Proxecto epístola

Agrupación de coleccións epistolares para a páxina institucional do Consello da Cultura Galega.

Castro, 27.6.65

Querido Luis:

Hoy, domingo, recibo la tuya del 21, que merece una contestación inmediata para acudir como un San Jordi a matar ese dragón de tu pesimismo. Yo te confirmo las mías del 12, 15 y 22, además de otras cosas, recortes de prensa etc., que te he enviado y que te seguiré enviando.
¿Cómo podría empezar con eficiencia para acabar con ese dragón? Como ese aparato mitológico está dentro de ti no hay más remedio que atacarte a ti. “Por mi parte siento que he perdido la vida y me siento cada vez más solo”. ¿Se puede decir una equivocación mayor? Tú, una persona con tanto talento está visto que no podría decir semejante cosa. Es un dragón que habla por tu boca o que te has tragado un fantasma y lo tienes metido dentro de una glándula. Contra ese fantasma o ese dragón hay que ir y dejarte a ti libre de él para que quedes como eres tú, como es el Luis Seoane que todos queremos y admiramos como artista y sobre todo como ejemplo de conducta humana fuera de la cual no hay ni hombre ni hay arte. Ya sabemos que no es cómodo vivir sobre esas piedras y sobre estos días, pero porque la suerte nos sea negativa no es posible desentenderse de esa realidad sobre la que estamos viviendo y desertar de luchar contra ella. Aquí queda Galicia, así como es, casi todo analfabeto, incapaz de leer un libro y menos de entender un cuadro, con una burguesía corrupta, con mentalidad de sargento de plaza de soberanía africana, más analfabeta de espíritu que el analfabetismo gramatical de su pueblo; pero queda por algunas partes una minoría pequeñísima, casi sobran dedos de las manos para contarlos, que saben en la hora que viven y sobre las piedras en que se ven obligados a vivir. No está todo perdido. Y aunque estuviera perdido todo en Roma San Juan iría hacia ella, a morir en la ciudad de donde Pedro está de vuelta. Es la contradicción interna, y eterna, a través de la que el hombre viene avanzando. Es incómodo vivir en Roma donde parecería que no hay nada que hacer porque todo es vacío y corrupto pero fuera de ella ni San Juan, ni San Pedro, tendrían tranquilidad, porque estaban fuera de la línea de su destino. Tú tienes que pelearte, defenderte, luchar y soportar incomprensiones y estupideces, estés aquí o estés ahí, pero estés donde estés –porque ahí estás, ahí fuiste, para dejar testimonio de algo, para protestar por algo injusto, para dejar una inconformidad airada con algo que no es ético ni estético– donde estés, a regañadientes, protestando, incómodo, no podrás desentender[te] de tu destino ligado con la suerte, no del paisaje sino de los hombres y de las mujeres de Galicia, porque el día que vieses que tus manos estaban fuera de esa obra –aunque la obra parezca tan poco “exitosa”– ese día es cuando te sentirías morir de pena por equivocación. Hazte esta reflexión para que estés contento aún soportando las inconveniencias, idas y venidas, discrepancias y chabacanerías de las gentes que nos rodean. Imagínate a Luis Seoane, desentendido, incomprometido, haciendo arte abstracto en Suiza, “trabajando únicamente en sus cosas” que adquirirían los potentados internacionales. El espectro de esa imagen bastará para que te encuentres feliz entre las inconveniencias de las gentes de la Galicia metropolitana o de la Galicia emigrante, aún con todas esas “manías” que ves en la economía, en la estadística y en la mecánica –que dices ver pero que en realidad es un simple decir tuyo–. La pintura o la música, la industria o la artesanía son manías del mismo tenor. Los pintores pueden creer que los economistas son unos maníacos y viceversa los economistas pueden pensar lo mismo de los pintores. Hay una cosa que no son manías: el espíritu de solidaridad con nuestros semejantes, sobre todo con nuestros semejantes desvalidos que tenemos cerca, desvalidos de alguna forma. Ello entraña en sí una instancia ética y estética. A ella remito todo y no estaríamos dispuestos a desentendernos de ella cualquiera sea la suerte que tengamos que soportar, aunque impliquen burla y silencio. Lo contrario no nos llevaría más que a un malabarismo, un virtuosismo y una torre de marfil. Tú con tu vida nos has dado un ejemplo de esto y por ello nos hemos acercado a ti. El pesimismo de tu carta vertido en tu propio destino no puede considerarse más que como una segregación equivocada de una glándula