí tarde, y estaremos sólo unas horas: nos lleva un matrimonio en su coche. He recibido hoy unos impresos de Galicia (Santiago) para adquirir acciones de una empresa editorial entre cuyos fundadores está Pedrayo,Varela Radio y otras personas, algunas que yo no conozco. Supongo (que) estarás al tanto de lo que se trata; la idea me parece excelente, y la ocasión casi también. Claro está, no puedo adquirir acciones, pero si pudiera, la cosa no me disgusta, pues es un aspecto de muchos de nuestros proyectos tantas veces discutidos. Bien aconsejada esta editorial puede hacer mucho, sobre todo si las cosas pasan adelante. Espero que me digas por tu parte algo de lo que sepas; ¡quién sabe si Pedrayo no llevó tus proyectos a Galicia! Voy a contestarles de todos modos y darles ánimos. Los poemas de Alvariño me parecen muy buenos, como a ti; tienen hondura y sinceridad lírica, riqueza de lenguaje, todo, en fin, cuanto se pueda exigir de un poeta moderno. Pero creo que Valle Inclán le haría el reproche de eludir los ritmos gallegos, los ritmos de danza, de faena y de molino. Pero el mismo defecto tenía Manuel Antonio y otros escritores jóvenes y hasta viejos, en parte debido a que, con la excepción de Valle Inclán, nuestros ritmos ancestrales pasaron desapercibidos. Es necesario llevar a cabo una investigación a fondo en ferias, romerías, espadelas, mallas, sachas, recuestas, foliadas, etc. y llegar a los elementos puros de nuestros ritmos. Los libros de Valle pueden servir de punto de partida, ¿no crees? Rosalía tenía un oído maravilloso y lo utilizó para enriquecer la versificación castellana; pero a mi modo de ver, en gallego quedó a mil leguas de D. Ramón, como se comprueba en Voces de gesta, por ejemplo. “Un fato de nenas novas –todas elas sin camisa– Eu no medio sin cirolas” ¿Hay algo más netamente gallego que el ritmo de estos versos populares tomados por Valle Inclán con su fino sentido rítmico? Algo de esto echo de menos en Alvariño y en todos los poemas gallegos de última hora. Bueno, Luis, estoy resfriado; tengo la cabeza hueca y estoy cansado de la mudanza. Me alegro de que Nova edite tu libro; es lo menos que Cuadrado y ellos pueden hacer por una persona a la que tanto deben. Me alegro que Colmeiro esté de buen humor y sobre todo de que pinte. ¡Cómo envidio esa visita tuya al estudio y esa revisión de sus lienzos de antaño y de hogaño! Hará bien si sale de ahí y si expone. El exponer es siempre bueno a la larga como tú estarás convencido. Lo malo es que a veces exige sacrificios y dispendios dolorosísimos. ¿Qué hacen Castañino y señora, Torrallardona y demás pintores de por ahí? Bueno, escribe pronto y te contestaré en el acto. Tus cartas son leídas y releídas por los tres –mejor dicho, vuestras cartas–. Saludos míos a los amigos: Dieste, Mariano, Farias, Cuadrado, Antonisen y Nogués, Torrallardona, Merli, Frontini, Sirio y Mallea, Varela, Losada –le voy a escribir para aclarar un asunto relativo a mis libros–, Colmeiro, Viau el joven, etcétera, etc. –Para vosotros dos un abrazo colectivo y un aturuxo

Otero

Queridos Luis y Maruja:

Los maridos se ve que no nos dejan ya nada que decir, lo agotan todo de ganas que tienen de comunicarse. Siempre pensamos en vosotros y casi compramos una casa con la idea de traeros, pero las condiciones resultaron demasiado difíciles y por ahora hemos desistido, pero ya aparecerá alguna para alquilar cuando menos lo pensemos en que quepamos todos. ¿Llamasteis a los Salgués de mi parte? No dejéis de hacerlo y decirles que no tenemos noticias suyas desde hace siglos. ¿Cómo están? Saludos a [manuscrito na marxe dereita por Alicia:] todos los amigos y escribid pronto, no seáis perezosos.

