Carta de Lois Tobío Fernández a Virgilio Garrido, 1967.
13/11/196713 de noviembre de 1967
Querido Garrido:
Recibí su carta del 3 de septiembre. Desde mi última no ha pasado nada trascendental por estos pagos aunque sí se han marcado más algunas corrientes en el proceso que sigue este país. De ellas puedo citarle la mayor libertad para los no católicos, con la llamada ley de derecho civil a la libertad religiosa que, a pesar de sus limitaciones suponer un cierto avance frente al sistema inquisitorial y superclerical que venía dominando. Ahora ya las sectas no católicas pueden actuar libremente y no a cencerros tapados y los libre-pensadores bautizados pueden celebrar matrimonio civil, pues antes prácticamente estaban obligados a someterse al canónico.
Otro proceso que empieza a marcarse es el de la declinación del turismo. Los indicios son poco favorables y aunque el verano pasado el número no decreció, la cifra de divisas ingresada por tal concepto sí se redujo en cambio. La competencia de muchos países europeos se hará sentir cada vez más y si el turismo declinara en manera apreciable sería una catástrofe para el país. Pues es de saber que la balanza comercial tiene un déficit de 2500 millones de dólares aprox. El turismo enjuga 1000 millones de ese déficit y las remesas de los trabajadores emigrados casi medio millón; con lo cual queda aún 1 millon de déficit en la balanza de pagos pero no es tan grave como lo sería sin aquellos dos conceptos. Este gobierno ha descuidado de modo increíble y suicida la agricultura que sigue siendo aún la base de la economía española. A pesar de las sordinas que imponen, se oyen de cuando en cuando protestas fuertes por tan descabellada política. Y la verdad es que la industria desarrollada últimamente en forma un tanto caótica y a veces con despilfarro –sobre todo las empresa del Estado– no está al nivel de organización y productividad con la industria de fuera de fronteras. Y este es el motivo económico principal de que España no pueda entrar en el Mercado Común.
La prosperidad económica española, que es prosperidad sobre todo para un pequeño sector de la población, tiene endebles cimientos y podría verse amenazada a poco que cambiasen las circunstancias. Las divisas del turismo como antaño el oro de América son dinero del sacristán que por venir con bastante facilidad se gastan con bastante inconsciencia y frivolidad, muchas veces en obras suntuarias dejando de lado lo sustantivo y necesario, como por ejemplo las carreteras que ahora tarde y aprisa quieren poner en buen orden, por lo menos la vía que lleva de la frontera francesa a la Costa del Sol.
El que le dije sigue su proceso de caducidad biológica y cada vez es más una figura representativa que activa: representativa de todo un complicado tinglado de intereses creados de impresionante aspecto, basado en la corrupción e incompetencia y que, probablemente, no tardará en ser víctima de sus propias contradicciones. Ni la Ley Orgánica ni nada de lo que se hizo con tanto bombo y platillos a fines del año pasado lograron dar sólido asiento al Régimen, "institucionalizarlo" como aquí se decía, y la cosa sigue tan en el aire como antes, apoyada en el único pivote personal y, por consiguiente, efímero. La falta de visión política, el simplicismo político de esta gente, es notable. Todo lo reducen a la estaca y ya sabemos que este medicamento es puramente sintomático y al final va perdiendo acción.
Se mueven mucho los monárquicos ante el vacío político que habrá de crearse al desaparecer o inutilizarse el pivote. Pero las cosas no están nada claras porque hay varios pretendientes, porque hay sectores del Régimen antimonárquicos y porque las generaciones nuevas no sienten el mito de la monarquía que ha estado ausente demasiados años.
Pasando a cosas particulares, quiero expresarle ante todo mis condolencias por el fallecimiento inesperado de su hermano de Vd. Gurewitsch estuvo aquí de paso, dispuesto a trasladarse a Alemania. Lo encontré un poco cansado, quizá por el viaje, y también más extraño que antes. Me habló de sus planes y de su situación ahí y realmente me dio un poco de pena que no pueda defenderse en Uruguay.
La casa en que ahora vivimos no está lejos de la anterior. Está próxima a la Castellana a la altura de la Escuela de Ingenieros Industriales y Museo de Historia Natural, en Chamberí.
Me llega "Marcha" incluso con más puntualidad que antes. Los problemas de Uruguay siguen interesándome pues no en vano residí ahí un cuarto de siglo. Muchas gracias por tomarse la molestia de enviármela.
Hasta pronto y abrazos de todos.
P.D.- Este verano no fuimos a veranear a la costa. Sólo en primavera pocos días a la Garrucha, provincia de Almería, cerca de Mojácar, comarca de donde procede la rama materna de María del Carmen. En otra carta le hablaré de la impresión que esta zona nos produjo, aunque creo que ya le hablé de ello.
[sen asinar]