PROXECTO EPÍSTOLAS

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2 MENCIóNS A Basia Batorska (1933-)

Epístolas
Mencionado/a [2]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1978-11-18 Mencionado/a
Carta de Muñoz Manzano e Dieste a Luís e Maruxa Seoane. 1978
A Coruña
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Muñoz Manzano e Dieste a Luís e Maruxa Seoane. 1978 en 18/11/1978

La Coruña, 18 de noviembre, 1978

Queridos Luis y Maruja:

Anteayer hemos recibido la carta de Maruja, que hemos leído con gran interés y emoción. Dice Maruja que no sabe quién debía carta, y me parece que somos nosotros, pues aunque Rafael me dice que habíamos enviado como carta a García-Sabell, no deja esto de ser sólo un sofisma. Lo cierto es que desde la venida de Domingo, que nos anunció que nos traía el cuadro, estábamos pendientes de deciros que llegó... y no ha llegado todavía a nuestras manos.
Hemos estado sin atrevernos a preguntar y sin ver apenas a Domingo a causa de numerosos viajes: a Madrid, a Francia, a no sé qué otros sitios, hasta que hace unos días nos dijo que le había llegado por fin el cuadro y que nos lo entregaría la semana próxima –que es ésta–, pero no podrá ser, porque ha salido con los Reyes, acompañándolos, con otros invitados especiales, en su viaje a América. Según nos dijo, había perdido la pista del cuadro durante varias semanas y no se atrevía a vernos hasta que por fin llegó a su poder con toda normalidad. Estamos deseando verlo, y muy seguros de que nos ha de seguir gustando mucho, no sólo por todo lo que hay detrás de su motivación –para nosotros entrañable–, sino por el cuadro mismo que creemos recordar perfectamente.
En este largo tiempo, ha habido muchos días iguales, sin mayores acontecimientos, con un poco de impaciencia por mi parte de promover nuevas ediciones de los libros de Rafael. Pero últimamente parece que hay, en efecto, algún movimiento. Rafael se decidió a reunir en un volumen los artículos en gallego de su primera etapa de Vigo en Galicia y principalmente en El Pueblo Gallego, que son muy bonitos y en gran parte muy actuales.
Estábamos metidos en la labor de recolección y corrección, cuando se presentaron –después de varios meses de prometerlo y cuando ya dudábamos de que hiciesen el viaje– Gabriel Zaid y su mujer, Bárbara (o Basia) Batorska, polaca de nacimiento, pintora y persona muy agradable en todos sentidos. Después de pasar pocos días en La Coruña y Rianjo, nos invitaron a ir con ellos a Barcelona y Madrid, elegidos estos sitios porque Gabriel deseaba obligar a Rafael a hacer algunos contactos editoriales. Estuvimos una semana en Barcelona (entre trabajo y turismo), fuimos un día a Valencia a ver a Gil-Albert (que está notablemente disminuido físicamente, pero muy bien en general) y ocho días en Madrid, contando sus cercanías. Disfrutamos verdaderamente del viaje, y en todo momento nos hemos sentido queridos, tutelados, admirados y hasta mimados; con la más espontánea reciprocidad de nuestra parte, por el lado afectivo, dada la maravillosa calidad cordial y espiritual de estas personas.
En efecto, se hicieron algunos contactos editoriales y es de suponer que algo va a salir, aunque estamos todavía en la primera etapa de propuestas y currículums (currícula).
Por otra parte, Estelle Irizarry terminó y tiene ya aprobado su libro para la Editorial Twaine, en inglés, y se ha decidido a emprender otro en español –a entregar en agosto– que, en principio, editaría El Castro. También va a hacer la edición anotada del Félix Muriel para colección Letras Hispánicas de Ediciones Cátedra de Madrid. Es admirable la devoción con que se ha embarcado en el estudio crítico de la obra de Rafael.
De salud estamos muy bien, gracias a Dios. Rafael debe tener hecho un trato particular y oculto con el tiempo, para que se deslice sin tocarle. Y yo, en el afán de no dejarle a solas con tantos papeles sin ordenar debidamente, no tengo otro remedio que defenderme lo mejor que puedo.
