PROXECTO EPÍSTOLAS

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11 MENCIóNS A Le Corbusier (1887-1965)

Teórico da arquitectura, arquitecto, deseñador e pintor suízo nacionalizado francés. É considerado un dos máis claros expoñentes do Movemento Moderno na arquitectura e un dos arquitectos máis influíntes do s. XX.
Epístolas
Mencionado/a [11]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1963-03-27 Mencionado/a
Carta de Seoane a Scheimberg. 1963
Basilea
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1963 en 27/03/1963


Basilea, 27 de marzo de 1963

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Hemos estado en estos días en cuatro ciudades suizas: Ginebra, Zurich, Winterthur y Basilea. Estamos ahora en esta última ciudad, la más agradable de las cuatro, la que mejor se hace querer y dentro de dos o tres días regresaremos a Ginebra, la más antipática para mi gusto y en la cual uno va distinguiendo el calvinismo en el rostro de sus habitantes, en general, unos rostros desabridos. Sin embargo, esta vez nos quedaremos más tiempo en esa ciudad. Se dice que en el siglo XVI Calvino estimuló a los orfebres para que en lugar de imágenes de santos y cálices hiciesen relojes. También cuentan que cuando quemaba a Miguel Servet, éste, entre llamas, le gritó algo así como: “Calvino, eres un miserable, un tacaño, quisiste ahorrarte leña en esta ocasión”. Es posible que el reformista fuese un genio de la economía, tal como la entienden algunos, que ahorrando leña a los condenados al fuego e impulsando la fabricación de relojes en lugar de obras de fantasía, imprimiese fisonomía y carácter práctico a las gentes. Una nariz es sólo para respirar y una boca para comer. Desconcierta que en Ginebra hubiese nacido Rousseau y hubiese vivido Voltaire. A Miguel Servet, quemado con leña, pudieron esculpirlo con tiempo la liga de librepensadores franceses con el gesto español furioso que tiene su estatua en París. Afortunadamente, en Ginebra, hay rostros de todas partes del mundo que hacen olvidar los ginebrinos, y por ellos, y por mis asuntos, nos quedamos de momento en esta ciudad para hacer desde ella viajes frecuentes a Zurich y a Basilea y tal vez a Milán. Hemos visto tres grandes exposiciones igualmente magníficas: de Jawlensky, en Ginebra; Jacques Villón, en Zurich, y de Paul Klee, en Basilea. La menor en cantidad, la de Paul Klee, reúne sesenta y dos obras. Me impresionó enormemente la de Jawlensky, del que ya conocía muchas obras, pero sus cabezas de la última época, de pequeño formato, repetidas como tema, pero creándose nuevos problemas de pintura, me pareció una lección espléndida para un pintor. Le vienen a uno al recuerdo, contemplándola, el carácter obsesivo de los íconos rusos e igual misticismo. Jawlensky en su último período es algo así como un San Juan de la Cruz en pintura. Pienso –otros lo pensaron antes– que sólo Rusia y España produjeron hasta ahora en Europa, temperamentos así de obsesionados, y de fanáticos por igual de claridad y tinieblas. Ni España ni Rusia ahorraron jamás la leña de los condenados, ni cambiaron, cuando la tuvieron, la fantasía por los relojes. Y, sin embargo, en mi caso estaré en Ginebra, no en otra parte, por si los relojes pueden ser útiles a los fines que me propongo. Los Museos de Basilea y Zurich han aumentado en estos últimos tres años con valiosas obras de arte contemporáneo. La última donación, la de un señor multimillonario, La Roche, dueño de una de las firmas más importantes de productos químicos, se está exponiendo actualmente en una de las grandes salas del museo y consta de 1 Picasso (ya había donado cuatro), 1 Juan Gris (anteriormente había donado 11), 11 Braque, 6 Le Courbusier, 20 Ozenfat, 7 Leger y 4 esculturas de Lipschitz, entre otros. El Museo de Basilea es una maravilla y se lo merece esta ciudad por su amor al arte. Estos días en la vidriera de una zapatería se exponen obras primitivas de arte popular australiano que colecciona su dueño y nosotros estamos parando en un hotel que tiene, solamente en su comedor, un Matisse, dos Roualt y una serie de litografías de Manessier, con un Buffet y otros autores. Todas obras originales y, en otras dependencias, Paul Klee, Bonnard y otros pintores, y obras de franceses, alemanes y suizos en los dormitorios. Tiene además una espléndida colección de piezas etruscas, dos grandes vitrinas en el comedor y una en el vestíbulo. El dueño del hotel va él mismo a excavar a Italia y las piezas que encuentra, algunas de valor incalculable por su originalidad, fueron descubiertas por él. Basilea es un centro de arte y fantasía. Lo fue con los alquimistas de la Edad Media, con Holbein que dejó aquí donde vivió gran parte de su obra y con los químicos actuales. Es una de las ciudades que prefirieron siempre los alemanes mejores cuando no podían respirar en su patria, Nietzche, Stefan George, y ahora, desde Hitler, Jaspers.
Refiriéndome a otras cuestiones, la prensa francesa Le Monde y L´Express se refieren con extensión a la polémica sobre literatura y arte en Rusia. L´Express trae en sus últimos números del 610 al 614, correspondientes a este mes de marzo, importantes revelaciones del poeta Evtovchenko sobre la actitud de escritores y artistas, y Le Monde por su parte la crónica de la polémica levantada en Francia en el P. con motivo de negarse los estudiantes afiliados a cualquier clase de autocrítica por considerarla hipócrita y negativa. Con respecto a Buenos Aires tuvimos noticias bastante buenas por este diario y negativa. Con respecto a Buenos Aires, tuvimos noticias bastante buenas por este diario de la actitud de la M. Creo que convendría leer el libro de Evtovchenko que acaba de salir en París, L´autobiographie précoce, además del de poemas Trois minutes de vérité.
Esto es, en general, un resumen de lo que vamos viendo. En cuanto a Buenos Aires, estaremos emocionados por las atenciones de todos los amigos.

Un gran abrazo para Aída, usted y los suyos y otro para los amigos comunes, a algunos de los cuales escribo también hoy, de

Seoane

[Manuscrito:] Nota: Esta carta fue escrita en Basilea hace unos días. La echamos al correo ahora en Ginebra. Las manchas de arriba del papel vienen desde la fábrica. No son salpicaduras de nuestra cena.

