Fondo: Luís Seoane depositado na Fundación Luís Seoane.

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Museo Guggenheim de Nova York

O museo Guggenheim de Nova York é o primeiro dos museos creados pola Fundación Solomon R. Guggenheim, dedicada ao arte moderno. Foi fundado en 1937 en Nova York. Ao comezo foi chamado Museo de pintura non-obxeciva, e foi fundado para exhibir arte vanguardista de artistas como Kandinsky ou Mondrian.
Epístolas
12 mencións
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1961-02-06
Carta de Esther e Lipa Burd a Luís e Maruxa Seoane. 1961
París
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Esther e Lipa Burd a Luís e Maruxa Seoane. 1961 en 06/02/1961


París en la terraza de un café. 6 de febrero de 1961.

Queridos Maruja y Luis:

Ya casi nos habíamos olvidado de París. Pero lo presentimos en el avión después de Amsterdam, cuando las caras latinas y sus expresiones nos dijeron que la eficacia norteamericana había quedado atrás.
No les vamos a ocultar que nos sentimos verdaderamente emocionados al llegar aquí. Chicago y Nueva York son lugares muy importantes y fundamentales en la vida actual. Es necesario conocerlos aunque los pocos días pasados allí son demasiado escasos; no podemos decir que los hemos conocido. Pero pudimos apreciar el alto nivel en que se desenvuelve el N.americano. ¿Se imaginan todas las comodidades, los lujos, las cosas necesarias y no, los museos, las obras de arte, el buen gusto, el malo, todo, todo al alcance de la mano, de todo el mundo? Una amabilidad extrema, pero aprendida, un poquitín falsa, aunque agradable Por ejemplo: los ascensores son rápidos y perfectos, paran justo a la altura del piso sin dejar ningún escalón. Pero los o las ascensoristas te previenen en cada parada “Cuidado con el escalón!” y si le preguntas algo que no le enseñaron a responder, no te contesta y recurre al empleado correspondiente, aquél a quien corresponde la respuesta. Todo con la sonrisa en los labios. Pensamos que es necesario otro viaje para ver si corrobora nuestra primera experiencia, pero hay algo que se asegura en nosotros. La humanidad europea, aunque no sea de amabilidad exterior, aunque encuentres franceses que te contestan secamente o más bien indiferentemente en apariencia, sé que viviría en París, con los parisienses, en N. York... no sé.
Aquí nos enteramos que hace 6 meses que llueve. Y nosotros en estos últimos 4 días, caminamos bajo la lluvia que no la notamos. Recorremos los lugares que nos dejaron tantos recuerdos, encontramos París más bello que nunca, más limpio, con la gente mejor vestida, más populoso que antes.
Los primeros días nos hemos dedicado a viajar sin rumbo. Después fuimos al Louvre que está mucho más depurado. Perdón por el salto atrás, pero por comparación, hemos podido constatar la formidable importancia de los museos de Chicago y N. York. No soñé con encontrar una colección de impresionistas como la del Instituto de Arte de Chicago, ni un museo como el Metropolitan (en dimensiones, casi como el Louvre) ni un Museo de Arte Moderno como el de N. Y. El único que estuvo por debajo de mi imaginación es el Guggenheim, ni su arquitectura ni su colección (Notarán que me he puesto exigente). En este último quedan muy bien los pocos cuadros de argentinos.
Vuelvo a París: veo pasar la gente a través de los vidrios de la terraza y pienso que sería agradable estar juntos y comentar como lo hacen en otras mesas, con mayor o menor apasionamiento, pero, se me ocurre que todos con la sensación de estar viviendo, sin perder el tiempo.
¿Será algún día?
Te repito lo que me escribiste, Luis, hace algún tiempo: Es muy agradable recibir cartas en el extranjero.
A nosotros nos pueden escribir al consulado argentino en Milán, para que llegue antes del 5 de marzo y al de Roma, antes del 25 de marzo.

Un abrazo sincero de

Esther y Lipa

[Escrito por Esther Burd:] Queridos: Hemos visto a María Casares y Pierre Brasseur en Cher Menteur, y el Casamiento de M Mississipi de Dürrenmat, muy buenas las 2. Hemos visto [en casa] de María y Eduardo [Jonquières], a Aurora [Bernárdez] y [Julio] Cortázar, que están muy bien. Los cuadros que pinta Eduardo son muy buenos. Un gran abrazo.

Esther

1964-04-08
Carta de Seoane a Azcoaga. 1964
Bos Aires
Madrid
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Azcoaga. 1964 en 08/04/1964


Buenos Aires, 8 de Abril de 1964

Sr. D. Enrique Azcoaga
Madrid

Queridos amigos:

Llevamos un mes, pocos días más, en Buenos Aires y estamos aún sin ganas de establecer contacto con las gentes ni de escribir. Estas son, pues, unas pocas líneas para daros cuenta de que hicimos la gestión al llegar con Jorge Feinsilder, que prometió escribir inmediatamente. En realidad creo que esperaba para hacerlo el regreso de Perla Rotzait. Es esta la única noticia que podemos daros de Feinsilder. Nos preguntó por vosotros y le dimos nuevas –buenas nuevas– de cuanto sabíamos. Estamos más bien tristes, con mucha nostalgia de España y pareciéndonos, solo al mes, lejano el tiempo que estuvimos en ella. Hemos estado con algunos amigos comunes. Todos os recuerdan y algunos prometen visitaros próximamente. Por mi parte comencé a pintar y a preparar unos bocetos para dos murales que es casi seguro realice en los próximos meses. La temporada artística prácticamente no comenzó. Hasta ahora una muestra de dos belgas, pintor y escultor, en el Museo Di Tella, otra de “los veinte” en Van Riel, y otra más de Batlle Planas en “Lascaux”, una galería abierta hace algunos meses encima de el local de Air France. Hay varias galerías nuevas de señoras dispuestas a gastarse sus ahorros con la esperanza de acrecentarlos. La única buena pintura que vi esta temporada fué la de Laxeiro, que trabajó bastante este año pasado y que parece decidirse a hacer una exposición en serio este año, quizás en Lascaux. Noé está en Nueva York, creo que tambien Macció, Lea Lublín en París y Berni y Castagnino anuncian su viaje en los próximos meses. “Ver y Estimar” dió su premio estos días a un joven, para mí desconocido, y cuyo nombre no recuerdo, seleccionado de un conjunto muy al día con las revistas de arte llegadas de París. Todo es ahora Pop-arte, los neo-figurativos e informalistas son ya pasatistas. El Pop-arte tiene la ventaja para una ciudad de comerciantes como esta, que sus adeptos son en general buenos clientes de la industria juguetera. Se ven abundantes muñecas pegadas a los cuadros, o trozos de ellas. Ferrari inauguró una exposición en “Lirolay”, mejor que la última vista por mi en Van Riel, y parece estar más tranquilo, en cuanto a viajes, que en 1962.
Por Estados Unidos va a circular una exposición de “Nuevos valores argentinos” organizada por Di Tella. Estas son algunas noticias muy sumarias de lo que se refiere al movimiento artístico. En cuanto a escritores la única noticia que sabemos es que Alberto Girri, que ocupa un alto cargo en la Radiotelefonía, consiguió una beca para Estados Unidos de la Gugenheim1. Esto es todo por hoy. Nos acordamos de vosotros y de todos los amigos de ahí. Nos acordamos de Madrid y de Galicia y sentimos tanta nostalgia de las gentes como de las ciudades y del paisaje. Sentimos hasta nostalgia de esa voz desconocida que alguna vez suena por teléfono y que pide perdón porque se equivocó. Aquí, donde nadie pide perdón y nadie, tampoco, da las gracias. Donde todos tenemos aire de llevar una pistola en el sobaco para eliminar a nuestros congéneres. El cine nos hace olvidar esta vida. Os envidiamos.

Un gran abrazo de Maruja y mío para María, los hijos y para tí de:

[Seoane]

1967-02-23
Carta de Seoane a Goldstein. 1967
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Goldstein. 1967 en 23/02/1967


Madrid, 23 de febrero de 1967

Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Debí haber escrito hace tiempo ampliando las noticias precipitadas de mi primera carta, pero el cansancio del viaje y el trabajo que emprendí tan pronto llegué a Madrid, tenía verdaderos deseos de pintar, hicieron que fuese dejando de un día para otro mis buenos propósitos. Hemos hecho, ya lo sabe, un viaje exclusivamente dedicado a ver pintura y nos entusiasmamos, de paso que la veíamos, con muchos museos y ciudades. Nos hartamos del Pop y del Op de Nueva York. Volvimos a admirar a Paul Klee en Dusseldorf y a los constructivistas holandeses y rusos, Mondrian y Malevich sobre todos, en Francfort, una espléndida retrospectiva, con la de Dadá en París y las soberbias de Picasso, las tres oficiales y las otras de galerías particulares. Al mismo tiempo, todo lo que hemos podido de artesanía y arte popular en todas partes.
En Nueva York alcanzamos a ver los dos museos nuevos, el Whiney de Arte Americano y el de Arte Popular, los dos muy interesantes. El primero además importante como arquitectura, más racional, creo, para ese fin, que el Guggenheim, que a mí, perdóneme, no me interesó demasiado en cuanto a eso, a una arquitectura que debe sujetarse a las necesidades de un museo. Muy original, desde luego, la idea de la rampa en espiral, suponiendo que las obras deban verse paseando al modo turístico y que deba verse todo empezando por arriba y también original eso de que el espectador no pueda acercarse al cuadro, pero disparatado, puesto que a quien interesa la pintura tiene necesidad de acercarse a ella, casi de olerla y de tocarla, como me ocurre a mí, cuando no lo vigilan. Los museos de Nueva York son realmente notables. Pero ya hablaremos de esto a nuestros regreso.
En Madrid, gozamos de todo hasta de las huelgas, de las que supones apenas se dará noticia en Buenos Aires y nos sorprende la cantidad de edificación nueva siguiendo una política que no deje sin trabajo a los gremios de la construcción, lo que sería calamitoso para una ciudad casi exclusivamente burocrática. Existen 70.000 departamentos disponibles, eso dicen los diarios, que no puedo saber a quien van a ser alquilados o vendidos, ni creo que nadie sepa. Ahora estoy exponiendo en Bonn y dentro de unos meses, quizás cuando esté de regreso en Buenos Aires, lo haré en Colonia. Tengo también para octubre o Noviembre una exposición en México y la posibilidad de otra de grabados en Nueva York.
No sé nada de como quedó la puerta de la casa de ustedes en Av. de los Incas, ni si están ya habitando el departamento, ni la dirección. ¿Por qué no me escriben unas líneas?

Un gran abrazo para Anita y para usted de Maruja y mío, con otros para Susana y Edgardo y Beatriz y Sergio, y para Daniel, Rolly y Laurita.

[Seoane]

1967-05-11
Carta de Pagano a Luís e Maruxa Seoane. 1967
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Pagano a Luís e Maruxa Seoane. 1967 en 11/05/1967

Mayo, 11, 1967

Queridos Maruja y Luis Seoane:

Desde México y luego de Nueva York, les envié sendas tarjetas para saludarlos y comunicarles el insólito viaje que realizamos Silvia y yo. Y digo insólito porque lo decidí en menos de 48 horas.
Silvia viajaba con su hermano y cuñada; el itinerario me tentó y sin pensarlo demasiado me largué. A último momento Henry, Raquel tuvieron que desistir de viajar y lo hicimos solitas.
La 1ª etapa, México, resultó magnífica. El plan que nos habíamos trazado era muy ambicioso y lo pudimos realizar a costa de una tremenda fatiga. De los 18 días que estuvimos en México, quedamos 10 en el Distrito Federal y sus alrededores.
Aquí quedamos deslumbradas con su Museo Arqueológico, que visitamos varias veces. Existen varias colecciones privadas, entre otras la de Diego Rivera con una riqueza artística increíble. Hemos visitado cuanto edificio tuviera murales de Rivera, Orozco. Seguimos a Tamayo. Me atrevo a decirles que Rivera me aburrió por lo repetido, en cambio el que fue creciendo para mi fue Orozco.
Hemos visitado hermosas iglesias de los siglos XVI, XVII en el interior de México, cerca de Puebla, especialmente, Santa María de Tonantzintla de un barroco popular indígena hermosísima. Su interior está totalmente decorada en blancos, dorados, azules, rojos con cabezas de niños ángeles pintados en forma brillante. (Silvia, trajo diapositivas de esta iglesia y a nuestra vuelta las veremos). Hemos visto a Sequeiros pintando en el Castillo de Chapultepec un mural muy hermoso.
País increíble, México: condena a un artista por participar en un movimiento de maestros a cuatro años de cárcel, luego lo deja en libertad y le encomienda la pintura en los muros de edificios públicos. Al mismo tiempo, está pintando en Cuernavaca un mural de 10.000 m2. Se imaginan? Tendrá que pintar durante todo el tiempo que le falta vivir, que esperemos sea mucho; porque se lo ve muy bien y muy vital. El día que lo vimos había comenzado a trabajar a las 8 de la mañana y regresó a su casa a las 21 horas. Confiesa tener 70 años. Nos invitó a su casa, estuvo cordialísimo y tiene emocionados recuerdos de la Argentina y sus artistas.
En la ciudad de México encontramos a los Baudizzone y luego los volvimos a ver en N. York.
Dejamos la capital y nos fuimos al encuentro del arte maya en Yucatán; Palenque en Talaxo y luego Uxmal y Chichén Itzá en Yucatán. Aquí el segundo descubrimiento.
En verdad, poco conocíamos del arte indígena prehispánico, pero los mayas tenían una riqueza cultural y artística que nos deslumbró. En Chichén Itzá, en medio de castillos y palacios, el juego de pelota, etc., un observatorio astronómico digno de la era electrónica. Sus calendarios, el ritual y el solar con conocimientos de astronomía y matemáticas y su arquitectura. En Palenque, hemos visto la más pura arquitectura maya en medio de una vegetación tropical, de la que se extrajeron estas riquezas artísticas, porque la maleza la había cubierto totalmente.
Yo no conozco América, pero creo que México es América. Todo su pasado es tan auténtico y lo exhibe con tanto orgullo!
Cualquier hombre de la calle, hasta un vigilante, lo orienta al turista al encuentro de la riqueza artística de México.
Hemos tenido muchos contactos humanos. Hemos conocido gente muy interesante, hemos viajado en los camiones, como ellos le llaman al ómnibus, donde viaja la gente del pueblo. Y hemos conversado con ellos. Qué país contradictorio!
Por un lado, nos exhiben con orgullo su pasado histórico y, sin ningún pudor, sus miserias actuales, alternando con los signos del gran progreso la miseria más tremenda. En medio de las lujosas avenidas el mestizo y [la] mestiza descalzos con harapos, envuelta la mestiza con el rebozo y dentro del mismo un niño prendido a su pecho y en las espaldas otro niño casi desnudo.
En Acapulco, donde estuvimos de paso un día, una niñita totalmente desnuda de dos o tres años sucia de tierra, porque seguramente en la choza donde vivía dormía sobre letrinas, cuando me vio pasar, me dijo : “Hellow, one pesos” me pedía la limosna en inglés. Y entonces nos preguntábamos, y la Revolución Mexicana?
Del Yucatán pegamos el salto y llegamos a N. York, EE.UU.: otro país, otro mundo.
Sin pasado cultural ni artístico, posee todo cuanto el hombre puede adquirir con dinero: grandes museos, grandes teatros, grandes salas de conciertos, grandes galerías de arte, grandes colecciones privadas, etc., etc.
Si en el Museo Metropolitano faltan muchos artistas del Renacimiento, en cambio, hay 26 Rembrandts. Si en la sala de escultura griega es pobrísimo, tienes Degas, Monet, Renoir, Gauguin o montones y qué decir del Museo de Arte Moderno?
Además la gente se interesa muchísimo por cualquiera de las manifestaciones del espíritu, la prueba está en que no hemos podido conseguir a ningún precio localidades para el teatro ni para un concierto ni ópera.
Hemos visitado a Bonino y su hermosa galería. Exponía una muchacha, cuyo nombre no recuerdo; el apellido era alemán muy raro, exponía cosas ídem.
Estaban en ese momento Le Parc y Bonevardi, un argentino que tiene gran éxito en EE.UU. y vende mucho.
Hemos visto una gran retrospectiva de Paul Klee en el Guggenheim y, no obstante, haber 10º bajo cero de temperatura en la calle, la gente hacía cola para entrar.
Nueva York como ciudad no me impresionó mayormente. Sí, en cambio, me sentí como sepultada en medio de tanto rascacielo. Yo pienso que así serán las ciudades del futuro, pero desearía que fueran más a la escala humana.
Queridos Seoane: hoy he sentido nostalgia de Uds. por eso me he puesto a escribirles. A la mañana, hojeando el Clarín, leí las noticias de la exposición en Colonia. Yo ya lo sabía por algunas de las cartas de los amigos que he leído. Les deseo mucha suerte.
De estos pagos, creo que no tengo nada que agregar a lo que escriben de aquí los amigos... No obstante, el nuestro es un gran país. Vuelvan, los esperamos. Reciban un fuerte abrazo de

Sarita

Saludos de todos los míos y especialmente de Falcini que, por suerte, está muy bien.