Alicia

[Manuscrito na marxe esquerda por Alicia:] Dile a Ascensión que le mandé 27 dólares a Maruca por el poncho que es lo que ella me dijo que valía. Gracias.

1963-06-19 Mencionado/a
Carta de Seoane a Scheimberg. 1963
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1963 en 19/06/1963


Madrid, 19 de junio de 1963

Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Llevamos algo más de una semana en Madrid. No hemos visto casi nada ni, en general, a nadie que no fuese de nuestra familia. Hoy salieron para Barcelona Esther y Lipa. Con ellos estuvimos una mañana en El Escorial viendo las líneas severas de una arquitectura hecha de razón, contemplando, además, por breves instantes El carro de heno de El Bosco. Me acordé de un amigo que en su apasionamiento político encontraba tétrico este edificio y veía a su través lo negro de España. Confundía severidad y medida con otras cuestiones. España sorprende a las gentes y son los mismos españoles, a mi juicio, los principales creadores de mucha confusión y españolada. Nos hemos habituado como permanentes. Juzgamos a Carlos I o Felipe II, Trastámaras o Austrias, como personajes de hoy, sin calcular la época en que les tocó actuar. Se habla del temperamento de los españoles y se juzga por una de las caras de la moneda dejando de lado la otra cara, el canto, material, decoración, etc. El Escorial es para mí una de las obras más lógicas de la Península Ibérica, representativo además de uno de los períodos de su historia más absolutamente razonable, cuando todo se medía y legislaba haciendo que el cálculo fuese norma de Gobierno. España era entonces fría y flemática y eran otros europeos los que tenían la sangre caliente y voceaban. El fracaso económico cambió más tarde sangre y voces. La economía, todo el mundo lo sabe en nuestros días, altera el temperamento de los pueblos y de los hombres, cambia sus gritos y las virtudes o defectos de la sangre y de la herencia. La teoría de los reflejos es tanto como una ley biológica una ley económica. Cuando alguien dice toma a otro, por lo general, se le produce saliva en la boca. Toma y daca es un principio de economía. Pero me estoy perdiendo con todo esto. Lo que quiero decir es que me maravilló volver a ver El Escorial y juzgarlo pensando luego de lo visto unido a esa capacidad de medida un vigor que tiene algunas veces el español. Herrera, Velázquez, Cervantes, Juan de la Cruz... Y mucho más viéndolo con Esther y Lipa que saben observar muy bien y no se dejan desorientar por juicios precipitados. El Museo de Arte Contemporáneo, el único que vi hasta ahora, tiene a su entrada dos notables obras de escultura en piedra de un escultor gallego, Otero Besteiro, que figuran un cerdo y una vaca. Dentro una preciosa cabeza de caballo. Pero no tuve tiempo realmente a juzgar nada de lo poco que hasta ahora vi. Aquí me encontré con muchos parientes que hacía más de un cuarto de siglo que no veía, de todas las ideas y temperamentos, y con uno sobre todo, un tío mío que lleva el mismo tiempo que yo fuera de España, algo menos, que tiene 82 años y que regresó lleno de nostalgia para volverse para siempre seguramente a México. Estoy con ellos desde hace una semana. No hacemos nada más que hablar y comer. Lipa les contará.
Aquí alquilamos un pequeño departamento como centro de trabajo. Pienso pintar mucho. En Suiza, dejé un contrato en Ginebra con una galería que va a representar mis grabados, me encargaron un mural en Zurich para unas oficinas, que tendré que entregar en septiembre, y se expondrá pintura en Basilea, seguramente en otoño.
Esto es todo. Creo que conseguí bastante hasta ahora.

