PROXECTO EPÍSTOLAS

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3 MENCIóNS A André Lhote (1885-1962)

Artista plástico francés. Tras asistir ao curso de escultura da École des Beaux-Arts de Burdeos, entrou no ambente profesional expoñendo no Salón de Artistas Independientes en 1906 e no Salón de Outono do ano seguinte. Sentiuse atraído polo Cubismo, integrando a Section d'Or. Intentou adaptar o cubismo ao clasicismo e obtivo por iso a adhesión de gran número de aficionados que se espantaban cos cambios excesivamente radicais pero nas súas obras denota o máis puro academicismo.
Epístolas
Mencionado/a [3]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1952-11-04 Mencionado/a
Carta de Esther e Lipa Burd a Seoane. 1952
París
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Esther e Lipa Burd a Seoane. 1952 en 04/11/1952


París, 4 de noviembre de 1952

Querido Seoane:

Es difícil exprimir en algunas líneas las sensaciones que recibimos aquí, en esta ciudad que se nos entrega de a poco. Estamos por fin instalados después de los primeros sinsabores necesarios y que nos llevaron la mayor parte del tiempo que vivimos aquí–. De los detalles creo que los conocen bastante bien por los “noticiosos” que escribe Esther [Burd] y que Perla [Rotzait] se encarga de hacerlos circular. Por mi lado, recién ahora puedo decir que estoy en París.
Hace tres semanas llegamos con sueño y cansados y la pasamos buscando alojamiento y tratando de quitar la suciedad “milenaria” en donde vivimos. Pero todos son detalles acabados por fin, y estamos entrando muy poco a poco en la vida por la cual hicimos el viaje.
De París poco puedo decir que Ud. no conozca mejor que yo: una ciudad enorme, con edificios monumentales, construidos la mayoría con un gusto muy relativo; gente de todas clases, amables y groseras. Pero vamos teniendo experiencias extraordinarias.
Yo la paso estos días recorriendo el Louvre que me deslumbra con sus obras. Camino dentro de el muy lentamente y sólo puede ver hasta ahora las salas de escultura antiguas. Al ver estas obras pienso que es una desgracia para el pintor vivir en un lugar tan alejado de aquí. Todo lo que yo conocía en la Argentina a través de fotos y reproducciones tienen una gran diferencia con los originales. El concepto de escultura egipcia y los relieves policromados Asirio–Caldeos se me revelaron recién ahora a pesar de haberlos visto mil veces antes. El mirar las obras a través de reproducciones es, pienso, como si a un pintor se le quitase la mitad de la paleta. Las Esculturas Egipcias encierran todo cuanto se pueda hacer en escultura al mismo tiempo que abren el camino a todo lo nuevo. Cada signo ideográfico, por pequeño o grande que sea, está hecho con maestría y amor extraordinarios. Sin hablar de las más famosas esculturas, recuerdo un sarcófago en donde las inscripciones talladas dan la misma sugestión de Marc Chagall y la maestría de Picasso. No puedo, Seoane, explicarle todo lo que me gustaron esas obras. Encuentro en ellas el punto de partida de todo pintor, ahora menos que nunca comprendo ese “lugar muerte” de la pintura pompier. Es como si los pompiers pintaran mal a sabiendas, porque con esos ejemplos antiguos nadie es lo suficiente audaz. Por otro lado no encuentro aquí, en absoluto, ingenuidad. Todo lo contrario, me parece estar viendo obras hechas con la mayor sabiduría posible, hechas con cánones estrictos, tan estrictos que consiguen una unidad perfecta a través de milenios. Las estelas egipcias o del Asia Menor encierran la misma unidad de “color” que los incunables de la Edad Media, con la diferencia que en las estelas esa unidad está conseguida con dibujo, trazos y relieves, diferentes unos de otros, lo cual me parece un mérito mucho mayor.
