PROXECTO EPÍSTOLAS

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3 MENCIóNS A Jean Dubuffet (1901-1985)

Pintor e escultor pertencente á corrente do Art Brut.
Epístolas
Mencionado/a [3]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1956-06-13 Mencionado/a
Carta de Seoane a Zegrí. 1956
Bos Aires
Nova York
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Zegrí. 1956 en 13/06/1956


Buenos Aires, 13 de junio de 1956

Sr. D.
Armando Zegrí

Estimado amigo:

Recibí su sincera carta que me agradezco y lamento hondamente el resultado final de la exposición. En cuanto a las críticas de los diarios, que no llego a saber concretamente si tienen o no importancia en ésa, aparte de las frases alentadoras para un pintor desconocido ahí, noto que ponen demasiado ingenuo empeño en querer encontrar filiaciones al pintor, de lo que se deduce que Picasso, Matisse y Leger están influyendo en mí, a pesar de la disparidad entre sí de sus obras, cuando la verdad es que es posible que determinadas coincidencias se produzcan por mi interés, cada día más creciente, en la pintura románica y en la obra de los miniadores medioevales de códices. Busco mi expresión por medio de una pintura plana de fuertes contrastes de color y con un grafismo espontáneo que se le superpone, que es quizás lo que chocó a los amigos que gustan de mis grabados y dibujos y a quienes desconcertó mi pintura. No trato de hacer una pintura lavada, sino de huir de cualquier clase de texturas que distraigan la intensidad del tono plano. En este sentido, prefiero la pintura lavada de Velázquez y Goya de la última época a las calidades, insuperables como tales e inocuas, que encontraba en el siglo XIX el francés Monticelli o que encuentra ahora Monsieur Dubuffet (nunca tan Monsieur como este pintor, nin tan clase media en pintura). Entretenerse en buscar las calidades, por ejemplo, de una pared descascarada, su textura, no puede ser una finalidad de la pintura que no debe librar esta finalidad al hallazgo fortuito de esas calidades o del uso de instrumentos extraños de distintos oficios para conseguirlas. El color, el dibujo y los grandes ritmos son para mí nada más que un medio de expresión. Busco una pintura que tenga su mayor fuerza en el sintetismo de elementos con que la realizo. El afán de los críticos de ésa de querer buscar en los franceses la filiación del pintor y en hablar de escuela francesa me llamó la atención. La llamada escuela de París es una escuela universal en la que la mayoría no son franceses más que de domicilio y su afán de libertad ayudó a crecer a la actual pintura del mundo. En Matisse, tienen tanta importancia para su formación las decoraciones de los muros de Argel como los impresionistas y en Picasso, Grecia, la Prehistoria española, los íberos y Goya pesan más que los pintores que le rodean o que le ayudaron a formarse, como para Leyer las figuras de los naipes son más importantes para su obra que los cuadros de Monet. Y es lo que me ocurre a mí, salvando las distancias. Me importan más los murales de San Isidoro de Léon, los miniados de los libros de horas o las tallas populares que la famosa escuela de París, excluyendo, claro está, algunos de sus valores. Si me encuentro afín a esos pintores que citan los críticos es, pues, en sus preocupaciones y en el posible origen de lo que caracteriza su obra. Siento, pues, que no hayan visto en mi obra otra cosa que una pintura lavada en lugar de su espontaneidad y falta de arrepentimiento y que no se diesen cuenta que también ese lavado es una forma de textura, pero más honesta, a mi juicio, que el poner un tono, borrarlo, insistir con otro, limpiarlo con cuchillo, pintar uno nuevo, pero no con pincel, sino con rodillo, pegar un poco de arena o de papel o lo que sea y pintar con otro tono encima para conseguir esas famosas texturas que nada tienen que ver con la expresión pictórica, y sí con el aburrimiento. Sólo el tiempo produce auténticas texturas.
En cuanto a los cuadros, dígame usted qué debo hacer. Quisiera que devolviera el del señor Lóizaga y que su señora y usted seleccionasen para su casa el que más le guste como obsequio mío. Si usted cree que vale la pena, utilícelos de momento para sus exposiciones colectivas y como fondo de la galería y si usted [...]

1964-01-13 Mencionado/a
Carta de Seoane a Varela. 1964
Xixón
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1964 en 13/01/1964