1968-12-07
Carta de Seoane a Scheimberg. 1968
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1968 en 07/12/1968


Madrid, 7 de diciembre de 1968

Sres. Aída y Simón Scheinberg
Buenos Aires

Queridos amigos:

Hace casi mes y medio que salimos de Buenos Aires y aún no hemos escrito a ningún amigo. La verdad es que apenas nos quedó tiempo para hacerlo. En Nueva York, anduvimos por sus calles más que en el otro viaje, volvimos a ver sus magníficos museos y nos detuvimos a ver sus gentes, en la calles, en los restaurantes, en esa obscena calle 42, en la que se agrupan las librerías destinadas a vender libros referidos a temas sexuales, cuyas tapas están hechas con fotografías de desnudos femeninos o masculinos, cuyo sexo se tapa con un breve trozo de papel blanco, en remedo de la hoja de parra, una hoja de parra que sugiere mucho más de lo tapa, y los cines con películas pornográficas cuyas fotografías anunciadoras son un modelo, naturalmente impúdico, del género. Al lado de cines y librerías, los locales con máquinas tragamonedas a cuya entrada un alto cowboy, de metal pintado, alza lentamente sus revólveres para apuntar al joven o al niño que acertó en su disparo a dar en el vientre, o en el corazón, o en donde sea, del muñeco. Todo dentro del más ajustado realismo publicitario, lo mismo que el realismo de las fotografías de los cines y las tapas de los libros sobre temas sexuales. A mí me encanta la calle 42 de Nueva York, con camiones de la policía en algunas esquinas, un público considerable de rostros de todas las razas que pasean sus veredas y donde se puede sospechar que se desate la violencia y se produzca el crimen en un instante cualquiera. Me gusta la calle 42 o el Village que justifican el arte pop, un arte mucho más realista de lo que las gentes ajenas a Nueva York piensan en casi todas partes. Verdaderamente, neoyorkino en sus temas y hecho siguiendo el estilo de los grandes afiches y carteles de publicidad.
Pero de todo esto ya hablaremos, si soy capaz de hacerlo, a nuestro regreso. Ahora con referencia a Nueva York, sólo se me ocurre recordar al comienzo de ese himno tradicionalista, beato, español, dirigido a los indiferentes, ateos, socialistas, republicanos, etc., que decía: “De Luzbel las legiones se ven ya marchar, y sus negros pendones el sol enlutar...”
Después de Nueva York, estuvimos en Alemania, Dusseldorf, Colonia y Bonn, y en Roma. Estuvimos con los Alberti que los encontramos muy bien, mejor que en el viaje anterior, recordando a todos los amigos, y luego en Barcelona y ahora en Madrid. Ya le escribiré con más clama sobre estos lugares y lo que fuimos viendo. En Barcelona, está celebrándose una gran muestra retrospectiva de Miró, extraordinaria, cuyo catálogo les enviamos hace unos diez días por correo ordinario. Festeja la ciudad los 75 años del pintor, y después de Barcelona toda esa obra pasará, pasa a ser expuesta en abril o mayo, al Museo Guggenheim de Nueva York.
Ahora estamos cansados de hoteles y de viajes y estamos deseando llegar a Galicia para trabajar y gozar del clima de lluvia, del verdadero invierno de Galicia. Cuando está más verde, las tormentas se suceden en el mar y las gentes lamentan la constancia de la lluvia. Una buena estación para trabajar. Escríbannos al Castro. Allí estaremos dentro de unos quince días. Tenemos ganas de saber noticias de ésa y de todos ustedes. Hasta entonces, reciban el fuerte abrazo extensible a todos los amigos, de Maruja y mío:

[Seoane]

1968-12-11
Carta de Seoane a Díaz Dorado. 1968
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Díaz Dorado. 1968 en 11/12/1968


Madrid, 11 de diciembre de 1968

Ingeniero Diego Díaz Dorado
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Empezamos ahora a escribir a los amigos después de casi dos meses de viaje. Estuvimos en Nueva York, Dusseldorf, Colonia, Bonn, Roma y Barcelona, y ahora estamos en Madrid solamente por pocos días, de paso para Asturias y Galicia. Hemos visto algunas exposiciones interesantes: Arte precolonial del Perú, en Nueva York, en el Museo Gugghenhein; el nuevo Museo de Arte Moderno de Roma; la gran exposición de Miró en Barcelona, unas cuatrocientas obras de pintura, escultura y grabado, organizada con motivo de sus 75 años; el Museo Picasso, con casi setenta obras nuevas incorporadas, toda la serie de Las Meninas, etc. Hemos vuelto a ver, naturalmente, edificios, iglesias, catedrales, museos, calles que habíamos visto en viajes anteriores y hemos gozado mucho con volver a ver todo lo admirado y visto otras veces, pero estamos deseando llegar a Galicia. Por mi parte estoy impaciente por trabajar. Estamos cansados de hacer turismo y agobiados de todo lo que vemos. Madrid está como siempre, muy simpático, lo mismo que Barcelona. Es decir, en el caso de Madrid, simpática siempre la ciudad y en general los madrileños, aunque éstos están muy orgullosos de los pequeños autos que compran a plazos y están muy seguros de que los artefactos eléctricos acaban de descubrirse en España. Y es verdad, aunque la verdad sea distinta al pensamiento de ellos. Tambien acaban de descubrir la compra a plazos, tipo de compra que puede ser el secreto de la abundancia de agencias de detectives y policía privada que abundan en las dos ciudades, Barcelona y Madrid, y que no había notado en los viajes anteriores. Estamos, pues, muy bien, solamente algo cansados de viajes. En Galicia pienso pintar y grabar además de hacer, seguramente, algo para Sargadelos. ¿Cómo están por ahí las cosas? ¿Qué novedades hay del C. Gallego, de arte, de política, universitaria, etc? No sabemos nada de Buenos Aires, aparte alguna carta de mi madre que, naturalmente dice muy poco. ¿Cómo están ustedes? Por favor escríbame al Castro. Ya conoce la dirección. ¿Cómo quedan los murales? Escríbame.

Reciban su madre, Carmen y usted saludos y el abrazo de Maruja y mío:

[Seoane]

Cerámicas del Castro. Osedo
La Coruña. España

1969-01-31
Carta de Seoane a Scheimberg. 1969
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1969 en 31/01/1969