En cuanto a la escultura griega me ha dejado bastante indiferente. Hasta las obras fundamentales de esa época me parecen frías. Eso es todo lo que vi hasta ahora en cuanto a museos. De otras cosas: he estado en dos correcciones de A[ndré]. Lhote. Me causaron muy poca impresión. Es un pintor que sin duda sabe bastante, pero como profesor me resulta bastante poco. Claro que ésa es una impresión mía, ya que tengo que discutir con otros por esa opinión. Pero es que me parece mal su forma de enseñar.
Pasemos por alto su parte de comerciante, que sin duda la tiene, pero es lo menos importante. Lo que menos me agrada es que ve a todos los trabajos desde el mismo punto de vista. Todas las obras las corrige con un mismo canon. Insiste demasiado con el pasaje. Exhorta a los alumnos a pintar “pintura moderna” (como dice él), queriendo decir con ello que es moderno lo abstracto. Claro que todo suena a absurdo ya que releyéndolo parece que estuviera exagerando, pero en el fondo es así. Es que me molestan las soluciones que da. Considera mi cuadro bueno o al menos bien intencionado cuando sus líneas, en la composición, escapan con cierto ritmo, aun cuando ese ritmo resulte desagradable. Es verdad que cuando corrige un cuadro pintando él un trozo, levanta inmediatamente ese cuadro, pero con soluciones que resultan demasiado “simples”, sin ninguna sensibilidad.
Pero por ahora voy a seguir yendo a esas correcciones semanales, ya que no veo que haya otro taller que me sirva mejor. Y es así que estoy bastante desorientado y pienso que la única forma de aprender va a ser pintar bastante e ir a los museos y exposiciones, que me parecen la mejor guía. Y mostraré mis trabajos a [Manuel] Ángeles Ortiz o a otra gente que vaya conociendo.
En cuanto a lo demás, París ofrece todo al por mayor. Hemos visto en teatro Seis personajes en busca de autor por la Comédie con María Casares y F[ernand] Ledoux. Muy bien puesta en escena y mejor trabajada.
En cine Iván el Terrible, La línea general y El acorazado Potemkin de Eisenstein y Tempestad sobre Asia de Pudovkin, todas extraordinarias. Además Ella no ha bailado más que un solo verano, sueca y Rashomón japonesa, muy buenas. Estuvimos en el Velódromo de Invierno en donde un gran grupo de “autores por la paz” vendían sus propios libros autografiados, con un gran telón de Picasso como fondo. Un telón extraordinario, casi monocromo, del estilo de “Corea”, pero con menos fuerza. El acto estuvo lleno de gente (una gran cola esperando para entrar) y con un gran éxito, con gran sorpresa nuestra que veíamos por primera vez un acto realizado con libertad.
Y así voy terminando con el informativo. Creo que poco se me ha escapado. Hemos visto a Ángeles Ortiz que nos resultó extraordinariamente agradable y nos volveremos a ver una de estas noches.
París nos está llenando de experiencias nuevas. Por un lado, su vida artística, por otro, el encontrarnos, por primera vez, con todo el día para nosotros mismos. Pienso que sería hermoso vivir aquí siempre, pero con los amigos que, como Uds. decían, es lo que se extraña en el extranjero. ¿Y Uds.? Por las cartas de Perla [Rotzait] sabemos lo que hacen, y es un poco como si tomáramos parte nosotros también de sus actividades. ¿Hay alguna novedad del mural? Mostré su libro, La torre de marfil, a M. Ángeles Ortiz, que le pareció muy bueno. A la otra gente no he podido entregarlo todavía, a [Louis] Aragón y Pierre Abraham por no haberlos encontrado, y a [Arturo] Serrano Plaja por no haber tenido tiempo. Pero todo lo haré la semana próxima.
Y ahora los dejo, siempre con ganas de recibir de Ud. buenas noticias para sentirnos más cerca de Bs. As., con un hasta pronto, Pidiéndole Seoane que nos deje un poco de su tiempo y nos escriba, que aquí esperamos cartas con ansiedad.

Con un gran abrazo.

Lipa.