1963-03-31 Mencionado/a
Carta de Seoane a Varela. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1963 en 31/03/1963

Ginebra, 31 de marzo de 1963

Sr. Lorenzo Varela
Buenos Aires

Querido Varela:

Hoy comienzo a escribir algunas cartas, pues hasta ahora no hice más que andar, gastar dinero en hoteles –el dinero más dormido– y comidas y en orientarme. En la primera quincena de abril, creo que se confirmará una exposición mía de grabados en Zurich y mañana lunes, en Basilea, se reúnen las autoridades de la Kunsthalle con alrededor de ochenta obras entre óleos y grabados. Hemos alquilado un departamento de un ambiente en Ginebra por dos o tres meses y a partir de mañana comienzo a pintar, pues no traje cuadros y sólo cuento con los veinte que dejé en Basilea en 1960 depositados en la Kunsthalle y los cuarenta y siete grabados que seleccioné en ésa para traer. Los grabados han impresionado por su técnica a los pintores y grabadores que conocí las respuestas sobre algunos de los resultados conseguidos. No vaya a ser el diablo que expongan ellos antes que yo y nos vengan luego esos recursos como novedades de París a Buenos Aires.
Pero pasemos a las noticias que pueden ser interesantes para tu audición radial. En la Galería Krugier de Ginebra se exponen actualmente ochenta óleos del pintor Alexej Jawlensky, que formó parte alrededor de 1921 con Kandinsky, Feininger y Paul Klee, del grupo los Cuatro azules en Alemania. Nacido cerca de Moscú en 1864, alternó en su juventud la carrera militar con la pintura. Alrededor de 1900, abandonó su profesión oficial por el arte, estableciéndose en Munich. Desde la Primera Guerra, debiendo abandonar esta ciudad, vivió alternativamente en Suiza, donde se refugió, y en Alemania al término de aquella. En la primera época muniquense de su pintura se notan influencias fauves y expresionistas, abundando en temas referidos a España, pero siempre destacando en ella su fuerte temperamento eslavo y el carácter popular de sus colores. Su época última se acentúa en él su profunda vocación mística y su obra, puede afirmarse, sólo consiste en cuanto a tema, en una serie considerable de variaciones sobre el rostro de Cristo. Adquiere su pintura una profundidad notable y para nosotros, Jawlensky, es no sólo uno de los grandes continuadores de la iconografía bizantina de su país, es uno de los pintores más hondos de este siglo. Falleció en Wiesbaden en 1941. En los últimos años atacado de parálisis debieron atarle los pinceles a las manos, como a Renoir, para que realizase esos rostros dolorosos y sintéticos que nos trae al recuerdo el tono de las maderas secas y de las cortezas de los árboles.
El crítico de arte del semanario francés L´Express, Pierre Schneider, afirma refiriéndose a una gran exposición de Raoul Duffy en París que: “Los prejuicios nos ciegan en nuestra ignorancia. Se exhiben los síntomas de la vanguardia y nosotros salivamos de éxtasis como los perros de Pavlov”. La frase es un acierto referido a parte de la crítica universal y a mucho público aficionado que supone que el arte es asunto de modas y modistas. Schneider se refiere en su artículo a la solidez del arte de Duffy y a como crece con el tiempo su prestigio de gran pintor. La viuda del artista, Madame Raoul Duffy, ha donado a los museos de Arte Moderno de París y los de Le Havre y Niza 75 óleos, 15 acuarelas y 90 dibujos, además de los tapices y cerámicas proyectados por el artista.
Jacques Prévet, el extraordinario poeta francés, está haciendo un libro en colaboración de Joan Miró, el también extraordinario pintor español. Uno de los poemas del libro es éste:

Mangez sur l´herbe
Dèpêchez-vous
Un jour ou l´autre
l´herbe
mangerá sur vous.

El Museo de Basilea, en Suiza, uno de los más importantes del mundo por la obra que contiene de arte moderno y contemporáneo, aparte de las numerosas obras primitivas y antiguas, entre las que se destaca la valiosa colección de óleos y dibujos de Holbein, exhibe estos días la donación que recibió de Raoul La Roche, uno de los magnates de la industria química universal, que consiste en 1 Juan Gris, 7 Leger, 11 Braque, 6 Le Corbusier, 20 Ozenfat y cuatro esculturas de Lipschitz. Su primera donación, en 1955, consistió en 9 Braque, 4 Picasso, 11 Juan Gris, 10 Leger y uno respectivamente de Ozenfat y Le Corbusier. En tres años los museos suizos de Basilea y Zurich y Berna se han enriquecido notablemente por las cuantiosas donaciones de sus comerciantes e industriales. Igual que en Buenos Aires, podemos afirmar irónicamente.
Bueno, es todo por hoy y dime si te interesan estas noticias. A partir de hoy te iré mandando regularmente las que considere novedad y poco probable que lleguen por agencia a ésa. Me voy a quedar quieto y trabajando en Ginebra por dos o tres meses, con alguna escapada a las otras ciudades suizas y a Grenoble en Francia. Escríbeme aunque sólo sean pocas líneas.

Un gran abrazo de Maruja y uno para Marika y para ti de:

[Seoane]

1963-04-01 Mencionado/a
Carta de Seoane a Falcini. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Falcini. 1963 en 01/04/1963