Se ve que Luis superó, en efecto, los pequeños achaques de salud, pues un libro de 72 grabados y cinco exposiciones, ya es algo para competir consigo mismo –no sé a quien le pondría comparar– en las mejores épocas.
En algún momento, nos desconsoló mucho el rumor de que os quedabais definitivamente en la Argentina; no obstante, nunca acabamos de creerlo del todo y, en efecto, hace ya tiempo que tenemos la noticia contraria, ahora confirmada por ti.
Quisiéramos, sin embargo, que en febrero hicieseis ya la movida definitiva, sin otro viaje posterior. Pero desde fuera no podemos pretender ver las cosas en su realidad. Ciertamente asusta el trabajo que tenéis que hacer, ¿no será mejor hacerlo ya, luego, luego? –como dicen creo que en México. Tú me responderás, Maruja, que la detención temporal del cuadro es un ejemplo de que hay que preparar bien las gestiones, pero con un ligero retraso, ha llegado. En fin, vosotros sabéis mejor, si es que lo sabéis, pues es natural que tengáis muchas dudas. Es que también me parece mucho desgaste preparar dos viajes internacionales más. En fin, probablemente estoy argumentando movida, inconscientemente, por nuestro deseo de teneros aquí.
Ya deseamos que vengan José Luis y María Elena para que nos cuenten cosas de vosotros, que ahora me doy cuenta de que si cumplieron el calendario previsto, habrán llegado o estarán a punto de llegar.
A Varela y Marika los vimos en Madrid, en casa de Carlos Gurméndez (donde, naturalmente, os recordamos). No diré que pueda daros buenas noticias; Marika está como más parada; habla muy poco y tiene como que concentrarse varios minutos para terciar en la conversación con alguna pequeña frase de aclaración o comentario, que era –eso sí– siempre oportuna. Varela está más grueso, con más barba y se mostraba con ese humor que adopta, entre bromas y veras, para defender su intimidad, sin dar pie a que se le hagan preguntas. Dan la idea como de vivir en transitoriedad indefinida. En cuanto a su peligro, la bebida, tenemos más bien la impresión de que se ha moderado. Aun cuando allí tomó unos cuantos wiskies, no pasaron de lo que puede ser casi normal en una reunión prolongada. Nos dijo Isaac que, según Paz Andrade, tienen en el puerto de Vigo unos cuantos contenedores con muebles y efectos traídos por Marika, lo que supone unos gastos muy crecidos. En fin, si se supiese que tienen para vivir de rentas, sería muy tranquilizador, pues –según dijo también Isaac– Varela rehuye hablar de proyectos de trabajo.
Mireya está también en transitoriedad indefinida, si bien más normal, tranquila y acompañada, en Rianxo. Allí se pasa el tiempo, con ligeras excursiones a Padrón, a casa de Isabel Baltar, o a La Coruña cuando tiene que hacer alguna gestión. Alude, de tarde en tarde, a que dentro de unos meses volverá a América. Yo no le pregunto para que no lo tome como presión. En general, está bien.
El nuevo edificio del Castro y la instalación provisional del Museo Carlos Maside quedó muy bien, según os habrán ya dicho José Luis y María Elena. Isaac y Mimina, como suelen, cada uno en su normalidad. La familia y los asuntos prosperan.
A Dónega le absorbe su cargo, le vemos muy poco. Fernanda ha estado con unas arritmias de corazón un poco inquietantes, per se siente mejorada, aunque no hayan desaparecido. Quizá se esforzó mucho la primera temporada de ser Marino conselleiro, llevándole casi diariamente a Santiago. Ahora, en general, va en tren.
Fermín y Jenny, siempre los mismos, son realmente casi las únicas personas con quienes tenemos algún esparcimiento. Fermín terminó su Diccionario Castellano-Gallego, que pronto irá a la imprenta.
En cuanto a la situación política, todo es muy cuesta arriba, a pesar de la buena voluntad de la inmensa mayoría. El terrorismo de izquierdas y derechas no ceja en sus propósitos de desestabilizar todo lo que se ha conseguido, que no es tan poco, si se afirmase y se pudiese continuar en paz. En fin, tenéis que venir a contribuir a arreglarlo.
Os recordamos siempre con todo nuestro ya antiguo cariño y admiración. Nuestros saludos a los Baudizzone, Frontini, Aída, los Sofowich, los Burd y los que por ahí queden de amigos.