[Escrito por Esther:] Querida Marujita, querido Seoane:

En un hermoso día de sol cosa rara tratándose de París, les escribo para repetir una vez más que estamos muy contentos y continuamente riendo y sintiendo cosas lindas. Realmente, por más que trabaje la imaginación y se lea mucho en Bs. As., la representación que se tiene de todo esto es completamente distinta y ya no digo todo lo relacionado con la vida artística intensiva muy fácil de llevar aquí, sino todo lo que una vieja ciudad de cultura milenaria y de siglos de vida irradia de todos sus rincones, sus calles en diagonales, sus edificios viejos y sucios, su Sena, sus catedrales, sus gentes que te están diciendo continuamente use como quiera. Y es eso lo que hacemos con 1 intensa satisfacción espiritual. Nos acordamos mucho de Uds. Tenemos muchas ganas de verlos y de charlar largo. Caminamos muchísimo, nos vamos conociendo todos los rincones de París de esa manera y pensamos que es la única manera para conocerlo bien. Nos alegra en la actualidad no haber comprado el auto, para París no se necesita. Otra cosa será cuando queramos salir a recorrer alrededores y otros lugares, pero para eso falta mucho tiempo y ya veremos el medio que usaremos. Nos gustaría nos escribieran largo, es muy lindo recibir carta aquí de la gente que se quiere, es como estar dialogando un rato con Uds. Ahora los dejo, nos vamos a comer, sepan que los recordamos con mucho cariño y hacemos muchos paseos con Uds. Va un fuerte abrazo.

[Esther]

1952-12-14 Mencionado/a
Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1952
Bos Aires
París
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1952 en 14/12/1952

Buenos Aires, 14 de diciembre de 1952

Sres. Esther y Lipa Burd
París

Queridos Esther y Lipa:

Hace ya muchos días que debiera haber contestado la espléndida carta que nos enviaron, tan llena de alegría y de entusiasmo. El no poder contestar de igual manera, porque nos sentimos precisamente alejados de toda esa vida que Uds. Van ahora conociendo y que con pequeñas variantes es aproximadamente igual, creo yo, en toda Europa, hace que deseemos fervientemente las cartas que vienen de ahí, de cualquiera de esos países y que luego sintamos una gran pereza para contestarlas. Buenos Aires es una ciudad de seres desarraigados y nosotros somos unos desterrados más que no podemos olvidar ni esconder nuestro destierro, lo recuerda nuestro acento, nuestras preocupaciones, y los demás se encargan tambien, a veces por maldad, de recordárnosla. Cada hombre está en esos países de alguna manera afincado a la tierra, pueden tener una vida sórdida, ser sórdidos ellos mismos, pero su vida es una vida humana con un sentido oculto en cada uno que le orienta hacia la colectividad. La obra de sus manos está destinada al hombre para hacerle gozar o para herirle pero es una obra humana. Todo aquí es demasiado nuevo, recién estrenado, para que tenga ese calor, el calor del uso, de la costumbre que tiene una ciudad europea adaptada por los siglos al hombre y que París tiene como tantas otras y más que algunas. Pasear por sus calles, bordear el Sena, detenerse junto alguna pequeña iglesia gótica o románica, lo mismo que pasear por sus avenidas construídas en el siglo pasado, o pasar una tarde en ese jardín tan solitario y silencioso a pesar de estar en el centro mismo de la ciudad, como es el del taller que perteneció a Delacroix, vale bien el viaje a esa, aunque no hubiese museos, teatros y cafés, basta sólo ese aire gris, esa vieja atrabiliaria, tallada como una gárgola que pasea la calle, ese mendigo que podemos ver que aunque lo sea no dejó de ser hombre por serlo. Pero además están los museos, y los espectáculos y los cafés. Ahí están reunidas en los museos las obras de centenares de generaciones hechas cada una de ellas con amor y con sabiduría, con ese saber que se viene transmitiendo de maestros a aprendices y que para nosotros los pintores, los artistas plásticos en general, es la verdadera escuela. ¿Qué puede enseñarnos nadie más que esas esculturas egipcias o asirias, románicas o góticas con su sola presencia? Por mi parte participo, Lipa, de su misma admiración ante ellas y creo sinceramente que la escultura desde entonces no ha hecho más que retroceder o por lo menos no hacia delante un solo paso hacia delante. ¿Cómo podemos comparar el móvile de Calder, puro juego gracioso e intrascendente por bello y decorativo que él sea, con el sarcófago tallado a que Ud. Se refiere? Algunos dicen que cada época lleva consigo un estilo y no es verdad, porque en cada época se cruzan y chocan uno o más estilos y el de Calder, y este es un ejemplo, no es el estilo de nuestra época sino uno más entre muchos que quizás mueran dentro de cinco, diez, veinte años y pasen al capítulo de curiosidades. En Buenos Aires estamos iniciando nuestra época Calder, una fiebre que durará seguramente algún tiempo, todo el tiempo que tarde en llenar el marcado de monografías de algún otro escultor más reciente o haga Romero Brest un viaje al exterior para beneficio de sus discípulos; e iniciamos nuestra época Clavé en pintura y todo lo que en éste pintor es personal, lucha consigo mismo, pasa a ser en las galerías de esta capital del dominio común por la ligereza torpe de algunos que fueron últimamente a París y que no vieron lo que Vd. Vió porque estaban excesivamente preocupados por la novedad, la moda, que en el arte tiene sus raíces en el fondo de la historia y que Marc-Chagall o Picasso, o Rouault han venido encontrando sus medios y sus soluciones en el estudio de las obras del pasado más que en ninguna otra fuente. Picasso sobre todo ha extraído lecciones, las más fecundas del arte de nuestros días a mi juicio, precisamente del pasado.
Aquí hubo una buena exposición de dibujos y óleos de Spilimbergo en la que se destacaban a mi juicio los dibujos, firmes, vibrantes de línea, expresivos que ahí, en París, hubiesen alcanzado verdadera resonancia. Y casi nada más, una exposición del grupo “La Jaula” que como este apelativo se encarga de revelarnos nos dá cuenta de un grupo de artistas encerrados por propia decisión en puras fórmulas, en reglas consideradas actualmente muy “art d´aujour´hui”, en general bastante mal digeridas y de las que se copia la apariencia externa. Una buena exposición del grabado alemán “degenerado” en la que se destacaban los expresionistas. Ahora a fin de año en Plástica y en Bonino un mercado de las pulgas de objetos viejos antes de su estreno en donde en Bonino hay algunas realizadas por mí de las que me arrepiento, por ellos mismos y por haber aceptado entrar de esa manera en esa especie de comercio al menudeo.
Estoy bastante de acuerdo en lo que Vd. Dice refiriéndose a Lhote, ejemplo de pintor que cada día se desvanece más a pesar de su perfecto conocimiento de todas las reglas, pero esto que como pintor no ayuda a su obra le hace útil, a mi entender, como maestro.
En resumen, estamos aquí envidiosos de Vds. Y esperando pacientemente irnos a nuestra vez mientras sea tiempo. Por mi parte trabajo lo que puedo, hice algunos cuadros nuevos y estoy contento, sino de los resultados, de trabajar. Estos días a pesar del tiempo desigual lucen los árboles y las flores de Buenos Aires, los jacarandás de la calle Santa Fé y de Caballito Sur, los paraísos y las retamas. A Perla y Enrique los vemos a menudo y a Vds. Les extrañamos mucho. Perla nos cuenta de Vds. Y por ella vamos recordando de París todo lo que Vds. Ven. Nos alegró mucho que hubiesen simpatizado con Angeles Ortiz que es un espléndido amigo además de ser un gran artista.
Este mes saldrá el tomito de retratos de Botella al Mar, les enviaré un ejemplar tan pronto como salga. Bueno, creo que por el momento esto es todo. No se olviden de nosotros y a Lipa le recuerdo además el encargo de [Le] Crapouillot, si tienen tiempo y ganas de hacerlo. Un gran abrazo nostálgico de:

[Seoane]

1953-02-03 Mencionado/a
Carta de Esther e Lipa Burd a Seoane. 1953
París
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Esther e Lipa Burd a Seoane. 1953 en 03/02/1953


París, 3 de febrero de 1953

Querido Seoane:

Ya hace casi un mes que debía haber contestado su linda carta y que encontramos a nuestro regreso del maravilloso viaje a Alsacia. Ud. me escribe en ella que desean recibir cartas de aquí y nosotros sentimos el mismo deseo en recibirlas de allí: esas cartas nos hacen sentir cerca de lo único que extrañamos de la Argentina, a nuestros amigos y nuestra actividad. Aquí, nuestros recuerdos de la vida argentina se redondean un poco, como si se les fueran sus asperezas y pensamos que estamos haciendo un paréntesis en nuestra vida, un paréntesis a la manera de un respiro para tomar fuerzas para poder modificar nuestra rutina. Y a veces cuando recibimos una carta, recordamos ese malestar espiritual constante que teníamos atravesado antes, en Bs. As. Es una especie de ambivalencia, estamos aquí encantados, maravillados por todo lo que nos rodea, y sin embargo recordamos con tanto cariño nuestro medio en el otro lado del mundo y cuando estamos allí hacemos esfuerzos enormes para venir aquí. Claro, Europa es un aprendizaje extraordinario para un americano y no defrauda en absoluto las esperanzas más ambiciosas. ¿Acaso puede defraudar con sus museos tan completos y tan enormes? ¿o con sus edificios milenarios que transforman nuestro concepto de lo eterno? ¿o con sus habitantes, como Ud. dice, afincados a la Tierra, aunque esa Tierra sea rocosa y no le de otro fruto que el hambre y el cansancio? Ud. me habla de desarraigo y destierro y a veces pienso que somos, o más bien, tenemos una vocación constante en ser extranjeros en todo lugar en que estemos. Extranjeros en nuestra actividad diaria, extranjeros con quienes conversamos. Y no obstante, elegimos esa forma de vivir con plena conciencia y sin más titubeos que los que pueden tener hombres con una constante actitud de duda. Es, me parece, nuestro único camino.
Me tendrá que perdonar, Seoane, estas divagaciones cuyo único objeto es expresarle nuestro estado de ánimo, así como nuestros pensamientos, que si son equivocados, son, por lo menos, sinceros.
De París y de nuestras actividades, creo que poco puedo agregar que Ud. no sepa ya por los verdaderos noticiosos que Esther manda a Perla con una regularidad que envidio, que sea dicho de paso, es una regularidad imposible para mí.
Como he leído la nota del catálogo de [Juan] Del Prete, quiero caer con una crítica más a [Jorge] Romero Brest. No he visto la actividad que él preconiza en el sentido que la pintura se vuelca a lo abstracto en ningún lado. Es cierto que no alcancé a ver el Salón de Otoño, cosa que lamento profundamente, pero todo lo contrario, en las galerías particulares, así como en los jóvenes pintores que he visto, hay más bien una dirección neta hacia el realismo, si bien es cierto, un realismo que usa de todos los elementos más sinceros del cubismo. Ni siquiera en el Taller de [André] Lhote (que es precisamente un profesor que preconiza muy ingenuamente y con una simpleza de “no artista” el arte moderno como llama él a lo abstracto) sus alumnos hacen verdaderos esfuerzos por ser abstractos y lo único que consiguen es quedarse justo a mitad de camino, entre el cubismo y el academismo más retrógrado. Hay, es cierto, otros talleres donde se hace arte abstracto, pero (creo) no cuentan ni por su número ni por su calidad. He visto en una galería de la Rue de Seine un grupo de tres pintores que hacen una pintura inspirada en los principios de Kandinsky y que consiguen cierta armonía de color, armonía fácil y que se consigue con cierto oficio, pero que constituye, a mi juicio, nada más que un juego similar al de los émulos de Calder que Ud. menciona en su carta.
Como dije antes, todo lo contrario, me parece ver una dirección hacia el realismo de toda la pintura.
Es que podemos ver un poco en perspectiva la pintura y me da la impresión que el cubismo, a pesar de sus extraordinarios exponentes, ha dado escuela a un arte que se estrella por fin contra un muro.
Del cubismo hemos visto estos días una exposición magnífica por sus exponentes y por su número.
