Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1976
15/11/1976Buenos Aires, 15 de Noviembre de 1976
Queridos Esther y Lipa:
Esperamos por vosotros con impaciencia desde el mes de setiembre. Las noticias que nos iban llegando de ahí eran de que volvíais siempre a mediados del mes que viene, por setiembre, a final de ese mes y pasaron setiembre y octubre. La última es de que regresábais juntamente con los Lifschitz el sábado pasado. Varias veces llamamos a vuestra casa creyendo que podíais estar aquí y en una de ellas, Maruja habló con Lucho, el sobrino de Lipa que tambien anunció que os esperaba por esos días. Ahora es posible que no nos veamos hasta el próximo año, pues Enma y Rafael no tienen noticia concreta de cuando viajáis, hablaron, creo, de mediados del mes que viene, y nosotros, si podemos, nos iremos por esas fechas a Galicia. Vivimos como siempre, saliendo poco, viendo poco cine este año, leyendo, pintando y grabando. Hice la exposición en Bonino, expuse en Tucumán, que constituyó una experiencia magnífica, y, a mediados de Diciembre, inauguro en Art Gallery una serie de oleos chicos, cabezas y pájaros, 18 x 18 cms y 12 x 10 cms y alguna otra medida similar. En total 22 oleos que expondré juntamente con treinta acuarelas. En Enero se celebrará la exposición de Mar del Plata. Estos días sale un Bestiario, que incluye poemas de Alberto Girri y grabados en madera míos, en una edición curiosa, compuesta su tipografía a mano. Ya la vereis. Se presenta el día 2 de Diciembre en la Librería Española, de Florida entre Paraguay y Charcas. Son trescientos ejemplares y llevan todos ellos 13 grabados firmados y tres más distribuídos en los primeros viente ejemplares. Creemos que tendrá éxito.
Agradecimos mucho la carta que nos enviásteis. Esa necesidad de diálogo de que habláis la sentimos nosotros en nuestro voluntario aislamiento tratando de encontrar, como vosotros expresais, en el trabajo y en los proyectos de trabajo que siempre se urden para el futuro, el remedio para las angustias de cada día. La pintura nunca fué para mí un medio para escalar popularidad y enormes riquezas, la que más estimo, la de los románicos, los miniadores de códices y las tablas y los murales, fué hecha por gentes humildes cuyos nombres se perdieron en el tiempo y que, en su mayoría, quienes la hacían, deambulaban por los caminos buscando un trabajo, el que encontraban en alguna parroquia para hacer la vida y milagros del santo a la que estaba consagrada. A aquellos pintores no los unía ningún manifiesto estético sino solamente el estilo de su época, que se modificaba por los problemas del propio trabajo y con las coincidencias del gusto que se iba desarrollando lentamente en el tiempo. No fué fácil el paso del románico al gótico, ni el de éste al estilo de los renacentistas. Todo fué siempre lento y muy hondo. Los gustos eran entonces más permanentes. Yo pinto porque no encontré nada que me satisficiese más y con la pintura, junto con Maruja, buscamos vivir lo mejor posible en el rincón que poco a poco vamos construyendo para nosotros, viviéndolo, si podemos, con nuestros amigos. Hemos vivido en bastantes sitios. Nos hubiese gustado quizás vivir en Basilea, tambien en Londres, pero nos limitamos a Buenos Aires y a La Coruña. Cuando volví de Basilea publiqué en El Día de La Plata dos o tres artículos defendiendo la necesidad de que el artista volviese a residir en pequeñas ciudades, muy cerca de la naturaleza que es, para mí, estar en contacto mayor con los hombres. En las ciudades populosas el hombre se diluye entre la multitud. Deja de ser verdaderamente hombre. Un campesino, un marinero, un artesano, un sabio, lo que sea, mantienen su naturaleza humana cuando se lo ve en lucha con su trabajo y con la naturaleza. Y es un monstruo apocalíptico, una fuerza incontrolable, incapaz para el dialogo, en masa con otros. Buscando cada uno su rincón de vida el hombre se manifiesta como tal y su ámbito general es la naturaleza. Tuvieron razón los rousseaunianos como la tienen hoy los ecólogos. De Orozco es el gran dibujo, creo recordar, de un monstruo que se yergue con un solo cuerpo compacto, cientos de pies y de cabezas amenazantes. Me hubiese gustado hacer el bestiario que publiqué con Girri con alusiones a todo esto, como en una primera parte hice hace años, pero eran otros tiempos, hoy me limité a seguir la tradición medieval y renacentista de los bestiarios componiendo cuerpos con trozos de especies de animales distintos. Lo malo que para nosotros no representan, como para los antiguos ni a los vivos ni a los diablos, se trata de un juego estético gratuito. A esto estamos destinados. Sé que estás pintando muy bien, Lipa. Me gustaría que dedicases tu tiempo cuando regreses, lo que más puedas de ese tiempo, a la pintura y a crearte problemas con ella. Tiene que ser tu trabajo habitual. Las obras que vimos tuyas en tu casa de aquí tienen gran calidad. También nos hablaron de lo bien que estaba quedando tu casa, los Lifschitz.
Vuestras cartas las agradecimos mucho y no las contestamos porque esperábamos que regresáseis de un día para otro. Por otra parte alguien dijo que os habíais mudado y no teníamos la nueva dirección. Nos gustaría veros antes de marcharnos, es casi seguro que sea el 17 o 18 de diciembre. Expondré en Madrid y Barcelona, no tengo aun fechas fijas.
Recibid un gran abrazo con el cariño de Maruja y mío:
[Seoane]