Proxecto epístola

Agrupación de coleccións epistolares para a páxina institucional do Consello da Cultura Galega.

Carta de Virgilio Garrido a Lois Tobío Fernández, 1969.

05/05/1969
Julio Barros MendíaVirgilio GarridoLois Tobío FernándezConstanza Tobío SolerMiguel Tobío Soler
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Montevideo 5 de mayo de 1969

Querido Tobío:
Aunque tarde, acuso recibo de su carta del 7 de enero y si bien tuve tiempo de sacudir la pereza de las vacaciones, no me he repuesto aun de una dilatada crisis vascular, que se me presentó en forma de mareos hace un par de meses y todavía la arrastro como faja de borracho. Por fortuna no ha llegado al extremo de impedirme trabajar, pues la 'controlo' con Roniacol, y este es otro motivo más, y reciente, de mi apego a la Casa bienechora. Veo que a Vd. no le falta material para distraerse, lo que me asegura que goza de salud; así espero que toda la familia se encuentre perfectamente.
Fuera del círculo, cada dia más reducido, en que me muevo, poco puedo decirle de lo que por acá sucede. Lo supongo bien enterado, en un sentido, por 'Marcha', que si no le llega con la regularidad debida, culpe de esta deficiencia al sufrido cuerpo de correos que de puro cansancio, tiene que holgar a brazos caídos, por lo menos dos veces al mes. Los artículos de colaboración procedentes de España, que a veces inserta el liberal semanario, coinciden con sus cartas en apreciar la situación interna. De modo que, mediante éstas, yo estoy previamente informado de lo que luego leo, y así paso entre mis amistades, como fiel precursor de acontecimientos.
Una de las personas que mayor atención prestan a los sucesos políticos es el dentista Frioni, aunque yo no he podido comprender, dado el tiempo que lo trato, a qué sector ideológico preciso apuntan sus simpatías. Y eso que nuestro conocimiento se está volviendo histórico, provocando extrañeza en quienes saben que no pueden contar conmigo los jueves al anochecer desde hace no sé cuantos años (desde que se marchó Vd. del país).
Todo empezó por unas caries casi imperceptibles que el empeñosos odontólogo descubrió con su doble vista y la ayuda de unas aguzadas legras. Ahora luzco varias obturaciones en corona que apenas se ven porque mi costumbre ante la gracia ajena es sólo sonreir y no me desquijaro con los chistes propios. He perdido entre tanto dos incisivos superiores que Frioni no tocó pero que han querido escapar antes que les metiese manos, por miedo a sufrir el trato de sus compañeros. De todos modos me alegro de haber conocido al fin de mi vida esta experiencia que es motivo de diversión, pues las tertulias que a veces surgen en el cuarto de espera son de lo más variadas y aleccionadoras. Allí he hecho amistad con el Dr. Barros Mendía, de origen gallego, que además es buen conversador y entusiasta españolista. Ni con este colega ni con Frioni, toco jamás la cuestión política de España; pues si el dentista enjuicia la de aquí, saco como consecuencia que desearía una dictadura militar a semejanza de la argentina que, según dicen, está inspirada en la del que te dije ...
El Dr. Barros es más cauto y no suelta prenda en cuanto a simpatías ideológicas: pero indudablemente es ciudadano a quien le gusta el orden social. Ya se vio en un compromiso cierto dia al salir del Ministerio de Salud Pública, puesto que hubo de atravesar por entre grupos de estudiantes amotinados que se habían hecho fuertes contra la policía dentro y fuera de la Universidad.
Por ahora, las algaradas estudiantiles se han aplacado solamente, pues no son pocos los dias en que los alumnos liceales dejan de entrar en clase porque los profesores hacen paro de lenguas, más o menos muertas, en solidaridad con el director de Enseñanza Secundaria que ellos votaron y cuyo nombramiento no ha sancionado aun el gobierno. Acabo, no obstante, de leer que el Consejo de Enseñanza Secundaria ha votado nuevamente por unanimidad al Dr. Rodriguez Zorrilla y ahora se espera que sea aceptado (a pesar de que hay quien dice que es comunista). A este propósito noto la ausencia de Miguel que podría informarnos debidamente. Cómo se comporta en ese medio universitario? Y Constanza, qué tal va en sus estudios? Mis resobrinas, las hijas del abogado Fabbri, se desempeñan bastante bien y obtienen muy buenas notas en Medicina, Humanidades y preparatorio de Arquitectura, respectivamente las tres menores. La mayor se hizo maestra, tiene escuela y se ha casado. Estas mujeres que trabajan fuera de casa encuentran fácilmente conyuge, aún sin la intervención del Dr. Santodomingo que está resultando el casamentero providencial de las empleadas de Roche.
Reciba usted y los suyos mis más afectuosos recuerdos y un fuerte abrazo.
Virgilio [sinatura autógrafa]

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