Es realmente extraordinaria, y vuelvo a repetir, creo, lo que le dije en mi carta anterior, la diferencia entre las reproducciones y los originales. Las pinturas de Picasso, Braque y Gris no dicen nada de su grandiosidad y riqueza en las reproducciones por las que las conocíamos. Yo salí verdaderamente maravillado de esa exposición. Como la maestría de Picasso puede realizar, con tanta economía de colores (dos o tres a lo sumo) tanta riqueza de colorido. En los tres composición tan perfecta y armonía tan lograda. También me gustaron mucho Marcoussis, Gleizes y Delaunay.
En la Maison de la Penseé hemos visto la cabra de Picasso, así como algunas cerámicas de él. Maravilloso todo. Es una exposición de cerámicas de Vallauris, y por consiguiente de varios ceramistas, pero Picasso con su maestría hace empalidecer a los que lo acompañan, a pesar de que son de bastante interés. Entre ellos: Valentin, Inocenti, Picault.
Este es lo más importante que hemos visto en artes plásticas. Luego están los museos en los que nos maravillamos incansablemente.
Y también los espectáculos. Un Don Juan de Molière en la Comédie magníficamente interpretado por Ledoux en el papel de Sganarelle que hace olvidar la mediocridad del resto de los autores, sobre todo Don Juan es mediocre y no da la idea de ninguna manera de Don Juan...
La puesta en escena correcta en su clasicismo y también la escenografía.
Hemos visto también Edipo Rey, en la Comédie igualmente, donde lo único valedero es la obra griega, la puesta en escena, la actuación, sin fuerza y sin imaginación, pero igual salimos muy impresionados por el drama.
El Teatro Nacional Popular nos ha decepcionado un poco, no por mediocre, sino porque esperábamos de el un exponente mayor. Hemos visto La mère courage y El Avaro. Sus actores, todos correctos (a diferencia de la Comédie, donde algunos son francamente malos), pero ninguno se destaca como un gran actor, ni aún Germaine Montero ni Jean Villar (también a diferencia de la Comédie, donde están Ledoux y Maria Casares). Sus escenografía a mí me parecen pobres a fuerza de querer hacerlas sintéticas, pero tienen indudablemente buen gusto. La puesta en escena, buena sin entusiasmarme.
La temporada teatral se presenta hasta ahora un poco pobre, pero es en cine donde París se nos ofrece en toda su magnitud. Sin hablar de cine de museo, en donde hemos visto casi todos los clásicos rusos, así también como hermosas películas de René Clair y otros; vimos Dos centavos de esperanza, italiana muy hermosa; La hora 11, también italiana muy buena con escenas de tragedia extraordinarias; Ella no ha danzado más que en un solo verano, sueca, bastante buena; Mitchourine, soviética, en maravilloso color con una primera mitad que me gustó y luego alargada creo un poco sin sentido; ayer, Roma, ciudad abierta, el drama que junto con Arco Iris, me parecía el más fuerte que he visto. En fin que casi diariamente uno se deslumbra con un espectáculo grandioso.
En cuanto a mi trabajo personal, estoy contento con trabajar bastante, pinto todo el tiempo libre y como los ratos de que dispongo son muchos, pinto con regularidad. Creo que algo he progresado y que en definitiva tanto museo y tiempo para pensar deja algún sedimento en mí. Lo que más me alegra es trabajar tranquilo sin el apuro loco que tenía en Bs. As., donde lo único que conseguía era una incertidumbre constante.
A [Manuel] Ángeles Ortiz y a [Arturo] Serrano Plaja no les vemos casi y Esther me acusa de insociable muy justificadamente. En cuanto a sus encargos, todos están cumplidos. Los ejemplares de La torre de marfil entregados hace meses y los libros de Crapouillot enviados a Bs. As. hace ya meses por correo certificado y espero que los tenga ya en sus manos. No los enviamos antes porque quisimos hojearlos un poco. El libro de dibujos me pareció excelente.
Las fotos de [Francisco ¿] Bores y el catálogo de [Julio ¿] González me fue imposible conseguirlos. El catálogo lo busqué en el Museo de Arte Moderno, en sus depósitos y también en un archivo oficial donde me enviaron desde el museo infructuosamente, pero es posible que lo encuentre en librerías, que creo que es la única posibilidad. Las fotos, no sé donde.
La semana próxima viajaremos a Londres donde pasaremos 15 o 20 días. Desearíamos estar más tiempo, pero nuestra ¿matroné? no nos lo permite, pero pensamos volver a ir más adelante, cuando termine el año escolar. Vamos ahora para encontrarnos con Sereno, que estará de paso en Londres en su viaje a la India.