Un abrazo para todos los amigos comunes, para Aída, usted y los suyos, de Maruja y mío, los recordamos a todos. Y otro más grande de:

[Seoane]

1967-02-25 Mencionado/a
Carta de Seoane a Frontini. 1967
Nova York
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Frontini. 1967 en 25/02/1967


Madrid, 25 de febrero de 1967

Sr. Norberto Frontini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estamos establecidos en Madrid por unos meses y estoy trabajando todo lo que puedo en el pequeño departamento que alquilamos. Tengo una pequeña serie de cuadros de regular formato ya hechos de los cuales estoy contento, en general. También tengo casi un álbum, o un álbum sin casi, de dibujos hechos desde México de cabezas de personajes que fui sorprendido en cafés sobre todo. Cabezas mejicanas, yankis, alemanas, suizas, francesas, italianas, españolas; sobre todo italianas y españolas. Tengo alrededor de un centenar de ellas, casi una aldea internacional, a las que puse leyenda con arreglo a lo que en el momento me sugerían. Son dibujos muy rápidos, pero que constituyen mis apuntes de viaje, pues está visto, quizá deba sentirlo, que me importan más las gentes que los monumentos, aún importándome mucho éstos. Digo que quizá debiera sentirlo porque parezco haber entrado en la edad en que son los momentos lo que interesan, sólo la historia, y se desprecia a las gentes o no se hace caso de ellas.
Desde Madrid, hemos hecho pequeños viajes a ciudades cercanas, a Toledo, al Escorial, a Segovia, todas ellas ahora perfectamente acondicionadas para el turismo, esa gran industria, pródiga en divisas, recientemente descubierta en este país que no logra, sin embargo, matar lo que de auténtico le queda, pues una preocupación organizada por el turismo trae como consecuencia un recuerdo de vida pasada y el hacer que los monumentos entren en la categoría de pomposas escenografías.
El pueblo y su vida, la que vive corrientemente, hacen que esto no ocurra. Segovia continúa siendo una maravilla de ciudad con su gigantesco acueducto, sus iglesias románicas y sus antiguos mesones y casas señoriales. Y otra maravilla, El Escorial, al que siempre veo como ejemplo de rigor arquitectónico español, de la disciplina constructiva que en otras artes produjeron a Cervantes y Velázquez, a San Juan de la Cruz. Sólo quienes extienden las dependencias fúnebres, donde están los sarcófagos de los reyes, a todo el edificio pueden encontrarlo tétrico. Y al paisaje que le rodea. La soledad no es tétrica, puede ser solamente melancólica y hasta alegre. Yo encuentro alegre a El Escorial. Seguramente, porque no me dejo llevar por la impresión que puedan producir los pudrideros, destinados a la descomposición de los reyes y príncipes muertos, ni por los sarcófagos, ni por la silla de mano de los últimos días de Felipe II, cuando ya corrían por su cuerpo los gusanos de su podredumbre; aunque también complacerse en esto, que no fue complacencia al arquitecto Herrera, es asimismo Castilla. En general, una parte grande de España tiene una imágen cruel de la muerte. Los gallegos, o los de su orígen, somos distintos, a través de ella vivimos otra vida, por eso el pueblo gallego ama a las ánimas y convive con sus muertos, que adquieren, para su presencia, formas familiares, increíbles para quienes no son gallegos. Bueno, perdóname esta lata, pero te hablo de mí. Escríbeme. Dame noticias de Grillo, está ya en libertad?

Un abrazo grande de Maruja y mío para Mony y para ti:

[Seoane]

N/D. D. Esquerdo 75, 3º dcha. Madrid

1967-05-15 Mencionado/a
Carta de Frontini a Seoane. 1967
Nova York
Bos Aires
Nova York
Madrid
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Frontini a Seoane. 1967 en 15/05/1967

DR. NORBERTO A. FRONTINI / ABOGADO / BUENOS AIRES, / LAVALLE 1312, 5º A / TELÉFONO, 40-7512.

