Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1953
04/05/1953
Buenos Aires, 4 de mayo de 1953
Queridos Esther y Lipa:
Hace mucho tiempo que les debemos carta y debería hoy comenzar ésta con la obligada disculpa, sino fuese que no tengo –mejor no tenemos Maruja y yo– disculpa alguna. Ni siquiera recuerdo en este momento si les agradecí el envío de los libros aunque estoy seguro de haberle ofrecido a Perla y Enrique el importe de ellos para que se lo hiciesen llegar, sé por experiencia propia lo que es hacer encargos que cuestan dinero estando fuera y no quisiera de ninguna manera haberles molestado y serles además gravoso. Me gustaría, pues, que le dijesen a Perla o Enrique el importe de ellos y le ordenasen que me admita ese dinero.
De Buenos Aires no tengo apenas nada que contarles que Uds. no conozcan. Todo continúa igual y nuestra vida viene siendo la misma de siempre. Pinto no sé si adelantando algo o no. Tengo algunos cuadros nuevos de los que estoy contento hasta ahora, veremos en el futuro. La lucha bastante elemental y primaria entre abstractos y figurativos parece haber amainado en los meses de verano. No se habla tanto de eso o por lo menos no me entero. A los abstractos, por un número de la revista de Maldonado1 [Nueva Visión] que leí últimamente, continúa obsesionándolos la idea de un arte cosmopolita olvidando que la naturaleza no puede hacerse cosmopolita y que fatalmente al hombre lo modifica el ambiente que lo rodea, quizá fundamentalmente la cantidad de sol que le alumbra, que por algo sin proponérselo el artista o el escritor, o el músico, los caracteres particulares de su arte vinieron entroncándose con los de su pueblo. Sin saberlo ellos e incluso a pesar de ellos. Pero Ud. Lipa sabe más de eso que yo pues es Ud. más sensible a la música, el arte más abstracto de todos y sin embargo las características nacionales –no nacionalista, esto es otra cosa, el arte el gran arte nunca es nacionalista–, se vienen marcando a pesar de los autores.
Buenos Aires continúa creciendo y sus árboles, barrios y parques están en su mejor época, pero por Perla sabrán incluso como está en cada semana el rostro urbano de la ciudad. Pasamos unos días preciosos en Miramar con Perla y Enrique los últimos días, y el mar nos hacía desear emprender cualquier viaje, ir hacia no se sabe donde, pero en primer término a Europa, en esta época más que nunca Europa, desnuda, y sobre el toro furioso como en la mitología antigua. Sabemos que dentro de pocos días comienzan su gira por el resto de Europa. Quisiéramos que en España fuesen a Galicia, a Santiago de Compostela. Para Madrid creo que Maruja les va a pedir que vean a su hermana, yo tengo en esa muchos amigos, pero no estoy en contacto con ellos desde hace quince años y de algunos no sé siquiera si han cambiado. Pero en Galicia quiero que vean de mi parte y yo les escribo anunciándoles su visita, a Carlos Maside y Ramón Piñeiro en Santiago, (Maside. Vive en Rua del Villar 42). (Piñeiro, Bar Conde, Fuenterrabía, nº 1). En Vigo a Francisco Fernández Del Riego, calle Progreso, nº 12, 5º izquierda. Maside es pintor y Uds. me oyeron hablar de mi admiración por él en Buenos Aires, es además una persona extraordinaria. Del Riego y Piñeiro son escritores, con una obra hecha en la adversidad y los dos son además grandes personas. Los tres serán amigos de Uds. inmediatamente, les presentarán a amigos comunes a ellos y a mí y les harán comprender ese país que estoy seguro les ha de resultar distinto a todos los otros de España, en una gracia aldeana que los siglos consolidaron. A los tres le escribo estos días anunciándoles la visita de Uds.
Por hoy reciban el gran abrazo de Maruja y mío con la expresión del cariño de su amigo:
[Seoane]
1 Tomás Maldonado, director da revista Nueva Visión