PROXECTO EPÍSTOLAS

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LOCALIZACIóN: Rianxo

Epístolas
12 mencións
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1962-11-06
Carta de Muñoz Manzano a Luís e Maruxa Seoane. 1962
Rianxo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Muñoz Manzano a Luís e Maruxa Seoane. 1962 en 06/11/1962

Rianjo, 6 de noviembre, 1962

Muy queridos Maruja y Luis:

¿Cuántos meses van ya desde que recibimos vuestra última carta? ¿Cuántos, pues, aguantando las ganas de escribiros? ¿Y por qué, entonces, no lo hemos hecho? (Estoy usando el plural sin consultar con Rafael, pero creo que puedo usarlo). La única explicación verdadera en este caso –cosas accidentales aparte– es que se va aplazando el hacerlo por la esperanza de que habrá un momento propicio, en que se tendrá el humor adecuado y más claro lo que se quisiera decir. Pero resulta que en las actuales circunstancias, personales, nacionales, e internacionales, si se deja transcurrir más tiempo, lo único que se logra es que se acreciente la complejidad de lo que podría ser tema de comunicación o de comentario.
Así pues, hoy, abandonado todo propósito de cargar muchas cosas en el barquito de esta carta, voy a limitarme a que os lleve como carga fundamental la seguridad de nuestro –si es posible– acrecentado afecto, y después, al acaso, las noticias y comentarios que vayan viniendo, en el orden que se presenten...
Recuerdo que dije en Buenos Aires: “Estaremos, por lo menos, un año en España. Las impresiones de la primera temporada seguramente son demasiado optimistas; después debe haber una reacción, quizá demasiado pesimista, y hay que esperar un tiempo más para tener una opinión un poco equilibrada de cómo son ahora las gentes de España y cómo es la vida española”. Acerté aproximadamente en la valoración temporal de las dos primeras fases; pero no en la de la última. Resulta que no basta un año: parece que es necesaria la vida. Un extranjero puede entender las coas más pronto, quizá no en profundidad, pero sí en un esquema útil; pero yo, con mi pequeña cabeza, fracaso irremediablemente, porque el sentir –sobre todo ese sentir colectivo que rodea y envuelve y modifica el sentir personal– el sentir no me deja pensar. Aquí, en España, no puedo pensar sobre España. A veces me rebelo un poco de ser más pueblo de lo que realmente quisiera, por un instinto de regateo, de no hacer total e incondicional entrega de sí. Hemos pasado muchos años fuera; somos –queramos o no– extraños a muchas cosas; sentimos nosotros esa extrañeza y sentimos que, en cierta medida, la sienten los demás. Gustaría entonces –y no creo que por simple egoísmo– disfrutar de las cosas buenas: la maravilla de sentirse en el propio estupendo país, con su naturaleza, con sus gentes, y con las obras de los que nos precedieron; y también sufrir las aciagas: las muertes, naturales o por accidente, las desgracias en que no interviene el hombre como animal político. Pero, se quiera o no, hay que sentir también otras muchas cosas, que pertenecen a un tejido en que tienes que renunciar –para no ser injusto– a mantener tus fronteras entre bien y mal, y encomendarte a tu brújula intuitiva. La mía es muy fina, y así y todo –o quizá por eso– hay veces que oscila, como entre dos Nortes.
Bueno, no divaguemos. En una carta reciente –y después de varios meses de incomunicación desde que estuvieron aquí en febrero– nos pregunta Barbudo: “¿Seguís estando contento de haber vuelto a España? No le hemos contestado todavía, y no hemos hablado del asunto, pero la respuesta es: sí. Es decir, si ahora, después de haber vivido aquí, nos encontrásemos de nuevo en Buenos Aires –y aun descontando lo que haya empeorado la situación argentina desde entonces– volveríamos a hacer nuestros equipajes para venirnos a ser felices o desgraciados, según cuadre. Y conste que echamos mucho de menos Buenos Aires, y que nos encantaría ser ricos para poder ir de visita frecuente.
Desde luego, a los pocos meses de estar aquí (nosotros llegamos a Rianjo coincidiendo con una época de gran prosperidad) vimos claramente que Magdalena tenía, en general, mucha razón. Entre otros males, España, país de buenos artesanos, está decayendo en ese sentido rápidamente. De Rianjo es una sangría continua hacia Holanda, Alemaña, Bilbao. Excelentes artesanos se van de marineros, y cada vez se labran menos tierras y peor. De momento traen dinero, se hace su casita o arreglan la vieja y hay una prosperidad como de lotería; pero las tareas y oficios fundamentales desmejoran en cantidad y calidad de mes en mes. Nosotros, simplemente, no hemos podido conseguir en todo el verano que nos arreglen a fondo el tejado de la casa. Lo que se ve por aquí es una mezcla rarísima de prosperidad y pobreza, de progreso y de rutina, de capacidad personal y escaso rendimiento, de inteligencia y dispersión.
A los pocos meses de haber venido –todavía en luna de miel con el país y con las gentes– un episodio de orden particular y doméstico nos afectó de un modo que podría parecer desproporcionado (prueba de que para nosotros no era sólo particular y doméstico o no lo era superficialmente). Me refiero a la injustificada marcha del matrimonio que había estado al cuidado de Olegarita y de la casa; gentes a las que creíamos fundamentalmente buenas y fieles y a las que considerábamos como de familia. El desconcierto que nos produjo su comportamiento fue muy doloroso, porque venía a ser una especie de demostración de que se nos consideraba como intrusos: por mucho afecto y consideración que mostrásemos veníamos a ocupar un sitio que ya otros consideraban como suyo. Y esto que sucedía en la propia casa, se adivinaba entonces como amenazando en torno.
*
Han pasado unos días y he perdido la pista de lo que quería decir. Me parece que lo último lo había traído especialmente a cuento para explicar nuestra prolongada permanencia en Rianjo. Como tuve que encargarme de la casa y del cuidado de Olegarita, a quien de ninguna manera queríamos dejar en manos extrañas sin tantear primero hasta dar con alguien de plena confianza, tuvimos que quedarnos aquí en Rianjo, sin poner casa en Madrid. (Creo que lo intentaremos en enero, aunque nos intimida un poco la merma de nuestros ingresos por la baja del peso argentino). Esa ha sido también la causa de que no hayamos entrado en relación más frecuente y directa con el ambiente intelectual español. Hemos hecho una vida un poco retirada, que es a lo que tendemos si no hay especiales solicitaciones de fuera. En muchos aspectos, pues, no tenemos experiencia. ¿Es eso beneficioso o perjudicial? No sé. En otros tenemos una experiencia rica y honda, no fácilmente comunicable quizá, pero que no es pesimista.
Bueno, mejor es que salga esta carta tan aplazada otra vez. Ya Rafael os dice cuánto nos gustaron los hermosos libros de Unamuno y Lorca y cómo nos hemos alegrado del premio Palanza para Luis. También nos alegramos mucho –en otro origen de cosas– de las mejoras de Ranelagh. ¿Cómo os va en el nuevo y espacioso departamento?
Escribidnos. No os venguéis.