Mayo 15 de 1967

Sr. Luis Seoane
Esquerdo 75, 3º Dcha.
Madrid

Mi querido Luis:

Recibí oportunamente tu carta del 25 de febrero. A mis años el tiempo tiene vertiginosidad imperceptible.
O es que el quehacer cotidiano en vez de estrangular las horas las urge? El tiempo pierde su medida horaria, cosa de la inteligencia y no de la sensibilidad, cosa mecánica, no de la vida continua. Ocurrió que estuve con tu carta en el bolsillo y le fui añadiendo las dos que le escribiste a Luis, y así se fueron pasando los días. Supongo has regresado de Galicia y estás ahora en Madrid, y allí te vuelvo a escribir. He tenido noticias de tu exposición en la urbe castellana por la carta que me leyó Falcini y antes, de ustedes, por referencias orales de Clarita que vino emocionada por la dulzura de Maruja y alucinada por el tamaño de tu inteligencia y el fervor que pones al hablar de tu tierra natal. Me habría gustado nacer en tierras de árboles y no en ciudad. Junto al mar y no entre muros, a la vera de un río corredizo y no entre las calles de una ciudad que cambia su fisionomía día tras día. Quizá sea por eso que para mí la patria, como geografía, ha sido, durante muchos años, una metáfora vacía, y después, un largo paisaje diferenciado; más tarde fue una historia sin asidero en la vida concreta del hombre y del ciudadano y, por último, varios estratos con zambullidas repentinas en las desemejanzas que los siglos han dejado entre las gentes como residuos de culturas si no distantes, distintas. Ese viaje que haces por tierras de España tiene la presencia de las constantes de la historia que son la razón de ser de la biología profunda y la expresión de la relación con los aires de un contorno físico incambiable o poco menos. A nuestra edad, a la mía, querríamos menos cambios insustanciales y la presencia de un clima histórico que sea como nuestra memoria. Me parece convincente lo que me dices acerca del rigor –la clasicidad– del tránsito del hombre español. Por eso me parecen hermanadas la prosa de Cervantes, el ceñimiento formal de Velázquez, y la límpida arquitectura de Herrera. Y Goya? Acaso sea lo mismo con más expresividad. En vez del hieratismo de Rivera, el misticismo del divino Morales o la pasión un tanto acartonada del Greco (muy señorial, muy retratada) o la abundancia colorida de Zurbarán, Goya es la expresividad poética de la vida del cuerpo y del alma del hombre y sus pasiones.
Pero de tal fuerza trascendente que parece abarcar todo el proceso dramático de la vida humana desde la primera fermentación sobre la tierra hasta el deliquio (desfallecimiento y delicia) de la búsqueda de dios.
Y por qué dices de Barlach que es goticista? Siempre me pareció entroncado en las formas románicas. En aquéllas que más de una vez vi talladas en el bronce de los portales de algunas iglesias. Achatadas las figuras, indiferentes los atuendos, en planos cruzados sin violencias geométricas, dándose el cuerpo en función de las caras donde la expresión de la vida interior adquiere una fuerza dramática sorprendente. Lo cual, años después, asocié con algunas de las tallas de Rodin, el Sarmiento, el Balzac (los varios ensayos previos?). Quizá por otros motivos espirituales, quizá porque Rodin tenía conciencia de la importancia que estaba adquiriendo la inteligencia del hombre en la edad moderna.
Pero, qué pasará siglos mediantes, con la cibernética, con el lenguaje, y las significaciones que hasta ahora han servido al hombre para entenderse? Colijo que el hombre va permanentemente hacia su propio consciente cambio por la auto creación y que de aquí a siglos, todo será diferente. No lo será el diálogo que lo conduzca hacia la superación de sus constantes limitaciones. Será por eso que te estremecen los “momentos”? Tú agregas: la historia, es decir, el tránsito. Y de eso se trata, de cómo transitamos este mundo o por este mundo. Cuando a la distancia de decenas de años recuerdo ciertas lecturas de juventud, ciertas teorías, el lenguaje pedante que se me metió en los entresijos del alma a través de los libros universitarios, me doy cuenta que nuestra civilización es una costra de estupidez. La civilización que pone su acento en las cosas materiales. Claro, ellas vienen a nuestro encuentro. Empero, siempre será más encantadora la sonrisa de un niño o una mano de mujer que se mueve como ala, que todo ese estiércol que se desvanece, no de una generación a otra sino de hoy a mañana. El “momento” (me impresionó mucho esta frase de tu carta) es siempre un estremecimiento. Acaso por su instantaneidad, por su huidiza compostura. Cuando tú lo fijas, lo haces inteligible y perdurable. Un estudio comparativo de la sucesión de los momentos (los momentos claves del ser humano) serviría para constatar las constantes de la conducta. Esa es la virtud del artista. Y si se tiene genio como tú, vaya si la cosa tiene importancia. Pero los momentos que registras en tus obras son también tus propios momentos espirituales. Porque todos somos meros seres transitivos. Y este es nuestro drama y la razón de ser también de nuestra instantánea alegría. Tú dices que encuentras alegría en El Escorial. Me cuesta imaginarme ante El Escorial en ese estado de alegría. Y mis imágenes (tendría que haber nacido en España) son las del asombro. Pero también la del dominio de mí mismo, como vida fluyente, frente a esa sobria arquitectura. Un recuadro para los ojos, la voz, el cuerpo flexible, andariego, andante. Quizá sea esa la alegría. El contraste entre la vida y esa obra del hombre. Pero eso se da en España.