El Castro, 31 de enero de 1969

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estamos sin noticias de ustedes. Les hemos escrito una carta hace tiempo y no hemos recibido respuesta, únicamente, aquí en El Castro, una felicitación de Fin de Año que agradecimos mucho. Suponemos, también, que habrá recibido el catálogo de la exposición de Miró en Barcelona, un acontecimiento notable que pasa ahora íntegramente al Museo Guggenheim de Nueva York. Por mi parte, estoy pintando todo lo que puedo, pues debo alternar la pintura con algunos objetos de porcelana para la nueva fábrica que se hace en el norte de Galicia y, entre los proyectos que tengo, están los de hacer dos cabezas, un poco mayores que las anteriores, de Valle Inclán y Unamuno. Publiqué además una nueva carpeta de grabados en madera con tema de pájaros, unos pájaros naturalmente inventados dedicados al recuerdo de un hornero muerto en Ranelagh, como se dice en el prólogo escrito en gallego, que les traduciré cuando regresemos. La carpeta, un álbum de formato más bien pequeño, se lo envié por correo aéreo hace cuatro o cinco días. Galicia está como siempre. Las ciudades crecen lentamente y la gente emigra. Unos pocos, siempre los intelectuales, trabajan lo que pueden para cambiarla. Algo han conseguido en los últimos años. En estos momentos, se celebra aquí, en La Coruña, una gran exposición de Souto, un gran pintor gallego fallecido en México hace pocos años y que fue el que abrió camino a la nueva pintura gallega. De él se puede decir, recogieron enseñanzas algunos pintores prestigiosos de después. Se trata de grandes óleos y acuarelas. Óleos con temas de pescadoras gallegas, de maternidades y de figuras de carnaval. Unos personajes de Carnaval que no tienen nada que ver con los de Ensor y Solana. Souto fue el pintor que hizo los más impresionantes cuadros de la Guerra Civil, el mismo Ensor le dedicó un bello poema en una exposición que había hecho al final de ella en Bruselas. Las estampas son escenas de puerto, campesinas y de pescadores. Se trata de una gran exposición, pero lo notable es la gente que acude a ella. Voy casi todos los días y observo el público. Se trata de personas que tienen más de cincuenta años de jóvenes que no pasan de los 25. Parece que hubiese una generación completa a quien no le interesa la pintura, o el arte, y en general nada, pues pienso que esto que ocurre con la
[Falta continuación]

1970-12-16
Carta de Ellena a Seoane. 1970
Nova York
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Ellena a Seoane. 1970 en 16/12/1970


NUEVA YORK, 16 de Diciembre de 1970

Querido amigo:

Recién hoy puedo contestar su carta del 23 de Noviembre. Cuando llegó a Santiago, yo estaba dando unas clases en la Universidad del Sur. Allí me la despachó mi secretaria, pero llegó cuando yo ya había regresado. La volvieron a redespachar y la recibí el día miércoles 9 A.M. Ese mismo día salía para Nueva York, por ello no le pude contestar de inmediato. Mi secretaria me dijo que ese mismo día había llamado el Dr. Rubinstein de WOBRON y que lo llamara al hotel.
Desgraciadamente, los aviones no esperan y no pude llamarlo. En síntesis, una serie de desencuentros.
Lamenté mucho que no hubiéramos podido reunirnos el 13 de Diciembre como lo planeáramos, pero el Ing. Guber no lo consideró adecuado. Estimo que nos podremos reunir en la segunda o tercera semana de Enero y allí podríamos dar formas finales al proyecto.
En cuanto a lo cobrado por los otros artistas, me parece recordar que Rebuffo recibió $200,000.00 y Le Parc $1.000,000.00 Imagino que esta información ya le sirve de poco. Lo lamento sinceramente.
Regreso a Santiago el 5 o 6 de Enero. Mi viaje a Nueva York se relaciona, fundamentalmente, con la muestra de Torres-García que se inauguró el 11 de Diciembre en el Guggenheim. Es extraordinaria.
Mucho le agradecería dos líneas diciéndome si WOBRON aceptó o no el proyecto para planear mi viaje en Enero.
La generosidad de una amiga neoyorquina, pone en hermosa tipografía mis garabatos. Por otra parte, otro amigo, en este caso italiano, Achille Perilli, me permite enviarle en medio de extrañas geometrías, los mejores augurios para Maruja y Ud.

Un feliz 1971!!!!!

Emilio
O orixinal inclúe debuxo de Achille Perilli a 2 cores, asinada: Perilli, 70

1971-01-02
Carta de Seoane a Ellena. 1971
Bos Aires
Santiago de Chile
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Ellena. 1971 en 02/01/1971


Buenos Aires, 2 de Enero de 1971

Sr. Emilio Ellena
Santiago de Chile

Mi querido amigo:

Recibí hace unos días su amable carta mecanografiada junto con una hermosa serigrafía de Perilli. Wobron aceptó el boceto que hice y están ensayando de hacerlo ellos mismos, no sé aún con que resultados, pues para ellos, creo es una experiencia nueva. No hemos hablado de precio. Pienso que de ello hablaremos durante este mes cuando ellos me enseñen algo de lo que tengan hecho. Faltan las cajas. Son tres para tres formatos distintos. Me gustaría verle a usted si viniese por aquí para hablar de todo esto.
Me alegro que quede muy bien la muestra de Torres García en el Guggenheim. ¿Cómo podría tener el catálogo de ella? Si usted me lo pudiese conseguir se lo agradecería.

Maruja y yo les deseamos a su madre y usted un feliz 1971 y reciba el abrazo cordial de:

[Seoane]

1972-01-25
Carta de Ellena a Seoane. 1972
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Ellena a Seoane. 1972 en 25/01/1972


Lunes, 25 de Enero 1972

Querido amigo Seoane:

He regresado muy contento de mi viaje. Como le anticipara desde Nueva York, la muestra de Torres fue excelente. En el mismo aeropuerto, me esperaba mi madre y aquí, en casa, la cordialidad de su carta que mucho le agradezco.
He escrito a Daniel Robbins pidiéndole le mande un catálogo, así que en unas semanas más lo recibirá.
El día viernes estuvo aquí –en Santiago– el Dr. Jorge Rubinstein de Wobron. Me dijo que ellos estaban muy contentos con el boceto que usted había hecho. Guber, a su vez, me envió una foto en colores. Luce muy hermoso.
Posiblemente, ya a estas alturas Wobron está en condiciones de decidir si editarán o no el objeto. De ser positiva la respuesta, se hace urgente que nos reunamos para ultimar detalles referentes a la caja y textos que incluirá esta edición. Según el Dr. Rubinstein, Guber estaría fuera de Buenos Aires del 8 al 28 de Febrero. Por lo tanto, las alternativas son 2. O bien viajo a Buenos Aires este fin de semana (30-31 Enero), o bien lo hago en el primer fin de semana posterior…

[Emilio]
Localizar fin de carta Fundación Seoane.