Saludos a todos los amigos, sin olvidar al ingeniero Díaz, aunque no nos visitó por segunda vez como había prometido. Para vosotros, con muchas felicitaciones, un fuerte abrazo de

Carmen

[Manuscrito:] Que se consideren nombrados todos los buenos amigos, pues a todos los tengo muy en el recuerdo.

1962-11-06
Carta de Dieste a Luís e Maruxa Seoane. 1962
Rianxo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Dieste a Luís e Maruxa Seoane. 1962 en 06/11/1962

Rianjo, 6 de noviembre, 1962

Queridos Luis y Maruja:

Sin noticias precisas, pero atenidos a un cálculo razonable, os suponemos ya instalados en el nuevo departamento. Estuvieron por aquí Prada y el ingeniero Díaz –éste con las hermosas ediciones de Lorca y Unamuno– y, si mal no recuerdo, algo dijeron de mudanza. También Virginia, aunque no muy segura, y creo que también Lala en alguna carta de hace tiempo.
Hemos sabido de la prolongada huelga de correos y algún amigo navegante nos dijo –lo oiría en un bar de Buenos Aires– que hay aproximadamente un millón de cartas atrasadas y sin repartir. Unas sin repartir ahí, presumo, y otras sin enviar el resto del mundo. Entre éstas pudiera ser que hubiese alguna vuestra o de algún amigo, con vuestra nueva dirección. Como no nos fiamos de la antigua, van estas líneas por mediación de Lala.
Prada y el ingeniero Díaz os habrán dado ya noticias nuestras. Nada importante o decisivo. Pequeños rasgos de ambiente, ánimo, etc., que habrán completado un poco la impresión general que intentábamos daros en cartas anteriores. Hay cosas, sin embargo, que sólo podríamos concretar en diálogo, irreductibles a expresión esquemática, sutiles, huidizas, y que son las que más importaría poder comunicaros. Quizá no es indispensable, pues estuvisteis por aquí...
Este verano tuvimos en Rianjo a los hermanos de Carmen, con parte de sus respectivas familias. Visitas breves y en dos tandas. Enseguida llegó Eladio, que estuvo aquí unos veinte días. Poco después, mi hermano Antonio con su hijo Antonio; y a esta visita sucedió la de Esther, pero de esta vez no en Rianjo, sino en Madrid, adonde nos citó desde Nueva York, pues a punto de regresar a Montevideo en avión, había resuelto hacerlo con escala en España para encontrarse con nosotros. También estuvo aquí, en casa, Colmeiro. Y otro día Souto. ¡Ah! Faltaban por mencionar Barbudo y Ángela, que estuvieron aquí alrededor de una semana, antes de los hermanos de Carmen, y se fueron maravillados y con proyectos de retorno y hasta de relativo afincamiento, hablando de hacer por estas riberas una casa en cuanto junten los dólares. ¿Qué más? ¡Gabriel anuncia ahora su llegada de un momento a otro!
Con Eladio hicimos unas cuantas excursiones. Sería importante que hablaseis con él. Como era de esperar, vio con perfecta lucidez, y con amor directo, natural, impremeditado, los valores de España y singularmente de Galicia, en la cual acabó por reconocer no sólo la tierra de sus abuelos, sino la suya personalísima. Como ya supondréis, se volvían así más misteriosos y entrañables para él –más asistidos de fundamentos y responsabilidades– sus firmísimos vínculos con la Banda Oriental. Descubrir y sentir las clases de valores a que él se refería es sentirse, también, preocupado y consternado por todo lo que los amenaza... Resulta, pues, que se fue de aquí muy entusiasmado y, al mismo tiempo, con muy graves problemas que ya no tendrá más remedio que ayudarnos a resolver.
Esther estuvo muy animosa. Como sólo pensaba estar dos o tres días en Madrid, no vino a Galicia. Luego sintiéndose muy a gusto en España, se fue dilatando el plazo. A última hora estuvo a punto de resolverse a venir; pero optó finalmente por volver ahora a Montevideo –pensando ante todo en Alfredo–, para venir los dos sin prisa el año próximo. Tiene ya en orden, presto para editar, un espléndido libro de poemas. Se fue de aquí con la intención de encomendarlo a Losada y muy feliz con la posibilidad de que Luis tuviese alguna parte en la decoración o en la vigilancia. Con rasgo ingenuo, debo deciros que espera mucho de nuestra recomendación en tal sentido. Os la recomendamos, pues, de todo corazón, aun pensando que su influencia directa sería suficiente. Quizá os haya escrito ya sobre el particular y también –contando de todos modos con vuestra mediación– al mismo Losada.
Mientras os escribo, llega una carta de Mimina por la cual nos enteramos de que Isaac está en el Castro. Anuncian que vendrán a buscarnos.
Con el ingeniero Díaz y luego con Prada estuvimos viendo los grabados del Llanto de Lorca y de la selección del Diario de Unamuno. Quizá os hayan comunicado en términos generales algo de la magnífica impresión que nos causaron. Después los vimos más despacio, adentrándonos en sus finuras gráficas y de alusión poética. Los del Llanto valen para mí como una sutilísima exégesis de Lorca, como un vivo retrato de su poesía –hecho, naturalmente, a la luz del bellísimo poema. En adelante, cuando se estudie a Lorca, convendrá tenerlos en cuenta... Los del Diario cumplen en gran medida análoga función respecto a Unamuno, pero aquí el retrato se ve como intrincado por las luces oblicuas de un espejo roto. Probablemente a causa de la índole del texto. De todos modos, el efecto de conjunto –una vez lograda la síntesis con un poco de atención– es para mí interesantísimo.
Tuve que suspender ayer esta carta porque la llenaba de estornudos. Me alcanzó la racha de constipados que anda por ahí. Ya estoy casi bien; pero tengo que concluir a toda prisa porque acaba de llegar un telegrama de Gabriel, según el cual estará en Santiago con el primer avión. Nos hablará por teléfono. No sabemos si iremos a buscarlo o si le daremos instrucciones para que se venga solo. En cualquier caso, es inminente su llegada y con ella –al menos por unos días– la crisis de mis actividades epistolares que tan formalito y empezando por vosotros me había propuesto reanudar. Vaya, pues, en estilo telegráfico algo de lo que quedaba por decir.
Está hace tiempo en manos del censor, si no ha pasado a la imprenta sin nuevas noticias de la primera edición y algunos otros, entre ellos los que hallé de aquellas fechas en El Pueblo Gallego. Hice una cuidadosa revisión, unificando con algunos toques y con el orden oportuno la atmósfera general del libro. Mencioné, hablando con del Riego, tu proyecto de ilustrarlo, pero sin insistir en la cuestión por no estar seguro de que estuvieses ahora en buena coyuntura –tiempo, tranquilidad, etc.– para hacerlo a gusto. Sospecho que para abreviar acudirán como de costumbre a Xoán Ledo.
Recibí –el año pasado– unas simpáticas líneas de Sabsay y señora, escritas desde Canarias. Les contesté, y unos meses después, por Navidad les escribí de nuevo brevemente. No me pareció oportuno en aquel momento preguntar nada a Sabsay sobre el libro de ensayos que dejé en sus manos. Y como la situación argentina –que afectará, supongo, a las editoriales– no da señales de mejoría, no sé bien que hacer. ¿Querrías tú preguntarle algo? Él me había hablado de Taurus, con cuyas gentes parecía tener relaciones –no sé bien si amistosas o también financieras–, brindándose, si no entendí mal, a encauzar por ese lado el asunto si ahí surgían dificultades o dilaciones excesivas. Esperaré para escribirle a conocer la impresión que recibas del diálogo con él.
Asistí en Madrid a la apertura de la exposición de Souto. El efecto de conjunto era de gran esplendor. Figuraban ya algunas cosas pintadas en Galicia, un tanto improvisadas, pero que ya atestiguan, por sus valores de gracia y simpatía humana, el saludable efecto del retorno.
Acaba de llegar una carta de Lala. Nos da muy alegremente la noticia de que le ha sido otorgado a Luis con toda justicia el premio Palanza. Apenas necesitamos decir cuánto lo celebramos. Con todo el entusiasmo de esta noticia y el cariño de siempre, os abrazan Carmen y