En las iglesias de Castilla, la muerte es muerte a más vida. Es cosa a mi modo de ver muy castellana, que acaso tenga que ver con el ensorbecimiento que dio al castellano la conquista y la riqueza de América. Un énfasis de su petulancia. Aunque no debe olvidarse que la Iglesia Católica inventó o reinventó la resurrección. Los muertos de supuesta noble vida merecieron estar en el templo de dios. Cuando la paganía del espíritu tiene remotas, visible u ocultas reminiscencias de los países aborígenes o de la Roma imperial, a los muertos se los despide bebiendo y comiendo. Y eso ha quedado entre nosotros, hijos de España, y persiste en las provincias. Se trata de la despedida. ¿Recuerdas la Tumba del Elefante que hay en Carmona? Pues allí hay mesa para comer, y vomitorios y un baño para aguas termales. Comer, vomitar, quitarse el mareo en agua tibia, y a seguir. La despedida. A mejor vida o a vida eterna?
En esta ciudad de encierro, ciudad de país ocupado, todo es incertidumbre. Puedes tener nostalgias del tango y acaso sea por amor, por división de tu vida entre España y Argentina, por contradicción de las vivencias del corazón. Pero yo, que vivo aquí, me aburro, me canso, huyo. Y me da mucha alegría conversar epistolarmente contigo, contigo, que eres uno de los mejores interlocutores del mundo. Menos mal que en estos últimos días hemos contado con la presencia de personas con quienes me hallo a gusto. Estuvo Orfila y estuvimos varias veces con él. Y en una ocasión con él y mi viejo amigo brasileño Caio Prado, y su esposa, que estuvieron pasando una semana con nosotros. Ahora están en Córdoba, de donde seguirán a Mendoza y luego a Santiago, regresando a fines de mes. De Grillo recibí carta hoy. Nos correspondemos por carta y a veces nos damos a tomarnos el pelo. Me provoca para que le escriba y yo a mi vez para sacarlo de sí mismo. Ayer llegó de Salta, Ana María. Estuvo allí varios días. Lo encontró muy flaco. Ya no puede digerir las comidas asquerosas que le dan. Y ya lleva tres años y más de dos meses. Mañana vence el plazo para dictar la sentencia del tribunal de Tucumán. Si, como esperamos, confirman la del juez de primera instancia, pronto lo tendremos con nosotros. No me hago ilusiones, pues el asunto de Bolivia podría despertar enconos oficiales y vaya uno a saber qué añadidos se hacen al proceso. Si confirman la sentencia, podría salir con libertad condicional. Lo esperamos. Pero eso depende de algunas quisicosas que podrían demorar la definitiva salida.
Mony está bien. Pero en estos días un tanto apesadumbrada por algo que le ha ocurrido en La Plata, que es largo de contar y creo que no vale la pena. Los demás familiares muy bien. La hija de Chispa es una delicia. Una “verdadera” nieta cuya compañía me hace mucho bien. Hemos estado con Castagnino y Nina. Te hemos recordado mucho. Y como todos los amigos han leído las cartas que le enviaste a Falcini, nos ha conmovido ese homenaje de los artistas madrileños. Me emocionó aquella lección acerca de la honradez que te dió tu padre. Esa es la honradez de toda tu admirable vida. Si no hubiese sido así y si la maravillosa Maruja no fuese como es, no habrías sido el pintor y escritor que eres. Yo he tratado de ser como mi padre en otro plano de actividades. Pero sobre todo en la vida profunda. Una contradicción me habría fastidiado mucho. Y a otra cosa: hace dos meses falleció el padre de César, el suegro de Chispa. Buena persona. Cuando estuvo en Madrid, se entrevistó con Maiztegui. Un derrame cerebral, media hora de conciencia y diez días en estado de coma. También falleció en enero, el Dr. Julio Peluffo. Creo que lo conociste.
Bueno: me parece que te he dado una larga lata. Es más de media noche en un día domingo. Hay en la ciudad ese silencio compacto de las noches porteñas, vísperas del lunes. Hace calor (estamos sufriendo un otoño caluroso). En las cartas de Grillo siempre hay saludos cordiales para ti y Maruja. Cuánto tiempo se quedarán aún? Un abrazo fraternal para Maruja y para ti, con abrazos de Mony (acabo de telefonearla) y hasta siempre vernos. Y abrazos para Maiztegui.

