Carta de Seoane a Rafael e Emma Lifschitz. 1979
30/03/1979
La Coruña, 30 de Marzo de 1979
Sres. Emma y Rafael Lifschitz
Buenos Aires
Queridos amigos:
Hoy empezamos a escribir cartas. No sabemos si estáis en Buenos Aires o en París. No sabemos nada de vosotros, nada tampoco de nadie de ahí y empezamos a no saber nada de vosotros. Vivimos muy encerrados en casa, trabajando. Estuve reuniendo poemas sueltos de Varela publicados ahí para catálogos de pintores, prólogos de libros, etc., que constituirán un tomo de homenaje y los libros de poemas publicados por él que se reunirán en otro tomo. Luego, más tarde, sus libros en prosa. Se publicarán aquí y estuve con eso, además de pintar a la acuarela y al pastel para las exposiciones de Julia y Gordon*. Creo que pueden ser interesantes. Después de eso, estos días completaré la de tapices para una exposición en ésta alrededor de setiembre u octubre. Esto es todo, hay que añadir que hice algún nuevo grabado y redacté algunas notas. Trabajo.
En cuanto a clima: Estamos viviendo una primavera fría, con lluvia abundante y nieve en las montañas. Días como los de los cuentos infantiles. Nieve en el suelo, en los árboles, lobos hambrientos amenazando desde los bosques y niños con botas, muy abrigados y con unas bufandas que le cubren la cara hasta los ojos. ¡Ah! Y un gorro enterrado hasta las orejas. En lo que se refiere política, nada. Creo que el mundo que empieza a cansarse de la Diosa Razón y seguir, los hombres, sus puros instintos primitivos. En el fondo, yo tampoco creí demasiado en la razón, sino en las intuiciones irrazonables que guían al hombre, el arte, la ciencia y hasta la fortuna. No se puede creer en planes, ni en la paz, ni en la guerra. Siempre hay algo minúsculo, considerado insignificante, que cambia los mejores planes y el destino incluso de cada persona. Maruja y yo creemos que estamos felices como estamos. En mi caso, aspirando sólo a hacer un buen dibujo o un cuadro bueno, sin más ambiciones. Frente a uno solo este mar de tormentas misterioso y feroz y de donde verdaderamente parece que procedemos, según los biólogos, y no de entre las líneas que señalan fronteras inventadas por los estadistas.
Bueno, queremos saber de vosotros, de todos. Escribidnos si estáis en Buenos Aires. Un gran abrazo muy fuerte de Maruja y mío y otro para Eduardo y Paloma.
[Seoane]