Rafael

Saludos nostálgicos a Lala y Laxeiro, Lorenzo y Marika, Antonio y Mireya (si están por ahí), los Scheimberg...

1963-02-06
Carta de Seoane a Dieste e Muñoz Manzano. 1963
Bos Aires
Rianxo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Dieste e Muñoz Manzano. 1963 en 06/02/1963


Buenos Aires, 6 de Febrero de 1963

Sr. D. Rafael Dieste
Rianjo

Queridos Carmen y Rafael:

Debemos carta, la que debimos haber enviado a nuestra llegada, hace ya cuatro meses y el recibo del libro de Rafael que llegó a Buenos Aires en los primeros días del mes pasado, como regalo de Reyes, como feliz augurio para el año nuevo. A nuestro regreso encontramos a Buenos Aires como siempre, la moneda un poco más deteriorada, sin que impida, parece, a las gentes hacer sus negocios; la ciudad más crecida, aumentando, claro en incomodidad y los amigos todos divididos, tambien como siempre, en optimistas y pesimistas con respecto al futuro, pero sin apenas discutir, parecen haber agotado todas las fórmulas y recetas y abandonarse a una imprevista solución por el posible milagro, al destino, al azar; por eso tu libro, tan implacablemente lógico, escrito en tan bella prosa, en idioma tan racional y limpio llegó en un momento propicio, cuando casi todos parecemos haber perdido –me incluyo– objetividad, conciencia de nosotros mismos y la posibilidad de saber cual es una verdad.
En Lisboa, última etapa de nuestro viaje que no conocéis, buscamos a Espasandín. Fuímos a esa ciudad para estar con él y con Alicia tres o cuatro días y llegamos tarde. Se habían ido no sabemos a dónde. Estuvimos en la aldea cercana a Lisboa, una estación antes de Estoril, donde habían vivido. Llamamos insistentemente a la puerta del departamento que habitó y como nadie respondía dejamos una nota debajo de la puerta con la dirección del hotel en Lisboa, pero extrañados interrogamos a los pobladores de la pequeña población, antes a los vecinos, y luego el dueño de un almacén, de un ultramarinos, recordó a ese matrimonio español cuya mujer le hacía daño el viento, que siempre vestía “calzas”, la conocían más por esta prenda que por otro cualquier detalle, y que se habían marchado hacía poco tiempo, creían que a España, a una ciudad o pueblo que el proveedor, almacenero o lo que fuese, llamaba Santo Andrés de España, porque a ella no le sentaba el clima, aquel viento. Sufrimos una gran tristeza por ellos, nunca nos parecieron más solos que en aquella algo más que aldea de al lado de Estoril, y por nosotros que perdíamos alegría, algo, juventud quizás, con el desencuentro. Aquel viento, el mismo viento de Galicia, era lo que más amaba Espasandín y debía renunciar a él en busca de un clima sin viento, sin tiempo, para Alicia enferma. San Andrés de España nos trajo a la memoria San Andrés de Teixido, tan distinto al San Joao de Estoril de Espasandín, con más viento, más violentas olas y entre montañas escarpadas y donde parece no haber más allá que el mar, surgido el San Andrés de las profundidades de un oscuro y lejano pasado. Pero, ¿cual es este otro San Andrés de España, de clima ideal, capaz de alivar a Alicia? ¿Viajaron realmente a España? ¿A qué país fueron?. Nosotros sufrimos una gran decepción y en cuatro días que pasamos en Lisboa nos venían a la memoria constantemente, manteniendo, hasta que nos fuimos, la esperanza de encontrarles en la calle, en un café, en cualquier parte. Temíamos no conocerlos por el aire de personajes de novela alemana, de extranjeros de Capri, de la descripción del proveedor de San Joao de Estoril. Esta fué la última aventura de nuestro viaje. Unos días después con Varela os recordábamos a todos, y, otros más tarde, un domingo, leíamos en la sección bibliográfica de La Prensa una nota sobre un libro de Espasandín publicado hace, quizás, unos veinte años, en la época vuestra de Atlántida. El tiempo que va a abarcar la exposición retrospectiva mía que se proyecta para el mes de Julio en una gran galería nueva de aquí. Estoy trabajando como puedo y Maruja y yo proyectamos volver a esa en octubre, en el otoño.