Norberto

1973-05-05 Mencionado/a
Carta de Pérez Prado a Luís e Maruxa Seoane. 1973
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Pérez Prado a Luís e Maruxa Seoane. 1973 en 05/05/1973


Buenos Aires, 5 de mayo de 1973

A Luis Seoane y Maruja

Queridos amigos:

Acabo de llevar al correo unos ejemplares de mi librito que allá vuelan por vía aérea; hace unos días firmé pocos, recién salidos del horno, con la promesa de los editores: “salen ya, por avión”. Pero como los conozco y como sé a qué atenerme en cuanto a velocidad repetí en un caso –el de ustedes– y así recibirán dos copias con lo que, por lo menos, nos aseguramos contra extravíos, demoras y otras malandanzas.
Como ven, todo sufrió gran retraso y por mi parte no sabía qué decirles a no ser repetir, por carta, lo que los dueños del negocio me repetían de viva voz: “la semana que viene, sin falta”. Pasaron muchas semanas y en ellas, es verdad, pasó de todo: accidentes, un grave problema de familia con la correctora que trabajaba en las pruebas... desde Montevideo, etc. (En el etcétera va, nada menos, una bomba: en la madrugada del 13 de marzo y con el habitual sigilo una persona (o personas) no identificada(s) colocó el artefacto explosivo: la detonación nada sigilosa terminó con todos los vidrios y algo más de la calle Talcahuano entre Corrientes y Lavalle. La bomba fue colocada en el local de ventas de la editorial, precisamente en el destinado a estos libros y, como ya andaban por los aires algunas de las polémicas, no faltó quien –en broma– asignara a nuestros adversarios el pirotécnico chiste. Claro que sería mucho pedir y que a lo mejor la explicación que se le ocurrió a la Policía sea la más arrimada: que alguien, de pronto, se dio cuenta de que le explotaba la bomba cuyo destinatario sería el juez electoral, por ejemplo, en su bufete de los Tribunales. Con susto, pues, y en cualquier umbral la dejó poco antes del estampido. Pero la verdad es que ese alguien se ocupó de meterla muy adentro y el destrozo fue mayúsculo).
Habrán recibido , también, la carta con que respondo a los del Faro. Todo ocurrió por una audición de La gallina verde en la que dialogué toda la mañana con Héctor Grossi. Allí, por ser en vivo, me despaché a gusto y el asunto causó mucho revuelo. Manuel Núñez Búa me vapuleó por radio y el Faro reprodujo el vapuleo con algo más, como postre. Mi carta –que mandé también a otros amigos– pretende contraatacar: no hubo más respuestas. En cuanto a presentaciones por radio y TV, con el ánimo de ayudar al librito, les diré que tengo varias en mi agenda. La primera va mañana (Radio Belgrano) y el lunes (pasado mañana) voy en vivo y otra vez en la célebre gallina verde (ahora en Radio Continental). Luego, allí mismo, grabo audiciones para esa misma onda y para todos los días de la semana que será la primera del libro en su aparición pública. El domingo 13 salgo dos veces por LSI (Municipal) y no sé en