Carta de Alvajar a Luís e Maruxa Seoane. 1969
30/12/1969
Ginebra, 30 de diciembre de 1969
Queridos Luis y Maruja:
Después de cuatro años de infierno que he pasado con mis vértigos y mis enfermedades “despistantes” para los médicos, las cosas van mejor y ya puedo escribir, cosa que hasta hace poco me era casi imposible. Parece haberse tratado de una cosa psicosomática que necesitó la ayuda de un psicólogo para uno de los llamados hoy “tratamientos de apoyo”. Todo parece ir mejor.
Hace mucho que no sé nada de vosotros ni de Mireya y Antonio. Les he mandado una tarjeta de año nuevo a La Rioja, porque supongo que siguen allí.
En el mes de octubre pasado fui por vez primera a España después de más de treinta años. No estuve más que nueve días en Madrid, conociendo a mis sobrinos y viendo a mis hermanas. Es bastante probable que para dentro de unos meses me traiga para acá a una de mis sobrinas, a que continúe sus estudios aquí. No os hago comentarios acerca de España porque sería un prodigio de inconsciencia querer dar impresiones tras sólo nueve días d presencia allí. De los españoles y su ambiente sigo pensando lo mismo, y, claro está, de la situación política. Pero la verdad es que no sentí ni la menor emoción al encontrarme en eso que llaman “mi patria”, posiblemente porque soy poco madrileña y muy gallega.
Sigo en Ginebra, trabajando como siempre, sólo que en las Naciones Unidas desde hace ya cinco años.
Me gustaría saber si tenéis el propósito de volver por acá. Si tenéis unos minutos, ponedme unas letras diciéndome qué hacéis, y dónde están Antonio y Mireya.
De Arturo también hace más de un año que no sé nada, pero supongo que está bien, ya que es inmortal e invejecible.
No quería dejar pasar estos días sin deciros que os recuerdo mucho y con mucho cariño y que os deseo un inmejorable 1970.
Un fuerte abrazo de
Amparo