1975-09-02
Carta de Pérez Prado a Seoane. 1975
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Pérez Prado a Seoane. 1975 en 02/09/1975


Buenos Aires, 2 de septiembre de 1975

Mi querido Seoane:

Hace ya largo tiempo recibí su carta. Hoy, como en aquella mía que usted contesta, vuelvo a mis tribulaciones cinematográficas.
Con mil inconvenientes, con periódicas glaciaciones, con prolongadas y vociferantes sequías, con desalientos aluvionales y con varias y firmísimas determinaciones –por cuenta de Prelorán y por mi humilde cuenta– de plantar, abandonar y entregar, quizá con un suspiro de alivio, todo el material filmado, seguimos adelante con nuestro Castelao. Y ahora y aunque parezca mentira –a mí me parece un sueño– estamos ya en la última etapa y es más fácil terminar la obra que dejarla morir nonata. La filmación que resta será la de algunas fotografías que aparecerán en nuestras excavaciones de periodismo arqueológico; unos segundos más o, como diría nuestro barbado Prelorán, algunos pies de film y listo. Tenemos lo suficiente para cien minutos de proyección; el material desechado no es mucho: quizá otro tanto. Esa relación de 2 a 1 es muy económica y debemos agradecérsela a Jorge quien ahora es medio gallego y del todo galleguista. Él supo disparar su cámara con acierto sobre los documentos que allegamos entre todos, batiendo la selva de papel. El ojeador más fértil, Roberto Rodríguez, encargado de la biblioteca del Centro, mostró un ansia venatoria indeclinable.
Yo soy el autor del libro, según rezan los carteles. Mi oficio, sin embargo, tiene más requilorios y fue más complicado; pues debí meter en el asunto a Prelorán, adobar y condimentar a nuestro gusto la marmita, luchar en dos frentes principales y en multitud de secundarios y demostrar, en fin, que la raza de los Gondomares dura tanto como nosotros. A veces, lamento no haber escrito un diario, un journal de la película; otras creo que hubiera sido casi imposible derramar en papeles tantas incidencias y tantas malas sangres, fatigosas dialécticas y tornadizas meteorologías. Pero no sé si alguna vez, con más recuerdos que documentos, no me pondré y, al volar de la máquina, no dejaré crónica del periplo. Le aseguro que tendría su interés y, por lo menos, justificaría tal cual defecto o exceso.
Castelao irá en dos grandes rollos: primera y segunda parte. En 35 mm lo común es tener dos proyectores a mano; en 16 mm eso no suele ocurrir. Hay que contar con un intervalo, pues, que sería brevísimo en caso de no rebobinar enseguida. La banda sonora es del tipo llamado internacional, para distintas versiones. Por ahora grabaremos dos: castellano y gallego.
El orden que sigo en el relato es el lineal y cronológico, casi siempre. Fotografías de Castelao, sus dibujos, las fotografías de personajes o sucesos que fueron importantes en su vida y en lo que más importó a su vida; algunos metros de película que nos lo muestran en viajes, inevitables banquetes y hemerotecas. Ese material gráfico es la imagen que apoyan meses de librerías, archivos y principales: la de Castelao y la del relator; muchas otras, diversas, recitan los famosos epígrafes. Si estuviéramos filmando un libro mío cualquiera, previo y completo, las cosas me resultarían menos inquietantes. Yo sería el autor de unas letras y Prelorán buscaría los señores que las pronunciaran y los escenarios en que lo hicieran. Pero nuestro camino discurre exactamente al revés. Encontramos las escenas, los documentos gráficos y debemos armar –y modificar continuamente, sin perder el norte– la historia para sacarles provecho y ensartarlos como perlas. Imagine mis piruetas.
Después de no pocas escaramuzas iniciales y de un paciente trabajo doctrinario que me dio al fin sus frutos en Prelorán, conseguimos armar una estructura con ritmo cinematográfico –a pesar de la sofocante mayoría de escenas fijas– y, creo, eficaz. Quiero decir que cualquier persona de mediana sensibilidad y completa ignorancia en la materia puede tolerar sin fatigas esa hora y media y ya no puede ignorar quien fue Castelao y cual su lucha y cuales los problemas de nuestra patria gallega.
La película empieza con fotografías de la niñez de Castelao y con su voz. Todos los parlamentos que dice esa voz en primera persona están sacados textualmente de sus obras: libros, discursos, papeles diversos. Yo traduje con fidelidad y recorté con intención y de la manera que convenía según nuestro propósito y las posibilidades de imagen con que contábamos. Prelorán fijaba los estrechos límites temporales. Así Castelao, con fragmentos de su obra, nos cuenta su vida y explica lo que mostramos ayudado por el relator. Pero esa estructura debía contener su mensaje patriótico en forma clara y agónica, dramática. Y yo tenía que hallar la manera de representar o encarnar de algún modo la tontería centralista, la españolada de chafarrinón, el menosprecio de corte. Y entonces, y para los años que llegan al advenimiento de la Segunda República, elegí como figura contrapuntística a don Alfonso XIII. Con la imprescindible y santa pequeña injusticia y perdonable malicia que tienen inevitablemente estas cosas, elegimos entre sus muchas fotografías aquellas que lo muestran en sus diversos años y en su constante bobalicón perfil. Atusándose el bigote en una, vestido como un polista británico en otra, al comando de un luciente automóvil en esta, empingorotado y con charrateras; en un sarao, en un arenal de Marruecos o dando limosnas; en una corrida de toros, en el palacio, en el hipódromo. No es mucha imagen real en total computable, pero cada una de las veces en que interrumpiendo el relato aparece Su Majestad unos compases de pasodoble torero añaden su bronce y su chunga al contrapunto. El ser contemporáneos, tocayos y el haber coincidido etapas importantes de sus vidas en fechas muy cercanas (y el tener muchas fotografías del Borbón, claro) me incitó a brindar a nuestro paisano tan elegante partenaire. Conseguí además, espero, gracias al rey y a sus veleidades, sus tropiezos en Marruecos, sus lances políticos y su política de reinado, mostrar con cierta agilidad esa historia que vivió España y el mundo en los años que van desde Rianxo a esa primavera del 31. Después, apoyo mi contrapunto en los grandes acontecimientos y en algunos de sus protagonistas; el relator apostilla las imágenes del bienio negro, de los estatutos y del Estatuto, la Guerra de España, la Guerra Mundial y el triunfo, la postguerra y la derrota.
Prelorán grabó muchas voces buscando a la de Castelao, que no se pretendía omitir y ni siquiera evocar. Quería un hombre viejo, que no fuera ni se creyese actor, ni locutor. En la del señor Baltar –quien ya dijo todo el texto de Castelao– cree Prelorán haber hallado lo que buscaba. El relator debía ser más joven, con voz y acento diferentes. Luis Medina Castro fue el elegido y ahora ensaya mi texto. Luego, como dije, muchos anónimos cuyo timbre o estilo encajan en los epígrafes. La banda sonora –que incluye música– es cosa de Prelorán y del asesoramiento que me permita.