qué momento me filmarán para Canal 7 (con Tomás Eloy Martínez y otros). Mientras tanto los paisanos no se quedan quietos: Pampillón me informó que tenía que donar un par de ejemplares a la Biblioteca del Centro y presentar una nota pidiendo autorización para vender la pavadita en el kiosko. Era casi seguro que la nota sería despachada favorablemente. Por otro lado (por otros paisanos), las cosas despiertan mucho entusiasmo y el breoganazo de Abraira quiere, como temía, organizar una gran comida donde cientos de pollos terminarán sus vidas. Todo esto antes de leer el libro: ahora, que tiene un ejemplar, quizá cambie de opinión. De cualquier modo, yo les dije que no era partidario de esos holocaustos si bien me avenía a lo que significara difusión del libro y de su eventual mensaje. Los editores, por su lado, tienen confianza y me pidieron más libros, ya que soy tan divertido. Un tema, sobre todo, los subyuga y lo creen justito para mi estilo: es el de los argentinos que se arruinaron en París tirando manteca al techo. Yo les digo que nada sé y que no quiero ponerme a estudiar un tema forzosamente, pero los tipos no dejan.
En cuanto a las cosas por aquí hay mucho que contar. La situación, como sabrán, está que arde. Quizás Palmás, en persona, les dé una visión más prolija y viva de lo que cabe, normalmente, en una carta. Secuestros, ejecuciones según unos y asesinatos según otros, etc. La última, de las gordas, fue la del almirante Quijana a quien todos conocimos por TV, ya que nos explicó minuciosamente lo de Trelew. Lo mató a tiros el gallego Fernández Palmeiro a quien la policía encontró muerto en un departamento céntrico. Antes habían llegado al lugar multitud de coronas de flores y periodistas a quienes se avisó por teléfono. El chófer del almirante alcanzó de un tiro a Palmeiro sin impedir que éste se alejara en una moto y llegara hasta ese lugar donde lo encontraron. Mientras el vino sube, la leche sube, la carne sube, todo sube y el termómetro baja: estamos ya con los primeros fríos del buen otoño porteño.
Por fin y por no alargar esto en resumen de lo que nos interesa: El libro estará en todas las librerías pasado mañana, lunes 7 de mayo.
Durante los primeros días, lo acompañarán una serie de audiciones donde seguiré contribuyendo a la úlcera de don Braulio y de sus lectores así como a la dispepsia de Manuel N. B. y de sus oyentes por Iberoamericana.
Cuando haya críticas, lo sabrán. (Las espero de dos tipos: las adulcigadas y convencionales y las virulentas por los que descubran el sayo a su medida).
Y como siempre, les deseo mucho bien, muchísima suerte en Madrid y en donde cuelguen grandes nostalgias por Buenos Aires y un feliz regreso. En verdad, que me gustaría charlar con ustedes: les debo muchas horas amables, mucho estímulo y un librito que tendría que haber sido mejor, pues tuvo los mejores padrinos... Pero, como dijo Cervantes, todo ser engendra a su semejante.

