Carta de Seoane a Lublin. 1973
15/05/1973
La Coruña, 15 de Mayo de 1973
A Julia Lublín
París
Querida Julia:
Ésta es una carta rápida para dar señales de nuestra vida. Estamos avergonzados de no haber contestado antes, pero fueron pasando los días con una prisa que no sospechamos. Salimos hoy para Madrid donde estaremos unos días, 15 aproximadamente, pues inauguro el 23 una exposición de óleos hechos aquí desde Enero. Lamentamos todo lo que te ocurrió, la operación y el estado de ánimo siguiente, pero tenemos confianza en ti y en el sentido de que superarás muy bien todo lo ocurrido en los últimos tiempos. A Maruja tampoco le fue bien del todo en este viaje. Tuvo una gripe al llegar a Madrid y como consecuencia una flebitis y luego eso que se llama popularmente “culebrilla”, herpes-zoster su nombre científico, que afecta en general la mitad del cuerpo desde la cintura subiendo por la espalda y que produce fuertes dolores. Ahora está bien. En cuanto a mí, estoy pasando un período de engorde. Esto es fatal en mí, pero no me preocupa demasiado, lo que no quiere decir que no me preocupe algo. De Buenos Aires tenemos noticias muy espaciadas. Creémos que muchos amigos quedaron muy desanimados luego de las elecciones. Nosotros no estamos tan pesimistas, sobre todo leyendo las declaraciones de Perón en España. Es un reaccionario demagogo, así parece aquí visto en general por las gentes española y por nosotros. Lo lamentable sería que los militares no entregasen el Gobierno. En general, sin embargo, es curioso que, por mi parte, no tenga ganas de hablar de política. Comprendo el desánimo de muchos. Los de mi edad estamos unidos a unos años de lucha en el pasado que nos marcó para siempre y tenemos, pienso, una sensibilidad especial para advertir los tentáculos del fascismo por muy disimulados que estén y por muchas frases bonitas que adornan las proposiciones para el porvenir. Pero no hay que hacernos caso, los de mi generación somos cada vez más el pasado y en cuanto a una fracción en la que estoy comprendido, adscrita a un pasado de derrotas.
Supongo que tu estancia en París no sólo servirá para reponerte, sino que también para urdir planes para el porvenir. Tienes que tener confianza en tí misma y en tu capacidad. A Lea la suponemos trabajando muy bien como lo hace siempre. Cuéntanos de lo que hace ella y los argentinos de ahí. Yo soy un argentino muy particular que prefiere de momento el mar, la tierra verde de Galicia, los fantasmas y las leyendas, a cualquier otra situación. Sale estos días un álbum de dibujos míos de la década del 40 al 50, unos años en que aquí no se veía nada mío.
Recibe un abrazo muy cordial de los dos:
[Seoane]