Esta es una carta donde apenas se dan noticias. Todos los amigos comunes preguntaron por vosotros, os recuerdan, Varela, Baudizzone, Scheinberg1, Falcini, Frontini... Torrallardona y los suyos os están muy agradecidos y llegaron encantados de Galicia. Nosotros os recordamos siempre, y a todos los amigos.

Saludar de nuestra parte a Mincho, a Díaz Pardo, a quien debo carta, a Mon, a todos. Escribidnos. Un gran abrazo de Maruja y mío para los dos:

[Seoane]

1. É difícil esclarecer se o apelido é Scheinberg ou Scheimberg, con eme, como aparece escrito noutras cartas, pois existen as dúas formas.

1963-02-19
Carta de Muñoz Manzano a Luís e Maruxa Seoane. 1963
Rianxo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Muñoz Manzano a Luís e Maruxa Seoane. 1963 en 19/02/1963


Rianjo, 19 de febrero, 1963

Queridos Luis y Maruja:

Seguimos muy contentos con las noticias de vuestro próximo viaje. Ayer nos dice Esther en una carta que salía el 2 de marzo. Quisiéramos unas líneas vuestras diciéndonos si venís por mar y si hacéis alguna escala en España en vuestro viaje de ida a Suiza.
Además del gusto de saludaros, tendríamos un pequeño encargo que haceros: Gabriel nos trajo de regalo un termómetro-barómetro-higrómetro, comprado en Ginebra, y no funciona bien. Escribimos a la casa y no hay otra manera que llevarlo por mano para evitar los gastos y enojos de aduana. Es una cajita de 19x8x5 centímetros, que no os molestaría mucho si está en vuestros planes hacer escala en Vigo.
Esther ha sentido que no vaya la solapa de Rafael en su libro. Ayer nos mandó una carta del señor Vázquez, de Ed. Losada, en que éste le aconseja no cambiar la tapa por diversas razones, todas de buen sentido. Las cosas se pusieron así, ¡qué se le va a hacer! Esther está muy agradecida a Luis por su viñeta y por la ayuda en la edición. Gracias también por nuestra parte.
Adjunto una carta para Citania, pidiendo unos ejemplares del libro de Rafael. No sé la dirección. Acaso podéis llamar por teléfono, para que los envíen.
Hemos estado preocupados con Olegarita, que tuvo un gran trastorno de origen hepático. Ahora está ya mejor, y esperamos que pronto pueda recobrarse.
Está lloviendo furiosamente –ahora siempre llueve furiosamente–; pero al parecer Galicia es el edén comparada con otras regiones. Todos estos días la radio y la televisión no dan sino desastres en Córdoba y Granada.

Perdonad tantas molestias. Saludos a los amigos y para vosotros un abrazo de Rafael y

Carmen

1963-06-05
Carta de Seoane a Muñoz Manzano e Dieste. 1963
Xenebra
Rianxo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Muñoz Manzano e Dieste. 1963 en 05/06/1963


Ginebra, 5 de Junio de 1963

Sres.
Carmen y Rafael Dieste
Rianjo

Queridos Carmen y Rafael:

Estamos a dos o tres días de marcharnos de Ginebra, donde estuvimos viviendo estos tres meses con escapadas a las otras ciudades suizas y a la Savoya y al Delfinado en Francia. Trabajé bastante, pinté, y quedan organizadas algunas muestras para el otoño o invierno que viene, aparte de haber establecido relaciones con una Galería muy importante de aquí, Galería Edwin Engelberts, dedicada a grabado, que va a representar mis obras de este género en Europa. En todo este tiempo no hemos escrito a nadie, dejando el escribir de un día para otro hasta ahora, que estamos en vísperas de nuestra ida a España. A mediados de mes estaremos en Madrid y después de estar con mi hermana en Gijón nos marcharemos a Galicia. Calculamos estar en La Coruña a mediados de Julio y entonces os iremos a visitar. Nuestra pretensión es hacer lo posible por quedarnos en España. Las noticias que vienen de Buenos Aires son tremendas. Se calcula que actualmente hay aproximadamente un millón de desocupados. Por aquí pasaron hace pocos días María Teresa y Rafael con Aitana, que van a vivir a Milán y las gentes que pueden dejan Buenos Aires. Por ellos supimos noticias desastrosas. Pero ya hablaremos de todo esto. De aquí a Julio casi seguro que todo empeorará allí y nadie crée que las elecciones se realicen. De Suiza no podemos sino decir que nos gusta mucho, pero, para vivir, creemos que más el norte, Basilea.