Un abrazo y mis saludos a todos los amigos, que son los de ustedes y los de nuestra Tierra.

Antonio Pérez Prado

Salta 760, 3ºB

1976-10-01 Mencionado/a
Carta de Seoane a García Sabell. 1976
Bos Aires
Santiago de Compostela
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a García Sabell. 1976 en 01/10/1976




Buenos Aires, 1º de Outubro de 1976

Sr. D. Domingo García Sabell
Santiago

Querido Domingo:

Fai moitos dias que recibín a tua carta que agradezo como todalas tuas. Estes dias pasados estiven na cidade de Tucumán con unha nova exposición de pintura. Coñecín xente espléndida, inquedos, sabendo moito de custións de arte, en xeral universitarios, e pasámolo moi ben Maruja e eu. Foi unha nova esperencia, e a mostra constituie un éisito popular. Tucumán ten unha das millores Universidades do país. Perante a guerra contratou profesores españoles, alemáns, italians, xudeos. Fixo en pequeno o que Estados Unidos fixera en grande. Agora, estes dias precisamente, finou en Buenos Aires Mondolfo, un dos máis importantes pensadores italians, e alí estivera de profesor entre os españoles un matemático catalán moi importante, Corominas, agora en Estados Unidos, un grupo notable de filólogos discípulos de Américo Castro e Tovar, cando tivo que deixar España. É unha terra que queda no subtrópico arxentino, mais ten por kilómetros un paisaxe parecido na súa estructura a moito paisaxe galego, mais con unha flora distinta. Os montes e os vales vistos de lonxe parécense aos montes do que chamamos montaña na provincia da Coruña, Ordes, Arzúa, Melide, a zona entre o Tambre e o Ulla.
Conozo, efectivamente, o Museo que citas de Rotterdam, un dos mais importantes do arte deste século, mais tamén o é a cidade, practicamente feita despois da guerra cos eistraordinarios monumentos que se ergueron nela logo de rematada. Un sinte envexa da cultura dos alcaldes e concellales que rixen esas cidades e o amor que sinten os cidadáns delas polo progreso. Eu tiña pensado fai moito os monumentos que fan falla nas cidades galegas, tan desprovistas deles, ou con figuras ridículas que se ergueron en memoria das millores xentes nosas como o de Rosalía de Santiago, ou eses bustos que poñen ás veces como o de Pondal na Coruña, o de Cervantes tamén en Santiago, etc, frente as novas esculturas que se erguen en Rotterdam por exemplo. Deberían prohibir os bustos nas plazas, simplemente son ridículos.
A semana que ven enviareiche a monografía que salíu aquí. Non o fixen pola folga de correos de España. Temos que estudar un libro con reproduccións onde tivese cabida o que tes escrito no teu diario encol das miñas cousas. Penso que sería un libro orixinal, coas opinións favorables ou non, de acordo a como o fuches escribindo. Xa falaremos desto ao meu regreso. Agradézoche a tua opinión encol do meu traballo sobre Malevich e Rodchenko. Levareiche as outras que fixen entón sobre outros pintores que de algún xeito me interesaban. Remíteme, por favor, a dirección de Otero Espasandín, eu na (sic) teño, perdina en algún viaxe.
Unha grande aperta de nos os dous para Elena e para ti. Estamos desexando veros.