Un gran abrazo de,

Carmen y Rafael

1979-01-02 Mencionado/a
Carta de Dieste e Muñoz Manzano a Luís e Maruxa Seoane. 1979
Plasencia
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Dieste e Muñoz Manzano a Luís e Maruxa Seoane. 1979 en 02/01/1979


Plasencia, 2 de enero, 1979

Queridos Maruja y Luis:

Al ponerse a dictar estas líneas a Carmen, me doy cuenta de toda la importancia y variedad de emociones que tendría que comunicaros y de lo difícil de afrontar esa variedad sin que lo más penoso le deje a uno sin ánimo para hacer adecuada mención de lo más conformante o positivo. Comprenderéis, pues, muy bien que apenas pueda hacer otra cosa que una sencilla enumeración de sorpresas, afectos, desolaciones y esperanzas, todo ello sin mucha ilación ni el detenimiento que sería necesario.
Del fallecimiento de Lorenzo apenas puedo deciros nada que no sepáis, por íntimo que sea. Lo habíamos visto en Madrid muy poco antes en la casa de los Gurméndez y en compañía de Gabriel y Basia, su mujer. Estaba muy sereno y de un humor directo, cordial y expansivos. El diálogo destellaba graciosamente por todos sus ángulos y no había en él nada de lo que ahora pudiera parecernos un presagio. Así, aun contando con su deficiente disciplina en lo tocante a la salud, la noticia de su fallecimiento, que nos comunicó Isaac por teléfono desde Sargadelos, fue para nosotros una total sorpresa. Mimina e Isaac vinieron enseguida a La Coruña y con ellos tomamos el mismo avión para Madrid. Como el fallecimiento se había producido en la ambulancia que le llevaba a la clínica, se alargaron los trámites y no pudimos ver a Lorenzo hasta dos días después, en la capilla ardiente del Instituto Anatómico Forense. Su rostro tenía gran sosiego, en el que dominaba su profunda inocencia y el sentido reverencial que tuvo siempre para el misterio humano de la vida y la muerte.
Apenas hace falta ponderaros, tratándose de vosotros, la trascendencia que ha tenido para mí, y creo que en igual grado para Carmen, la desaparición de Lorenzo, presente siempre en nuestra imaginación no sólo como amigo, sino como alentador de nuestros mejores planes y trabajos. Con pocas o muy superficiales enmiendas en su régimen de vida y, sobre todo, con un decidido retorno a Galicia, habría tenido un importantísimo papel en esta nueva etapa de nuestra tierra. Pero estas cuentas no entran en el sentir más hondo, que es el de la amistad, y el más desconcertado. Valentín Paz Andrade me dijo que os había escrito.
Os escribimos desde Plasencia, a donde hemos venido, como de costumbre, a despedir el año viejo en compañía de Vicenta y de los familiares extremeños –jóvenes y niños– que en estos días la rodean. (Anoche estuvimos en casa de Rosa Mary y vimos el cuadro de Luis, que lucía como una joya, enmarcado en la casa que él mismo nos recomendara).
En vísperas del viaje, nos llegó el libro de grabados de Luis, especie de Summa gráfica de su visión de Galicia y, al mismo tiempo, del amplio repertorio de recursos que han ido caracterizando, dando fisionomía peculiar a sus dominios en el arte del grabado. Naturalmente, a esto se une la poesía de los temas, pero consustanciada con los grabados mismos. Quizá sin proponérselo, el índice tiene todas las virtudes de una evocación literaria.
No muchos antes, Domingo nos había hecho entrega del cuadro prometido. Es tal como lo recordábamos, y al mismo tiempo modernísimo o, si queréis, de un encanto perenne, ajeno al pulso de las fechas. ¡No pasan siglos por él! De todos modos, para nosotros evoca el momento en que surgió de la manos de Luis y, como es obvio, de su espíritu, momento que podríamos calificar de milagroso recordando el frescor e intensidad con que unos cuantos (incluido Lorenzo) nos sentíamos vivificados en nuestros pensamientos e imaginaciones por el común recuerdo de Galicia. Es curioso que al desarrollarlo brotaron una tras otra dos exclamaciones que rara vez pueden ir juntas: “¡Formidable”... y enseguida: “¡Encantador!”
Nos alegró mucho la noticia de vuestra venida que si es, como decís y nos confirmaron José Luis y María Elena, en febrero, podemos ya llamar cercana. La alegría se relaciona ante todo con nosotros mismos, con nuestro régimen de vida, que será más grata y sociable cuando estéis en Torre Coruña; pero también con lo que pueda afectar a Galicia y a la obra y posibles iniciativas de Luis. Todavía no podemos anticipar cuál será en conjunto la imagen de Galicia, lo mismo en el orden práctico que en el cultural –que es también práctico– en la etapa que se avecina. Hay nombres nuevos para nosotros, al parecer de buenas gentes, pero en los que no se puede por ahora fundar presagios claros, esperanzas concretas. Los hay también de alta y manifiesta calidad, pero se da el fenómeno curioso de que la situación presente, en cierto modo prologal, en lugar de suscitar la deliberación conjunta, sobre muchas cosas, ha producido una cierta dispersión o, en todo caso, multitud de juntas, técnicamente necesarias –supongo– y, al lado de eso, una gran escasez de diálogo entre las personas que nos consideramos afines. Vuestra venida contribuirá mucho a corregir este desequilibrio. Pese a todas las anfibologías, el espíritu constructivo y la voluntad de concordia siguen siendo las notas dominantes en la España actual. Creemos, pues, poder anticiparos que os encontraréis a gusto, y que no es pura fórmula, de esta vez, la tradicional salutación... ¡Feliz Año Nuevo!

Con la esperanza de que así resulte, os envían un fuerte abrazo

Rafael y Carmen