La tarea de Prelorán ha sido –y es– formidable. No puedo imaginar a nadie tan atrapado por una vida de la que no tenía sospecha y hasta por un país en cuyas venturas y desventuras lo introdujeron no hace mucho mi librito y nuestras charlas. Sus ahogos económicos –aún los domésticos– fueron muy grandes en estos malos tiempos y, con la inocente blandura que usted diagnosticó, Jorge fue lastimado muchas veces por las actitudes del entorno que usted, asimismo, tan certeramente pronostico. En gran cariño y respeto trabajamos durante meses con algunas crisis de su parte. Hace unos días, y sin que esto lleve relación directa con nuestro trabajo, pero sí en forma de bienvenida compensación y alivio, Jorge acaba de ganar (por segunda vez) la beca Guggenheim. Tratará de cumplir la mayor parte de su término en la Argentina.
Quizá, luego de los primeros y muy difíciles momentos, los inconvenientes más grandes que tuve con Jorge fueron debidos a un violentísimo celtismo que contrajo en las páginas de Castelao. Su parte de sangre irlandesa entró en ebullición y pronto mostró un fanatismo digno de cualquier troglodita de la Cova Céltiga. Y hasta con la ayuda de Simón Feldman imaginó una serie de mapas animados con los más peregrinos desplazamientos de las célebres tribus. Llegamos a una etapa en que los celtas y su influencia parecían bastarle para explicar todo y a mis violentos contraataques respondía con santa indignación, hoscos silencios y renovadas guerras y guerrillas. En su casa de él y en la de Simón o en cualquier lado mientras filmábamos –él por los celtas y yo aliado a cualquier otro pueblo histórico que me viniese bien o sólo, a pie firme– luchábamos con denuedo y sin cuartel. Temía yo y temo, pues Jorge me parece incurable celtómano y didactomaníaco, que se malograra nuestro esfuerzo y en especial su magnífico esfuerzo al seguir cualquiera de las teorías históricas más o menos tópicas que luego pasan o pasaron de moda, amén de aguar el mensaje y ablandar el carozo. Y, mañosamente y sin que me faltara razón, le decía que una cosa es el celtismo –actitud emocional y hasta postura existencial muy digna y aún política, si a mano viene– y otra son las precisiones eruditas sobre temas que ni él ni yo dominábamos y sobre los que, para colmo, no había acuerdo. Y que si todo lo que sabemos o podemos llegar a saber sobre los misteriosos celtas y los indudables romanos y los suevos y todos los que usted quiera se demostrara falso o cosa de fantasía y sueño, no por eso iban a terminar o torcer su modo esas injusticias que denunciábamos ni desaparecería con un suspiro esa nación que defendíamos. En verdad, creí muchas veces haber derrotado a los queridos celtas y otras tantas volvían ellos y acometían mandados por el barbado Prelorán (¿No será Breogán?) y hasta por Simón quien armó con su entraña pétrea un inesperado celtismo. Créame Seoane que si los celtas hubieran tenido tanta resistencia e insistencia como la de estos buenos amigos en el día de hoy y en nuestra Galicia no hablábamos ningún latín corrompido sino algo así como el gaélico.
Prelorán es, como usted sabe, muy trabajador, muy ingenuo y hasta inocente. No puede ni pretende usufructuar grandes lecturas ni mayores erudiciones, pero cuando se le mete una idea entre pelos y barbas es de ver como echa luego raíces y lo mueve a lecturas atragantadas, y florece y frutece y vierte por fin sus jugos en una suerte de breves trabajos cuidadosamente mecanografiados y sometidos, con toda gravedad, a mi crítica. ¡Y menudas angustias las que me dan esas prosas! Esas afirmaciones impávidas que debo atenuar para eludir el traspiés o los azotes de cualquier crítico; esas detonantes ingenuidades quizás inofensivas en un cine-club, pero suicidas frente a otros públicos más sólidos y esos crasos errores que debo tratar suavemente con injertos, barroquismos y sutiles alquimias y procurando no lastimar... Y no hay más remedio que hacer la cirugía porque los trabajosos trabajos de Jorge son la base o el texto mismo que imagina para comentar su lenguaje cinematográfico, sus escenas filmadas, expresión ésta sobre la que reina con absoluto imperio y de la que es más celoso que Otelo. Con aparente docilidad y sin tontas veleidades literarias (Jorge carece –¡felizmente!– de cosquillas) Prelorán acepta mis recortes o mis rechazos y ortopedias, pero vuelve luego con otro texto y torno yo a mis cosméticas y podaderas. El proceso tiende a repetirse y adquirir la mecánica del cuento de la buena pipa y, en cuanto me descuido, de sutil contrabando y con nuevas ropas trata Jorge de volver a pasar un argumento que le suena bien o un clan entero de celtas.
Este didactismo de Prelorán me saca el sueño y me hace temer empresas tan gratuitas como las de explicar que el Mediterráneo está rodeado de tierra y, para colmo, relleno de agua y otras enfadosas disgresiones. Como Prelorán no andaba muy enterado de las andanzas de todos esos iberos, celtas, romanos y bárbaros, moros y cristianos, Prelorán cree su deber exponer el asunto a la manera audiovisual para beneficio y remedio de quienes padezcan esa misma falta. Y como Prelorán no conocía nuestra tierra, sus gentes y su drama, él cree lícito admitir en ambas primitivas inocencias un nexo causal. Y –repite– para conocer Galicia es necesario saber que es Galicia (lo que en su idioma significa tener una idea de su historia... si fuera posible con mapas animados por el amigo Feldman). En fin, que termino usando contra todos aquellos pueblos la energía con que luché contra nuestros celtas. Pero no será fácil impedir algunos mapitas –temo– y haré lo que pueda por evitar que nos den al traste con el esfuerzo y terminemos provocando la zumba de los inteligentes y el aburrimiento de los simples. ¡Qué falta me hace usted, Luis, en estos momentos! Estoy solo en la parte que de verdad interesa y soy el único que puede manejar el negocio y salvar nuestras almas y llevar las aguas discretas a nuestro patriótico molino.
Seoane: quisiera lograr una película rescatable, eficaz, decorosa, permanente; y lo quiero sobre todo por usted y también por Eduardo quienes, en estos Buenos Aires me desbravaron un poco en galaicología y me abrieron generoso crédito de amistad y confianza. Entiendo que nosotros, los hijos de gallegos que llegamos a su lado, tenemos el deber de retornar una obra que justifique tan altos magisterios. Y si meu señor Sant-Yago me da forzas, como a Gaiferos, llegaré, no al Pórtico de la Gloria, pues no tengo para el pasaje, pero sí quizás a salir del anónimo etcétera y ser nombrado en la Enciclopedia Gallega (ver art. sobre Alén Mar...)
Un gran abrazo. No gaste su tiempo en contestar, salvo para ordenarme lo que fuera o para darme un consejo sobre toda esta lata. Quiero decir que mucho quisiera unas líneas suyas, pero no me atrevo a pedirlas.