Ginebra, 1 de Abril de 1963

Sr. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Hace veinte días que estamos en ésta y hasta ahora no traté de hacer otra cosa que mirar y, cuando pude, ver y comprender. Las ciudades suízas son encantadoras, más, para mí, las de la Suíza alemana: Berna, Basilea, Zurich, me gusta lo que tienen de medieval estas ciudades, sobre todo Basilea y Berna y encontrar el arte por sus calles, bueno y malo, pero siempre hecho con amor y oficio. Me gustan las fachadas pintadas, con relieves, o solo con viñetas heráldicas y frases en caracteres góticos que no entiendo, pero distribuídas de manera que uno puede encontrar en su disposición el genio gráfico suízo. Es un arte racional el que hacen las gentes de este pueblo. Racional como sus máquinas y sus comidas.
Suiza va siendo una inmensa máquina donde los hombres actúan formando parte de su engranaje y cuando tienen tiempo para detenerse a pensar en sus vidas sueñan con el apasionado desorden latino, o con la supuesta vida libre en la para ellos desconocida América de las grandes pampas, horizontes y selvas. La misma belleza del paisaje está aquí muy construida y pensada. Apenas queda rincón que el hombre no hubiese diagramado. Se trata de un esfuerzo de siglos y el propósito de libertad que les llevó a hacer este país condicionándolo a las montañas, los ríos y la nieve, y a racionalizar su religión, acaba por encadenarlos. Pienso que la vuelta de muchos suízos a la iglesia católica es un regreso instintivo a las viejas supersticiones, a la poesía de las imágenes y los ritos, a la anarquía teológica y al desorden y variedad latina que distingue a esta iglesia. Nosotros, herederos de Grecia y Roma y de las leyes bíblicas, que la iglesia nos resumió en catecismos y más bien procuró hacernos olvidar, buscamos algo de ese orden y racionalidad que a ellos ahora les distingue. Pero corremos el peligro de sumirnos en otro exceso y en la nostalgia de la acción instintiva, humana y verdaderamente libre. Perdóneme esta disquisición.
Al arte suízo le falta en general dejarse llevar por el instinto, por ese supremo valor del “me dá la gana” de otros pueblos. Todo está demasiado calculado y sabido, por esto, seguramente, su genio se expresa fundamentalmente en las artes gráficas, industriales y prácticas, lo que, a mi modo de pensar, no les desmerece, sino que los distingue. Son sobre todo notables e ingeniosos artesanos y su arte tiene siempre una finalidad colectiva. Se comprende que Le Corbusier sea suízo y hubiese inventado aquello de la “máquina para vivir” refiriéndose a la casa. Uno ve en los museos las habitaciones medievales de este país y ya entonces eran “máquinas para vivir”, como verdaderas máquinas semejan las fachadas de sus casas antiguas, cada ángulo de la decoración formada por las maderas obedece a una necesidad formal de resistencia y geometría.
Quizá esto explique a Max Bill y su concretismo. Pero uno come los sabios e insuperables chocolates de Suíza y a uno le queda en el paladar la nostalgia de los chocolates hechos a mano en las viejas ciudades españolas, heredado del descubierto en Méjico, menos dulce y más arenoso. Más primitivo y más humano, como ocurre con los quesos de Italia y España. He vuelto a ver a Hodler y a los primitivos suízos, Conrad Witz y Nicolás Manuel, se trata de extraordinarios técnicos de la pintura, de grandes pintores que hay que conocer, pero les falta el toque de dramatismo, locura e instinto, o el genio renovador de sus contemporáneos de algunas otras partes de Europa. Hodler pintó algunos cuadros con figuras yacentes. En ellos está todo lo que caracteriza a la muerte, el color y los gestos últimos, pero se trata de una muerte limpia, ascética, muy poco dolorosa y cruel, humanamente animal, tal como la descubrieron Rembrandt o Goya.
En los museos de Basilea y Zurich encontré nuevos ejemplos de escultura, incorporados a partir de 1960 por adquisición o donaciones. A la entrada del Museo de Zurich junto con La puerta del infierno de Rodin y la gran escultura de Lipschitz están ahora Moore y Marino Marini con una maternidad y un caballero, respectivamente. En el patio del de Basilea junto con Los burgueses de Calais de Rodin, está otro caballero de Marini de bronce, como el de Zurich. Pero más que en escultura es en pintura en lo que aumentaron estos museos. Extraordinarias piezas de impresionistas y casi todas las escuelas posteriores se han incorporado a ellos, pero a todo esto iremos refiriéndonos con tiempo en otras cartas. Uno siente como el arte constituye una necesidad para las gentes de Suíza. Está presente en todas partes y hasta ahora no me referí a los maravillosos libros que se ven en las vidrieras de las librerías impresos en Zurich o en Lausanne, o en Newchatel, y por los cuales uno siente, otra vez más, no ser millonario.

Un gran abrazo para todos los amigos, de Maruja y mío, saludos para los suyos y otro abrazo de su amigo para usted:

[Seoane]

1963-04-07 Mencionado/a
Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1963
Nova York
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1963 en 07/04/1963


Ginebra, 7 de Abril de 1963

Sres. Esther y Lipa Burd
Buenos Aires

Queridos amigos:

Mañana o pasado se cumple el mes de nuestra llegada a Suiza. Hemos andado gran parte de este tiempo de una en otra ciudad de este país, con unos días de estancia hasta ahora en Ginebra y en Basilea. En Ginebra, donde estamos ahora, alquilamos un departamento de un ambiente por dos o tres meses para poder trabajar y al mismo tiempo ir cuidando lo mejor posible de nuestra situación financiera, que merece, como podéis imaginaros, le dediquemos una parte importante de nuestra atención. Establecí algunos contactos con galerías de Zurich y de aquí, de Ginebra, que espero sean útiles, aparte, naturalmente, de las lentas y largas relaciones que continúan con la Kunsthalle de Basilea. Esperamos que algo cuaje para el futuro próximo. Los museos han crecido considerablemente con espléndidas donaciones efectuadas por particulares desde nuestro viaje anterior. El de Basilea, que para mí continúa siendo el más importante, aumentó considerablemente en obras del período cubista de Picasso, Braque, Juan Gris, Leger, además de los puristas Ozenfat y Le Corbusier, y en Paul Klee. Este y Juan Gris continúan siendo en Basilea como en Berna los pintores que mejor se ven. Berna quizá tenga ahora más Juan Gris que Basilea y desde luego ya tenía una cantidad superior de Paul Klee, alrededor de setenta obras de éste son las que posée en la actualidad. Los tres museos han aumentado en piezas nuevas pero creo que más en proporción los de Basilea y Berna. A los nombres que os menciono de Basilea hay que añadir nuevos Matisse, Bonnard, Chagall, etc., y algunos norteamericanos, como Tobey, y españoles últimos. En Zurich hay un gran Tapies y dos o tres esculturas de Chillida; en Basilea, Chillida, y en Berna Clavé, aparte, naturalmente, los de escuelas de Alemania y norte de Europa que también en Suíza pueden verse seleccionados. Nos tocó de ver además cuatro espléndidas exposiciones en museos y galerías particulares: Jawlensky, Paul Klee, éstos en Ginebra y Basilea respectivamente, y Jacques Villón y Lurçat en los museos de Zurich y de ésta. Ahora, en estos días, se inauguró en Zurich otra retrospectiva de Max Ernst que pensamos ver el jueves o viernes próximo de paso que vamos a resolver una posible exposición de grabados en una galería particular de esa ciudad. El que me decepcionó, dejando a un lado la espléndida calidad de la artesanía en los tapices y la buena intención humana de sus temas, fue Lurçat. Es un muralista por el destino de la especialidad a que se dedica, pero no lo es como artista, como pintor. Cerca de doscientas obras se reúnen en Ginebra entre tapices, unos ochenta gouaches, litografías, cerámicas y vitrales. Tiene tapices de dimensiones extraordinarias, de catorce o quince metros por cuatro o cinco de alto, pero sin resolver en sus cartones como obra de carácter mural. En ellos se conjugan los más bellos colores de lanas que Lurçat entona con habilidad y la calidad del tejido, pero los espacios los llena con recursos fáciles y repetidos, con mariposas, estrellas, sobre todo estas últimas, empalagosas estrellas estilo 1920 o 1925 de un falso modernismo, y hojas de árboles, todo como una pirotecnia deslumbrante a primera vista pero que cansa en su insistencia. Pienso que lo que seleccionaría para mí sería uno de esos gallos suyos, que los ha dibujado casi siempre de perfil, siempre el mismo gallo pero algo distinto, cuando los hizo tejer en blanco, gris y negro. Por lo demás prefiero la serie de tapices góticos de la vieja Basilea del siglo XV, con sus temas bíblicos y sus bestias más bellas en su aparente ferocidad porque seguramente aquellos pintores conocían menos de la anatomía y zoología que Lurçat. Bueno, en cuanto a otro género de cosas aparte de ver arte y monumentos, sólo hemos visto alguna película del género menos intelectual, como El tirano de Siracusa, que llenaron algunas horas de nuestro tiempo y con ellas multitud de películas de publicidad francamente malas. Creo que están peor que en 1960 y muy mal con relación a lo que vosotros estáis haciendo en esa. Nada que se parezca a la vuestra de propaganda de Rosenthal.
Nos gustaría mucho veros por aquí, que extendiéseis vuestro proyectado viaje de París a Ginebra, esta ciudad encantadora donde se os advierte el paso del tiempo en infinidad de relojes. Las agujas de todos ellos realizan, implacables, una inacabable y cronometrada danza de la muerte.
Escribidnos. Os rogamos que nos mandéis noticias vuestras y de esa. Sin todos vosotros, los amigos, nos encontramos solos. ¿Cómo va Arroyo y vuestro departamento? Os rogamos que nos enviéis y, lo más pronto posible, la dirección de Jonquières y de Cortázar que nos olvidamos en Buenos Aires, y a quienes quiero escribir.

