PROXECTO EPÍSTOLAS

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2 MENCIóNS A Sandro Botticelli (1445-1510)

Pintor cuatrocentista italiano. A súa obra está considerada como a máis representativa da pintura do primeiro Renacemento.
Epístolas
Mencionado/a [2]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1960-02-18 Mencionado/a
Carta de Seoane a Dieste e Muñoz Manzano. 1960
Basilea
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Dieste e Muñoz Manzano. 1960 en 18/02/1960


Basilea, 18 de Febrero de 1960

Sres.
Carmen y Rafael Dieste
Buenos Aires

Queridos Carmen y Rafael:

Ayer hemos pasado el día en Strasburgo, una bella ciudad con una catedral con fundamentos y capilla románica, que tiene sobre todo unos vitrales tan extraordinarios que a cualquier pintor que se hubiese acercado alguna vez a esta artesanía le cura por muchos años del defecto de vanidad. Creo que este es mi caso. Un detalle solo que tendrá 1 m x 1 m., entre tantos centenares de metros cuadrados de vidrios, que representa un caballero blanco en el infierno hecho con almas corporizadas quemándose, en color ocre entre llamas rojas, es, por sí, una maravilla de dibujo, composición y color. Pensamos volver uno de estos días pues en realidad hacen falta muchas horas y días para poder ver la riqueza de detalles de estos vitrales, de épocas distintas por lo que se aprecia en su conjunto.
El Museo, un palacio que habitó, según se señala en una puerta, durante cinco días Luis XV y que son cinco días del pasado por los franceses o los alsacianos aprovechan para la eternidad, me hacen pensar en un lugar de la parroquia de mi madre, en Arca, que se llamó Duas Casas y donde un mediodía comió Carlos V, sin que nadie señale en placa alguna este acontecimiento histórico; y en las placas que faltan por colocar en Santiago de Compostela, o en cualquier vieja ciudad peninsular. Mas en ese Museo, independiente de los carteles turísticos, están guardados dos magníficos Zurbarán de gran tamaño, una notable cabeza del Greco, La Dolorosa, y un retrato espléndido de Don Baldomeri Iriarte, académico y “protector de las tres artes” según reza en la dedicatoria, de Goya. Hay tambien algunos pequeños Rubens, bastantes flamencos y una pequeña colección de primitivos y renacentistas italianos, un cuadro notable de Simoni y un Boticelli, además de una colección de primitivos franceses y alemanes confundidos unos y otros de Alsacia. Pero el Goya se destaca en los carteles del museo con grandes letras mayúsculas y pienso que debieran destacar igualmente a Zurbarán, con sus blancos, amarillos y tierras que son un prodigio de belleza y de pintura y bastante distintos, en cuanto a su color, a los de Lisboa, quizás por el tema, pues las dos figuras de Strasburgo son dos santas que los carteles del museo no identifican, no sé en el catálogo.
En cuanto a Basilea y Zurich estamos encantados, nos gustan las ciudades y los museos y más desde que descubrimos que en carnaval, aquí en Suiza alemana, se hacen filloas y orejas como en Galicia, aunque les llamen “fastuachtskriechli” a las primeras y “ohrli”, (exactamente orejas en el dialecto de aquí) a las segundas. Si fuese etnólogo solicitaría una beca para averiguar si proceden de la vieja población celta de esta parte de Suiza o de sus vecinos los suevos que invadieron Galicia y me iría a explorar la Selva Negra, donde, según dicen, aún se conservan las máscaras a caballo que improvisan versos como en nuestras montañas. Existe tambien una región que se llama Brandón, como el apellido gallego con la raiz Bra, que tanto gustaba a Valle Inclán, donde uno de los días de Carnaval se toma sangre de cerdo, que en Galicia, en muchas partes, se mezcla a las filloas. Desde luego no veré mi exposición por culpa del sentido organizador de los suízos, más aparente pero menos eficaz, pienso, que el de los latinos como ellos dicen, aunque comamos filloas y orejas por la misma época del año.
Hoy Basilea está cubierta de nieve y más bella aún que a diario. Es un día de los que Erasmo, Holbein y Paracelso, ilustres vecinos de esta ciudad, debieron haber gozado del calor de las grandes estufas de loza sabiamente decoradas. Holbein se distraería tratando de encontrar la línea que define la sonrisa de purgatorio de Erasmo, y Paracelso aprovecharía su tiempo haciendo algún ensayo físico en el fuego de la estufa.
Bueno, nada más por hoy, sino un gran abrazo de Maruja y mío para vosotros y todos los amigos y uno en particular a los dos de:

[Seoane]

1966-02-03 Mencionado/a
Carta de Sofovich a Seoane. 1966
Milán
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Sofovich a Seoane. 1966 en 03/02/1966

Milán, 3 de Febrero de 1966

Mi estimado Luis:

Sabrá ya que soy terriblemente perezoso para escribir. He necesitado la primera decepción de este luminoso viaje que estamos haciendo, Milán, para mirar atrás y decidirme a escribirle.
Estamos a punto de dejar Italia en dirección a Francia con un potable viaje intermedio a Ginebra.
En España, no obstante, la escasa fortuna que tuvimos con el tiempo, lo pasamos muy bien; Marcial Suárez, “gran tipo”, como decimos en B. Aires, Maiztegui, con su simpatía de siempre.
Lo que vivimos es todo de maravilla; pero me quedan para siempre el paisaje castellano, la roca ascética de Toledo, del Escorial, de Ávila, y de todo lo bueno y muy bueno que tiene el Prado. Los italianos, los flamencos completan, afirman lo que sabía de ellos por la letra y la reproducción, pero otra cosa distinta que leer y hojear a Goya y Velázquez es sentarme en un banco frente a las Meninas o quedarme de pie bajo la cúpula íntima de San Antonio de la Florida y dejarse mirar por los personajes goyescos; o pasar de los cartones del Prado a los tapices del Escorial.
Salvo cuatro o cinco cuadros del Greco, no me ha pasado lo mismo con él; desde luego El Entierro del Conde [de Orgaz], parte del San Mauricio, todo el Sueño de Felipe II, pero pienso que España debe haberse quedado pobre de buenos Grecos, gran parte de los vistos, sus repetidas réplicas por encargo, disminuyen su figura, quizá para demostrar lo que pienso (aún no he estado ni en Londres ni en París) baste decir que en un museo de 2º categoría, el Barberini de Roma, hay dos Grecos, sobre temas no vistos en España, que son verdaderas joyas.
Madrid es una ciudad encantadora, y las muchas horas que hemos pasado Elsa y yo caminando por ella y oyendo hablar y reír a los madrileños, o viéndoles participar con ingenuo entusiasmo en las fiestas del 6 de enero, nos han dado una imagen de su profunda raíz popular española. En ese sentido, Madrid vence a los turistas.
No ocurre así, en cambio, en Roma. Ciudad estupenda llena de sorpresas en cada esquina, en cada piazzeta se la ve, no obstante, estar pendiente de alguna manera, del turista. Fíjese que en la Chiesa de San Pietro in Vincoli a un paso del Foro, del Coliseo, etc., y a 2 metros del Moisés de Miguel Ángel, hay un extraño aparato con 6 teléfonos, adosado a una columna románica, se pone una moneda de 100 liras, se mueve una palanquita hacia el tope del idioma del turista, inglés, francés, alemán o español, se descuelgan 2 auriculares y un speaker con voz de actor de García Lorca explica durante 3 minutos el origen del templo y que quiso decir M. A. con el Moisés.
En cambio, otras ciudades italianas (y aún aquellas que tienen algún aparato perdidito por ahí, detrás de algún atrio) tienen más personalidad, más color y los imponen al turista: Perugia, Florencia, Siena.
Un personaje curioso que se da tanto en España como en Italia es el guardián del museo que se acerca inmediatamente a contar la anécdota del cuadro; el más gracioso resultó ser un italiano del monasterio de San Marcos en Florencia, que explicando el Noli me tangere del Beato Angélico “mimaba” la escena repitiendo el gesto de Magdalena y el rechazo de Jesús. A Chola a la salida tuve que darle un café amargo para cortarle la risa.
Viendo a Venecia, no obstante, la niebla y el frío, admiramos aún más su hermosa carpeta de Bonino.
Luis, creo que esta carta inconexa y todo lo que luego charlaremos me han ganado su perdón por mi silencio.
En cuanto a Picasso; Barcelona, Antibes y Vallauris han sobrepasado, desde luego, la alegría del hallazgo de 4 o 5 viejas ediciones que desconocía y 2 de A la Insegna di pesce d´oro.
Mañana, aquí, en Milán, remitiré también para Ud. un ejemplar de una novela de Hemingway, con ilustraciones de Picasso, que saldrá dentro de pocos meses.
Si usted necesita algo de aquí, de estos negocios que aquí se llaman tutto per l´ofizio y que muestran maravillas en tizas, pastel, óleo, etc., me emite a American Express, París, y con todo gusto lo llevo.

Un abrazo y todo mi cariño para Maruja.
Sofovich

[Escrito por Elsa Sofovich:] Mi querida Maruja, pensé escribirle desde Roma, pero las largas novelas que mando a Pinamar me dejan agotada. Seguramente, desde París, te escribiré.
Perugia y Florencia me han enloquecido. Siena me ha gustado muchísimo. Pero en Florencia se dio un conjunto de circunstancias, todas favorables, que me permitieron gozarla tal vez como ninguna otra ciudad. Mucho sol, gente encantadora, encuentro con argentinos simpáticos. En fin, el David me dejó sin aliento y Botticelli, la Primavera, que tanto miré año tras año en una pequeña reproducción que me había regalado Aurora, se hizo realidad.
Roma y Madrid tienen un particular encanto de “historia viviente”, diría yo.
Hubiera sido espléndido hacer el viaje juntos.

Un gran abrazo para los dos

Elsa

[Escrito por Bernardo Sofovich:] Olvidaba agradecerte un consejo. Lo hemos pasado maravillosamente bien en el Hotel d´Inghilterra en Roma.