Por hoy nada más que estas pocas líneas. Tenemos la esperanza de veros pronto. Un abrazo grande de Maruja y mío para los dos:

[Seoane]

1964-08-11
Carta de Seoane a Muñoz Manzano e Dieste. 1964
Bos Aires
Rianxo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Muñoz Manzano e Dieste. 1964 en 11/08/1964

Buenos Aires, 11 de agosto de 1964

Sr. D. Rafael Dieste
Rianjo

Queridos Rafael y Carmen:

Llevamos meses en Buenos Aires y pensando escribiros algún día una carta larga fuimos dejándolos pasar. Por otra parte no queríamos deciros nada de cuanto sentimos el regreso. Tardamos casi hasta hoy el acomodarnos nuevamente a Buenos Aires y al género de vida que no es aquí habitual. Seguramente sabéis de nosotros por Díaz Pardo al que vimos a menudo a nuestra vuelta antes del regreso de él a sus trabajosas vacaciones de El Castro. Buenos Aires está lo mismo que en 1962, o más bien un poco peor. Marcha mucha gente a Estados Unidos y a países centroamericanos con contratos para trabajar, más a Estados Unidos, sobre todo médicos, ingenieros y técnicos industriales, tambien a Israel y Alemania. Es el sur que emigra en nuestra época hacia el norte, antes, en general, las emigraciones se hacían hacia el sur y de este a oeste, ahora parece que cambiaron las direcciones migratorias. Ahora tambien hacia el este siguiendo los sueños de Alejandro Magno y de Colón, pero, naturalmente, por razones distintas. Nosotros pensamos regresar el año próximo si logramos aclarar nuestras posibilidades económicas. Imposible de momento pensar en vender el departamento y resolver prácticamente nuestra situación. Creo que igual es para Lala y Laxeiro. De Antonio no tenemos más que noticias confusas, pues hasta hoy no dejaron San Juan. Trabajo mucho. Tengo preparados dos nuevos álbumes de grabados: Homenaje a Venecia y Bestiario. Para el Homenaje a Venecia me valí de algunos apuntes que hice en esa ciudad en 1960. Pinté bastante e inauguro una exposición el 20 de este mes en Bonino y tengo dos murales encargados, pero, estos, los hago sin demasiadas ganas, me hubiese gustado más pintar libremente y grabar sin preocuparme de estas paredes que en algunos casos a uno le dan para evitar un revestimiento más costoso. Hacemos poca vida social. Vamos mucho al cine que continúa siendo por su universalidad y la cantidad de películas que se proyectan una ventaja de Buenos Aires. Laxeiro hizo esta temporada tres exposiciones, una de óleos y dos de dibujos, muy buenas y que por su éxito le animaron mucho a trabajar, urdiendo nuevos proyectos. Varela continúa “saliendo al aire” por su Hora once los domingos de noche, tiene su tiempo muy ocupado por esta audición y lucha con las dificultades de la publicidad para ir sosteniéndola. Nada, que revele, de sus proyectos de libros. Baudizzone y los amigos comunes os recuerdan. Por nuestra parte añoramos los días de El Castro y los que pasamos con vosotros en Rianjo. Recobrábamos una luz perdida y por mi parte sentía que justificaba mi oficio de pintor. Es seguro de que quedándome en Galicia o en España sintiese más agudamente la responsabilidad de ese oficio, en cuanto a éste está unido a un pueblo y a una historia, no exclusivamente a la historia del arte. Es un sentimiento que se agudizó en mí en los meses de España por eso ya no sueño con otros países que no sean Galicia y España, pues el artista tiene que ser, a su modo, un intérprete de su pueblo tratando de impulsarlo hacia un futuro. Perdóname esta ligera y seguramente muy futil digresión. Pero lo que noto en mí es que cuando pinto aquí, estoy muy lejos de esta ciudad y de sus problemas y uno resulta, viviendo en Buenos Aires, como dividido poseyendo una personalidad doble. Rof Carballo diría, jugando, que esto sería resultado de mi signo, de pertenecer astrológicamente a Géminis. Pero no se trata de un corazón o un sentimiento dividido, sino de un corazón entregado. Literatura y arte guiaron siempre, hasta donde han podido, la manera de pensar de sus épocas y esta ambición no la siento aquí. Durante un cuarto de siglo, como todos nosotros, no he hecho nada más que pensar en Galicia para pintar o hacer cualquier otra actividad y estando allí probé que esto, desde tan lejos, es casi inútil o inútil. Hay que vivir ahí y aprovechar lo que le viene a uno por los ojos y no solo del recuerdo; cada detalle y cada suceso, no existe nada insignificante. El señor Jesús, el pescador amigo vuestro, o Don Jaime, un cura conocido por mí, al azar, acompañando a Díaz Pardo, buscador de agua para abrir pozos valiéndose de una plomada, son personalidades que a uno le sirven. Jamás olvidaremos las dos o tres lecciones sobre delfines y peces del viaje que hicimos con vosotros y el Sr. Jesús por la ría. Fué una espléndida lección de ictiología y de humanidad, lástima que fuese tan breve. Ese modo de leer en el mar a través del movimiento del los peces en el agua o del sonido que éstos emiten es una lección que tambien le sirve a un pintor. Pero no continuaré con este tipo de reflexiones que deben pareceros muy simples. Quisiera darte noticias de Buenos Aires pero más bien son desalentadoras y los amigos están ellos mismos desalentados. Todos hacemos una vida muy casera y se limitan mucho las reuniones, cenas, etc., tan pródigas hace muy pocos años.
Escribidnos, por nuestra parte trataremos de que no sea tan largo como esta vez nuestro silencio. Tenéis que perdonarnos, pero solamente podíamos escribir sobre esta vuelta sin remedio a Buenos Aires, que nos duele.

