PROXECTO EPÍSTOLAS

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5 MENCIóNS A Segundo Pampillón (1907-1980)

Funda en Mos o partido Acción Republicana. O 9 de marzo de 1936 é elixido Alcalde. Tralo golpe de estado de 1936 é encarcerado en Tui, no frontón de Vigo e no cárcere da rúa Príncipe. Grazas á mediación do seu sogro logra saír en liberdade e ao pouco tempo foxe a Portugal e de aí a Arxentina. Á súa chegada a Bos Aires en abril de 1937, súmase ao Centro Republicano Español. Foi membro do Consello de Galiza en 1960 e participou moi activamente do Instituto Arxentino de Cultura Galega do Centro Galego de Bos Aires. Tamén traballou na radio sendo o coordinador do programa "Galiza en América" de Radio Nacional, así mesmo colaborou no programa "Galicia Emigrante" que dirixía Luís Seoane.
Epístolas
Mencionado/a [5]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1955-04-09 Mencionado/a
Carta de Fernández del Riego a Seoane. 1955
Vigo
Bos Aires
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Fernández del Riego a Seoane. 1955 en 09/04/1955

Vigo 9-abril 1955
Sr. D. Luís Seoane
Buenos Aires

Mi querido amigo:
Recibí la tuya de 29 del pasado, junto con las fotos de Bouza. Espero con impaciencia la carta larga que me anuncias. Me alegro que te haya llegado el paquete que te envié con cinco ejemplares de tu monografía. ¿No recibiste antes otro, con diez, que te remitió directamente la Editorial? Espero que a estas horas se habrá recuperado la maleta de Castiñeiras y, por lo tanto, los cinco libritos que iban en ella. El día 7, es decir anteayer, salió en el Veracruz con destino a esa el hermano de Pampillón. Le dí, para que te entregara en mano, otros diez ejemplares de tu monografía, y el tercer tomo del Diccionario de Escritores de Couceiro. También lleva el volumen especial, encuadernado en piel, que te dedicamos todos. No te olvides de comunicarme su recepción cuando obren en tu poder.
Me ha sorprendido lo que me dices sobre la publicación del artículo que escribí sobre Castiñeiras. Este me pedía insistentemente que escribiese una cosa acerca de él, y por fin lo hice para que me dejase en paz. Pero no me habló de que iba a publicarlo, ni mucho menos. Creo que no debes tomar mucho en cuenta sus tonterías, pues ya sabes como es. Sin embargo, por otra parte, nos resulta útil.
No he visto ningún ejemplar de la Revista, después del nº 7, y estoy deseando que me lleguen. Fernández me prometió enviarme los números por correo aéreo, a medida que fuesen saliendo, pero se ve que se ha olvidado. Le escribiré de nuevo. Ya te dije que aquí la Revista gusta muchísimo, y todos la esperan con enorme interés. Lo que ocurre es que son pocos los que la reciben con regularidad, pues a casi todos les ha dejado de llegar algún número. No sé si se tratará de defecto de administración, o de extravío.
Tu monografía tiene una gran aceptación, incluso de venta. En Santiago, por ejemplo, hubo una librería que despachó veinte ejemplares durante las dos primeras semanas de haberla expuesto en el escaparate.
Quisiera que no te olvidases de enviarme la foto del busto que te hizo Eiroa, así como otras que pudieras tener ahí. Quisiéramos sacar lo más pronto posible la monografía, cuyo texto escribiste tú, y tropezamos con mil dificultades para reunir el material gráfico.
También estoy preparando el 4º tomo de la Antología poética gallega, que inició Alvarez Blázquez, con la de la lírica medieval. Estará dedicado a la poesía contemporánea. Después se publicarán el 2º y el 3º. Te agradecería que me enviases para incluir en el una breve nota tuya autobiográfica, y tu opinión, también breve, sobre la poesía en general y la gallega en particular. Al mismo tiempo, selecciona 4 poemas de tu Fardel y mándame dos inéditos, teniendo en cuenta que la Antología se publica aquí. Pídele a Lorenzo que haga otro tanto con respecto a él. Es mi propósito que los poetas colaboren conmigo en la labor antológica.
El matrimonio a quien te refieres no ha venido todavía por casa. Ya sabes que lo recibiremos con todo afecto. También González Carbalho me escribió anunciándome su viaje.
Hace varios días escribí una carta al Centro Gallego, especificándole el estado en que se encontraba la labor que me encomendaron, y pidiéndole instrucciones al respecto. Cariñosos saludos a Maruja, de Evelina para los dos, y un fuerte abrazo para tí de
Fdez del Riego

