Carta de Seoane a Díaz Dorado. 1968
11/12/1968
Madrid, 11 de diciembre de 1968
Ingeniero Diego Díaz Dorado
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Empezamos ahora a escribir a los amigos después de casi dos meses de viaje. Estuvimos en Nueva York, Dusseldorf, Colonia, Bonn, Roma y Barcelona, y ahora estamos en Madrid solamente por pocos días, de paso para Asturias y Galicia. Hemos visto algunas exposiciones interesantes: Arte precolonial del Perú, en Nueva York, en el Museo Gugghenhein; el nuevo Museo de Arte Moderno de Roma; la gran exposición de Miró en Barcelona, unas cuatrocientas obras de pintura, escultura y grabado, organizada con motivo de sus 75 años; el Museo Picasso, con casi setenta obras nuevas incorporadas, toda la serie de Las Meninas, etc. Hemos vuelto a ver, naturalmente, edificios, iglesias, catedrales, museos, calles que habíamos visto en viajes anteriores y hemos gozado mucho con volver a ver todo lo admirado y visto otras veces, pero estamos deseando llegar a Galicia. Por mi parte estoy impaciente por trabajar. Estamos cansados de hacer turismo y agobiados de todo lo que vemos. Madrid está como siempre, muy simpático, lo mismo que Barcelona. Es decir, en el caso de Madrid, simpática siempre la ciudad y en general los madrileños, aunque éstos están muy orgullosos de los pequeños autos que compran a plazos y están muy seguros de que los artefactos eléctricos acaban de descubrirse en España. Y es verdad, aunque la verdad sea distinta al pensamiento de ellos. Tambien acaban de descubrir la compra a plazos, tipo de compra que puede ser el secreto de la abundancia de agencias de detectives y policía privada que abundan en las dos ciudades, Barcelona y Madrid, y que no había notado en los viajes anteriores. Estamos, pues, muy bien, solamente algo cansados de viajes. En Galicia pienso pintar y grabar además de hacer, seguramente, algo para Sargadelos. ¿Cómo están por ahí las cosas? ¿Qué novedades hay del C. Gallego, de arte, de política, universitaria, etc? No sabemos nada de Buenos Aires, aparte alguna carta de mi madre que, naturalmente dice muy poco. ¿Cómo están ustedes? Por favor escríbame al Castro. Ya conoce la dirección. ¿Cómo quedan los murales? Escríbame.
Reciban su madre, Carmen y usted saludos y el abrazo de Maruja y mío:
[Seoane]
Cerámicas del Castro. Osedo
La Coruña. España