Un gran abrazo para los dos de Maruja y mío:

[Seoane]

1965-03-17
Carta de Seoane a Muñoz Manzano e Dieste. 1965
Bos Aires
Rianxo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Muñoz Manzano e Dieste. 1965 en 17/03/1965


Buenos Aires, 17 de Marzo de 1965

Sr. D. Rafael Dieste
Rianjo

Queridos Carmen y Rafael:

Recibimos hace pocos días tu carta (la de Rafael) en la que acusa recibo de la carpeta de grabados de Homenaje a Venecia. Un recibo como no se usa, generoso y espléndido, por el cual quien recibe da más que lo recibido. Te agradezco mucho tus juicios sobre los grabados y la nacionalización oriental que me tributas, china, japonesa, lo que sea, pues para mí siento que cuanto más occidental es uno, y los gallegos lo somos en Europa por historia, geografía y costumbres, mucho más que otros pueblos, más cerca, o más curiosos, nos encontramos de ese otro mundo del que se empeñan en separarnos. España, Francia, Inglaterra, Holanda, deben mucho a esos mundos, algunas de las más originales formas de su arte y de su cultura. Las porcelanas de Holanda, el teatro de Yeats, las estampas de algunos admirados pintores franceses fin de siglo, la chinerías de España. Siento, sin embargo, que en los grabados míos falta toda la sabia artesanía de los chinos, su larga paciencia, esa propiedad de definir en muy pocos trazos, los indispensables, aquello que caracteriza a un ser, hombre o animal, o a un objeto. Pienso en Rembrandt preocupado en el encierro de su estudio del gheto de Amsterdam por las estampas persas, al igual que, siglos después, Matisse, tan opuesto, en su soleada casa de Niza. Oriente actúa de levadura para todos esas naciones más nuevas que crecieron en las posibles fronteras de la Atlántida, en la perplejidad que ese misterio, y otros misterios, sumió para siempre a estos pueblos. Pero bien, mis grabados no son nada, sino solo recuerdo tosco de una bella ciudad que se hunde y que merece bastante más. Te digo todo esto porque, efectivamente, admiro cada vez más en pintura esa aparente elementalidad de las aguadas y dibujos chinos, precisamente ahora cuando occidente se complace en la acumulación de objetos y materiales extraños y de uso diario como manera de expresión, y tu acertaste, adivinaste, esta mi preocupación actual.
Nos alegró mucho saber del reingreso de Carmen a la inspección escolar, puede ser, dentro de lo posible, muy útil su experiencia y cultura y puede servirle a los mismos compañeros que los supongo a todos con menos conocimiento y sentido de la realidad, éste último seguramente por haber vivido más sumidos en ella sin la enseñanza que se deduce de tantos años por otros países. Nos alegramos tambien que os establezcáis en La Coruña, entre otras razones, descontadas las patrióticas de Maruja y mías, para estar más cerca vuestro a nuestro regreso. En algunos de estos paseos por las calles de las orillas del Orzán, por la coraza, no dejéis de recordarnos. Por allí paseó su ancianidad Pondal y le contaba a sus parientes jóvenes aventuras vividas solo en su imaginación de las que había sido audaz protagonista en los mares de Oriente. Otra vez Oriente. A Pondal, muy abrigado, las manos en los bolsillos, con una gorra visera que le tapaba la frente y ayudaba a destacar aún más su barba, la visión de ese mar de altas olas le servía para trasladarse desde la prehistoria, con sus hadas, druidas y dólmenes hasta los mares de piratas de Salgari y Conrad. Por mi parte, sueño, para mi porvenir, con invenciones parecidas y viajes imaginarios tan remotos. Todos nos hemos alegrado del reingreso de Carmen: Varela, Laxeiro y Lala, Díaz Pardo, etc. Y ahora ahí van algunas noticias nuestras. Varela acaba de llegar con Marika de Punta Ballenas, donde se ennegreció a conciencia. Continúa dedicando su actividad a Hora once, la sección cultural que dirige de los domingos. Creo que estos días va a contestar tu carta. Laxeiro está pintando mejor que nunca y trabaja mucho. El año pasado hizo cuatro exposiciones y el próximo Mayo vuelve a inaugurar otra muestra. Díaz Pardo está encerrado en Magdalena y solo de vez en cuando se deja ver en Buenos Aires. Está haciendo unos grabados en madera muy buenos. Baltar se mudó estos días a un nuevo departamento de una habitación en algo así como un hotel recién construído en el centro, en la calle Paraguay, creo que Paraguay y San Martín, ya os contará él. Proyecta su viaje. Por mi parte hice tres murales nuevos, ahora estoy en el cuarto y pinto y grabo. Apenas salgo de casa y veo muy poca gente. Volveremos a esa en setiembre. Estos días salimos con un matrimonio amigo a una excursión al norte argentino: Tucumán, Salta, Jujuy. Scheinberg1, Baudizzone, Frontini, Ceire, etc., todos os recuerdan y preguntan por vosotros. Buenos Aires continúa creciendo y haciéndose más incómoda. Esto es todo por hoy. Un gran abrazo para Carmen y para ti de Maruja y mío:

[Seoane]

1. É difícil esclarecer se o apelido é Scheinberg ou Scheimberg, con eme, como aparece escrito noutras cartas, pois existen as dúas formas.

