Carta de Goldstein a Luís e Maruxa Seoane. 1971
18/07/1971
Recife, 18/7/71
Queridos amigos Maruja y Luis:
Con los ojos y el alma llenas de Galicia, apenas podía decidirme a dejarles. Hasta las peripecias del viaje se conjuraron para posibilitar mi estadía por algunas horas más y la suerte de poder gozar del viaje de La Coruña a Santiago por tercera vez, esta mojada, con olor a campo llovido. Fue la noche y ya los ruidos perturban la infinita calma de vuestra casa y los alrededores. Hasta los perros ladrando son más lindos. Es de día y este paisaje de algodones sobre tierras ardientes del N. del Brasil no es el de la nuestra Galicia nublada o no, pero con tanto amoroso calor en su paisaje y en sus gentes. Nunca les agradeceré bastante la oportunidad que me disteis de alternar con vosotros en vuestra casa tan cariñosamente y con vuestros familiares y amigos, con las gentes, con sus cosas, con sus cambiantes paisajes, con su tradición, con su historia que se pierde en los tiempos, con su cultura, con las realizaciones de sus genios, con su amor, carácter, tenacidad y su preparación cultural para la lucha. En fin, tengo el espíritu reconfortado por todo eso, y “lustrada” un tanto mi voluntad para brillar al sol de nuevo. No hay nada mejor que detenerse alguna vez para cobrar impulso, viendo a los amigos decididos y empeñosos sin cejar y en condiciones bastante más ásperas. Les recuerdo transmitir a sus amigos mis más cordiales saludos y a Díaz Pardo, su mujer, sus hijos mis mejores augurios para que sigan construyendo para Galicia y España lo que son: grandes y tercos luchadores en cualquier dominio, de lo físico y de lo humano. Y a Uds. –Maruja y Luis– los estrecho cariñosamente sobre mi corazón, y os digo hasta pronto.
Lázaro Goldstein