Esto, creo, es todo, por ahora y así me despido con un gran abrazo para Maruja y para Ud. de quien los recuerda con cariño.

Lipa

Queridos amigos:

En no se cuánto tiempo de recibida la carta vuestra, va nuestra respuesta llena de cosas lindas e intensas. La vida aquí en París es sumamente variada y completa. El problema es a donde se va primero, y no esa necesidad que tantas veces pudimos sentir en Bs. As. de no ver y no encontrar mucho por ver. Nos arreglamos tan bien que me parece imposible, ya que el dinero que gastamos es mínimo. Es que París ofrece tantas ventajas a los estudiantes que podemos almorzar todo un señor almuerzo por 75 francos. Ir a la Comédie por 100 francos y hasta un cabaret (pues llegó Yaco y nos pervirtió a todos) por 10 francos. Es cosa de no creerse. Todas las exposiciones pagas las vemos a mitad de precio. Obtenemos muchas veces rebajas en los cines. En fin, que nuestro mal acostumbramiento nos hace rezongar cuando en algún lugar no nos dan la preferencia: Bien sé yo que si una mala lengua leyera estas líneas, ya diría mujer al fin, hablando de dinero. Pero que le vamos a hacer, amigos, en la vida hay que definirse.
En estos momentos estamos tratando de ver como podemos hacer para ver más obras de Picasso. La exposición Cubista, que Lipa les habló, me pareció muy buena. Picasso, Braque y Juan Gris, marcaron el camino, con la única diferencia que Picasso es más variado en sus concepciones, cosa que le hace a una tener ganas de ver toda su obra. Por más que les aclaro que no tengo ningún inconveniente en ver la obra completa de Juan Gris, Braque, Matisse y otros cuantos geniecillos que andan por aquí y allá. El viernes iremos a la Galería de Louise Leiris que en la Maison de la Penseé nos dijeron que es su concesionaria. Y si lo que vemos allí no nos alcanza, trataré de llegarme a su atelier y tratar de ver lo que tiene allí –cosa que creo posible, ya que no es a Picasso a quien quiero ver, sino a su obra–. ¿Qué más decirles, amigos? Su carta nos alegró mucho. Me gusta saber que hacen y que piensan. Sé que hizo mucho calor por allí y que eso los habría fastidiado bastante. Nosotros el frío lo toleramos muy bien, tanto que cuando hace 4º opinamos que no hace frío, salvo si el asunto baja de 0º, ya nos parece una temperatura de invierno, y no son muchos los días que hace bajo 0º. Espero que nos contesten pronto y nos digan si ya recibieron el envío. Había empezado a leer Un parisien en París, pero hubiera tardado mucho en leerlo, pues entre lo que salgo, estudio, y leo las obras de teatro que vamos a escuchar, les hubiéramos demorado el envío más de lo que ya demoramos, y realmente pensé que lo puedo leer en Buenos Aires. ¿Qué resultó de la exposición de Luis en Mendoza? Perlita [Rotzait] me escribe que las últimas cosas de Luis son hermosísimas. Eso no me extraña nada, ya que son hermosísimas las últimas y las primeras. También me pone que expone en Agosto en Viau. Que sea con mucha suerte. ¿Ya volvió la madre de Luis? ¿Qué cuenta de España? Hay en estos momentos una exposición de Arte Turco –lo único interesante son unas miniaturas que hacen recordar en parte a las miniaturas de la E. Media– el resto, la cerámica, los tapices, las puertas trabajadas no son muy interesantes. Nos vamos para el 10 para Londres, sé que es muy linda ciudad. Tenemos muchas ganas de despedirlo a Sereno, a quien no sabemos cuando volveremos a ver. Y pensamos aprovechar nuestra estadía al máximo. Tenemos ganas de ver teatro, ya que aquí aún no hemos visto teatro que nos parezca extraordinario. Barrault empieza recién en Octubre –y creo que es lo mejor que tiene en estos momentos Francia en teatro–. Bueno, amigos, el hospital me espera. Ya llego con un poco de atraso. Ahora los dejo con un gran abrazo a ambos y el cariño fuerte de

Esther

Me doy cuenta que modifiqué nombres y que el que expone en agosto en Viau es Leone (Enio Iommi¿?)