1967-02-02 |
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Madrid |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Payró. 1967 en 02/02/1967
Madrid, 2 de febrero de 1967
Sr. Julio E. Payró
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Hace semanas, o meses, ya no sé, que debí haberle escrito. En Bonn, con Nélida y Tomás Negri una noche en la que les hemos recordado, decidimos escribir una carta colectiva que no llegamos en ningún momento a redactar, pues la dejamos para mañana, un mañana como ocurre en estas decisiones con todos los mañanas, que no llegó. Sin embargo les tuvimos siempre presentes. Ahora estamos en Madrid instalados en un pequeño departamento que alquilamos por unos meses quizás hasta Julio o Agosto, y desde aquí haremos algunas correrías a ciudades castellanas antes de ir a Asturias y Galicia, a donde iremos a comienzos de la primavera, cuando sean menos constantes las lluvias. Es inútil tratar de describir en una carta todo lo que vimos desde que salimos de Buenos Aires y nos gustó. Méjico en primer término, la gloria de su barroco, la riqueza de tanto ornamento en oro componiendo algunos de los altares más bellos del mundo. La piedra trabajada elevándose entre plantas y árboles tropicales, o que a nosotros nos lo parecieron, en paisajes por kilómetros semejantes a los de Castilla por el color. La arquitectura, lo que queda de ella, y la escultura precolonial. Y luego el pueblo. Un pueblo de complicados y agresivos mestizos, atrozmente nacionalistas, y de indios pobres, simpáticos y cordiales que se mueven como ánimas en pena en un mundo de “muertitos”. Todos los “muertitos” quizás de las civilizaciones perdidas que perduran en ellos por una especie, es posible, de memoria ancestral, los aztecas, los toltecas... La ciudad de Méjico tiene un espléndido museo antropológico, pero las calles mismas son un museo, por ellas pasean los restos de viejas civilizaciones y sus mezclas. En las más recientes con los españoles queda, en general, en los ojos y en el rostro la crueldad de conquistadores y aztecas. El águila y la serpiente son, a mi juicio, un exacto símbolo de Méjico sin poder saber yo a cual sangre pertenecen la serpiente y águila, a conquistadores o conquistados. Nosotros, de orígen europeo, tambien festejamos los “muertitos”. El festejo es similar al de todos los pueblos primitivos. Nuestros bisabuelos de Galicia tambien comían y bailaban sobre las tumbas de sus antepasados en el día de los muertos y en el atrio de las iglesias. Le escribo sobre Méjico porque seguramente es lo que más me impresionó en cuanto a países y al que deseo volver. Luego me impresionaron de otra manera la ciudad de Nueva York, muchos de los museos que ví, el Guernica, las exposiciones de Picasso, la cordialidad de la familia Negri y el haber encontrado en Roma una “trattoría” con dos grandes cuadros del pintor exiliado español Gaya, envejecido, solitario y a quien llaman, el dueño de la trattoría y los camareros, “el profesor”, que fueron pintados como homenaje al Ticiano y a Velázquez. El homenaje de un hombre desterrado, aparentemente vencido, que solamente vive en su pintura.
Ahora en Madrid estoy trabajando y por estos días está abierta en Bonn una exposición de grabados míos que, según Negri, tiene mucho éxito. Ya les iré escribiendo, así de la misma manera que ahora, súbitamente, cuando menos lo proyecto. Un abrazo para los [escrito na marxe esquerda:] amigos comunes y otro grande para María Inés, Silvia y usted de Maruja y mío:
[Seoane]
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1970-05-01 |
Mencionado/a |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Payró a Seoane. 1970 en 01/05/1970
1º de mayo de 1970
Querido Seoane:
Se hizo esperar tu respuesta, pero llegó con gratas nuevas de tu éxito madrileño. Te felicito cordialmente. Me interesa sobremanera lo que has podido hacer con el Martín Fierro y me alegra saber que ha gustado al editor. Ya veré el libro uno de estos días.
Tengo poco que contarte, pues mi salud no ha sido muy buena en estos meses y me ha obligado a quedarme en casa más de la cuenta, amén de imponerme una estada en un sanatorio, del cual acabo de salir. Me interné para prepararme para un examen que resultó bastante penoso, pero de cuyos inconvenientes ya estoy repuesto. Parece que mi mal consiste en una inflamación persistente de vejiga, sin otros indicios más graves.