1955-04-28 Mencionado/a
Carta de Fernández del Riego a Seoane. 1955
Vigo
Bos Aires
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Fernández del Riego a Seoane. 1955 en 28/04/1955

Vigo 28-abril 1955
Sr. D. Luís Seoane
Buenos Aires

Mi querido amigo:
Me extraña mucho tu largo silencio. ¿A qué es debido? Supongo en tu poder varias cartas mías. Imagino que también habrás recibido de manos de Pampillón el ejemplar especial de tu monografía y diez ejemplares corrientes. Con posterioridad, te remití otros cinco por correo ordinario. También te mandé el tercer tomo del Diccionario de Escritores, de Couceiro Freijomil. Dime si te ha llegado todo.
Estuvieron con nosotros, el arquitecto amigo tuyo y su señora, que me recomendaste. Son gente muy simpática. Comimos juntos, y fuimos a visitar el Tecla. Vinieron por muy poco tiempo, y tuvimos que andar de cabeza para poderles arreglar el asunto del coche. Al fín todo se arregló muy bien, entre el Consulado portugués y la Aduana de Tuy.
Hace un par de días que llegó G. Carbalho. Parece que está muy contento, y todo ésto le gusta mucho. Nos dijo que traía un encargo de Maruja para Evelina. Ya escribirá ésta dentro de unos días.
¿Por qué no me mandáis la Revista? El último número que recibí fue el 7. Varios amigos de aquí ya tienen en su poder el nº 8. Lo mismo Fernández que Andrade, me anunciaron que me la remitirían por correo aéreo. Pero lo cierto es que ni por correo marítimo la recibo. ¿No podrías tú arreglar este asunto? Te lo agradecería mucho.
Te adjunto una interviú que le hice a Piñeiro, para que la publiques. Si quieres, puedo hacer otras varias sobre distintos aspectos, con otras personas. Muy cariñosos saludos a Maruja, de Evely para los dos, y para tí un fuerte abrazo de
Fdez del Riego

1973-05-05 Mencionado/a
Carta de Pérez Prado a Luís e Maruxa Seoane. 1973
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Pérez Prado a Luís e Maruxa Seoane. 1973 en 05/05/1973


Buenos Aires, 5 de mayo de 1973

A Luis Seoane y Maruja

Queridos amigos:

Acabo de llevar al correo unos ejemplares de mi librito que allá vuelan por vía aérea; hace unos días firmé pocos, recién salidos del horno, con la promesa de los editores: “salen ya, por avión”. Pero como los conozco y como sé a qué atenerme en cuanto a velocidad repetí en un caso –el de ustedes– y así recibirán dos copias con lo que, por lo menos, nos aseguramos contra extravíos, demoras y otras malandanzas.
Como ven, todo sufrió gran retraso y por mi parte no sabía qué decirles a no ser repetir, por carta, lo que los dueños del negocio me repetían de viva voz: “la semana que viene, sin falta”. Pasaron muchas semanas y en ellas, es verdad, pasó de todo: accidentes, un grave problema de familia con la correctora que trabajaba en las pruebas... desde Montevideo, etc. (En el etcétera va, nada menos, una bomba: en la madrugada del 13 de marzo y con el habitual sigilo una persona (o personas) no identificada(s) colocó el artefacto explosivo: la detonación nada sigilosa terminó con todos los vidrios y algo más de la calle Talcahuano entre Corrientes y Lavalle. La bomba fue colocada en el local de ventas de la editorial, precisamente en el destinado a estos libros y, como ya andaban por los aires algunas de las polémicas, no faltó quien –en broma– asignara a nuestros adversarios el pirotécnico chiste. Claro que sería mucho pedir y que a lo mejor la explicación que se le ocurrió a la Policía sea la más arrimada: que alguien, de pronto, se dio cuenta de que le explotaba la bomba cuyo destinatario sería el juez electoral, por ejemplo, en su bufete de los Tribunales. Con susto, pues, y en cualquier umbral la dejó poco antes del estampido. Pero la verdad es que ese alguien se ocupó de meterla muy adentro y el destrozo fue mayúsculo).
Habrán recibido , también, la carta con que respondo a los del Faro. Todo ocurrió por una audición de La gallina verde en la que dialogué toda la mañana con Héctor Grossi. Allí, por ser en vivo, me despaché a gusto y el asunto causó mucho revuelo. Manuel Núñez Búa me vapuleó por radio y el Faro reprodujo el vapuleo con algo más, como postre. Mi carta –que mandé también a otros amigos– pretende contraatacar: no hubo más respuestas. En cuanto a presentaciones por radio y TV, con el ánimo de ayudar al librito, les diré que tengo varias en mi agenda. La primera va mañana (Radio Belgrano) y el lunes (pasado mañana) voy en vivo y otra vez en la célebre gallina verde (ahora en Radio Continental). Luego, allí mismo, grabo audiciones para esa misma onda y para todos los días de la semana que será la primera del libro en su aparición pública. El domingo 13 salgo dos veces por LSI (Municipal) y no sé en qué momento me filmarán para Canal 7 (con Tomás Eloy Martínez y otros). Mientras tanto los paisanos no se quedan quietos: Pampillón me informó que tenía que donar un par de ejemplares a la Biblioteca del Centro y presentar una nota pidiendo autorización para vender la pavadita en el kiosko. Era casi seguro que la nota sería despachada favorablemente. Por otro lado (por otros paisanos), las cosas despiertan mucho entusiasmo y el breoganazo de Abraira quiere, como temía, organizar una gran comida donde cientos de pollos terminarán sus vidas. Todo esto antes de leer el libro: ahora, que tiene un ejemplar, quizá cambie de opinión. De cualquier modo, yo les dije que no era partidario de esos holocaustos si bien me avenía a lo que significara difusión del libro y de su eventual mensaje. Los editores, por su lado, tienen confianza y me pidieron más libros, ya que soy tan divertido. Un tema, sobre todo, los subyuga y lo creen justito para mi estilo: es el de los argentinos que se arruinaron en París tirando manteca al techo. Yo les digo que nada sé y que no quiero ponerme a estudiar un tema forzosamente, pero los tipos no dejan.
En cuanto a las cosas por aquí hay mucho que contar. La situación, como sabrán, está que arde. Quizás Palmás, en persona, les dé una visión más prolija y viva de lo que cabe, normalmente, en una carta. Secuestros, ejecuciones según unos y asesinatos según otros, etc. La última, de las gordas, fue la del almirante Quijana a quien todos conocimos por TV, ya que nos explicó minuciosamente lo de Trelew. Lo mató a tiros el gallego Fernández Palmeiro a quien la policía encontró muerto en un departamento céntrico. Antes habían llegado al lugar multitud de coronas de flores y periodistas a quienes se avisó por teléfono. El chófer del almirante alcanzó de un tiro a Palmeiro sin impedir que éste se alejara en una moto y llegara hasta ese lugar donde lo encontraron. Mientras el vino sube, la leche sube, la carne sube, todo sube y el termómetro baja: estamos ya con los primeros fríos del buen otoño porteño.
Por fin y por no alargar esto en resumen de lo que nos interesa: El libro estará en todas las librerías pasado mañana, lunes 7 de mayo.
Durante los primeros días, lo acompañarán una serie de audiciones donde seguiré contribuyendo a la úlcera de don Braulio y de sus lectores así como a la dispepsia de Manuel N. B. y de sus oyentes por Iberoamericana.
Cuando haya críticas, lo sabrán. (Las espero de dos tipos: las adulcigadas y convencionales y las virulentas por los que descubran el sayo a su medida).
Y como siempre, les deseo mucho bien, muchísima suerte en Madrid y en donde cuelguen grandes nostalgias por Buenos Aires y un feliz regreso. En verdad, que me gustaría charlar con ustedes: les debo muchas horas amables, mucho estímulo y un librito que tendría que haber sido mejor, pues tuvo los mejores padrinos... Pero, como dijo Cervantes, todo ser engendra a su semejante.

Un abrazo y mis saludos a todos los amigos, que son los de ustedes y los de nuestra Tierra.

Antonio Pérez Prado

Salta 760, 3ºB

1975-04-02 Mencionado/a
Carta de Pérez Prado a Seoane. 1975
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Pérez Prado a Seoane. 1975 en 02/04/1975


Buenos Aires, 2 de abril de 1975

Mi estimado Seoane:

Hace un tiempo (fecha 14 de febrero) mandé a usted una larga carta que no tuvo respuesta. De las explicaciones posibles, elijo, para su silencio, la más cómoda para mí y supongo que no recibió esas páginas. Va, entonces, fotocopia del duplicado.
Prelorán está en La Pampa filmando. Antes de salir, presentó una suerte de presupuesto glogal cuya suma dejó turulato a Valentín Fernández. Con los aumentos, desvalorizaciones y escaseces que nos llueven el costo pronosticado trepa a once o doce –o trece– millones. En fin, mucho más de lo que se pensaba y sobre todo muchísimo más de lo que nuestro inefable Valentín cree posible lograr mediante su esforzada campaña. El asunto tomó un cariz desagradable; hubo charlas desapacibles entre Prelorán y Valentín y Mabel anduvo a los saltos cuando partió el cineasta. Los cabildeos incluyeron una cena tormentosa y, por fin, se recortaron un poco los costos, pero no mucho. En resumen, que los ambiciosos planes quizá deban recortarse también y la película resulte más pobretona o –es de temer– menos entusiastamente creada por Jorge. Durante unos meses, trabajamos duro; yo casi me hice un experto dentro de las posibilidades de quien no conoció –ni vio jamás– al personaje que buscábamos evocar. Yo, por mi parte, reaccioné ante las dificultades económicas y, sobre todo, a la manera como fueran expuestas, con un desaliento mortal. Mi esperanza es la de que Prelorán alargue su viaje por los arenales pampeanos y me deje reponer; luego, una vez aquí, nos reuniremos y veremos qué podemos hacer con el material filmado y con los recursos posibles. Esas son mis dudas nuevas; las viejas, que usted comprenderá muy bien y que persisten, son las que menciono en la carta anterior, hoy fotocopiada.
Y otra fotocopia le mando. Es para que siga el increíble asunto del librito sobre los gallegos y del inefable instituto que orquesta Pampillón. Mi carta es la de un tipo justamente indignado que, sin embargo, no dice todo. La pena es que a pesar de mi reserva, el asunto basta y sobra para que lo gocen muchos y quizá lo usen menos deportivamente.
Espero sus comentarios; mientras reciba mi cariño de siempre y trasmita mis respetos a Maruja.

Antonio

Antonio Pérez Prado
Salta 760, 3ºB
Buenos Aires

1975-04-28 Mencionado/a
Carta de Seoane a Pérez Prado. 1975
Madrid
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Pérez Prado. 1975 en 28/04/1975