Gijón, 13 de enero de 1964

Sr. D. Lorenzo Varela
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estoy en Gijón y mañana marcho nuevamente a Galicia para despedirme de amigos y familiares antes de regresar a Buenos Aires. Pasaré el mes de febrero íntegro o casi íntegro en Madrid. Maiztegui quedó en enviarte directamente el resumen musical del año 63 en Madrid, que le solicité para Hora once. Espero que lo haya hecho. Ahí van ahora algunas noticias:
El historiador y crítico de arte español Lafuente Ferrari acaba de publicar una extensa monografía sobre el gran pintor asturiano Evaristo Valle. Un extraño artista con influencias del Gauguin de Bretaña y que mezcla en sus cuadros temas de Solana y del belga Ensor tratados con la ironía peculiar de su país. Mas Ensor que Solana, pero respondiendo siempre a la realidad asturiana. Uno de los grandes pintores españoles casi desconocidos en la misma Península y que a comienzos de siglo prometió, en muy pocos años de París, convertirse en un dibujante universal conocido, sino hubiese decidido vivir entre las gentes de su pueblo. Una decisión que muchos no comprenden.
Isidore Isov, el poeta letrista francés que tuvo su cuarto de hora en París al terminarse la última guerra, un cuarto de hora de escándalo, se ha convertido en una especie de desorganizador de Pompas Fúnebres como le denomina un semanario parisién. Actuó como espontáneo recitando sus poemas letristas en el destierro de Jean Cocteau, hace muy pocos meses y, recientemente, en el sepelio de Tristán Tzara. Parece como si el letrimo y su jefe Isidore Isov se nutriese de público solamente en los entierros y alrededor de las tumbas de los verdaderos poetas.
Jean Dubuffet, el pintor francés del movimiento artístico El arte bruto, conocido por la calidad y cantidad de sus texturas y por el extraño mundo figurativo que sirve de tema a sus obras, solicitó a un librero de la Rue de Beaux Arts de Parías un extraño dibujo situado al lado del teléfono de la librería con destino al Museo de Arte Bruto: “¿Cuánto cuesta?, preguntó al librero señalando el dibujo. -Nada, no está a la venta, responde el librero. -¿Cuánto?, insiste Dubuffet. -Nada, repite el librero. Y añade: -Si os divierte llevároslo. -Bien, dice el pintor, esta obra me interesa para el Museo de Arte Bruto que estoy organizando. Os propongo un cambio. Vuestro dibujo por uno de los míos”. Dubuffet envuelve el dibujo con precaución y algunos días más tarde envía al librero un trabajo suyo que los clientes de la librería admiran colgado de una pared. El dibujo que había interesado tan extraordinariamente a Dubuffet era un conjunto muy heterogéneo de líneas trazadas por el librero al azar de las conversaciones telefónicas, una masa confusa de tinta con esos signos que generalmente se trazan distraídos cuando una persona atiende al teléfono en una conversación más o menos larga y, en este caso, según parece, durante muchas conversaciones.
Se acaba de editar de Paul Eluard, reunidos en tomo, una colección de poemas perdidos publicados en revistas políticas, o de arte, en diarios, catálogos y de circunstancias, que su autor no había reproducido en ninguna obra suya. Uno de ellos, publicado en 1951, es el titulado En Espagne que dice así:

S´il y a en Espagne un arbre teint de sang
C´est l´arbre de la liberté
S´il y a en Espagne une bouche bavarde
Elle parle de liberté
S´il y a en Espagne une verre de vin pur
C´est le peuple qui le boire.

Son nada más que tres noticias, pero Gijón no es demasiado buen sitio para ser muy comunicativo y hace demasiado frío para extenderse. Un gran abrazo a todos y uno especial para Marika y para ti de Maruja y de:

[Seoane]

1979-04-03 Mencionado/a
Carta de Seoane a Gerstein. 1979
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Gerstein. 1979 en 03/04/1979


La Coruña, 3 de abril de 1979

A Noemí Gerstein
Buenos Aires

Querida Noemí:

Te debemos carta y nuevas de nuestra actividad en ésta. Sabemos lo que te ha sucedido en Madrid, nos lo dijo Marika, hace algunos días, pues nos habló por teléfono desde Las Palmas. Nos dijo que te habían asaltado, robado y lastimado. Sentimos mucho todo lo ocurrido. Esperamos que estés repuesta y nos gustaría mucho tener noticias directas tuyas. Nosotros, como puedes imaginarte, hemos pasado un mes encerrados en casa por el trabajo, hice unas 60 o algo más entre acuarelas y pasteles, además de algunos grabados y dibujos para tapices, puse en orden los libros de Lorenzo para ser reeditados en un tomo y otro que componen casi todos los poemas sueltos que sirvieron para catálogos de exposiciones, algunas revistas, etc., que fui guardando. Este irá con un prólogo mío y el primero, el de los libros, con uno de Rafael Dieste, creo que van a ser dos tomos importantes. Marika, cuando me habló, se encontraba bien.
No tenemos noticias de Buenos de Aires. Por teléfono nos dijeron Esther y Lipa, desde París, que volvían a Buenos Aires. Hoy le escribimos también a Baudizzone y ayer o anteayer lo hemos hecho a los Lifschitz, Margot Parker, etc. Comenzamos nuestro período social por correspondencia, aunque la verdad es que desearíamos estar con todos vosotros y dejo por terminado nuestro período de encierro casi total, aunque el tiempo no ayuda en absoluto al cambio de vida. Llueve y hace frío y por días nieva en la montaña gallega. Todo en plena primavera.
Vimos en Madrid, a nuestra llegada, una exposición de las últimas obras de De Kooning, que tanto influyó en algunos pintores de Buenos Aires y que en estas nuevas obras se parece bastante a las del alemán Nay. Lo único figurativo de esta muestra era una gran escultura en bronce, pero ésta muy basta, con una humanidad muy próxima a la de un primate, parecía más bien de Dubuffet. Su rudeza nada tenía que ver con los grandes óleos últimos ni con las litografías de la exposición, más bien recordaba las mujeres sentadas resueltas en las décadas del 50 y 60 en su figuración a grandes pinceladas, algo que entusiasmó a Macció, y de las que surgió la delicadeza y belleza de su obra actual, más sabia, a mi juicio que la anterior. El tema, en general, decía en el catálogo ser el paisaje. Pero el tema no es el título y el paisaje, puede ser sólo la intención primera. De todo modos, cada exposición nueva muestra al público que nuestra época capaz de disciplinar muchas ideas y técnica fue incapaz de reglamentar el arte. Este continúa siendo la obra de gentes solas y, si tú quieres, aunque tengan éxito, marginadas siempre por grupos muy distintos.
Bueno, esto es todo hoy. Aguardamos noticias tuyas y te abrazamos desde este país, de frío, lluvia y temporales, Maruja y yo:

[Seoane]