La Coruña, 3 de setiembre de 1971
Sra. Margot Parker
Buenos Aires
Querida amiga:
Hemos tenido noticias de la inauguración en El Triángulo de tu exposición y deseamos de todo corazón que fuese un éxito. Suponemos que así fué. Nosotros estamos en Galicia desde Mayo o algo así y no hemos escrito muchas cartas. Estoy trabajando en cosas muy diversas y nos encontramos con ganas de recibir noticias de Buenos Aires pero sin tener demasiado, poco, que transmitir de aquí como no sea referirme siempre a la belleza de este país, cargado de historia como todos los europeos, y de leyendas, como muy pocos y con tantos monasterios, castillos e iglesias y ermitas en su pequeño territorio casi como toda Francia, y creo que más milagros y más hadas conservándose en el tiempo, o en ruínas, pero siempre escondidas entre los bosques o en lugares difíciles de llegar de las montañas, porque hay que echarse a andar, subir cuestas y bajarlas y que están a kilómetros de las carreteras.
Castillos en ruínas levantados en lugares estratégicos de la costa para la defensa de ésta contra los wikingos, los normandos y los ingleses, nidos ahora de aves de rapiña y monasterios que nacieron en los siglos X y XI y antes, que terminaron siendo barrocos, pero que conservan, en su interior, ejemplos de todos los estilos que se sucedieron, algunos conservados y restaurados y otros cubiertos de maleza como en las páginas de los románticos. Y algún que otro dólmen salvado de la rapiña de los buscadores de tesoros del siglo XVIII. Pero no quiero escribir más sobre esto. Me gustaría escribir un libro sobre Galicia, si fuese capaz de hacerlo, sobre las mejillas de los niños, los ojos verdes y gris azules de las mujeres, los esqueletos anchos de los hombres y los pómulos de todos, pero es muy difícil.
Un abrazo muy grande de Maruja y mío:
[Seoane]