Madrid, 28 de abril de 1975

Sr. D. Antonio Pérez Prado
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Debo respuesta a dos cartas suyas. Debo respuesta a otras cartas de otros amigos míos en ésa y unas líneas primeras de llegada a todos. Pero desde que llegué, no hice más que sentirme confuso, desorientado y trabajar para una exposición que se inaugura mañana. Tengo todo el material para concretar una monografía sobre el gran dibujante satírico de este siglo, el catalán Bagaría, y aún no pude empezarla. Por vez primera, dudo de todo y noto algo que cambia en mí y creo se lo debo a las circunstancias de que escribía Ortega. Todo es largo de explicar. Yo que odio la soledad me la estoy explicando en aquellos que la aman y la gozan. Me explico al ermitaño y al pescador de caña. En cuanto a ustedes comprendo por todo lo que pasan con motivo de la película sobre Castelao. Sobre todo lo que debe pasar Prelorán, tan ajeno a nuestro modo de ser, tan sin defensas para las sutilezas de las gentes gallegas. Cuando me escribió la primera carta, imaginé que ocurriría algo así, que todos tendrían ideas para que las desarrollasen Prelorán y usted y que lo que tenían que dar, dinero, lo harían discutiendo y muy mezquinamente. De Castelao en Buenos Aires no se puede hacer, pienso, película alguna. Sólo de su obra, la de Buenos Aires y la de aquí. Ni siquiera los emigrantes de que se podría sacar partido son los que Castelao estimó más. Aquellos que salían de Galicia hacia lo desconocido de cualquier muelle de los puertos gallegos. Perplejos ante el porvenir, temerosos y esperanzados a un tiempo, deseando romper con el pasado, con su país y no deseando dejarlos. Aquel, repetido hasta el infinito, convertido repitiéndose en multitud, que embarcado, apoyando su cabeza en los brazos le hace decir a Castelao: “Deixa raíces na terra. Voltará”. No, esos con quienes Prelorán y usted se comprometieron y discutieron no son los emigrantes que Castelao quiso y queremos nosotros. Éstos están en sus casas amorriñados, sin esperanzas, solos, con los recuerdos de sus casas de Galicia. No son los transformados en aventureros, los corrompidos por la lucha de muchos años para sobrevivir, los que están dominados por el deseo de mandar en otros, los que sustituyeron las normas morales heredadas por otras más elásticas que les sirvan para acomodarse al medio en que viven. Hablan de Castelao y no lo leyeron. Les gusta el Castelao de los chistes. Qué chistoso es Castelao, me dijo un día un directivo del Centro Gallego y no supe qué decirle, o sí supe y no me atreví. Al anunciarse la ida de Castelao a Buenos Aires, Cuadrado y yo decidimos publicar Cincuenta homes por dez reás como homenaje a su llegada y publicamos Cincuenta hombres por dos pesos. Se pusieron a la venta en un banquete de más de mil personas que organizó el Centro Gallego para su recibimiento. La venta la efectuaban muchachas de los coros gallegos vestidas con los trajes regionales ofreciendo el libro de mesa en mesa. Vendimos siete ejemplares. Se trataba de un número cabalístico. Resultó entonces que los chistosos fuimos Cuadrado y yo. El libro terminó como otros libros de Hórreo, Dorna y Camino de Santiago, en las librerías de la Calle Corrientes incluido en los paquetes de a tantos pesos el lote. Allí se agotó.
En cuanto a conocimiento de la colectividad, creo ser un sabio. La defiendo porque creo que en sus deformaciones tienen que ver esas circunstancias a que antes me referí y que acompañan al hombre y, porque en ella, o en sus gentes aisladas, continúa existiendo cierta ingenuidad saludable. A mí, después de todo lo ocurrido conmigo, de sabotear mis libros, de silenciar cualquier noticia sobre mí, me escriben para que envíe una colaboración sobre Castelao. Así mismo invitaron a alguna otra gente de Galicia. Por mi parte, no contesté para no agriar más las pocas relaciones que existen entre los actuales dirigentes del Centro Gallego y yo, consistentes en las que puede mantener cualquier asociado. Por todo esto, comprendo lo que les ocurre a ustedes, a Prelorán y usted con ese hueco, megalómano señorito de aldea que es Pampillón.
Trabajo bastante. Mañana, ya la dije, inauguro una exposición aquí en Madrid. En septiembre, tengo otra en La Coruña y debo hacer un álbum de grabados para una editorial de jóvenes de Madrid e ilustrar con grabados también Los sueños de Quevedo. Aparte, publicaré otro álbum de dibujos el mes que viene. Haré lo posible para que lo que me rodea influya lo menos posible en mí. También ahora empezaré a escribir cartas a mis amigos y familiares. Las primeras que escribí no llegaron en general, no sé por qué. Tuvimos que llamar a mi hermano por teléfono, pues no sabíamos qué ocurría, no sabemos qué ocurrió con ellas. Con Díaz Pardo, organizamos la inauguración de la Galería Sargadelos de Madrid, equivalente a la de Barcelona. Constituyó un éxito. Exposición del libro gallego, de grandes fotografías sobre Galicia, de ejemplos prehistóricos prestados por la Universidad, azabaches, mapas, etc. Una idea bastante completa de Galicia colgada de las paredes y en vitrinas. Hasta ahora se pronunciaron dos conferencias, una de Ramón Piñeiro y otra de García Sabell, extraordinarias las dos. Faltan, serán a fines de mayo, otras dos, de Rof Carballo y Rafael Dieste.
Traté de contestar a sus cartas, en realidad, no las contesto. No sabría qué decir a la primera, por la segunda le felicito, huelga cualquier comentario. Se trata de una carta de justiciera.

Con saludos a su madre de Maruja y mío, reciba un fuerte abrazo mío:

[Seoane]