1966-09-26
Carta de Seoane a Dieste. 1966
Bos Aires
Rianxo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Dieste. 1966 en 26/09/1966

Buenos Aires, 26 de setiembre de 1966

Sr. D.
Rafael Dieste
Rianjo o La Coruña, no sé bien.

Querido amigo:

Te adjunto esta nota que salió ayer sobre tu último libro en La Prensa de Buenos Aires. No estoy de acuerdo con ella, pero te la envío lo mismo. Nosotros fuimos retrasando el viaje hasta ahora, que estamos próximos a emprenderlo, saldremos el día 10 del mes que viene hacia Méjico, donde estaremos unos días y luego Nueva York, otros siete días, para ir de allí a Alemania y de éste último país viajaremos a España, a Galicia, no sabemos exactamente cuando. Os informaremos desde alguna ciudad alemana. Renuncié a una exposición circulante mía organizada por Relaciones Culturales de la Argentina, en los Estados Unidos, te imaginarás por qué, creo que Díaz Pardo estaba en Buenos Aires cuando lo hice. Pertenezco a una generación de renunciantes. En Buenos Aires salió estos días una monografía sobre mi obra editada por Bonino de la que os enviaré un ejemplar por correo ordinario, quedó lo mejor posible dado su carácter popular y excluyendo la fidelidad de las reproducciones en color. Tambien un librito con la monografía que hizo Lorenzo Varela para el catálogo de Nueva York que no llegó a imprimirse. Tuvimos noticias recientes vuestras por Mireya y Antonio a quien vimos al día siguiente de llegar a Buenos Aires y algunas veces más. No sabemos nada de Espasandín, que nos mandó una carta conmovedora de Nueva York, anunciándonos su ida a Europa y prometiéndonos la nueva dirección donde fuesen a quedarse, probablemente Portugal. Quisiéramos encontrarnos con ellos, pero no sabemos cómo. De aquí no tenemos noticias que transmitir, debéis conocerlas todas por Díaz Pardo. Buenos Aires cambió bastante. Mayor cantidad de rascacielos, la Av. 9 de Julio está desconocida para vosotros, lo mismo que las otras avenidas céntricas, Santa Fe, Callao, Libertador, y el barrio Belgrano. Aumentaron considerablemente los teatros experimentales, las galerías de arte y el número de conciertos. Los cafés de Maipú y algunos de Florida se pueblan cada vez más de jóvenes barbudos y melenudos, pintores y poetas y de muchachas con minifalda, desgreñadas, y blusas “pop”, asimismo los quioscos de semanarios y de publicaciones inverosímiles. Una joven que acaba de visitarnos cambió en menos de un año tres veces de vocación, estudió pintura, Historia del Arte, nueva rama de la Facultad de Filosofía y Letras, abandonando la pintura y ahora se dedica a la política, abandonando la historia del arte. Todo se sucede y abandona en Buenos Aires con igual rapidez y en estos últimos tiempos. Bueno, recibid Carmen y tu un gran abrazo de Maruja y mío. Y hasta pronto:

[Seoane]

1967-01-05
Carta de Seoane a Dieste e Muñoz Manzano. 1967
Madrid
Rianxo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Dieste e Muñoz Manzano. 1967 en 05/01/1967


Madrid, 5 de Enero de 1967

Sres. Carmen y Rafael Dieste
Rianxo

Queridos Carmen y Rafael:

Recibimos la carta que nos enviásteis hace dos o tres días. Llegamos a Madrid el día 30 y estamos instalados por algún tiempo en un pequeño departamento del Paseo del Dr. Esquerdo 75, 3º decha., el teléfono es 2735414. Hasta ahora no hemos visto más gente que la de la familia, las hermanas de Maruja y a Lala y Laxeiro. Lala creo que nos dijo que llegó el 28 y trata de reconocer su ciudad. Anduvimos por muchas ciudades y nos sentimos cansados como pocas veces en nuestra vida. Para vosotros os adelantamos el recuerdo cariñoso de León Felipe, con quien estuvimos en Méjico. Muy lúcido, conservando una memoria espléndida y recordando los comentarios de Rafael a un ensayo de su traducción, o recreación, lo que fuese, de Shakespeare, creo que en el Teatro de Bellas Artes. De todo esto y de otras muchas gentes amigas y cuestiones hablaremos pronto con calma si venís a Madrid, como dice Rafael en su nota, a finales de este mes. Nosotros estamos deseando veros. De Buenos Aires nada podemos deciros que escrito ahora mismo no resulte lejano. Unicamente que debo carta a todos los amigos. Ahora en estos primeros días madrileños trataré de escribir a los más que pueda.
Esto es todo ahora. Os esperamos. Nos gustaría veros aquí antes que en Galicia y si venís, os agradeceríamos que nos anunciáseis la llegada para modificar cualquier plan de viaje a Salamanca o Barcelona y estar con vosotros.

Un abrazo de Maruja y mío para los dos. Saludos a los amigos comunes. De Mimina recibimos una carta preciosa que Maruja o yo contestaremos estos días.

[Seoane]

1970-12-00
Carta de Dieste a Luís e Maruxa Seoane. 1970
Rianxo
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Dieste a Luís e Maruxa Seoane. 1970 en 00/12/1970

Diciembre 1970

Sres. Maruja y Luis Seoane
Montevideo 1985
BUENOS AIRES
(Argentina)

Aunque con nieve a la vista, (cosa rarísima en Rianxo), nuestras más cálidas felicitaciones para Cuco Rey y sus valerosos padres, tíos y demás parientes. Presagiamos a todos un venturoso y próspero Año Nuevo hispánico, pese a la cara enfurruñada con que se presenta.
Recuerdos a Lorenzo y Marika. Grandes abrazos de Carmen y

Rafael

1976-07-07
Carta de Dieste e Muñoz Manzano a Luís e Maruxa Seoane. 1976
Rianxo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Dieste e Muñoz Manzano a Luís e Maruxa Seoane. 1976 en 07/07/1976