Cariños a todos y muy especialmente a Maruxa.

Pérez Prado

P.S. Si todo anda bien, creo que la película podría verse allá en noviembre. (Prelorán insiste en procesarla en el exterior, para mejor calidad; eso puede demorarnos, pero no creo que más allá del citado mes).
Salta 760, 3ºB

1977-05-08
Carta de Baudizzone a Luís e Maruxa Seoane. 1977
Nova York
Nova York
A Coruña
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Baudizzone a Luís e Maruxa Seoane. 1977 en 08/05/1977

Nueva York, domingo 8 [mayo], 1977

Queridos Maruja y Luis:
Estamos en USA desde hace (mañana) una semana. Primero estuvimos en Nueva Orleáns. Es una ciudad como cualquier otra –rascacielos, tráfico, gente ocupada– pero con dos cosas que le dan una personalidad extraordinaria: el barrio francés –es decir, el viejo barrio español–francés, de unas diez cuadras por diez– y la presencia de la música de jazz. El barrio es apasionante y hermoso. Las casas de colores profundos, predominando el rojo–pompeyano mezclado con el verde de las plantas que crecen en los patios más hermosos que jamás vimos. Una casa junto a la otra, una cuadra tras la otra. Todas casas bajas magníficamente conservadas y cuidadas. Ojalá se hubiese hecho algo así en nuestro San Telmo!– y en cada esquina un bar donde un grupo de gente –generalmente negros– hacen música, divirtiéndose, cantando, creando. Fueron tres días inolvidables y no quiero olvidar otra cosa hermosa –el Mississippi, caudaloso, retorcido, que nos llenaba de recuerdos del Tom Sawyer de nuestra adolescencia. En fin salimos con el alma limpia. Aquí estamos ahora, en Nueva York en el departamento que nos prestó un amigo que lo tiene desocupado, pues en este momento está en Bs. As.; el es Félix Uñó . Tal vez te acuerdes de él, pues te compró un cuadro hace un par de años.
Todavía no le tomamos el pulso a la ciudad, pues hace 10 años que no veníamos y un sábado y un domingo no son días que muestren nada. Hoy pasamos el día en el Guggenheim viendo una retrospectiva de Kenneth Noland y sobre todo el salón dedicado a Picasso; ayer estuvimos en el Museo de Arte Moderno, delicioso como siempre; y sobre todo caminamos, caminamos, caminamos (hay [sic] de mis pies!) a un sol tibio primaveral que es una bendición. Ahora son las 9; Elena está preparando una cena con algo que compramos por ahí y yo aprovecho para escribiros. Fui a cenar, me acosté a leer un rato y me quedé dormido; sigo la carta hoy lunes, mirando nieve por la ventana. Ayer fue un día dulce y tibio, hoy la tele anuncia frío y nieve fuerte. No quiero terminar la carta sin informarte, Luis, que antes de salir de Bs. As. estuve con Freddy [Guthman] quien tomó a su cargo el envío de tus cuadros a tu casa. Visitamos a tu portero (Enrique Dassini ), le dijimos tu deseo y quedamos en que Freddy le mandaría carta o telegrama anunciándole día exacto de la salida de los cuadros. Todo en orden. Me dijo Natacha [Guthman] que ellos tienen un buen contacto con un vendedor de cuadros (están ellos por vender alguno de sus [Pedro] Figari y Torres García ) y que te dijese si quieres que aparezcan también los tuyos. Escríbeles directamente; ya te mandé la dirección de Freddy, pero la repito:
Alfredo Guthman
Arenales 2138- Mar del Plata (7600) R. A.

Queridos amigos. Hasta la próxima. Si tenéis ganas, mandar dos líneas contando como están, a mi nombre, a/c Eduardo Jonquières, 3 Impasse du Moulin Vert, Paris.
Un gran, gran abrazo para los dos.
Baudi.

Mis queridos amigos:
En este momento se ha largado a nevar y verlo desde la ventana de un piso 15 es delicioso –pero que no dure porque queremos salir por las calles. No nos adaptamos [a] salir de un horno como vivimos practicamente en Nueva Orleáns y meternos en esta ciudad tan dura, tan tensa. Abrazos fuertes y muchos.
Elena


SR
LUIS SEOANE
15 Paseo de la Ronda
LA CORUÑA
ESPAÑA