Carta de Sofovich a Luís e Maruxa Seoane. 1963
10/12/1963
Buenos Aires, 10 de Diciembre de 1963
Queridos amigos Luis y Maruja:
Aprovecho esta mañana de huelga tribunalicia –piden un aumento del 40% que los entendidos estiman será poco dentro de tres meses– para cumplir con una deuda recordada todos los días por mí sobre todo a partir del 26 de Noviembre.
No me ha llegado noticia alguna sobre la exposición en el Museo de Arte Moderno. Cómo fue, qué dijeron los críticos, qué los artistas, qué el público; ¿gustaron más los óleos que los grabados?
Ya no recuerdo si le escribí algo sobre las dos carpetas gallegas o si sólo lo pensé. Las he mostrado a todos los que han venido a casa y, curiosamente, porque creo que su ascetismo los hace más difíciles de captar, han gustado más los grabados de O Meco que los sangrientos toros de Júbilo –a veces la sangre es de veras azul–. Quizá sea, lo digo por mi propia impresión, que les llegó más directamente el relato grabado, como narración y como impacto estético. Los toros son estupendos e igualan a un grabado porteño que me mostró antes de irse, de extraordinaria potencia.
The struggle for life –que lo traduzca Maruja que sabe inglés, pero ojo a no confundir con el strudel– se ha convertido en verdadera pesadilla y castigo infernal. El pobre porteño se levanta todos los días sin saber que mala nueva le tocará en esa jornada; Buenos Aires se ha convertido en una ciudad en la que la gente sólo trabaja y come –cada vez menos y peor, pero come–, en cuanto a lo demás, nada, nadie gasta un peso ni en ropas ni en ninguna otra cosa que, por vieja que sea, tenga y pueda seguir tirando. Los cines han mermado sus entradas en un 50%, se salva Vittorio Gassman, que se representa a sí mismo todos los meses en una nueva película.
Nosotros estamos –struggle, etc., aparte– muy bien, Pablito es delicioso, fuerte como un torito, le hago hacer pruebas de circo con tambor y todo y hay una en la que nunca falla: lo pongo boca abajo sobre la lona del catrecito de baño, con los bracitos adelante y, a una palmada, hace presión sobre los puños, levanta la cabecita y medio cuerpo y me dedica una gran sonrisa, de hombre a hombre.
Estoy bastante chocho, no? Ya me verán en una estupenda fotografía tomada en Ranelagh por Anita G.[oldstein], que se titula “De como los padres amamantaran a sus hijos” y que seguramente recibirán en estos días.
La propiedad de Ranelagh estuvo peligrando; pero, por suerte, aguanté el cimbronazo y quedó a salvo con gran alegría para mí que no sabría que hacer sin ese desahogo dominical.
Chola está muy bien y reincorporada, en estos días, a sus actividades profesionales.
Dentro de pocos días vence la cuota del Fondo de las Artes que pagaré, y a fin de mes, el año de hipoteca de Bernárdez que pagará.
Laurita ha sido contratada en la isla por un año a partir de Febrero del año próximo, como ayudante coreógrafa de dirección de un gran ballet folklórico que comienza en esa fecha una excursión artística que se prolongará por un año entero por toda Europa y Asia. Además y esto ella no lo sabe, han coincidido varias antologías de poesía joven en incluir versos de ella en Bélgica, Portugal, Italia, Inglaterra y EE.UU.
Alcira estudia con éxito, almuerza con nosotros todos los sábados, está encantada con su hermanito y es una perfecta ama de casa en el departamentito en el que vive solitaria.
Ha vuelto a salir la revista Que, y como antes, suscita las más dispares posiciones entre sus lectores.
Vemos poco a Aída y Simon Scheimberg –es decir, yo lo veo a él a menudo–, un poco porque la condición de padres fresquitos nos lleva muchas noches y otro poco por
que es bastante triste estar al lado de ese maravilloso ejemplo de optimismo humano que ha sido siempre Aída y sentirla aislada del mundo.
En cuanto a Scheimberg, un golpe de la rueda –en el caso, un justiciero fallo de la Corte Suprema– de la fortuna, le ha devuelto algunas esperanzas en que su trabajo de los últimos años, tenga algún premio.
Mientras tanto, ha iniciado los trámites para jubilarse y es triste oírle hacer cálculos de como va a distribuir su tiempo.
Falcini anda muy bien, su salud es mejor que la del año pasado. Viau da el penoso espectáculo de una decrepitud vertiginosa.
Veo que esta carta se ha convertido casi en un informativo radial.
Anoche estuvimos con una argentina, Elisa Pinto, que recién llegada de Europa, estuvo charlando largo rato, accidentalmente, con Picasso, en la inauguración de una exposición de collares de J. Prevert –hechos sobre la base de viejas tarjetas postales– y nos dijo que nunca olvidara el asombro que le produjo la extraordinaria vivacidad y vitalidad de Picasso.
Bueno, esperemos recibir noticias de la exposición del 26 y casi podríamos ya ir descontando en el almanaque los días que faltan para tenerlos de vuelta entre nosotros que tanto les queremos.
Un abrazo
Sofovich