Un fuerte abrazo de Maruja y mío para los dos:

[Seoane]

N/dirección:
4-6 Rue du Lac. Ap. 59
Ginebra

1963-04-28 Mencionado/a
Carta de Seoane a Kleinman. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Kleinman. 1963 en 28/04/1963


Ginebra, 28 de Abril de 1963

Sr. Julio Kleinman
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Hace y algo más de un mes y medio que estamos en Suíza y hemos visto en todo este tiempo una cantidad notable de museos y exposiciones importantes. Los museos han aumentado considerablemente en estos tres años, sobre todo los de Basilea y Zurich, el de Berna también con con espléndidas obras de arte contemporáneo. Aumentan con donaciones de particulares. La Roche, uno de los propietarios de la industria química de ese nombre, acaba de hacer una donación muy importante al museo de Basilea consistente en varios Braque, Juan Gris, Picasso, Leger, Le Corbusier, etc. Estamos, pues, como puede imaginarse, muy contentos de poder gozar de todo esto, de la maravilla del paisaje de este país, de sus viejas ciudades y del arte que reúnen, pero nos faltan los amigos de Buenos Aires. Seríamos felices si todos estuviesen aquí con nosotros. No tenemos planes concretos para orientarnos en los próximos meses. Estoy pintando. Alquilamos un departamento amueblado de un ambiente y en él trabajo todas las mañanas como si continuase en el departamento de Buenos Aires. Trabajo mucho. Por las tardes, salimos a buscar diarios para tratar de conseguir noticias de esa y andamos por la ciudad antigua y por las galerías de arte.
Las obras mías, óleos y grabados, parecen gustar mucho a los pocos que las vieron y estoy en tratos con algún dueño de galería para tratar de exponer. Ginebra es una ciudad llena de encanto y tiene la ventaja para nosotros de que nos entendemos en ella con sus habitantes mejor que en Basilea, por el idioma, y porque además alzan con más frecuencia la voz para hacer notar su presencia o destacar su voluntad, aunque Basilea es, a nuestro juicio, más hermosa y más importante desde el punto de vista artístico. Toda esta digresión está destinada además de darles cuenta de nuestra vida a saludarles a Ida y a Ud. y a los suyos, a participarles nuestra dirección por si vienen o pasan por ésta en alguno de los viajes que ustedes realizan. Nos gustaría mucho verles por aquí. Tenemos entendido que ustedes pensaban viajar por estas fechas aproximadamente, si lo hacen, cuenten ustedes con unos guías, Maruja y yo, que tenemos la ventaja de no ser suízos y poder destacar más con mayor imparcialidad sus virtudes y defectos. La pena es que no conocemos la vida nocturna de estas ciudades, suponiendo que tengan verdaderamente vida nocturna para poder ser perfectos guías. Pero algunos españoles, funcionarios de las N. U. nos llevaron a algunas tabernas donde parece que se afirma el espíritu greco-latino alrededor del vino tinto. Nosotros no bebemos, somos más primitivos, pero podemos mostrárselas a ustedes junto con la catedral, las viejas calles, las tiendas de antigüedades, las galerías de arte y la estátua de Calvino, un ser infernal.

Reciban Ida y usted, lo mismo que Edgardo y Susana y Ricardo, el saludo cordial de Maruja y mío y usted un abrazo de:

[Seoane]

1963-04-29 Mencionado/a
Carta de Seoane a Varela. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1963 en 29/04/1963


Ginebra, 29 de abril de 1963

Sr. Lorenzo Varela
Buenos Aires

Querido Varela:

Recibí tu carta del 22 y te agradezco todas las noticias que me envías. Resulta confusa la de Paspagnoli, ¿es Director del Museo Nacional, como escribes, o del de Arte Moderno, en lugar de Squirru? Si lo es del Museo Nacional, ¿qué pasó con Romero Brest? Siento verdaderamente la muerte de Lorenzo Domínguez, era un gran artista y un excelente amigo. Para mí, además, otro español del exilio, aunque hubiese nacido en Chile, ocupado cátedras en la Argentina, etc., como escultor nació en España, donde se formó y a cuya sangre pertenecía. De aquí la noticia más importante fue la ejecución de Julián Grimau en Carabanchel. Toda Europa se conmovió. Manifestaciones en todas las ciudades europeas. En Francia, Italia y Suiza, obispos y organizaciones católicas hicieron pública su protesta. Aquí, en Ginebra, hubo dos manifestaciones. La última, el sábado 27, de todas las organizaciones sindicales. Al terminar el acto, donde sólo hizo uso de la palabra un dirigente obrero, lanzaron al lago dos coronas de claveles blancos y centenares de claveles rojos para que remontasen las aguas del Rhône y llegasen simbólicamente a la costa de España. Franco se cerró definitivamente, pienso, muchas puertas europeas, las que se había entreabierto para la liberación de su economía y su política. La prensa francesa es en casi totalidad, intransigente con él, con la ahora dudosa ayuda económica de De Gaulle y con Malraux, del que nadie puede escuchar su silencio. Pero ahí van algunas noticias, pues no creo puedas pasar la de Grimau.
En Ginebra, se ha inaugurado una gran exposición del pintor cubano Wilfredo Lam en la Galería Krugier, seguramente una de las más amplias y selectas de esta ciudad, que comprende obras desde 1938 hasta 1962. Se trata, en general, de cuadros de gran formato, de un surrealismo muy particular y realizados con una técnica muy sintética. Sus temas, muy repetidos desde hace años, se refieren a un mundo cubano tropical y de resonancias africanas y oriental. Cañaverales, grandes pájaros, pies y manos muy dibujados sugiriendo no se sabe de qué cuerpos, picos de aves, todo formando ángulos agudos dibujados con precisión. En la primera época, usaba una paleta de verdes, rojos y violetas muy tímidamente puestos al modo impresionista y en los últimos años dibuja simplemente con negro sobre un fondo gris casi blanco. Manifiesta un mundo original que tiene que ver lo mismo que con su país, con su origen chino y negro. Se trata desde luego de un excelente pintor, sabio y menor, que con los años redujo sus aspiraciones y que alcanzó, como los chinos con sus aguadas o como Goya con sus últimos óleos y grabados, a encontrar todo el color posible sólo en el negro.
En la ciudad vieja de Ginebra, se instaló una nueva galería de arte, la Galería Iolas. Se trata de una galería de Nueva York que ha abierto dos sucursales en Europa, en París y en Ginebra. Seguramente, en esta última ciudad, como muchas empresas norteamericanas con el fin escondido de burlar los impuestos de su país. Se inaugura con una muestra de Max Ernst, unas sesenta obras, casi todas ellas de la última época del pintor y los precios de los cuadros oscilan entre 150.000 francos suizos, es decir, 4.600.000 pesos aproximadamente, el de mayor tamaño que es de alrededor de un metro cuadrado, y 21.000 francos suizos, es decir, 690.000 pesos el más chico, el grandor de media tarjeta postal. La calidad, con ser buena en general, no está, pensamos, de acuerdo con los precios. Los mejores cuadros de Max Ernst se presentan, como ya comentamos, en el Museo de Zurich.
Suiza acabad de obsequiar a la Unesco con un tapiz de Le Corbusier de 6,50 x 3,50 metros que decorará la sala 5 y que evocará, según una frase del delegado suizo, “la alegría de vivir y una incesante juventud”. Esperamos que el tapiz, como los tapices de los cuentos orientales, pueda desprenderse a ratos de la pared a que fue destinado para llevar, entre nubes, alegría y juventud a los pueblos subdesarrollados y hambrientos que tantas valiosas horas de preocupación consumen a los delegados de la Unesco. La preocupación de Le Corbusier fue, antes de pronunciarse los discursos, colocar su gran tapiz en la pared de una sala exigua como parece que es la sala cinco de la Institución internacional. Se le presentó al arquitecto racionalista un problema de Chesterton que, seguramente, por nada racionalista, podría el escritor inglés resolver más fácilmente.
Uno de los más importantes críticos de arte de Europa, el francés Georges Duthuit, acaba de publicar un libro, Le feu des signes en Ediciones Skira de Suiza. Con este motivo, acaba de declarar “los estetas generalmente vienen después de los artistas, de sus obras”. En el libro se vuelve contra la estética contemporánea, la dispersión del arte de nuestra época, la concepción individualista del arte y reniega de los prefacios que hizo en los últimos tiempos para pintores del informalismo y de la abstracción lírica, como Riopelle y Sam Francis. El pintor, afirma, debe participarnos la certeza de pertenecer al mundo. La obra de arte no puede reducirse a sabios juegos formales ni a especulaciones geométricas o psicológicas. El libro de Duthuit estalló como una bomba en los medios artísticos y del comercio de arte. Antes se había rebelado contra la concepción estética del Malraux publicando su excelente libro El museo inimaginable.
Georges Mathiew, afecto por la mala crítica que obtuvo de su gran exposición en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de París, responde a uno de los más sañudos, André Chastel, de Le Monde, con un artículo en uno de los últimos números de Arts, en el que, si bien logra comadrear alrededor de la obra de Chastel, no consigue desde luego defender su pintura, que era lo que algún público esperaba. En compensación, en uno de los últimos números de París Match, aparece retratado en las poses más diversas vestido de lujosos trajes, que unas veces parecen hacen surgir su figura de una tela del Ticiano o de Velázquez y otras de Goya, y entre muebles muy curiosos y caros. Fotografías singulares que en nuestra época tienen mucho que ver, aunque parezca mentira, con el comercio artístico.
Morir en Madrid es la última película de Frédéric Rossif, el autor de otra muy buena Le temps du ghetto, hecha a base de documentales extraídas de los archivos. También de los archivos de varios países extrajo la documentación gráfica para relatar la guerra de España. Un relato apocalíptico, según juzgan algunos críticos, que mereció el que interviniese la censura francesa cortando frases del texto redactado por Madeleine Chapsal. En estos días, la película de Rossif es la más comentada de Francia y su nombre Morir en Madrid sirvió, en general, como título a los numerosos comentarios que se hicieron contra Franco alrededor de la ejecución de Grimau. Resulta un excelente recuerdo en el momento en que Francia se apresta a ayudar financieramente a España formando parte de su gobierno Malraux, el caballero, subrayamos entre comillas, de La esperanza.

Querido Varela. Éstas son las noticias por hoy. Creo que abundantes. Escríbeme. Un abrazo de Maruja y mío para los dos:

[Seoane]

1963-09-12 Mencionado/a
Carta de Seoane a Varela. 1963
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1963 en 12/09/1963


El Castro, 12 de septiembre de 1963

Sr. Lorenzo Varela
Buenos Aires

Querido Lorenzo:

Tengo la exposición de grabados abierta en La Coruña. Tiene gran éxito. Vinieron gentes de toda Galicia a la inauguración y la piensa, luego de un silencio deliberado, rompió a hablar sobre ella con gran elogio. Estoy muy contento de haberme decidido a hacerla. De Buenos Aires continúo sin noticias nada más que las que publican los diarios de inundaciones y alguna que otra (política) sin demasiada importancia desde aquí. No mandé nada a la exposición argentina de París. Resultaba una complicación el envío y no tengo ganas de depender de funcionarios de embajadas. Esto es todo. Ahí van algunas noticias:
En Ginebra, se está celebrando una gran exposición retrospectiva de Pablo Picasso en el espacioso local del Ateneo. Reúne alrededor de trescientas obras entre óleos, grabados y litografías que comprende parte de la producción del pintor entre los años 1897 y 1960. Una crítico de arte, Isabelle Vichniac, hace un elogio de la selección presentada que ofrece al público perfecta idea sobre la evolución de la pintura de Picasso y de las distintas épocas y maneras de su producción: “Yo querré siempre –afirma– guardar en el recuerdo, –como nuestras abuelas dejaban secar entre las páginas de un libro la flor preferida de un ramo– la imagen de ese minotauro herido muerte en la arena, al que una joven espectadora acaricia la testuz vacilante con una mano de la que se deposita toda la dulzura del mundo”.
En París, acaba de celebrarse el octavo Congreso Internacional de Arqueología Clásica. El vasto tema que se desarrolló fue el La expansión de la civilizaciones griega y romana sobre las culturas periféricas. Estuvieron representados alrededor de un centenar de instituciones culturales y científicas y numerosos centenares de congresistas inscriptos que representaron a numerosos países. Además de la influencia sobre Francia y la Península Ibérica estudiaron las de la zona romanizada del Rhin, la de Bélgica y las que ejercieron a través de la cultura romana y céltica en el arte escandinavo. También fue objeto de comunicaciones el arte africano, las herencias púnicas y la influencia greco-romana; las excavaciones efectuadas en Tracia y los nuevos descubrimientos en la necrópolis real de Salamina en Chipre. En la ciudad de Hamburgo será constituido un Museo de Arte Moderno siguiendo las teorías de Le Corbusier y su remate de crecimiento ilimitado. La municipalidad de esa ciudad alemana posee una de las colecciones más ricas de arte contemporáneo, adquirida, en parte considerable, luego de la última guerra.
La Estafeta Literaria de Madrid, –la estafita literaria como algunos le denominan– acaba de publicar un número íntegramente dedicado a la Tierra de Campos, que comprende partes de las provincias de León, Palencia y Valladolid, y a su producción literaria. Nombres ilustres de la historia literaria peninsular como Jorge Manrique, Sem Tob y el Marqués de Santillana, se unen a los románticos Zorrilla y Núñez de Arce, y a los más actuales, entre los cuales destacamos sobre todos al poeta desterrado Jorge Guillén. La Estafeta Literaria anuncia ir publicando en sucesivos números una historia literaria de España por regiones naturales y países distintos. El próximo parece que será dedicado a Andalucía la baja.
Índice, revista de artes y letras de Madrid, publica entre algunas colaboraciones importantes destinadas a aclarar el panorama político y social español, una caricatura de Mingote, el caricaturista del diario ABC en la que un personaje pregunta a otro: “-Y usted, ¿qué considera más importante: ser católico o ser de derechas?”. El dibujo responde a la división cada vez más importante que se está efectuando entre los católicos de España como del mundo. De un lado, los que mantienen su fe a las doctrinas de su iglesia y de otro, los que mantienen su fe a las doctrinas de su iglesia y de otro los que creen que la institución iglesia debe actuar como salvaguardia de sus privilegios.

Éstas son una pocas noticias. Espero que te sirvan y también espero enviarte alguna más importante en un próximo envío. Saludos y abrazos de Maruja y míos para Marika y para todos aquellos que pregunten por nosotros. Cariños de Díaz Pardo y Mimina. Otro abrazo para ti de:

[Seoane]

1967-02-11 Mencionado/a
Carta de Seoane a Azcoaga. 1967
Madrid
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Azcoaga. 1967 en 11/02/1967

[Manuscrito:] Para Azcoaga: reportaje
[Manuscrito:] Madrid. 11-II-67

El arte mural contribuye a la arquitectura. Esto es algo de lo que siempre se habló mucho, por lo menos en lo que va de siglo, y no se hizo demasiado. Se hicieron en todas partes de América y Europa congresos y coloquios sobre arte mural e integración de las artes, pero parecen haber servido de muy poco. Los arquitectos y constructores en general, a la hora de los proyectos, parecen olvidarse de las hermosas teorías sostenidas por ellos referentes a integración de las artes y en el mejor de los casos cuentan con el pintor y el escultor a último momento como recurso para resolver el problema de un vestíbulo, de una pared. Sin embargo el escultor y el pintor debieran estar presentes desde el comienzo mismo, cuando se pergeñan los anteproyectos. De esto se quejaron, hace mucho, Leger y Henry Moore, artistas con vocación de muralistas y que en este género realizaron grandes obras. Por mi parte asistí como espontáneo curioso a un congreso de integración de las artes que se celebró en Londres en 1949, donde intervenían Herbert Read y Henry Moore y donde se repitieron, con los mismo[s] argumentos que se habían dicho en un congreso anterior de París, en el que intervino Le Corbussier, no recuerdo si provocado por éste, y se dijeron más tarde en otros congresos. El pintor y el escultor, los dos o uno de ellos al menos, deben estudiar con el arquitecto los problemas de arte mural, de ornamento, desde el comienzo mismo del proyecto. En muchas etapas de la obra puede surgir la posibilidad de intervención del artista y la naturaleza que rodea al solar y la luz pueden ser ayudantes importantes de su labor. Otra cuestión es encargar la obra a último momento para una pared o un espacio que, en los comienzos, no se había pensado utilizar con ninguna obra de arte. Sobre fue publiqué un ensayo en la Revista de la Universidad de Buenos Aires hace unos tres o cuatro años. Lo escribí a solicitud de su director, José Luis Romero, y valido de la experiencia propia luego de haber hecho numerosos murales con distintos procedimientos. Porque, otra cuestión es ésta, la de los procedimientos a usarse. No se trata de pintura y escultura sino de la utilización de otras artesanías como se hizo en distintas épocas, pero sobre todo con el manierismo y el barroco, las más brillantes, a mi juicio, en la Edad Moderna. Y como se había hecho antes, en Egipto, en Grecia, con el románico y con el gótico. El pintor y el escultor estuvieron presentes orientando al constructor cuando no existían verdaderas especialidades tituladas para la erección de un edificio. En Méjico y en España, he visto verdaderas “herejías” de “desintegración de las artes”, palacios y monasterios que constituyen importantísimas obras arquitectónicas donde el pintor no fue capaz de respetar la arquitectura en su afán de expresarse únicamente como pintor, de acuerdo a temas y no relaciones formales. Tambien he visto como arquitectos, verdaderamente irresponsables en éstas cuestiones, encargan murales a pintores de caballete, a ilustradores, para realizar una pared y así se pueden ver numerosos disparates que en lugar de acrecentar la belleza en las ciudades, la disminuyen. La obra mural debe respetar el edificio y la naturaleza que lo rodea. Hay que volver, además, como en la Edad Media, a trabajar con los materiales. En esa edad el Maestro, el arquitecto, tenía unas ideas generales que expresaba en geometría, luego los artesanos humanizaban contribuyendo con su arte e iniciativa, las obras monumentales. Se trabajaba más con la intuición y se sabía que un edificio se enseña y se pueden conceder títulos, como una ciencia, pero que nadie puede enseñar a nadie a ser artista. Sobre éstos expresó razonamientos muy hondos el gran arquitecto Wright, que nunca quiso enseñar. Pienso, pues, que hay que integrar las artes en arquitectura uniendo intuiciones y despojándose arquitectos y artistas de los títulos para poder colaborar.

[Seoane]

1970-06-09 Mencionado/a
Carta de Seoane a Díaz Pardo. 1970
Bos Aires
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Díaz Pardo. 1970 en 09/06/1970

Buenos Aires, 9 de junio de 1970

Sr. D. Isaac Díaz Pardo
El Castro

Querido Isaac:

Llegamos el sábado a las 11 de la mañana hora argentina a Ezeiza y nos esperaban un núcleo de amigos. El resto del sábado, la tarde, lo pasamos con mi familia, primera parte, y durmiendo desde temprano. El domingo vinieron amigos a casa. Muchos preguntas sobre vosotros de Scheimberg, Lipa Burd y Esther y los Lifschitz. Contestamos a todas. El lunes, ayer, estuvimos pendientes de la radio. Onganía cayó sin pena ni gloria. Creemos que el pueblo se alegró, nosotros desde luego. Esto es todo en poco más de dos días. Los amigos me presentaron un programa de catorce películas que por lo visto resulta indispensable ver, encabezadas por Z y La caída de los dioses que llevan muchas semanas en cartelera.
Antes de salir de ahí hablé con Martínez Barbeito, quien enviará, dijo, más obras para el Museo. El dibujo de Maside fue una primera entrega. El viernes, nos ofreció una comida Álvaro Gil en su casa, en la que estuvieron presentes Felipe y Totora, los Rey y Paz Andrade. Álvaro Gil dona un Frau, el pintor vigués de la generación de Maside, y un Grandío. Está entusiasmado con el Museo. Se trata de una donación inmediata, independientemente de las otras. Felipe Armesto dona la caricatura de Prudencio Canitrot hecha por Castelao, a cambio de otra, de Cousas da Vida, que Valentín prometió darle. De recoger las obras donadas por Álvaro Gil quedó encargada Beatriz Rey. Fue una comida muy simpática en la que todos parecían unos vendedores del rastro o del Mercado de las Pulgas.
Cenamos en vísperas de venirnos, el jueves, con Chávarri y María. Muy bien, pero por conversaciones que tuve con otras gentes, cuidado con envolverse con sindicatos. Nadie quiere saber nada de éstos. Quizás se pueda trabajar con Chávarri al margen de éstos. A mí continúa pareciéndome leal y buena persona. Esto es todo. Te escribiré con más calma e informándote de lo que pueda. Estoy exponiendo, no sabía, en Rosario. Te enviaré catálogo.

Un abrazo a todos, a Mimina, a José, a José Luis, Ángel, etc., y especialmente a Carmen y Rafael que suponemos de regreso de Rianxo.
Uno fuerte para ti de:

Seoane

Nota: Laxeiro está exponiendo en Art Gallery de aquí. Hablé por teléfono con él. Nos veremos hoy. Llegamos a tiempo, te lo digo antes, para presenciar el nuevo golpe de Estado. La gente está optimista, del pueblo, se entiende. Esta vez parece ser que las ideas foráneas procedían de España y contra esas ideas se habían sublevado en 1810.
Te envío esta cita de LE CORBUSSIER que creo muy interesante para un próximo Congreso de diseño y para L[aboratorio] F[ormas]: “Ustedes ríen porque registro el molino de viento de hierro, ese molino que gira por todas partes en la Argentina al lado de las casas. ¿Piensan que lo denunciaré por no estar diseñado, en dórico, gótico, corintio o toscano y ser simplemente ferretería?
Nuestras casas serán correctas cuando concuerden con el molino de viento, que es un hecho honesto”
Le Corbusier-1929.

1970-06-22 Mencionado/a
Carta de Díaz Pardo a Seoane. 1970
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Díaz Pardo a Seoane. 1970 en 22/06/1970

22.6.70

Querido Luis:

Te confirmo una carta mía del 14 cte. y varias notas, fotografías, etc. que te fui enviando. Ayer recogí en el Castro tu primera carta del 9 de cuyo contenido he tomado buena nota, incl[uido] lo de Le Corbusier.
Por ahora no hay ninguna novedad. En el Castro pasé una noche y parte del domingo e inmediatamente me vine pues es mucho lo que hay que hacer aquí, que es preparar el equipo que va a llevar esto, y no sé por qué tengo una prisa del diablo. En el Castro tenemos a José Luis en casa con su familia. José Luis está mal desde el mismo día que os fuisteis vosotros (venía arrastrándolo desde mucho antes) empezó a andar en médicos. Tiene una hernia discal. Necesita reposo, cama dura y un sinnúmero de cuidados. Pero estando en el Castro por lo menos puede en algunos momentos echar un ojo a la fábrica.
Y no os digo más pues esta es solo para acompañar esas fotografías. Ya Mimina os contará novedades de su vida.

Abrazos muy fuertes a entramos

[Díaz Pardo]

1973-02-14 Mencionado/a
Carta de Alvajar a Seoane. 1973
Xenebra
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Alvajar a Seoane. 1973 en 14/02/1973


Ginebra, 14 de febrero de 1973

Marujiña querida:

Ni bien hube echado la carta en que te decía que aún no había atrapado yo la gripe que por derecho correspondía, tuve que llamar corriendo al médico para pedirle un certificado para quedarme en casa, porque tenía 40 de fiebre. Así que antibióticos, pastillas para la tos, supositorios para la fiebre y toda la parafernalia de la gripe. Ahora ya va bien y mañana regreso a la oficina.
¿Cómo va tu flebitis? No me extraña que te haya dejado la gripe esa secuela, porque la que yo tuve hace dos años me dejó una neuritis en el brazo izquierdo que me pasé tres meses viendo y contemplando todas las estrellas de firmamento. Todavía que queda de eso un temblor en los dedos que a veces no lo puedo dominar. Espero que estés mejor.
Aún así me las arreglé para ir a ver a mi notabilidad de profesor Feldman, a causa de lo otro que es más importante. Al principio estaba un poco picado, porque después de todo yo lo había abandonado en el año 1967, y eso a nadie le gusta. Me dijo con un ligero retintín: “Yo pensé al ver que usted volvía: “Afortunadamente, Mme. Alvajar es inteligente y comprende”. Le contesté: “Dr. Feldmann, eso es lo que pensé yo: “Afortunadamente el Dr. Feldmann es inteligente y comprende”. La verdad es que uno tiene tendencia a suponer que todo médico, y especialmente todo psicólogo o psiquiatra, es un hombre inteligente y comprensivo, y yo te digo por experiencia que de los muchos que he visto ninguno me ha dado la impresión de una verdadera inteligencia, salvo éste. A pesar del fracaso de su tratamiento anterior, siempre he pensado en él como el único hombre inteligente que he visto aquí. Luego todo marchó muy bien, tanto que, ¡oh, sorpresa, sobre todo viniendo de un suizo!, al despedirse de mí hasta dentro de quince días me dio un tiernísimo beso en la mejilla, y aún no he salido de mi asombro. Comprendió muy bien todo lo que le expliqué, me dijo (lo que yo ya sabía) que desde el año 1967 en que yo había interrumpido el tratamiento con él hasta ahora la psiquiatría y ramas conexas de la medicina habían hecho enormes progresos, que había muchísimos medicamentos nuevos, que comprendía mi necesidad de recuperar la “joie de vivre” y de sentirme bien, que “qu´est que c´est que cette histoire de se coucher à sept heures du soir?”, etc., etc. Me dio dos misteriosísimos medicamentos, uno de ellos que fui a buscar en la farmacia, donde me contaron las pildoritas una por una y me las dieron en un frasco en el que no hay ni el nombre del medicamento, y otro que se sacó el mismo como quien dice del bolsillo del chaleco, y que debe de ser un medicamento que está todavía en experimentación, porque no viene de ningún laboratorio médico, sino de un instituto de investigaciones sobre Lípidos, y me dijo que volviera dentro de quince días. También me dijo, “Pero tiene usted una cara estupenda”, y le contesté: “Dr. Fielmann, esta cara que tiene usted delante tiene encima catorce colores mezclados, así que no le extrañe que el resultado sea decente”. Claro está que se echó a reír. Ahora hay que tener paciencia, porque estos medicamentos (que creo que son de los que llaman “imaos”) son de actuación lenta.
Ahora voy a ver si os digo todo lo que tengo que deciros, que siempre se me queda alguna cosa en el tintero.
Me contestó Anita diciéndome que os escribía directamente y que ya había recibido carta vuestra. Parece que vuelve a Buenos Aires en marzo, peor que antes pasará por aquí.
Recibí una carta de Aurora Cortázar, que debe de haber venido por sus propios pies, puesto que debe de ser así como mandan las cartas que no traen ni un solo sello, ni siquiera el nombre del remitente. Fecha de la carta: 11 de diciembre. Llegada: 10 de febrero. Todas las noticias que me da ya las había recibido, claro está, de los propios interesados, en cartas con sus debidos sellos, salvo la noticia del nacimiento de la niña de Arturo. Dice Aurora, entre otras cosas, que tenéis la intención de venir por aquí. Os quiero prevenir antes. Lo que está sucediendo en este país es un verdadero escándalo. De un día para el otro suben las cosas, a veces de repente un 230%, aunque parezca mentira. Tenéis que contar con que todo está por lo menos el triple más caro que la última vez que pasasteis por aquí. Y digo “por lo menos”. A mí me parece un verdadero disparate pagar estos precios. Mi casa es pequeña (no es la de las fotografías que mandé para Quiroga, que están tomadas en casa de los Fernández Buján, que él es de Corcubión), pero hay dos habitaciones, una de ellas con una cama grande. En la otra hay un sofá cama, donde yo duermo muchas veces y donde he dormido todo el tiempo que Aurora estuvo aquí. Trataría de no molestaros por las mañanas, porque me levanto muy temprano (a eso de las seis menos cuarto). Me voy a las ocho y no vuelvo hasta las seis o las seis y media. Tendríais la casa para vosotros, con absolutamente todo lo necesario para vivir. Las tiendas necesarias están cerca. Hay autobuses en la esquina que os llevan a todas partes de la ciudad. La Ciudad Vieja está a un paso, con las galerías de arte y los museos. Aunque no sea época de vacaciones de verano de Marta, la cosa tiene arreglo. Viene los jueves a bañarse y arreglarse y a asistir a sus clases de latín, solfeo y guitarra, y ese día tampoco duerme en casa. Sólo duerme aquí los sábados, y los Fernández Buján están encantados de tenerla con ellos ese día, tanto que tengo a veces que pelearme para que me la dejen en casa. Sonia, su hija, es muy amigota de Marta y les gusta mucho estar juntas. Me gustaría mucho que las conocierais, porque tiene excelentes cualidades, y además hace mucho tiempo que tengo ganas de hablar con vosotros acerca del porvenir y los estudios de esta niña, porque creo que Luis puede darme buenos consejos. No entro ahora en el asunto porque pienso que de una manera o de otra os veré pronto.
La Galería Kreuger sigue mandando las invitaciones para los “vernissages” a nombre de Luis acá a casa. Medio se disolvió. Tiene fama de ser un hombre muy competente en lo suyo y honrado, pero insoportable en el trato con sus asociados. Una socia de él, una italiana casada con un suizo sobrino de Le Corbusier, llamada Ana María no sé cuantos (he estado buscando los catálogos donde está su nombre, pero me los debe de haber robado Marta, que es museómana y galeriómana) acaba de abrir una galería nueva que se llama Arte Moderno, aquí cerca de casa. Está en un piso alto, y son dos “dúplex” unidos, una casa lujosísima. Inauguró la galería con una exposición de Fernando Maza, que al llegar aquí lo primero con que se encontró fue con mi nombre en la lista de invitaciones a los “vernissages”, claro está que a casa de Luis. El ya traía mi dirección, que se la había dado su madre; llamó en seguida y pasamos varios ratos juntos. Acababa de exponer en la Bienal de Venecia, con mucho éxito, y ahora tiene una exposición en París y otra creo que en Turín. Aunque está separado de su mujer, que es norteamericana, pasa largas temporadas con ella y con su hijo en un pueblecito que está a unos kilómetros de Palma de Mallorca, un pueblecito muy sencillo, poblado de artistas, al parecer. Me ha invitado a ir allá, pero dudo de poder hacerlo.
Sigo recibiendo La Voz de Galicia, que está mucho mejor informada que La Tribuna de Ginebra o cualquier otro periódico de aquí, y sobre todo trae muchas noticias de Buenos Aires y Chile. Hace unos días sacaron una fotografía del Perón con un aspecto de apolillado que da miedo, diciendo que se va a Rumanía a hacerse un tratamiento gerontológico, lo cual no deja de ser una especie de “pajueranada”, porque el tratamiento de la Dra. Aslam nos lo estamos haciendo todos desde hace mucho tiempo, a título preventivo, porque tan apolillados todavía no estamos. Hace más de veinte años que tengo yo correspondencia con ellos y de vez en cuando me hago el tratamiento, y también Aurora lo emprendió, aunque con pildoritas, porque le tiene verdadero pánico a las inyecciones. También otra vez sacaron como gran novedad una fotografía de una pianista que se acababa de hacer un lifting, una “cara nueva”, como ellos decían. Supongo que sacan esas cosas cuando no encuentran otras con que rellenar un hueco, pero no dejan de asombrarte.
Me tienen prometidos para el sábado los dos discos de que os hablé. El de Grassens es el último y estaba agotado. Así pasaron la canción de los reyes por radio un par de veces, y luego no volvieron a pasarla más, porque como tienen tanto miedo de ofender a los jefes de Estado de otros países... Tanto que está seriamente penada cualquier ofensa pública a cualquiera de ellos. El otro resulta que es de Juliette Greco, cosa rara, porque esa mujer se ha dedicado a cantar las mayores estupideces del mundo desde hace varios años, de modo que no respondo de la clase de canciones que hay en ese disco, a parte de la que se llama “Mon fils, chante”. Os lo mandaré por correo la semana que viene.
Ahora os dejo, porque aprovechando estos días que he pasado en casa me estoy haciendo un pijama “serio”, es decir, sencillo. Todo lo que se encuentra por aquí está lleno de froufrous y de chichis, y no comprendo por qué razón hay que vestirse de idiota para meterse en la cama. Ya veremos lo que sale, porque hace muchos años que no coso en serio.
Y ahora dejo de daros la lata. Ya me avisaréis cuando recibáis los discos, para que me quede tranquila y sepa que no os los robaron por el camino.
Saludos a Rafael y Carmen. Ya sé que estuvo aquí Mireya, porque me escribió. Le contesté, pero no sé si mi carta llegó a tiempo, porque estaba a punto de volverse a América.

Saludos igualmente a Pillado y mil cariños para vosotros.

Amparo