El amigo Negri escribió un excelente artículo sobre tus exposiciones en Alemania, que publicará en breve La Capital de Rosario. Lo he leído con placer. Negri es un muchacho muy serio y estudió bien el tema antes de poner manos a la obra. Aparte de su seriedad, intervino, como es de suponer, la estimación y el aprecio en que te tiene.
No he ido al cine ni he visto exposiciones –que ya empezaron–, ni he concurrido a la Academia ni al Fondo. Soto Acebal renunció definitivamente a la presidencia y Prebisch, a pedido, se hizo cargo de ella hasta que termine el período regular, que será a fines de este año.
En el Museo Nacional se inaugurará el lunes una muestra del Constructivismo en el Uruguay que, creo, te podría interesar, aunque supongo que, como yo, piensas que el Constructivismo tuvo verdadero valor como realización de Torres García, pero no como fermento para sus discípulos, generalmente paralizados por el ejemplo del maestro. Los únicos alumnos del Taller que han realizado obra significativa después de la muerte de D. Joaquín son los que conservaron la esencia de su enseñanza, pero abandonaron el código, por ejemplo Sergio de Castro, realmente talentoso.
Nélida Negri se queja de no haber tenido más noticias vuestras. Escríbele, que es una chica sensible y necesita la amistad.
En estos días está en prensa mi ensayo sobre el Expresionismo, que publicará Columba con 11 reproducciones en negro de xilografías y dos citocromías de cuadros (uno de Kirchner, uno de Schmidt-Rottluff). También se activa la reedición de mi historia del arte, muy bien presentada con una diagramación completamente nueva: se imprimirá en España y creo que saldrá muy bien.
Torrallardona vino el otro día a visitarme y me trajo un lindo libro de dibujos suyos, que acaba de aparecer. Estaba compungido porque no se enteró de un acto que organizaron en mi honor los de Estímulo de Bellas Artes y, por consiguiente, no concurrió. Es un muchacho cariñoso y lo quiero bien. Los de Estímulo me ofrecieron un vaso de vino blanco y una medalla muy bonita con la cabeza de mi madrina Minerva, que no ha de estar demasiado orgullosa de su ahijado. Asistieron a la reunión todos los artistas de la vieja guardia incolora. Brillaron por su ausencia los mejores talentos y, por supuesto, todos los jóvenes, mis colegas académicos (salvo Basaldúa) y los mejores amigos que, prudentemente, se habían ido a Europa, a triunfar en Madrid o pasear (González Lanuza) por Francia. Huelga decir que mi tertulia de los martes ha sido desertada totalmente. Pero no me quejo, informo solamente.
Releo el Quijote y Cien años de soledad para pasar el tiempo. También hago algunos de mis dibujitos estériles y arreglo mis libros y papeles porque, no sé si lo sabes, tengo ahora un departamentito suplementario en esta misma casa y he desocupado mi antiguo estudio de la calle Brasil, que me propongo vender para poder pagar mi nueva adquisición.
[Manuscrito na marxe esquerda:] Sabrás que se cierra el Instituto Di Tella. ¿Qué hará ahora Romero Brest?
Abrazos
Payró
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1971-07-10 |
Mencionado/a |
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A Coruña |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Payró. 1971 en 10/07/1971
La Coruña, 10 de Julio de 1971
Sra. Dña. María Inés Payró
Buenos Aires
Querida amiga:
Recibimos la noticia del fallecimiento de Julio por una llamada telefónica de Tomás A. Negri desde Hamburgo. Quedamos anonadados. No sabemos que decir. Hace ocho días aproximadamente recibimos una carta de él, redactada con humor y a propósito de algunos recuerdos suyos de infancia. Sabíamos que no andaba bien de salud, él lo decía en su carta, pero suponíamos que no era de cuidado y repentinamente nos llega esta triste noticia.
No podemos expresar cuanto lo sentimos y como nos sentimos solidarios del dolor de Silvia y suyo. Tambien supongo el dolor de cuantos en Buenos Aires y La Argentina se ocupan de cuestiones de cultura. Con él desaparece una de las más ilustres figuras argentinas y del último medio siglo, la más importante en cuestiones de historia y crítica de arte. Todas aquellas gentes que lo conocieron a él personalmente, o leyeron sus obras, han de sentir profundamente su desaparición. Yo no sé decir más, no puedo decir más. Quiero únicamente que nos tenga a Maruja y a mí junto a ustedes en estas circunstancias.