que estamos seguros que curará y por lo que hacemos votos. Nadie tiene por qué admirar la tarea que satisface hacer a quien la hace, sino aquella tarea que comprende, que al menos sospecha que la comprende, y con su identificación o su posible identificación goza. Hemos de hacer lo que es posible hacer aunque no sea el cielo que todos deseamos, ni siquiera el purgatorio. Si es imposible lo que queremos hacer, si no hay gentes donde aplicarlo, por muy bueno que sea cae en el campo de la utopía. Y no hay más remedio que aceptar la crítica y todo tipo de inconformidad de nuestros semejantes, y hasta sus inconveniencias. La molestia, el escozor, que causa la crítica a nosotros mismos, individualmente, debemos justificarla como una inadaptación que padecemos nosotros. No me refiero, por supuesto, a la crítica artística en la que no hay otro contenido que el de una diversión intranscendente. Como ves escribo como hablaba Platón subido a un pedestal “profundando”. Perdona mi cátedra y mi parvada, pero ¿cómo he de hacer para matar ese tu dragón interno que te tiene desesperado y aislado? ¿O que te quiere aislar? Va una anécdota para descansar: los alumnos de último año de Medicina de Santiago pidieron obras a los artistas para, rifándolas, engrosar fondos para su viaje de fin de carrera. Otero Besteiro les contestó que le gustaba mucho esa idea de ayudar a los estudiantes, etc., y que de muy buena gana entregaría no una sino media docena de obras para el fin que piden, pero... pensando en que mientras los estudiantes de todas las facultades de España se habían solidarizado con la de Madrid a excepción de la de Santiago váyanse Vdes. a tomar por el culo. Esta misma frase voy a emplearla yo si no me autorizan a publicar unos dibujos que ya están en la Delegación de Turismo a censura y que, finísimo y amicalísimo, Serrano Castilla, giró a Madrid so pretexto de que caían fuera de su atribución. La mitad de la frase ya se la dejé caer por carta. Sin miedo y sin resentimiento para con nadie el camino está abierto para muchas cosas. Por naturaleza por intuición la juventud practica esto dentro de lo que nosotros nos debemos mantener por hipótesis.
A otra cosa. Si esa gente de la Asociación quiere ayudar aunque sea poco o procurar la ayuda de otros, no importa el aspecto cuantitativo, se agradece la intención referida de alguna forma. Lo único que es seguro es que las cosas no han de dejar de hacerse. Esa crítica de la Asociación a los del Centro no puedo tomar alcance de ella por las cuatro palabras con que me la expresas, pero no creo que ello suponga ningún inconveniente sino un acicate para afianzar las mentes indecisas, y para dejar constancia de cualquier incontaminación a ultrance. Todo eso tiene como base la tontería mimeográfica de Silva. Sobre el Galicia está visto, a tenor de lo que dices, que aparecen las mismas contradicciones internas. Su precio de costo puede no tener nada que ver con el de venta que puede ser el que se quiera o interese. Su antecedente se está vendiendo muy bien aquí sin punto de comparación con lo que se vende ahí. Está visto que es de este lado del Atlántico donde interesa hacer esto y como se va a hacer. Cabe la ayuda y la crítica para mejorar su contenido, y se ruega y agradece. En cuanto a su realización no cabe más que ayudar en lo que buenamente se pueda. Estoy preparándole una exposición a Laxeiro. Por la índole de lo que le digo en la carta que te adjunto mucho agradecería se la entregases tú sin que, a lo mejor, se entere Lala. Muchas gracias. Colmeiro también quiere hacer otra exposición en La Coruña. Vamos a ver. Sigo sin poder mirar el paisaje; dicen que está precioso. El mar ¡Ay el Mar! azul, se ve desde tu estudio al pie del Breamo como algo que entró en estos valles y se quedó dormido en una tarde de primavera. Cuando lo miro desde tu ventana se agradece que no se haya ido aún.

[Manuscrito na marxe esquerda da primeira folla:] Apertas a Maruxa e a ti de tódolos desta casa. Voso

Isaac

Ficha documental [Imprimir]
  • Forma parte do conxunto:
  • Fondo: Luís Seoane depositado na Fundación Luís Seoane.
  • Colección: Isaac Díaz Pardo e Luís Seoane
  • Data:
    27/06/1965
  • De:
    Isaac Díaz Pardo
  • Para:
    Luís Seoane
  • Orixe:
    O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
  • Ficha descriptiva:
    [Carta mecanografada con firma autógrafa]
  • Localización física:
    Fundación Luis Seoane
  • Notas:
  • Termos clave: