Carta de Burd a Luís e Maruxa Seoane. 1969
22/01/1969
Buenos Aires, 22 de enero de 1969
Queridos Maruja y Luis:
Si no me conocieran seguramente se sorprenderían mucho más de mi tardanza en la contestación. La explicación como bien saben prácticamente no existe, aunque se juntan muchas cosas. No es que no queremos estar en contacto con Uds. aunque sea por carta, pero es obvio que los alicientes desde aquí son menos y ponernos a relatar los hechos de Buenos Aires no es una tarea demasiado atractiva.
Efectivamente esto está peor. Sé por Rafael que Uds. deben estar al tanto por la cantidad de recortes que él les envía, así que no voy a redundar en los mismos temas.
Si se añade a esto que acontecimientos de otra índole, particulares o artísticos o de otras actividades casi no hay, eso excusa un poquito más nuestra tardanza. De todas maneras ahora estoy muy contento de escribirles y me parece que estamos sentados charlando entre los numerosos cafés de Maruja.
Esther y yo empezamos un viaje por Méjico, la semana que viene, que espero satisfaga todas las inquietudes que sugiere ese país y que a Uds. les gustó tanto. Vamos a pasar por supuesto por los más importantes lugares arqueológicos, coloniales y actuales de Méjico. Hemos leído bastante, creo que vamos a tener una visión más o menos completa.
Estaremos en Oaxaca, Yucatán y por supuesto todos los alrededores de Méjico, inclusive es posible que visitemos a Siqueiros en Guadalajara y llevo un cargamento de películas para aburrir a los amigos después.
Según tengo entendido, la vuelta de Uds. está pensada para marzo o abril. Nosotros regresaremos la primera o segunda semana de marzo. A lo mejor Luis no está muy enojado y nos encontraremos en Buenos Aires con algunas líneas desde Osedo [O Castro,Sada]. Nos gustaría mucho.
Nos vemos bastante con E[m]ma y Rafael y los recordamos “espesamente”. Inclusive estuvimos en su casa de afuera, acompañados por Aurora [Bernádez] (que como saben, está en Buenos Aires hasta abril) bien como les decía estuvimos en Tortuguitas un día muy lindo de mucho calor y entre la pileta de natación y los árboles, la conversación y el silencio la pasamos muy, muy bien.
Queridos, ya no tengo más que decir, por lo menos que recuerde ahora, solamente que comparto tu opinión Luis de que cada vez es más difícil estar fuera y que uno quiere estar rodeado de lo de todos los días cada vez un poquito más, aunque también pienso que es necesario luchar un poco en contra de eso para abrirse un poco y después, quizás, pasarla mejor.
Ahora un fortísimo abrazo y un hasta pronto de
Esther
Lipa