Reciban con nuestra amistad el sentimiento de:
[Seoane]
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1971-07-10 |
Mencionado/a |
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Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Rafael e Emma Lifschitz. 1971 en 10/07/1971
Buenos Aires, 10 de Julio de 1971
Queridos Emma y Rafael:
Acabamos de recibir una noticia que nos afectó mucho, la del fallecimiento de Payró. Ayer nos llamó por teléfono desde Hamburgo Tomás Negri* para decírnosla y no dejamos de pensar en ella. Payró era muy amigo nuestro. Escribió sobre mí alguna de las páginas que más agradezco y pienso que fue una gran personalidad en la Argentina actual y en lengua española, pues era, no solamente un notable historiador de arte, sino también un gran crítico y un gran escritor. Fue, en verdad, un hombre extraordinario en ciertos aspectos, de amistad difícil, mucha gente sentía ante él una gran timidez, parecía una hombre adusto, frío, y era lo contrario; amaba su libertad como amaba la libertad de los demás y en política. Creo que su pérdida es grande para la vida intelectual de Buenos Aires. Además, de difícil sustitución. Romero Brest es inteligente, sabe mucha historia del arte, está informado, etc., pero le falta la seriedad y el rigor intelectual de Payró y, sobre todo, de la sensibilidad de Payró. Además, escogió hace años el peor de los caminos para quien se dedica a la crítica e historia del arte, adherirse al último movimiento artístico por banal y tonto que sea como si esto a su edad renovase las glándulas. El mundo de baratijas que se ofreció en los últimos años en la mayoría de las galerías de arte del mundo deslumbraron, o parecieron deslumbrar, a Romero Brest y esto le resta ecuanimidad para la historia y la crítica artística. Y ¿si no es Romero Brest quién puede sustituir a Payró, ocupar el lugar respetado que él ocupaba? De todas maneras, lo que uno siente es la ausencia para siempre del amigo, del hombre de humor tímido que lo hacía extraño, interesado por todas las cuestiones de la vida y capaz de grandes renuncias. Una personalidad para quien fue vital el diálogo y, en los últimos años, lo concretaba sobre todo con José Luis Romero y González Lanuza.
Yo estoy trabajando, quizás poco para lo que es habitual en mí, pero es posible que me haga falta un período así de lectura y descanso para volver a las andadas. De todas maneras, hice una cabeza de las grandes de Rosalía de Castro, la gran poeta gallega del siglo XIX y algunos objetos nuevos. Pienso hacer, quizás la comience en estos días, una cabeza de Casals, además de gran violoncelista un ejemplo de lealtad a unos ideales. También hicieron en Vigo con cinco estampas mías, cinco reproducciones en serigrafía que tienen mucho éxito. Con todo, extrañamos a los amigos de Buenos Aires y a Buenos Aires. Hemos estado en sitios distintos, algunos que no conocíamos de la costa gallega, en uno que se llama Caaveiro en los últimos días, con un monasterio medieval en ruinas en un paisaje montañoso de belleza inaudita, kilómetros de bosques de robles, avellanos y castaños, en el que hubiésemos deseado concentrar a nuestros amigos. Fue un monasterio, creo que de templarios, aquellos monjes guerreros y banqueros de la Edad Media y ahora, en ruinas, sólo queda como ejemplo de enclavamiento de un monasterio que debía sufrir en su aislamiento las asechanzas de los invasores vikingos y normandos, o de los piratas ingleses que se internaban cuando podían. Nos alegramos mucho de vuestra experiencia europea, de que el viaje hubiese resultado tan feliz y de la compañía de Esther y Lipa, tan extraordinarios amigos. El lunes vamos a esperar a Lázaro Goldstein que viene de París a pasar unos días con nosotros. Creo que vino a Europa a un congreso de ingenieros, según me pareció entenderle por teléfono, y estos días está por aquí Geno Díaz*, que estuvo con nosotros.
Nos sorprendió mucho la noticia del suicidio de Alberto Brodesky* ¿Qué motivos podía tener él para tomar esa determinación?
Escribir así, largo, con noticias como lo habéis hecho esta vez, no sabéis cuanto os lo agradecemos.
Un abrazo grande para los cuatro, Emma, Rafael, Carlos y Eduardo, y para todos los amigos a quienes iremos escribiendo, de Maruja y mío:
[Seoane]
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