PROXECTO EPÍSTOLAS

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1 MENCIóNS A José Ruibal (1830-1897)

Epístolas
Mencionado/a [1]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1963-12-11 Mencionado/a
Carta de Seoane, a Laxeiro e Prada. 1963
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane, a Laxeiro e Prada. 1963 en 11/12/1963


Madrid, 11 de diciembre de 1963

Sr. D. José Otero Abeledo
Buenos Aires

Queridos Laxeiro y Lala:

Por fin, hemos recibido carta vuestra y nos produjo gran alegría recibirla. Ahora nos tocó a nosotros tardar en contestarla, pues estuve dedicado a trabajar para la exposición que estoy celebrando en Madrid con bastante éxito y tuve que completar los cuadros que traje de Suiza con otros nuevos que realicé aquí a partir de junio, el mes que llegamos. Debéis tener noticias de todo esto referidas a nosotros por Díaz Pardo, como otras generales de España. Soy muy optimista. Pienso que muchas cosas han cambiado desde el último viaje nuestro y que todo se precipita muy rápidamente. Madrid y España son distintos en cuanto a la vida diaria y a su vida total en una diferencia de sólo tres años. Cuando estuvimos en 1960, nos pareció encontrar una juventud espléndida e inquieta. En 1963, su acción e influencia resulta un hecho. El costo de la vida es más caro. Muy pronto no habrá diferencia en éste aspecto entre España y los otros países europeos. Todo comienza a estar muy caro. La diferencia estriba fundamentalmente en sueldos y jornales y en la pobreza que vive la mayor parte de la población, aparte de soportar todo lo que sabemos. Pero pensaba escribiros sobre pintura. En general, se nota entre los jóvenes una necesidad de regreso a la figuración, una figuración no naturalista, muy libre y personal, pero figuración. La crítica estimula en parte esa vuelta. Un fenómeno curioso es la cantidad de jóvenes críticos de arte que hay ahora en España. Sobre todo, procedentes de la Facultad de Letras. Son unos jóvenes muy serios, muy bien informados, y que quieren encontrar en la obra de los pintores una ilustración de sus teorías. Existe en todos ellos un deseo de hacerlo lo mejor posible, pero Madrid no les pone en contacto demasiado abundante con lo que se produce actualmente en el mundo y afirman, con la mayor seriedad, grandes disparates. Las galerías auténticas continúan siendo pocas para la ciudad que es, para el movimiento pictórico español, y en relación con otras ciudades. La mayoría son aún mueblerías y tiendas de antigüedades para las cuales las exposiciones son un pretexto de concentración y conocimiento de gentes. Biosca y Don Quixote son, creo, las mejores. Prisma estaba muy bien, pero cerró. Parece que el director es posible que monte otra galería. La última exposición fue la de Mercedes Ruibal. Hablaremos de todo esto en febrero. Con José Ruibal y su mujer estuve hace pocos días. Van a tener un hijo. Fue finalista del concurso Valle Inclán de obras teatrales que quedó desierto, y en sus barbas actuales surgen canas. A Laxeiro lo recuerda mucha gente, Marcial Suárez a quien veo a menudo, compañero de pensión suyo, entre ellos. También vi en un café a Eduardo Vicente que ayer inauguró una exposición de 60 obras en Don Quixote. El café en que lo vi no fue naturalmente el Gijón, al que yo no voy por no encontrarme con compañeros míos de Facultad que ahora son magistrados, notarios o Gobernadores Civiles. Al Café Gijón fui dos o tres veces y, en realidad, es tanto un café de artistas y escritores como de funcionarios de la administración. Se encuentran también bastantes hispanoamericanos que piensan encontrar en él las antiguas tertulias anteriores a la guerra y un mundo de preocupaciones literarias y artísticas. Por mi parte, me encontré, aparte de magistrados y notarios, una pulga que me abrasó todo un día, y hube de caerme, al sentarme, de una silla desvencijada. Madrid, con todo, (sin compararla a Galicia, ¡ojo, Lala!) está muy simpática y cuidada y, como es natural, la habitan tantos gallegos casi como madrileños, los cuales imprimen a las gentes cierto humor y tolerancia.

Bueno, escribir, aunque sea con sueño. Siempre deseamos recibir carta de ahí. Un gran abrazo para los dos de Maruja y mío y Feliz Año 1964.

[Seoane]