Rianjo, 7 de julio de 1976

Queridos Maruja y Luis:

Gracias por vuestra carta del 29 de junio, que nos llegó hace pocos días. En realidad, éramos nosotros los que estábamos más en falta, pues ni os felicitamos el Año Nuevo. Pero, en fin, no es cuestión de faltas entre nosotros, ni de dudas que interese la comunicación, que se sabe deseada por ambas partes. Se trata más bien de una dificultad que se produce a veces por querer dar el cauce adecuado a lo que se quisiera decir sin las limitaciones que imponen las circunstancias. Pero cuando se vence ese momento, se alegra a la otra parte y uno mismo se siente más ligero.
En este tiempo transcurrido desde que os fuisteis, os hemos acompañado a distancia y estamos ya deseando teneros cerca. Yo creo, nosotros creemos, que debéis ir pensando en regresar definitivamente a España o, al menos, en vivir aquí la mayor parte del tiempo. Debe terminar ese distanciamiento de personas valiosas, cuando hay aquí tanto que hacer y parecen estar mejorando las posibilidades de hacerlo.
Recibimos el hermoso Insectario, que ya habíamos disfrutado y comentado en los originales. Es estupenda, además, la edición en conjunto. No se consuela uno de que sigamos perdiendo en España –y sobre todo en Galicia– las posibilidades de tu importantísima colaboración por dificultades que nos parecen superables. Esto en cuanto a la posible editorial, pero hay además el Museo, las artes populares y todo lo que comprendido en el esquema del Laboratorio de Formas. Que no se haya hecho hasta ahora, no significa que no pueda hacerse en adelante. Las cosas requieren sus plazos y nunca es tarde cuando la dicha es buena, dice el refrán. Y esa dicha es buenísima, en cualquiera de sus modalidades.
Hemos mandado nuestros saludos a Cuadrado, pero no le hemos visto todavía. Por diversas circunstancias, no nos resultará fácil por esos días ir a Vigo y a Santiago. Por otra parte, hacía un calor tremendo, impropio de Galicia. Pero ya procuraremos verle, naturalmente. Tampoco hemos visto a Varela, aunque hemos hablado con él por teléfono.
Como no me es posible escribir hoy la extensión deseada, me tomo la libertad de enviaros copias de cartas escritas a Antonio Dieste I y II, así como a Gabriel, para enteraros de lo que ya conocéis por otras fuentes, pero que acaso os den nuevas perspectivas.

Rafael completará estas líneas con otras suyas. Un gran abrazo para los dos de

Carmen

[Escrito por Rafael Dieste:] Queridos Luis y Maruja: Carmen desea que esta carta, con todo su acompañamiento, alcance el correo de hoy, y me parece muy bien. Faltan unos minutos. ¡Qué lástima no poder llamaros por teléfono a la Torre Coruña! Pasaríamos una tarde feliz, pese a todos los embrollos del mundo, que cuando no se pone bárbaro, se pone anfibológico. Me sumo a las exhortaciones de Carmen, pero teniendo claro que me mueva ante todo el deseo de vuestra cercanía. Debo decirte que a Claudio le gustó el Insectario. No cabe más. Abrazos,

Rafael

[Manuscrito por Carmen Dieste na marxe esquerda:] Muy afectuosos saludos a todos los buenos amigos que mencionas.

1976-09-07
Carta de Dieste e Muñoz Manzano a Seoane. 1976
Rianxo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Dieste e Muñoz Manzano a Seoane. 1976 en 07/09/1976


Rianjo, 7 de septiembre de 1976

Querida Maruja:

Hace unos días nos sorprendió ver en La Voz de Galicia la nota necrológica sobre tu hermano Emilio. No sabíamos que estuviese enfermo, así que nos tomó completamente de improviso. Desde entonces os estamos recordando especialmente, pues sabemos por experiencia lo que desconcierta la noticia del fallecimiento de una persona querida cuando se está lejos, sin poder acompañar a los demás familiares, y sin sentirse acompañado por ellos. Aunque de lejos, hemos compartido hondamente vuestro sentimiento.
Te mando también los elogiosos recortes de prensa, en que se le trata con un gran respeto y simpatía, y esto no sólo por su influjo, sino por sus excelentes cualidades personales.
Me vi en dificultades para mandar el pésame a tu cuñada, porque recordaba perfectamente su fina y agradable presencia, pero no su nombre. Pero no quise esperar a más información desde aquí, y le escribí de todos modos.
Justamente, acabamos de llegar de La Coruña, donde habíamos estado una semana, con motivo de asistir Rafael a la reunión anual del Patronato del Museo Carlos Maside y subsiguiente comida en Sada, donde vimos a todos los amigos menos a García Sabell, que había ido a un congreso. Álvaro Gil está mal, pero me parece mejorado con relación a la última vez que le habíamos visto. Antonia, bien, un poco menos alegre que otras veces. No pudo asistir Dónega a la comida porque estaba gravísima la cuñada de Fernanda, que falleció. Asistieron también Marika y Varela, a los que hemos visto con alguna frecuencia mientras hemos estado en La Coruña. Marika tuvo un incidente de salud, pero ahora se encuentra muy recobrada. Estuvimos comiendo con ellos y Fermín y Jenny en la Casa del Mar, y el día que nos vinimos a Rianjo habían ido con Isaac y Mimina a Sargadelos. Eso es un indicio de mejoría porque antes no se habían animado a hacer ese viaje; no sólo eso, ni siquiera a ir a nuestra casa.
Rafael escribió días pasados a Frontini. Por ahora estamos descansando y dejando correr el verano, que ya va tocando a su fin. Habíamos quedado un poco maltrechos de la temporada anterior. (Suponemos en vuestro poder una carta y varias fotocopias que la acompañaban).
Os recordamos mucho, y deseamos que anticipen lo posible vuestro regreso.

Un gran abrazo para los dos

Carmen y Rafael

Saludos a los buenos amigos